Partida Rol por web

- Tengo el Mac en la habitacion asi que cuando quieras una recaida mutua solo tienes que decirlo - Comente con una sonrisa terminando la naranja - Supongo que si, que al menos aqui todo es mas llevadero... - Le sonrei mientras miraba un segundo apra dentro a ver como iba a el espectaculo.

- Lo tendre en cuenta, es muy tentador... por mas de una razon.- dijo sonriente.

- Habitacion 529 - Le dije con un guiño antes de girarme - Pasa buena tarde Steven... - Le dije con un guiño pasando al interior y cogiendo otra naranja fui hacia mi cuarto, desaria la maleta y colocaria todo y si tenia suerte el pescadito de la terraza se engancharia al cebo...

No conocía el tipo de música que la despampanante rubia hacía, pero sí que había averiguado nada más verla que era una maldita mentirosa, e insegura de sí misma. Si movía bien sus hilos, podría tener una informadora de primera mano.

- Encantado, Cindy - dijo, estrechando con dejadez su mano - Dime, ¿cómo están las cosas por aquí? ¿Hay algo que deba saber?

Debía llevar la conversación con suavidad hasta el punto que le interesaba, pero no debía de ser muy cuidadoso.

- Que mi habitacion es la 430.- dijo con picardia y despues rio como todas las niñas bien cuando piensan que han dicho una gracia.- Bueno.. hay un tipo raro que se llama Bruce, hace muchas preguntas a todos aunque es un paciente como nosotros, es muy rarito... tiene un poco de pinta de freak.- Te informo.- Todos los demas somos normales, ya sabes, con nuestros pequeños problemitas. Los medicos son muy simpaticos, te gustara el sitio.

Sonrió vagamente ante el comentario sobre su habitación y se centró en los rumores sobre ese tal Bruce. Si esa jodida yonqui pensaba que iba a acostarse con ella, lo tenía claro, pero estaba bien saber en qué lugar podía refugiarse si algún día quería estar alejado de todo. 430.

Bruce. En todos sus años había aprendido que los confidentes más estrafalarios eran a los que menos caso hacían y los que más información podían recabar. Tenía que encontrar a ese tipo, y ver si detrás de esos rumores había una fuente de información viable.

- Ya veo... esto es muy aburrido, ¿no? - dijo, moviendo el tenedor en el aire - ¿Qué hacéis para divertiros?

Una campanita sono de fondo y la gente comenzo a lenvarse. Parecian niños al final de la hora del recreo.

- Es hora de ir a terapia.- dijo la rubia con una sonrisa alegre.

Todos salieron del comedor y cruzaron por un largo pasillo hasta una sala amplia que bien podia parecer un cine, con una enorme pantalla cubriendo una pared.

Una mujer fue entregando a cada paciente un especie de gafas de realidad virtual, marcadas con el nombre de cada paciente con letras doradas en uno de los lados.

Las unicas sillas que quedaron libres fueron dos juntas casi al final de la sala. No era mal sitio, estabais cerca de la puerta y si la proyeccion era mala podiais escaparos con relativa facilidad.

- Por favor, pongasen sus gafas.- pidio la chica con gesto amable, entregandoos las vuestras.

- Miren acia la pantalla y relajesen, pronto comenzara la proyeccion.- Aseguro la chica.

Se sentó al final y miró con el ceño fruncido el dispositivo que le habían entregado.

- ¿Esto qué mierdas es? - susurró, dándole vueltas.

Cuando la proyección empezó, no se puso las gafas. Antes de dejarse llevar, iba a saber de qué narices iba todo aquello.

- Son una gafas de realidad virtual, señor, especiales para ver la pelicula. Es algo parecido a un videojuego, no tienen nada que temer.- Aseguro la chica insistiendo con una sonrisa.

Aquello era muy extraño sentía como si me fueran a lavar el cerebro o algo, pero no tenia opción así que me se te acomodando me y poniendome aquellas extrañas gafas, al menos me alivio ver que el hombre que llego conmigo tampoco parecía muy cómodo con aquello.

Al ponertelas ves un entorno diferente a tu alrededor. Oyes pajaros, el viento.. Es como estar en un lugar de ensueño sin moverte del asiento.

Una voz calida y agradabe, como el susurro de un angel te dice.- Bienvenida al paraiso, Veronica.

Así que iban a vigilarles de cerca, pues nada, habría que seguirles el juego.

- A ver el jueguecito de qué va - dijo, encogiéndose de hombros.

Al ponerte las gafas estas se conectaron automaticamente. Un leve fumbido en tu oido un segundo antes de que el sonido de pajaros cantando se abriera paso en tus oidos.

Una imagen increiblemente real se mostro ante tus ojos. Una sensacion de paz bombardeo.

Una niña inocente se mostro ante tus ojos

- Estas en un sitio seguro, no tienes que temer, relajate y sonrie. Hoy es el primer dia del resto de tu vida, de una vida nueva y feliz.- dijo la imagen de la niña caminando acia ti con una sonrisa.-¿Estas preparado para lo que el mundo puede ofrecerte?

Una niña inocente se mostro ante tus ojos

- Estas en un sitio seguro, no tienes que temer, relajate y sonrie. Hoy es el primer dia del resto de tu vida, de una vida nueva y feliz.- dijo la imagen de la niña caminando acia ti con una sonrisa.-¿Estas preparada para lo que el mundo puede ofrecerte?

Supongo que si... He venido aquí para cambiar...

Esa fue mi respuesta pero la verdad es que aquello era muy inquietante, aunque en realidad me podía la curiosidad también..

- Pero... ¿Quieres cambiar de verdad?- pregunto ladeando la cabecita, con tono infantil pero directo.- A ti te gusta lo que haces, te gusta mucho... entonces ¿por que quieres cambiar? ¿Que tiene de malo?

Porque ya me da igual cuando como y con quien... Y eso puede ser peligroso, hay enfermedades, ilegalidad... Mucho detrás... dijeirando mis Pies nerviosa, tensa con aquella conversación...

- Entonces lo que quieres es controlarlo, no borrar eso de tu vida ¿Verdad?.- te pregunto la niña con su inocencia.- Una cura no es lo que buscas, lo que buscas es aprender a tomar el mando de tu vida intima.