Partida Rol por web

La Conspiración del Halcón: El Maestro Halcón

Capítulo 1: El juego está en marcha

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12/11/2018, 07:48
Director

Ha pasado una semana desde la redada en la guarida del templo. 

Aunque seguís alojados en el confortable Pez Silbador, Sir Talasek os propuso dividiros para investigar y con suerte descubrir alguna pista más sobre el culto o el paradero del Halcón. El paladín, que ahora reside bajo el auspicio del majestuoso templo de St. Cuthbert, prometió ponerse en contacto con vosotros tan pronto como le fuera posible.

Hasta ahora no ha habido suerte, no hay ni rastro del culto, menos aún del Halcón y lo que es más preocupante, vuestra recompensa brilla por su ausencia, con un Néstor que hasta ahora no ha podido o no ha querido recibiros.

Casi víctimas de la desesperación, en la mañana del siguiente día recibís un mensaje en vuestra posada favorita. Esta vez no es un mensaje amenazador. Os reconforta saber que es Sir Talasek quién os convoca a una reunión en el templo de San Cuthbert.

Sin plantearoslo ni por un instante, ponéis rumbo al conocido templo que sigue conservando la grandeza que todos recordabais. Como siempre, la actividad de los acólitos y otros clérigos es abundante. Uno de ellos, uno con el que no habíais tratado antes, se presenta tan educadamente como os cuestiona sobre vuestras intenciones. Poniendo en duda vuestra cita con el paladín tan amable y educadamente como cabría esperar de un acólito de San Cuthbert, os hace esperar en los bellos jardines del majestuoso edificio.

En un breve lapso de tiempo se disipan las dudas. El clérigo vuelve y os informa: - El Maestro Thraydin les dará audiencia. Por favor síganme.

Recorréis de nuevo las entrañas de tan ostentoso edificio, con sentimientos encontrados sobre si tanta opulencia es necesaria para difundir la palabra de El del Garrote. 

Finalmente llegáis a una gran cámara que ya conocíais. Talasek está sentado junto a un manuscrito verde que recordáis como el diario de su difunto abuelo. El acólito os deja en buena compañía tras despedirse tímidamente.

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15/11/2018, 07:20
Talasek

Me alegro mucho de veros - comienza el paladín solemnemente -. Por favor, tomad asiento. Ésta es vuestra casa.

Al mismo tiempo que estáis decidiendo cuál sería el sitio idóneo para vosotros, cuatro clérigos aparecen por la puerta: dos sacerdotes de alto rango, Eritai y el escriba. Todos esperan a que toméis asiento para hacer lo propio.

En primer lugar dan un caluroso saludo a Sir Talasek y después hacen lo propio con vosotros. Parecen sinceramente encantados de teneros de nuevo en el templo.

Cuando ya todos estáis colocados, el escriba desenrolla un larguísimo pergamino en su mesa supletoria, siempre cerca de Eritai, e inmediatamente comienza a escribir.

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15/11/2018, 07:37
Eritai

Eritai comienza la reunión con algunos detalles formales sobre los asuntos a trata para que el escriba tome sus notas y pueda organizarlas posteriormente.

Como sabéis, amigos míos, continuamos muy preocupados por las actividades de este culto que descubristeis hace un par de semanas. Un culto de cuyas actividades sospechábamos desde hace un tiempo. Ahora han logrado liberar a su líder y tanto ésta como el resto del culto han desaparecido. Esto es preocupante - Eritai hace una pequeña pausa para corroborar que todo el mundo está atento a sus palabras y así tomar un poco de aire -. No sabemos nada acerca de sus intenciones. Hemos peinado la ciudad y no queda ni rastro de ellos. Tenemos que encontrar a su líder antes de que tenga la oportunidad de organizar a sus seguidores - el gesto de Eritai se va tornando más serio conforme habla, claramente concernida por este asunto.

Hemos tenido largas discusiones sobre su líder, el Halcón, y hemos concluído que, después de ese largo confinamiento, debe encontrarse en necesidad de descanso y recuperación para restablecer su poder. Sólo podemos desear que ese periodo sea largo y le lleve varias semanas y así localizarla entre tanto.

Sabemos que es peligrosa y que tiene un gran número de espías - sentencia alzando la vista hacia Talasek, como buscando su asentimiento -. Esta será una responsabilidad peligrosa para todos los implicados. Nosotros, en el templo, consideramos que estamos en riesgo debido a que ella sabe nuestra dura oposición al culto. Una vez más solicitamos vuestra inestimable ayuda, pero os comprenderemos si decidierais rechazar nuestro llamamiento.

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19/11/2018, 11:10
Élise

Una semana ya. Día tras día con la misma rutina, sin que nada de lo que hicieran diera sus frutos. Plantaban la semilla, sus preguntas, entre la gente de la ciudad, pero en Greyhawk no había nada que cosechar, y cada tarde volvían al Pez Silbador con las misma desafortunada falta de noticias. Ricos y pobres, mercaderes, tenderos y mesoneros, juglares y viajeros, jugadores de cartas y dados, borrachos y toda clase de desperdicios de la sociedad, todos, por igual, parecían desconocer el mal que había resurgido en la ciudad. Si sabían algo, lo ocultaban bien, pero incluso así todo parecía indicar que el culto se había escondido y se preparaba a espaldas de la ciudad; seguramente ellos tenían algo que ver en todo eso, pues sus enemigos debían haber tomado nuevas precauciones después de haberse visto sorprendidos en su santuario, ahora en poder de la guardia de la ciudad.

Los soldados de la ciudad libre eran, además, otro asunto a tener en cuenta. La oportuna aparición de Nestor y sus hombres en el templo subterráneo había permitido escapar al Halcón y a la mayoría de los sectarios de mayor rango; si los iniciados que habían logrado apresar habían arrojado alguna luz sobre todo aquél asunto, era algo que también desconocían, pues el magistrado se había negado de todas las formas posibles a atenderles, retrasando incluso la recompensa prometida. Aunque varios de sus compañeros rebullían inquietos por éste asunto, no era el dinero lo que les inquietaba principalmente. Todos, en voz baja, mantenían sospechas sobre la implicación del hombre en los acontecimientos, y cuestionaban hasta que punto no estaba involucrado en la liberación de la mujer. No eran cosas que dijeran dónde pudieran oírles, pues tal acusación, infundada y sin pruebas, podía darle la excusa perfecta para meterles en una fría y húmeda celda, pero lo susurraban cuando estaban solos y se preparaban por si llegaba el momento de enfrentarse a él. Todos, o casi: Nithael, que después de estar un tiempo husmeando había vuelto con ellos, finalmente había decidido poner tierra de por medio entre los problemas y él mismo. No le culpaba, sin duda era lo más inteligente que podía hacer, pero cuando se despidió no pudo evitar sentir una punzada de desprecio por el cobarde elfo que anteponía sus propios intereses a los de tanta gente que sufriría si no desbarataban los planes de los viles adoradores de Iuz.

Aquél nombre rondaba sus pensamientos al despertar. El Viejo, como muchos le llamaban, se le aparecía en sueños, a veces como un anciano decrépito, otras como un simple oeridio de pelo oscuro, y en ocasiones en forma de demonio de piel roja. Nunca se acercaba, ni hablaba, nada, tan solo se quedaba mirándola, desde lejos, hasta que desaparecía y, en su lugar, el cráneo rodeado de sangre aparecía rodeándola, por todas partes, riendo. Sus carcajadas aún resonaban en su cabeza cuando se levantaba de la cama sobresaltada y sudando, con miedo. Solo el contacto con Heironeous la reconfortaba en esos momentos, y no soltaba el rayo plateado que pendía de su cuello hasta que su respiración volvía a la normalidad y se sentía preparada para acometer la siguiente jornada. Esa, no se diferenciaba en nada de las demás.

Hacía poco que había soltado el símbolo sagrado, que aún se balanceaba ligeramente entre sus pechos desnudos, colgando por la fina cadena de plata que se había enredado en su pelo en la zona de la nuca. Luego, como siempre, la desenredaría, pero primero había muchas cosas que hacer. Intentaba madrugar siempre que podía, pues era mejor iniciar sus rituales con las primeras luces, aquellas que despejaban la oscuridad de la noche. Limpiaba, aceitaba y pasaba la piedra a su espada antes incluso que vestirse, entonando mientras tanto los salmos pertinentes, que la darían fuerzas para seguir adelante y no desviarse de su camino. Después, bruñía el metal de su armadura y, tras revisar y ajustar cada pieza, se lavaba ella misma antes de ceñirse la que ya era su segunda piel. Ya acorazada, pues la guerra era una máxima en su vida y cada momento podía tornarse en una batalla, se colgaba a la espalda el escudo grabado del que nunca se separaba, y, tras rezar una última vez, bajaba de su habitación. Otro día más, pensó con un suspiro mientras descendía las escaleras. Ése, sin embargo, deparaba sorpresas.

Cuando llegó al comedor ya estaban allí sus compañeros. Incluso quienes empezaban a cansarse y dedicaban cada vez más tiempo a dormir, acababan por estar preparados antes que ella, por lo que de normal ya iban por la mitad del desayuno; no importaba, parte de sus votos consistían en no sobrepasarse, por lo que solía comer de manera frugal y sin excesos. Casi estaban todos listos a la vez, y justo en esos momentos llegó la tan ansiada carta. Exactamente lo que esperaban. Nada más leerla, una sonrisa —fugaz, pues no dejaba de recordar a lo que se enfrentaban— cruzó su rostro, y se pusieron en marcha.

El templo de Saint Cuthbert les dio la bienvenida desde lejos, majestuoso, brillante, como siempre. Entre sus muros, se sentía a salvo y unida al panteón, pues aunque no rindiera fidelidad directamente al Garrote, el dios del Justo Castigo era afín a los dogmas que había jurado seguir. Allí, además, aguardaba Sir Talasek, mentor, compañero y buen amigo. Un buen hombre allá donde los hubiera, mejor persona de los que muchos llegarían a ser jamás. Respondió a su bienvenida con la misma solemnidad que él mismo les había otorgado, y después se sentó tal como les había pedido, en el primer asiento libre a la izquierda del paladín. En seguida llegó también Eritai, junto a varios otros clérigos, y tras los saludos oportunos dio paso a la reunión. Empezó, por supuesto, con una formalidad; seguían allí, y no era momento de echarse atrás.

No hemos descansado ni cejado en nuestro empeño, mi señora —dijo con tono grave; si alguien dudaba de sus palabras, habría sido una dura ofensa—. Pero hasta el momento no hemos hallado ningún rastro que nos lleve hasta ellos. Por supuesto, no nos damos por vencidos, y estamos a su servicio hasta que acabemos de una vez con ésto —sentenció con firmeza, agachando la cabeza y poniendo el puño cerrado a la altura del corazón, antes de volver a alzar la mirada hasta la superiora—. ¿Sabéis algo nuevo que pueda ayudar?

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21/11/2018, 06:27
Talasek

La suma sacerdotisa alza la vista hacia Talasek tras la directa pregunta de Élise.

El paladín se pone en pie cuidadosamente para atraer la atención de todos los asistentes.

- Esta última semana he estado estudiando minuciosamente el diario de mi abuelo - el paladín pone su mano encima del manuscrito sobre la mesa -. Hay algunos datos que creo relevantes y por eso os he convocado a esta reunión.

Entonces Talasek se encamina hacia la imponente pintura que representa a su abuelo y continúa su discurso.

San Cuthbert e Iuz han sido siempre enemigos, una rivalidad sin parangón que se pierde en los albores del tiempo y por supuesto precede a este culto recién revelado -el paladín alza entonces la mirada hacia la pintura -. Mi abuelo, unió sus fuerzas con dos magos Mizaab Zalen y Quevell Maxem, y un clérigo, Elliman, para derrotar al culto hace mucho tiempo. Lograron atrapar al Halcón en una prisión mágica que se creyó permanente e impenetrable.

El paladín hace una pausa y su rostro se torna serio. También su tono de voz parece debilitarse.

Por desgracia, como sabéis, no ha sido así.

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22/11/2018, 21:27
Hodrum

Tras irse de la redada en la guarida del templo todo fue recorrer la ciudad en busca de pistas y rastros que los guiasen para recabar información sobre los sectarios y el Halcón.

Al segundo día, enviaron un mensajero devolviendo la mascota de Barakanar y el familiar de Hodrum. Kirara salió corriendo en busca del mago en el momento que lo vió llenandolo de arrumacos y sonidos que pedian a gritos atención y caricias. Para Hodrum ese momento fue el más feliz desde que había hecho creer a Nithael que se estaba pegando fuego, justo antes de llegar a las murallas de la ciudad por primera vez. Por desgrácia Nithael había preferido evitar los peligros y marcharse antes que prestar ayuda a sus compañeros por una buena causa, pero no podían impedirselo, ni tampoco querian. ¿Quien sabía si volverían a encontrarse por los caminos?

Hodrum visitó algunos comercios que vendían libros, por si encontraba alguna pista o señal sobre el culto de Iuz al que se habían enfrentado. Pero no encontró nada que le fuese de ayuda o que lanzase luz en su búsqueda. Y aprobechó uno de los dias que deambuló por la zona marginal para recuperar su túnica y así poder devolver la túnica que le había prestando Nicholi Nortoi en su día.

Al pasar una semana, recibieron una notificación en su "lugar de residencia" mientras intercambiaban opiniones de como los guardias pudieron saltarse la mágia que hacía que los bichos del tunel atacasen a los intrusos. El mensaje les indicaba que Talasek les había convocado en el templo para reunirse con el.

Sin más tardanza partieron a la iglesia para volver a reunirse con él, y después de esperar un rato en el jardín, fueron acompañados a la gran cámara donde encontraron a Sir Talasek esperandolos con el diario de su abuelo. Al poco apareció Eritai con el escriba y otros dos sacerdotes, que por las vestimentas indicaban que eran de los importantes.

Tras una exposición de las teorías sobre Lady Halcón y su red de espias, Eritai le cedió la palabra a Talasek, el cual les contó que habían algunos datos en el diario que podrían ser de ayuda.

- Lamentablemente hemos sido testigos de que esa jaula no ha sido eterna, y debo disculparme, pero no he conseguido localizar información del problema que tenemos entre manos mientras he estado investigando. - Miró a sus compañeros por si alguno de ellos hubiese tenido más suerte que él el último día, pero sus gestos indicaban que se encontraban en la misma situación que Hodrum - Así que cualquier dato que nos ofrezcas puede ser un buen punto de partida por donde poder empezar a rastrear. -

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23/11/2018, 14:17
Élise

Hemos visto con nuestros ojos que la prisión no ha sido suficiente —dijo tomando la palabra de nuevo—. Pero no todo está perdido. Ahora sabemos los nombres de quienes lograron encerrar al Halcón en primer lugar, en un tiempo en el que sería más poderoso de lo que es ahora. Si les encontramos, juntos, tal vez podamos buscar una solución, esta vez definitiva.

Aunque había ido mirando a todos en un momento u otro, de manera intermitente, al final sus ojos se posaron en el paladín.

¿Sabemos si alguno de esos tres hombres sigue aún con vida? —Era probable que, al igual que el abuelo de Sir Talsaek, el clérigo, Elliman, si era humano, estuviera muerto también. Sin embargo, los magos muchas veces acudían a fuerzas que se escapaban al control de los meros mortales, y lograban alargar su vida mucho más que cualquiera. Además, entre los arcanos muchos poseían sangre élfica, por lo que había visto en su vida, por lo que tal vez... Había una oportunidad, así que debían tomarla entre sus manos y aprovecharla.

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24/11/2018, 12:03
Raff

La última semana había sido movida para Raff. De día salía a pasear por la ciudad, a acostumbrarse a sus ritmos y sus calles. A medir la distancia entre veredas y tejados, y a ir haciendose una idea de primera mano de cómo eran los barrios.

De noche, Raff cumplía su promesa para con Olidammara. Si la diosa los había salvado mandando a la guardia corrupta, eso bien podía ser solo una broma de mal gusto de su parte. Raff recurrió a dos o tres tavernas y posadas diferentes donde el juego si estaba permitido. No recordaba mucho de sus aventuras nocturnas, pero el peso de su bolsa le indicaba que no había perdido más de lo que había ganado.

Ni de día ni de noche el pícaro pudo hacerse de aliados. Reconocía alguna cara, pero no había podido hacerse cercano a nadie. Ni un solo rumor sobre la mujer halcón llegó a sus oidos, ni nada más de verdadera relevancia.

Cuando Nithael optó por partir, Raff intentó retenerlo con desafíos, bromas y ofensas, pero al final el príncipe elfo decidió partir sin más de Greyhawk. En su despedida, Raff lo acompaño casi hasta las puertas.

Pero ahora Talasek los convocaba nuevamente. Nuevamente los vitrales y los paredones blancos del templo de St. Cuthbert. Nuevamente el diario del abuelo.
El pícaro no quería ser descortés, asique no dijo nada. Pero sinceramente ninguna utilidad a esos nombres les encontraba. Por lo menos no hasta que Élise sugirió la posibilidad de que estuvieran vivos.

Y si no, hay magia que permite hablar con los muertos...— Raff no estaba seguro de si era trabajo arcano o divino, pero si sabía que con alguien lo suficientemente poderoso, ni siquiera los muertos callan.

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25/11/2018, 11:05
Talasek

Talasek casi censura su propia sonrisa al oír la intervención de Raff:

- Bueno, bueno... Vamos a intentar no profanar ningún cadáver por el momento - señala jocosamente.

- He encontrado alguna entrada del diario que podría darnos una pista para continuar - el tono del paladín se ha tornado serio abruptamente, como si no quisiera perder más tiempo con otras tribulaciones. Se aclara la garganta y comienza a leer -. 

Siempre habíamos sospechado que el Halcón tenía una guarida secreta en algún lugar fuera de las murallas de la ciudad. Con frecuencia habíamos visto un halcón que salía del lugar dónde se hallaba el culto, pero nunca pudimos rastrearlo. También sospechamos cuando en la redada en las salas subterráneas del culto se encontraron pocas pertenencias personales. Con el Halcon fuera de juego, nos quedamos sin un rastro que seguir. Quevell y Mizaab han llevado a cabo muchas misiones (usando sus hechizos) em busca de su guarida. Me temo que, si existe tal guarida, alcanzaremos nuestras propias tumbas antes de encontrarla. Solo San Cuthbert sabe qué horrores pueden existir en un lugar así.

Los magos han propuesto un viaje a la espesura para explorar un área que creen que puede dar algunas pistas. Partimos mañana en un viaje cuya misión puede hacer que nuestros miedos, o nuestras almas, descansen.

La siguiente entrada en el diario está escrita muy débilmente, posiblemente por un hombre que estaba agotado.

Siete días caminamos y cazamos en la naturaleza, pero fue en vano. A pesar de los mejores esfuerzos de los magos y sus mascotas en la búsqueda desde todos los ángulos posibles, todavía no hemos encontrado nada. Mizaab está convencida de que la guarida debe existir y se ha comprometido a encontrarla aunque requiera el resto de sus días. Y esta podría ser una búsqueda larga, ya que espero que Mizaab nos sobreviva a todos. El resto de nosotros, Quevell, Elliman Neshir y yo, hemos jurado ayudarla si podemos, aunque nuestra fe en la existencia de la guarida no es nada firme.

Notas de juego

Voy avanzando poco a poco para daros tiempo a intervenir.

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25/11/2018, 12:25
Élise

Disculpadme, Sir —interrumpió, levantando la mano, aprovechando un instante de silencio en medio de la pausa en la lectura—. Mizaab. Por lo que tu abuelo parece querer decir, ella es, posiblemente, la única que podría seguir viva, de no haberla pasado nada. Pero podría significar tanto que su vida se alargaría más que la de los humanos, o simplemente que aún era muy joven cuando se unió al grupo, tal vez casi una niña con más talento del que correspondía a su edad. Ojalá sea lo primero, está claro que es a quien parece que debemos seguir la pista. —Tras lo que había parecido una divagación, hasta el punto de que había acabado hablando para si misma, volvió a levantar la mirada, dirigiéndola tanto al paladín como al resto de la sala; tal vez, alguno, había indagado en la historia local de Greyhawk lo suficiente, o puede que simplemente hubieran escuchado algún rumor.

¿Se conoce alguna arcana por la zona con ese nombre, o tal vez alguna hechicera con sangre élfica o de otra raza longeva cerca, o alguna maga o bruja que destaque por su ancianidad? —Suspiró debilmente, como si no tuviera demasiadas esperanzas, y tuviera que recurrir a otro plan que para nada le gustaba—. Si no, tendremos que ir nosotros mismos a la espesura. Tal vez, si estaban en lo cierto, encontremos un rastro ahora que el Halcón ha regresado. Además, el culto ha podido volverse descuidado con el tiempo, puede que hayan dejado una pista que otrora habrían ocultado mejor.

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25/11/2018, 12:47
Hodrum

Hodrum se pegó un golpe en la cabeza por su despiste. Precisamente él, con sangre élfica, había dado por supuesto que ninguno de los que encarcelaron al Halcón había sobrevivido. Pero Élise dio en el clavo, y Talasek acababa de leer un trozo del diario que confirmaba que posiblemente la maga Mizaab podría seguir viva.

- Si logramos localizarla, seguramente reconduciremos y acortaremos distancias en la búsqueda del Halcón. - Estaba conforme con lo que había dicho Élise, aunque dudaba que la maga se hubiese dejado caer por la ciudad desde entonces. - Pero es posible que no esté en la ciudad, ya que después de vivir los mismos sucesos en el pasado, habría acudido a Sir Talasek al enterarse de las desapariciones que han tenido lugar estas semanas ya que era descendiente de su abuelo, el cual había participado en la encarcelación del Halcón. - Comentó mirando a los allí presentes. - Además, si es cierto lo que dice ese pasaje del diario, puede que siga buscando el escondite del Halcón siendo fiel a su promesa. -

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25/11/2018, 19:18
Barakanar

Barakanar una vez escapados de la maravillosa custodia de los hombres de Nestor no habia perdido mucho tiempo para salir de la ciudad, No os preocupeis, volveré en menos de una semana. Pero realmente aborrezco esta ciudad y necesito aire libre y libertad.

Tras recoger a Findar, salió por la puerta de la ciudad y unos metros más adelante se convirtió en un enorme Aguila y salió volando mientras Findar lo seguia alegremente a toda velocidad campo a través, y desaparecian de la vista de la ciudad unos minutos despues.

No se habian vuelto a tener noticias del druida hasta que durante la reunion abrió la puerta y con una leve reverencia a los presentes entró en la sala.

He tenido el placer de poder escuchar vuestras ultimas palabras mientras entraba, siento la tardanza pero llegue al Pez Silbador hace solo media hora.

Los guardias de la puerta de nuestro comun amigo Nestor no les hizo mucha gracia mi vuelta. Una sonrisa salio de su boca, Todavia no estoy seguro si Nestor trabaja para nuestros enemigos o es tan estupido que le sale solo. Hizo una pausa, No descarto que las dos cosas sean ciertas, amigos.

Me encantaria ayudaros en buscar ese refugio, que afortunadamente para mi olfato cansado de este estercolero deberia estar extramuros.

Si en el templo de St. Cuberth no se tiene constancia de Mizaab, puede que en el Colegio de Magia tengan alguna idea.

Porque preguntar al Gran Guardian Nestor, lo veria casi como una traición o inutilidad

Notas de juego

Siento la ausencia esta semana, pero el enano me ha mantenido ocupado casi al 100% de mi tiempo.

Hago un pequeño giro argumental para justificar mi ausencia

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27/11/2018, 22:58
Raff

Raff hizo memoria un momento, apenas había pasado una semana, pero se sentía como si lo hubieran dicho hace años.
La voz de Talasek retumbó un momento en su recuerdo

1. En las Barracas (Shacktown) ha habido una serie de desapariciones, más de una decena y la mayoría hombres.

2. Ha habido extrañas actividades en la Zona Quemada del barrio bajo.

3. Los turnos y puestos de guardia han experimentado cambios sospechosos.

4. Se culpa a los extranjeros de la incipiente seguridad en las calles de Greyhawk.

5. Se han avistado extrañas criaturas simiescas al otro lado del río.

6. Se rumorea que se secuestra a niños para enseñarles impíos hechizos hacia el norte.

¿El diario dice algo más exacto sobre la posición posible del culto? ¿No decían que al norte y pasando el rio monstruos simiescos secuestraban niños?— dijo Raff con el entrecejo fruncido y una mano en la barbilla. Tenía la impresión de que estaba mezclando las cosas.— Si no hay otras pistas, podría ser un lugar tan bueno como cualquier otro para arrancar. 

Notas de juego

Son datos sacados del final del capitulo III de la partida pasada. No se si son relevantes o no, pero algunos de esos hilos habían quedado sin investigar. Si ya no sirven, dilo y no los volveré a traer a la palestra.

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01/12/2018, 10:12
Talasek

Talasek levanta la vista del diario ante vuestras preguntas.

- Calma, amigos - dice en un tono sosegado -, calma por favor. Ahora responderemos a todas vuestras preguntas.

El paladín continúa ojeando el diario y prosigue desgranando las entradas que ve más relevantes.

- Hay diversas entradas que relatan expediciones hacia lo salvaje sin ningún avance destacable. El diario cita constantemente el inquebrantable deseo de Mizaab por encontrar la guarida.

Talasek pasa algunas páginas antes de continuar.

- En una entrada escrita aproximadamente 15 años antes del cautiverio del Halcón, Talamar registró la muerte de Quevell. La describe como el pacífico paso a la otra vida de un buen hombre que dedicó sus días a hacer de Oerth* un mundo mejor. Talamar dice que legó una gran suma a este templo y que el resto de sus posesiones fueron tomadas por Mizaab.

Sir Talasek para un segundo, murmurando una plegaria a San Cuthbert y continúa.

- Varios años después, el diario registra el nombramiento de Elliman como Sumo Sacerdote del Templo de San Cuthbert. Talamar señaló que la posición de Elliman probablemente duraría poco, ya que Elliman tenía una edad avanzada con casi ochenta años. Esta entrada también señala que Elliman, quien había permanecido soltero, había encontrado una "familia" para consolarlo en sus años avanzados. Una niña, de unos diez años, había llegado al templo un día en busca de refugio. Era huérfana y ofreció sus servicios como limpiadora a cambio de un hogar y un futuro en la iglesia. Ella y Elliman se encariñaron el uno del otro casi de inmediato y se convirtieron en su propia pequeña familia. El nombre de la joven era Eritai. Dice que Elliman y ella permanecieron juntos hasta el día de la muerte de éste.

El paladín alza la vista hacia la Suma Sacerdotisa que ahora tiene una expresión de suma tristeza, como si estuviera intentando aguantar las lágrimas en sus ojos.

A lo largo de los años documentados por el diario, se realizaron varias expediciones más a lo salvaje en busca de la presunta guarida, pero nunca se encontró nada. Estas salidas continuaron incluso después de la muerte de Quevell y Elliman. Finalmente, Talamar a sus sesenta años, admite en este diario que ya no tiene la resistencia necesaria para tales excursiones y debe rechazar los viajes de Mizaab. Pero su hijo, Edgar, se había enrolado en la búsqueda con Mizaab y continuó con esta tarea. El diario registra un feliz acontecimiento en la vida de Talamar: el nacimiento de su nieto - Talasek para un segundo emocionado, ya que esta entrada habla del propio nacimiento del paladín -. En este punto, treinta años habían pasado desde el encarcelamiento del Halcón.  Describe como Mizaab había hecho uso de todos los tipos de hechizos conocidos para localizar la guarida; de nuevo, en vano. Finalmente, treinta y cuatro años después de que el Halcón fue encarcelado, Mizaab descubrió una pista. No le diría a Talamar el significado de la misma hasta que Edgar y él regresarab de otra expedición a la selva. Mizaab quería estar seguro antes de compartir toda la historia con Talamar. Aunque la salud de Talamar estaba en declive, ayudó a Mizaab y Edgar a hacer los preparativos para su viaje. Habían acordado solo autenticar la guarida como perteneciente al Halcón, y luego regresarían con más hombres para explorarla. Sintieron que era importante regresar y documentar el hallazgo antes de arriesgar sus vidas en su exploración.

El paladín hace una pausa, mirando a todos los presentes en la sala y finalmente continúa:

Ésta es la entrada final del diario, la cuál se escribió poco después del hallazgo de Mizaab. Por favor prestad atención: "

¡Mi emoción es tan grande que casi no puedo escribir! Mizaab y Edgar han regresado de la selva y han localizado, después de todos estos años, la antigua guarida del Halcón. Mizaab se dirigió a casa para descansar y comenzar a trabajar en el mapa que mostrará la ruta a la guarida. Hemos decidido hacer un único mapa y que Mizaab lo guardará por el resto de sus días. Esperamos que nunca lo necesitemos, pero sentimos que este es un paso necesario para garantizar la seguridad de Greyhawk.

Mizaab y Edgar saldrán en tres días para explorar la guarida. Ambos acordaron que se veía pequeña y simple, y no esperan ningún problema, pero se prepararán para lo peor.

En cuanto a mí, siento que mi tiempo se acaba. Soy un hombre viejo y he visto mucho en mis días. Ahora puedo estar tranquilo, sabiendo que el último rastro de esa amenaza que hemos llamado Halcón se ha descubierto y se resolverá.

Mizaab me visitará mañana para mostrarme el trabajo que ha hecho con el mapa. Estoy ansioso por ver cómo lo ha descrito, y estoy especialmente ansioso por saber qué quiso decir cuando dijo que habíamos estado cazando desde el punto de vista equivocado durante todos estos años. Dijo hoy que todos estábamos pensando como pájaros cuando deberíamos haber estado pensando como serpientes. Sospecho que entiendo su significado, pero esperaré hasta mañana antes de exponer mis propias conjeturas.

Se hace tarde y hoy ha sido más que suficiente entusiasmo para un anciano. Descansaré ahora, ansioso por las noticias que mañana traerá.

Desgraciadamente, no hay ninguna otra entrada en el diario - dice Talasek entristecido - Debemos encontrar cualquier pista sobre Mizaab o ese mapa por nosotros mismos.

Notas de juego

*Oerth fue traducido como Terra. Es el planeta dónde os encontráis.

Disculpad la tardanza, estoy llevando a cabo un proyecto que me está quitando el tiempo para casi todo. Espero que a partir de la semana que viene podamos volver a un ritmo normal.

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03/12/2018, 20:44
Hodrum

Hodrum escuchó con atención lo que Talasek leía. Todavía tenía ganas de poder leerlo para poder encontrar alguna pista, pero tras escucharlo entendió el motivo por el que Talasek quería ser el único en leerlo.

Eran cosas de su família, sus orígenes, y por lo que Hodrum dio cuenta también aparecía hasta el día de su nacimiento, lo que hacía de ese diario algo muy personal para Talasek. También se percató de la mirada que lanzo Talasek a Eritai y el propio rostro de tristeza de ella tras leer otro fragmento del diario.

Después de pensar en los sentimientos que despertaba ese diario a Talasek, Hodrum se concentró en la última entrada del diario. Sabían que se habían hecho expediciones a la espesura, pero lo último que se nombraba era una expedición a la selva donde habían encontrado al fin la guarida.

- Debemos averiguar si Mizaab sigue con vida y localizarlo. Es el único que sabe donde está la guarida. - Todo sería mucho más fácil si tenían la suerte de encontrarlo con vida, porque les podría indicar el camino aparte de recibir consejo de como poder vencer al Halcón. - Pero si por desgracia descubrimos que lamentablemente ha fallecido, opino que nuestro objetivo será visitar su tumba en busca de pistas que nos guíen hasta el mapa, ya que dudo que lo haya guardado junto a él. -

Hizo una pequeña pausa para beber un poco de agua. Y prosiguió su razonamiento. - Respecto a que deberían haber pensado como serpientes en vez de como pájaros puede referirse a que la guarida puede estar en un sitio frío y húmedo, quizás un pantano o una ciénaga. -

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04/12/2018, 07:55
Élise

Asintió con tensión, los puños cerrados sobre la mesa, la espalda erguida y el rostro contraído en una mueca. Tenían una pista, vaga y puede que borrosa por el tiempo pasado, pero estaban más cerca de encontrar el culto de Iuz, y su maestro. Sabía que estaban a un paso, un simple golpe de suerte y, al fin, darían la estocada definitiva al Halcón. Y a la vez, era un sendero tan largo y sinuoso, cubierto de niebla, que no veía el final, que no veía siquiera lo que les aguardaba tras el siguiente recodo. Era misión de ellos arrojar la luz necesaria y dispersar las brumas. Y ya tenían el hilo del que tirar.

Con una mueca compungida, se giró hacia Eritai.

Siento vuestra pérdida, mi señora. Siempre es duro recordar a los caídos, haya pasado un instante o una eternidad. Por eso se me hace difícil preguntar ésto y, sin embargo, necesito que hagáis memoria. —Dejó un instante para que la mujer recobrara el aplomo y asintiera, como señal de que podía seguir, y tras un suspiro así lo hizo—. ¿Recordáis que Elliman hablara en alguna ocasión sobre Mizaab? Lo que fuera, hasta el más mínimo detalle podría servir para encontrarle, pues en realidad no sabemos ni como era.

Al instante, al decir aquello, se giró hacia Sir Talasek. En un primer momento no lo había pensado, pues de saber algo, suponía, ya habría recapacitado al respecto y lo habría contado. Aún así, no era en balde preguntar.

¿Y vos, Sir? Tanto vuestro abuelo, como al parecer vuestro padre, se unieron a Mizaab en su cruzada. ¿Alguno dijo algo al respecto, os contaron alguna historia?

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04/12/2018, 21:35
Raff

Comencemos por rescatar lo que ya sabemos: Mizaab aparentemente es una mujer, es diestra con la magia, y es sumamente longeva ¿La ciudad no tiene algún tipo de archivo sobre sus habitantes? No es esperable que figure cada vagabundo en las calles, pero un lanzador de conjuros tiende a destacar más...—empezó a teorizar el pícaro ¿De qué otro lugar podían sacar más información? ¿Quien podía llegar a conocerla?—¿Hay alguna tienda de artículos para magos? Como mínimo habrá gastado en tinta para proseguir sus investigaciones,si las compras fueron suficientemente regulares ¿es posible que el tendero la conozca?— agregó sin mucha seguridad. Estaba dando palos en la oscuridad, pero era mejor que nada.

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07/12/2018, 20:56
Eritai

Talasek permanecía mirando a Eritai, era el momento de que la Suma Sacerdotisa atendiera a vuestras preguntas y el paladín siempre sería respetuoso con su posición en la iglesia de San Cuthbert.

Al oír las palabras de Hodrum, la sacerdotisa tornó el rostro serio. Después trató de mantener la compostura ante el triste recuerdo de Elliman que afloró con las preguntas de Élise. Por suerte, la confusión de Raff al creer que Mizaab era una mujer la hizo relajar su rostro casi esbozando una media sonrisa.

Conocí a Elliman cuando llegué al Templo por primera vez hace más de 40 años. Estaba completamente solo, nunca había tenido una familia. Creo que su naturaleza y mi soledad nos destinaron a acercarnos. Ambos nos convertimos en la familia que ninguno de nosotros tenía.

El rostro de Eritai vuelve a tornarse triste.

Permanecimos cerca hasta el día en que murió, unos ocho años después. Aunque todavía lo extraño, me dio sabiduría y valor, y eso ha marcado la diferencia en mi vida.

Casi como reconfortándose a sí misma, podéis percibir la entereza y la fuerza que Eritai debe atesorar.

Le oí hablar de Mizaab de vez en cuando. Aunque nunca conocí a su amigo hasta después de la muerte de Elliman, sabía que éste era un hombre que había compartido muchas experiencias con Elliman. Mizaab estaba de expedición en expedición cuando Elliman murió, o estoy segura de que nos habríamos encontrado en el funeral de Elliman. Cuando le pregunté a los clérigos mayores sobre la notificación a Mizaab, me dijeron que Talamar se había ofrecido voluntario para transmitir las noticias a Mizaab a su regreso.

En ese momento, Eritai casi inconscientemente había tornado la vista hacia Talasek. Mencionar a su familiar era igualmente doloroso ahora que ya no se encontraba entre ellos.

Elliman siempre dijo que Mizaab era un amigo en quien se podía confiar, alguien a quien se podía recurrir en momentos de necesidad. Me dijo que había hablado a Mizaab de mí y que cada vez que lo necesitara, todo lo que tenía que hacer era preguntar. Pero también me advirtió que Mizaab tenía una tendencia ocasional a la reclusión. Elliman me dijo que no me dejara intimidar por el deseo de privacidad de Mizaab. Entre sus amigos cercanos, Mizaab era abierto y relajado, pero reservado entre extraños. No he escuchado su nombre en muchos años. Me pregunto qué habrá sido del mago que se hizo llamar Mizaab. . .

Eritai hace una pausa intentando hacer algo de memoria, respirando profundamente.

Recuerdo que vivía en la ciudad, pero no tengo idea de dónde podría haber sido eso. Elliman lo visitó en alguna ocasión, pero Mizaab solía aventurarse. Me gustaría poder deciros cómo encontrar a Mizaab, pero no sé qué fue lo que le sucedió. Lo investigaré y preguntaré a los ancianos y a cualquier otra persona que tenga una idea de qué fue de él.

Lo cierto es que conozco poco de la apariencia, edad, vestimenta o hábitos de Mizaab. Recuerdo que prefería la ropa gris y disfrutaba fumando una gran pipa de espuma de mar tallada en forma de dragón.

Más animada y relajada, Eritai resume su intervención con unas últimas aclaraciones.

Elliman le dijo que localizara a Mizaab a través de la Casa del Gremio si lo necesitaba, y que él mismo revelaría su identidad en mi presencia.

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10/12/2018, 15:54
Élise

Dejó escapar una sonrisa al notar el alivio en la voz de Eritai. Aunque era difícil, no todos los recuerdos hacían daño, y se alegraba de que la sacerdotisa hubiera dejado a un lado la pena para hacer hueco a esos buenos momentos que debía guardar en su cabeza. No eran esos, sin embargo, las memorias que la interesaban, y no se dejó distraer por ellos. Era Mizaab a quien buscaban, y cada pizca de información, cada pista, por insignificante que pudiera parecer en un primer momento, podía ser la clave para encontrarle. Cuando la mujer acabó de hablar, aún no tenían demasiado, pero ya habían conseguido hacerse una ligera idea de como era y, sobre todo, por dónde empezar a buscar.

¿La Casa del Gremio? ¿Es lo mismo que el Colegio de Magos que antes ha mencionado Barakanar?

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10/12/2018, 17:37
Raff

Raff asintió en silencio.
Él era el pícaro, pero Élise le había robado las palabras de la boca. Reprimió una sonrisa ante su chiste improvisado.

Por otro lado era toda una suerte que Eritai estuviera dispuesta a ayudarlos, y el pícaro sospecho que quizás sería inteligente protegerla hasta que estuviera el asunto concluido. Recordó aquella emboscada, apenas en la primer jornada dentro de la ciudad, y pensó que no era imposible que si por cualquier motivo la existencia de Eritai llegaba al culto, pudiera volverse blanco de un ataque similar. Después de todo, ahí no había habido magia poderosa, solo tipos con cuchillos, no necesitaban un gran poder para repetir la jugada.