Partida Rol por web

La Conspiración del Halcón: El Maestro Halcón

Capítulo 3: En el Yermo

Cargando editor
11/06/2019, 20:32
Director

Accedéis a una de las salas comunes del Templo donde diversos acólitos realizan diversas tareas. En algunas de ellas, son ayudados por feligreses y fieles de El del Garrote.

Eritai tiene una breve conversación con uno de ellos que rápidamente se acerca a vosotros muy solícito.

- Nuestra señora Eritai me ha pedido que organice vuestras peticiones. Por favor, permítanme que prepare para ustedes lo que necesiten y en unas horas lo tendrán listo. 

Cargando editor
13/06/2019, 19:16
Élise

Tratar con Eritai era de gran ayuda, tanto por su amabilidad a la hora de ayudar como por su diligencia a la hora de hacerlo. Apenas quedó claro que era el momento de prepararse para el largo camino, y ya estaban en marcha hacia otra de las salas del Templo, dónde numerosos clérigos y sus ayudantes se congregaban realizando distintas tareas.

Aquél trajín la trajo recuerdos de su pasado, de su tiempo de novicia en el Santuario de Heironeous. Antes de ser lo que era, durante la mayor parte de su vida en realidad, había sido como ellos, menos incluso. El riguroso entrenamiento al que la habían sometido tenía como una de sus bases la humildad, y los sacerdotes-guerreros se tomaban muy en serio aquél pilar fundamental. El ego no tenía cabida en el credo del Archipaladin, pues el orgullo desviaba a los fieles del camino adecuado. Tenían un deber con el pueblo además de con su dios, pero solo dándose cuenta de que no eran más importantes que un campesino o un mendigo —al contrario de hecho—, podían usar su fuerza al servicio de éstos. Eran servidores de los más débiles y los necesitados, y todos sabían de la importancia de ser displicentes en su labor porque habían estado ahí. Ricos y pobres, nobles y plebeyos, todos pasaban por lo mismo, desposeídos al entrar a la orden y llevados a la gloria por el camino de la virtud, desde cero. Esa gente que tenían frente a ellos estaban teniendo el honor de seguir ese sendero, pues el Garrote no era precisamente transigente tampoco.

En seguida tuvieron frente a ellos a uno de éstos acólitos, tan decidido a hacer bien su labor como podía estarlo alguien. Élise asintió complacida al verlo, y dejó escapar una sonrisa que se extendió por su rostro. Un buen hombre, sin duda, alguien de quien la Iglesia de St. Cuthbert acabaría por sentir orgullo, mientras siguiera así. Empero, no estaban allí para intercambiar alabanzas. Tenían prisa y un trabajo que hacer, así que, tras un momento pensativa y otro de debate con sus compañeros —tiempo que aprovecharon también para juntar sus ahorros y hacer cuentas—, se adelantó y planteó sus necesidades, esperando que pudieran satisfacerlas y conseguirles todo.

Bien hallado, hermano —comenzó en un tono ceremonial, propio de un ambiente religioso—. Espero que no sea demasiado.

Uno a uno, fue mencionando lo que buscaban: dos viales de agua bendita, dos pociones y cinco pergaminos de curar heridas leves y, de ser posible y estar en su mano, dos bolsas de maraña, dos viales de ácido y dos piedras del trueno. Aunque éstas últimas peticiones no solían entrar dentro de los servicios clericales más extendidos, sabía por experiencia que muchas veces formaban parte de los depósitos de los templos, debido a su utilidad. El resto, en cambio, iban a tener que encontrarlo en el mercado bajo. Y significaba que cuanto menos dinero llevaran, mejor.

Pagaremos por adelantado —dijo tendiendo una bolsa con monedas; asintió, una vez el otro contó el dinero y dijo que todo estaba bien—. De acuerdo, volveremos más tarde a por ello, en cuanto acabemos el resto de compras. Ha sido un placer.

Luego, y aunque ya lo habían hablado todo, esperó a ver si alguno tenía más que decir, antes de despedirse con una reverencia de los presentes y marchar a su próxima parada.

Notas de juego

Vamos a ver si le damos un empujoncito a ésto.

Cargando editor
14/06/2019, 13:42
Raff

Raff adivinó la pregunta en la mirada de Élise.

No, nada más. Eso es todo lo que necesitamos— Raff miró al acólito— Gracias... hermano— la última palabra salió con un tono raro. Tanto tiempo entre eclesíasticos, Raff respondió con la misma muletilla que usaba el resto de forma inconciente. Pero a medio camino se percató de que quizás fuera inadecuado. Bueno, tampoco era tan grave, a lo sumo le escupirían dentro de las pociones.

Luego, el pícaro volvió a voltear hacia su grupo.
Si me permiten la indiscreción, creo que lo mejor sería que guardaramos el oro en mi mochila. Nadie va a poder sacar nada de ahí si no sabe qué busca— a modo de demostración, el pícaro abrió su bolsa, mostrando que estaba vacía— Pero nosotros sí. Digamos que quiero mis herramientas...— Raff cerró el morral, y volvió a abrirlo. Dentro estaba la tira de cuero donde Raff enrollaba todas sus ganzúas, destornilladores y demases. Al volver a cerrar y abrirla, el estuche de herramientas ya no estaba.— Ni el mejor carterista del mundo va a sacar nada de aquí. Solamente van a sacar el resto de los contenidos si dan vuelta el bolso y comienzan a sacudirlo. Y si alguien va a intentar robarme la mochila entera, no va a resultar para nada sutil. En cualquier caso, ir con los ojos abiertos tampoco daña, pero ésto no está de más.

Cargando editor
14/06/2019, 15:39
Élise

¿Y si el ladrón abre tu mochila pensando en nuestro oro? —preguntó, curiosa.

Cargando editor
18/06/2019, 23:14
Hodrum

Viendo la cortesía de sus compañeros, Hodrum decidió que debía actuari igual que ellos. Se giró hacia el "hermano" que les iba a preparar los materiales y juntó las palmas de la mano a la vez que se inclinaba levemente.

Después escuchó a Raff y la posteior respuesta de Élise. Tan solo conocía una bolsa con esas propiedades y tenía pinta de ser el mismo que él llevaba. - Si Raff se refiere al Morral práctico de Heward, no habrá ningún problema a no ser que le roben la mochila. Este morral solo obedece, por dercirlo de alguna manera a los deseos de su portador, por lo que si meten la mano dentro pero no lo lleva encima tan solo accederá a lo último que se ha añadido. -

Entonces razonó sobre sus palabras y se giró a Raff. - Eso significa que tendrás que sacar todo lo que lleves dentro y meter primero la bolsa con las monedas para dejarlo en el fondo, luego será decisión tuya cual es el orden del valor de tus objetos para meter por último lo que menos te dolería que te robasen. - Al menos era así como recordaba su funcionamiento.

Notas de juego

... Cuando el portador busca un objeto específico, ese objeto siempre está en la parte superior. De esta manera, no es necesário rebuscar y revolver todo para encontrar aquello que el morral contiene. ...

Cargando editor
19/06/2019, 17:21
Barakanar

- Buen truco Raff, dijo el druida pero yo no tengo practicamente monedas ni bienes materiales.

- Yo ya estoy listo, con mi amado Findar y mi baston no tengo nada que temer para el camino, dijo con tono jovial. Le encantaba la idea de abandonar el ambiente totalemente extraño de la ciudad de Greyhawk por los campos y los bosques de las afueras.

- Por mi partamos

Cargando editor
19/06/2019, 18:32
Élise

Cabeceó ligeramente, una negación ante la directa actitud del druida. Podía entender que la ciudad y sus gentes, sus costumbres, eran extrañas para él; el trato social, las normas preestablecidas, muchas veces no escritas, eran algo que se le debían de escapar, habituado como estaba a la naturaleza, tan lejos —o apartada al menos, por barreras mucho más allá de la distancia— de urbes como Greyhawk. Sin embargo, debía aprender a ser mas... Calmado. Por lo menos debía escoger bien sus palabras: ese último "partamos" sonaba más a que estaba dispuesto a salir ya por las puertas de la muralla que a dar una vuelta por el mercado. Suspiró, tratando de no alterarse, y miró al sacerdote.

Entonces parece que está todo. Volveremos después. —Hizo una reverencia corta, a modo de despedida—. Un placer, hermano. —Luego se giró hacia sus compañeros y señaló la salida—. ¿Vamos? —Esbozó una sonrisa. Antes de que alguno diga lo que no debe y ofenda sin saberlo. Lo mejor era ir directos al mercado y acabar cuanto antes.

Cargando editor
20/06/2019, 15:03
Raff

Vamos— coincidió Raff. Poner la mochila en orden no le tomó mucho rato. Primero el oro, luego sus herramientas, su ropa, las raciones de viaje, los elementos de escalada, la linterna y el aceite y por último el petate. Nadie que metiera mano en su mochila y sacara un petate lo iba a hacer con facilidad.

Resultó además que si tenía cuerda*, pero llevar un trozo extra nunca estaba de más. Con todo listo, solo restaba hacer las compras, tener una última noche de comodidad y salir a lo salvaje.
Aunque así estaba más tranquilo, Raff no dejaba de tener ojos atentos para avistar (y evitar) al ladrón ocasional. Una cosa era estar preparado y otra era tentar a la suerte.
 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 1(+2)=3

Notas de juego

*Si, la tenía, pero se ve que no la había podido ver en las 20 veces que lei el inventario de mi ficha.

Cargando editor
20/06/2019, 19:41
Talasek

Sir Talasek había estado charlando con algunos miembros de su orden, un poco apartado de vuestras conversaciones.

Tan pronto vio como os disponíais a marchar hacia el mercado bajo, dejó sus conversaciones y se acercó a vosotros.

Amigos, disculpadme, hacía mucho tiempo que no hablaba con algunos de mis hermanos. ¿Debo acompañaros al Mercado o podréis apañaos sin mí? Tengo un par de conversaciones pendientes aquí.

El paladín siempre estaba dispuesto a seros de la máxima utilidad y esta vez volvía a ponerse a vuestra disposición.

Cargando editor
20/06/2019, 20:20
Élise

Negó, comprensiva. Sir Talasek había estado desde el principio con ellos, acompañándoles en cada momento y trabajando como el que mas. Se merecía un descanso, y no debía de abandonar sus tratos con la orden tampoco.

No será necesario, amigo mío —dijo con una sonrisa—. Quédate con los tuyos, volveremos más tarde a por nuestro pedido. Te veremos entonces para concretar cuando ponernos en marcha mañana.

Cargando editor
21/06/2019, 02:57
Raff

Élise le había robado las palabras de la boca, asique Raff se limitó a asentir con la cabeza y a saludar con una inclinación de cabeza al paladín.
Con algo de suerte, Élise sería la única que fuera a robarle hoy.

Cargando editor
21/06/2019, 20:11
Hodrum

Hodrum asintió ante las palabras de Élise y vió como Raff hacía lo mismo. - Has hecho mucho por nosotros Sir Talasec, es hora de que tengas algo de tiempo para ti y disfrutes de la compañía. -

Se despidió con una pequeña reverencia y se encaminó a la puerta para salir del templo esperando que el resto del grupo se le uniesen. Todavía les quedaba hacer unas compras antes de volver a por las cosas que habían pedido y el tiempo apremiaba.

 

Cargando editor
24/06/2019, 22:01
Barakanar

El druida se encogió de hombros, parecia que a los demas les gustaban mucho los formalismos.

- Vayamos al mercado mientras Ser Talasek habla con sus conmilitones, dijo seco y directo.

Nos encontramos en la puerta de salida de este agujero, o volvemos al templo a por usted, sire lo que usted prefiera, dijo con una leve y fingida reverencia. Sabia que eso igual iba a importunar a alguno, pero en la mente de Barakanar solo habia una idea.

Salir de este infecto agujero y volver a la naturaleza

Cargando editor
25/06/2019, 10:53
Director

Talasek se despide de vosotros amablemente y vuelve a sus quehaceres diplomáticos con sus hermanos.

Es un día agradable en la Ciudad Libre, no hace demasiado calor y tampoco demasiado frío. Circunstancia que hace que Greyhawk rebose de actividad por todas sus calles, en especial las principales.

Sin muchos problemas alcanzáis el Mercado Bajo. Este laberinto de pequeños comercios y puestos de venta es un hervidero de gente. Algunos mercaderes discuten por los pocos huecos libres o por los límites establecidos por el gobierno local mientras la muchedumbre trata de regatear sus ya atractivos precios. A pesar de la gran cantidad de gente, todo parece transcurrir con cierta normalidad y relativa calma. La mayoría de puestos ofrecen comida, ropa y utensilios típicos mientras unos pocos se especializan en equipo aventurero. En cualquier caso, éste no es un lugar para adquirir objetos de lujo, para eso está ya el Mercado Alto.

Vuestra preocupación por los rateros va en aumento conforme os abrís paso por el bazar, aunque las medidas que habéis tomado junto con la cautela propia de quiénes estáis acostumbrados a tratar con todo tipo de asaltantes y aún así, todas vuestras compras transcurren sin incidentes.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Intento de robo?

Tirada: 4d100

Resultado: 70, 18, 46, 98 (Suma: 232)

Notas de juego

Pues no ha habido que lamentar ningún encuentro con los ladrones del gremio. Podéis adquirir todos los objetos del Manual del Jugador un 10% más baratos.

Cargando editor
26/06/2019, 18:06
Élise

Las cosas habían salido bien, mejor de lo esperado. No habían sufrido percance alguno —que se hubieran dado cuenta al menos, los ladrones ni siquiera habían intentado robarles—, y encima habían tenido la suerte de alcanzar un buen acuerdo con los comerciantes, logrando un pequeño descuento que les había ahorrado unas monedas.

Dejar a Raff llevar la voz cantante en las negociaciones, añadido a unas dosis de amabilidad por su propia parte —cuando quería, sabía ser diplomática sin ser dura como una barra de acero templado—, había sido un acierto. El hombre se desenvolvía bien en ese ámbito, acostumbrado sin duda a una vida en la que sobrevivir requería de tratos tan a menudo como derramar sangre, ser una sombra o saber escabullirse poniendo pies en polvorosa. Prefería no preguntar por ese pasado, ya que no lo aprobaría de conocer los detalles, pero no tenía motivo alguno para no sentir aprecio por sus virtudes, ahora que parecía haberse convertido en una persona de bien.

Barakanar, por su parte, seguía con su continua diatriba, aprovechando cada vez que se le preguntaba —y en ocasiones también cuando no— para proferir algún que otro insulto hacia Greyhawk, o como él decía —entre otras muchas cosas—, el repugnante nido de deshechos y putrefacción en el que se encontraban. Por otro lado, alababa cada vez que podía la idea salir de allí y regresar a la naturaleza, instándoles a ir más rápido, acabar pronto y mil otras que casi parecían una súplica por volver a su hogar. Es decir, lo que fuera lejos de la sociedad. Si por él hubiera seguido, seguramente ya estarían en medio de las montañas, aunque fuera sin la comida necesaria ni las herramientas que sin duda necesitarían para hacer frente al Culto.

Hodrum era otro tema. Como siempre, estaba en su mundo; miraba maravillado objetos que a ojos de Élise parecían sin importancia, feos o que directamente la asqueaban —y prefería no pensar que se podía hacer con ellos—, mientras desechaba con un gesto de la mano otros que, de haber tenido dinero, podrían haberles venido bien. ¿Quién quería la maldita púa de un demonio, y no un férreo escudo y una espada a juego, ambos de exquisita factura? ¿De verdad podía alguien pararse a inspeccionar arañas e ignorar las maravillas que se ofrecían en otras tiendas? Al menos, ni siquiera se preguntó para que querría llevar en su bolsa excrementos de murciélago, por ejemplo. Fuera como fuera, casi todo lo que se gastó fue en unos pequeños pedazos de jade. y al menos, eso no olería mal.

Cuando estuvieron listos, regresaron al templo. Habían pasado unas horas y la tarde estaba avanzada. Esperaba que ya estuviera preparado su encargo —confiaba en la diligencia del sacerdote que les había atendido— y así poder marchar rápido a la taberna. Debían cenar todavía, y descansar bien para el día siguiente. Quien sabía si sería la última noche que comieran caliente y durmieran bajo techo, en un cómodo jergón, así que, acostumbrada o no a los rigores del viaje y la aventura, pretendía aprovechar.

Notas de juego

Vemos las compras definitivas por el otro lado, y así vamos avanzando en la historia. Por el momento, creo que volvemos al templo, al no ser que pase algo o alguien quiera darse un paseo por otro lado.

Cargando editor
28/06/2019, 00:02
Raff

Al salir de la zona central del mercado bajo, Raff besó aquella moneda negra que le colgaba del cuello. Olidammara habia tenido la gentileza de ahorrarles un disgusto y el pícaro pensaba presentar sus modestos respetos. El paseo de compras había sido provechoso y él se sentía satisfecho con lo logrado. Suerte o astucia, a todos les había arrancado alguna que otra pieza de plata.

Ahora quedaba por delante lo verdaderamente dificil. Adentrarse en unas montañas que no conocía de nada para encontrar un templo escondido con direcciones algo vagas y con la esperanza de detener a una pseudodeidad maligna a la que, con suerte, conoce de cara ¿Cómo había terminado así? Llevaba la vida del aventurero en la sangre, pero había cosas que a él mismo le resultaban surrealistas. Por suerte entre varios las locuras se disfrutaban más.

Con lo que nos hemos ahorrado podemos pagarnos una buena comida ¿No?— preguntó a nadie en particular. Ésta iba a ser la última noche en mucho tiempo donde pudiera comer sin miedo a que una fogata mal escondida delatara su posición.

Cargando editor
28/06/2019, 19:29
Élise

Siempre pensando en la misión, claro. Ni por un momento se le había ocurrido despilfarrar esas pocas monedas que habían ahorrado, aunque dicho de aquella manera, tal vez no era tal. Salivaba con solo pensar en una buena cena, incluso a sabiendas de que apenas sería una pequeña parte en comparación con el gran festín que había supuesto la comida con los magos.

Me parece bien. Cuando volvamos, aprovecharemos para un último homenaje antes del viaje. —Miró a Hodrum y a Barakanar, a éste último enarcando una ceja—. ¿Os parece bien?

Cargando editor
29/06/2019, 01:30
Hodrum

Kirara apareció entre la túnica del mago colocándose en el hombro y relamiéndose los bigotes. Con la cabeza le dió unos golpecitos en la mejilla apremiandolo a responder de manera afirmativa. - Por sin ningún problema y Kirara opina lo mismo - Dijo sonriendo y le acarició la cabeza a su familiar con aprecio y dulzura.

Cargando editor
29/06/2019, 10:51
Barakanar

El olor de este estercolero es horrible, penso el druida pero una noche más no me matara.

- De acuerdo, yo partiria ahora mismo pero por una buena cena podemos esperar a mañana, una media sonrisa salió de su boca mientras se dirigian a la taberna

Cargando editor
30/06/2019, 08:33
Director

Tras aprovisionaros de forma muy provechosa, decidisteis volver al Templo a recoger vuestro pedido y reuniros con Sir Talasek quién se alegró de volver a veros con una sonrisa en el rostro. Parecía que por fin la suerte también os empezaba a sonreír.

Allí os esperaba Eritai y el acólito encargado de gestionar vuestras peticiones. Éste fue muy eficiente y educado al proporcionaros todo lo que queríais y la Suma Sacerdotisa también tuvo un gesto amable al entregaros a cada uno y también a Sir Talasek un vial que decía podría salvaros la vida y que ella misma había elaborado.

No podríais agradecer su ayuda lo suficiente y así quedó constancia. Con un fuerte abrazo, os despedisteis de la sacerdotisa y os dirigisteis al Fenix Dorado para saldar ese magnífico homenaje que os prometisteis. Allí se encontraba Jallarzi que os deseó suerte en vuestra empresa y os dejó la privacidad necesaria para que planearais vuestro viaje.

Talasek desplegó el mapa y comenzó a plantear la situación mientras comía y mantenía a Findar también ocupado con ciertos restos y huesos.

Mirad aquí - dijo el paladín señalando el primer escollo que os ibais a encontrar - Tenemos que decidir si fletar un bote para descender por el río o bien pagar el ferry y cruzar lo antes posible al otro lado. Creo que esto último es la opción más sensata pues así lo marca el mapa y no sabemos si más adelante habrá un lugar idóneo para atracar el bote en la otra orilla del río.

Notas de juego

*los viales son Pociones de Curar Heridas Graves (3d8+15)