Partida Rol por web

Tus sospechas sobre el Hermano Nortoi son del todo infundadas. Como un vago pensamiento que eliminas al instante. Es un gran amigo de Talasek y deberías confiar en uno tanto como en el otro.

Asintió, sonriendo ante la buena voluntad del hermano Nortoi, y agradeciendo con el gesto que no se tomara a mal sus preguntas, pues no eran más que una forma de seguir el rastro de lo que allí estaba ocurriendo, y no albergaba maldad alguna hacia el hombre ni su iglesia, más bien todo lo contrario. 

Sin embargo, mientras era un alivio escuchar de Nicholi palabras que eliminaban cualquier vago e infundado rastro de duda, lo fue tanto darse cuenta de que el resto de respuestas estaban lejos de ser lo que esperaba. Encontrar algo en aquél lugar iba a ser tan difícil como buscar una aguja de oro en un pajar, pero no iba a darse por vencida.

A ella por el momento sólo se le ocurría una forma de actuar con aquello, al menos sólo una que no pusiera patas arriba las ya de por sí pobres vidas de aquella gente, pero ni la dijo en voz alta ni abrió la boca para nada más de momento. Tal vez los demás tuvieran otras preguntas, pues cuatro pensaban mejor que una, así que era buen momento para escucharlas.

Raff tenía gesto pensativo. Estas personas simplemente se habían esfumado sin dejar rastros. Tenía gana de revisar igualmente sus viviendas, quizás Hodrum pudiera ver vestigios de mágia, como en el departamento de Talasek, pero antes tenía un par de preguntas más.— ¿Sabe sus nombres? Si lograramos dar con ellos, sería una buena manera de asegurarnos de que no nos falta ninguno, ni de que hemos encontrado a otras personas diferentes... además quiero preguntarle de una última cosa. Usted mencionó hombres y mujeres de mediana edad, pero nosotros oimos también rumores sobre algunos niños secuestrados, presuntamente llevados al norte para aprender "hechizos impios"—dijo remarcando las comillas con los dedos—. De casualidad ¿No ha oido nada sobre eso?

Con una inclinación de cabeza y una sonrisa de oreja a oreja, Hodrum cogió la túnica y se dirijió al cuarto que le había indicado el hermano Nicholi. Ajustó la puerta lo justo para poder oir lo que sus compañeros decian y lo que preguntaban a Nicholi.

Empezó a cambiarse y aprovechó para mirar si había algo que resultase extraño o desentonase con el lugar. Nunca se sabía que lobo podía haber debajo de la piel de una oveja.

Después de acabar la observación en la habitación terminó de alisarse la túnica y plegó la otra para darsela a Nicholi.

- Hermano Nicholi, gracias por todo de nuevo. Y acepto la oferta de que laves la túnica. Así podremos informarle de los progresos que tengamos cuando regrese a por ella. - Pensando en lo que Raff había comentado sobre los niños y el aprendizaje de "hechizos impios" y los otros rumores empezó a montarse una teoría que quizas no llevase a ningún sitio, pero no perdía nada en exponerla.

- Es curioso. Nos enteramos que desaparecian hombres aquí en las Barracas. También hemos oido los rumores del secuestro de niños como bien ha dicho Raff, sin contar con las extrañas criaturas cerca del rio. - Empezó a pensar sobre el último rumor que había dicho, intentó introducir dicho rumor en su teoría pero algo no cuadraba. - Da igual, sin contar lo de las criaturas, ¿que podemos sacar en resumen? - Se paró a mirar a sus compañeros a ver si alguien lo comprendía, pero al parecer nadie estaba a la altura de su brillante y extrafalaria mentalidad - GENTE QUE YA NO ESTÁ EN LA CIUDAD - Se puso una mano en la cara como quien intenta explicar lo más logico sin que nadie lo entienda. - A lo que me refiero es que sabiendo que la gente que desaparece tiene que salir por algún sitio. Y que mejor sitio que en los turnos extraños de los guardias. -

- De todas formas deberíamos buscar pista en las Barracas y ver que camino nos ilumina lo que descubramos. Y cuanto antes nos pongamos en marcha mejor -

¿Desapariciones de niños? ¿Extrañas criaturas? Realmente parece horrible-, dice sorprendido Nicholi-. No he oído hablar de tales rumores ni sé a qué se refieren. Como os he dicho los diez desaparecidos que he identificado están entre los 20 y los 40 años de edad. De hecho, prácticamente no hay ningún menor en Las Barracas, la mayoría por desgracia no sobreviven a sus primeros años de edad debido a la pobreza extrema y al resto de horribles condiciones en las que nacen- dice con un gran pesar-. Por el contrario, los que sobreviven suelen tener algún progenitor que ha encontrado su camino fuera de aquí y por suerte se van a otro lugar mejor.

Ahora responde a las preguntas, primero de Raff y después de Hodrum.

Sí, conozco sus nombres- afirma pensativo y pasándose la mano por la cabeza-, son Khuhmad, Gezan, Janson, Saoren, Rarcul, Azer y Ben por parte de los hombres y en cuánto a mujeres Bemestra, Mara y Melania.

La tendré lista mañana- responde a Hodrum con cierto tono alegre para calmar sus propios sentimientos-. En resumen, puedo mostraros los lugares dónde solían habitar estas personas y bueno, las pertenencias que dejaron atrás las tengo recogidas en la sacristía. A parte de eso, si tenéis más preguntas intentaré ayudaros.

Agradezco el interés que estáis mostrandro, no creo que la Guardia se preocupe lo más mínimo por esa pobre gente- concluye-.

No ves nada raro. El lugar es muy austero y Nicholi es bastante limpio y ordenado.

No dudaba de que en eso último decía también la verdad, pues si algo así hubiera ocurrido en ese barrio, lo habría dicho de primeras, sin pensarlo siquiera. Que tuviera relación, en cambio, era otro asunto. Ella pensaba igual que el mago en el sentido de que tenían algo en común, sólo que al contrario que este, no creía que aquella gente se hubiera marchado de la ciudad. No, lo que ella creía -no, de lo que estaba segura- es que toda esa gente había sido "reclutada". Los desaparecidos eran gente de mediana edad, en buena condición física, sin nada que perder y mucho que ganar; ese barrio era el caldo perfecto para que un grupo secreto, una camarilla oculta en las sombras, engrosara sus filas con nuevos adeptos, personas incapaces de distinguir la diferencia entre el bien y el mal cuando les ponían delante la oportunidad de salir de su ruinosa vida y luchar contra el mismo gobierno que había permitido que llegaran a aquello. Ella podía entender aquél sentimiento de rebeldía ante el mundo en el que esos pobres diablos se habían visto obligados a subsistir, pero no podía permitirlo, no cuando una fuerza mayor estaba aprovechándose de ellos.

- Creo que no estén saliendo de la ciudad, Hodrum. - Dijo tras unos segundos pensativa, respondiendo al mago pero dirigiéndose a todos. - No es tan fácil entrar y salir en esta ciudad una y otra vez, ni siquiera con los extraños turnos de guardia de los que me habéis hablado. - Negó con la cabeza, incapaz de aceptar eso, pues significaría que alguien poderoso en la ciudad, alguien de alto rango y con capacidad para jugar con la guardia al gusto, estaría tras aquello. - ¿Y si están bajo la ciudad? - Recalcó aquella palabra, dándola fuerza como si quisiera insistir en ella. La mayoría de ciudades grandes, y Greyhawk era la mayor, tenían un importante sistema de alcantarillado, y una aún más antigua red de túneles y catacumbas. Eso ofrecía multitud de escondites, y los sectarios como los que habían atacado al grupo y a Sir Talasek podían aparecer y desaparecer a voluntad, moverse en silencio sin despertar atenciones no deseadas, ser, en definitiva, fantasmas. 

Movió la cabeza, despejándose. 

- No importa, acompañaremos al hermano Nicholi en su próximo paseo por la ciudad, e investigaremos los lugares dónde dormían los dormidos, y alrededores. - Sentenció. - Si no sacamos nada en claro, veremos que hacer.  - Sonrió a Nortoi. - Le parece bien, ¿verdad?

- Será mejor dar una vuelta, en eso estoy de acuerdo, gruño el druida. Le habia estado dando vueltas al asunto, y no veia a priori ninguna pista clara.

- Si no, tendremos que organizar una patrulla nocturna por esta zona, de manera que podamos detectar si sucede algo raro por las noches, tal como me temo.

Raff se limitó a asentir en silencio, la ¿Clériga, paladina? tenía madera de lider, y en cualquier otro caso, no había muchas más opciones. Salvo el vagabundear hasta ser apuñalado nuevamente. Prefería esperar hasta la noche y acompañar a Nortoi en su paseo.

Lo que había dicho Élise también era otra posibilidad, quizas podrían haber túneles subterraneos, como salidas de emergencia a las afueras de la ciudad en caso de asedios y necesitasen evacuar a la gente, lo que implicaría que gente de las altas esferas de la guardia estaría implicada. También estaba la opción de las alcantarillas, pero en este caso todos tendrian conocimientos de la ubicación de estas y por último aunque menos probable es que llevasen planeando lo que estubiese ocurriendo desde mucho tiempo atras y esos túneles los hubiesen contruido en alguna casa cerca de las murallas.

- Referente a las vias de escape por debajo de la ciudad que ha comentado Élise, podría ser otra opción posible. No sé si realmente los estan secuestrando o se van por voluntad propia sin decir nada a nadie, la cuestión es que se van sin que nadie sepa nada - Mirando a Sir Talasek y el Hermano Nortoi se le ocurrio una posibilidad. La iglesia solía tener fuerza sobre la politica, y eso significaba contactos dentro de ella. - No se si la ciudad tiene planos sobre el alcantarillado o vias de escapen en caso de asedio. Si existen planos, ¿podriais intentar conseguirnos una copia de estos? A ser posible antes de realizar el paseo nocturno con el Hermano Nortoi, y así poder estudiar las zonas donde desaparecieron estas personas con las posibles salidas. -

Quizas pudiesen obtener algún dato para poder realizar mejor la búsqueda. O simplemente que dichos planos no existiesen y se quedasen igual que estaban, tan solo con nombres y ubicaciones de los desaparecidos.

- Supongo que esas personas que has nombrado no tenian familia ni nadie que les pudiese hechar en falta excepto tú. ¿Puede ser que alguien de las Barracas esté informando de que gente es vulnerable a un secuestro? ¿O ser reclutados? - Dijo la última pregunta con una sonrisa y mirando a Élise en señal que no desechaba esa posibilidad.

Me parece una genial idea- responde Nortoi a vuestra propuesta de acompañarle en su paseo-. En cualquier caso aún quedan unas horas para que caiga la noche, poneos cómodos y os serviré algo de comer - agrega mientras ultima la sopa que está preparando.

Respondiendo a Hodrum, Nicholi parece algo apesadumbrado- sí, intento advertirles y saben que sus vecinos han desaparecido en extrañas circustancias... pero la gente de aquí ya tiene suficiente intentando sobrevivir un día más como para pensar en otra cosa. Ciertamente no le han dado demasiada importancia.

Sí, quizá podría mover algunos hilos para conseguir algún plano o boceto de las alcantarillas. Aunque si lo hay debe ser muy antiguo. No descarto la idea de que estén bajo tierra o, al menos, tengan una base de operaciones allí abajo.

Talasek se muestra todo lo colaborador que puede.

Ya que quedan unas horas, si me disculpáis me dirigiré al centro de la ciudad para ver qué puedo hacer.

Devolvió la sonrisa a Hodrum con toda la amabilidad que sentía. Ella no era una líder, no buscaba sobreponer sus ideas y planes a los del resto, simplemente ofrecía sus conocimientos a los demás para, en común, decidir que hacer. Cualquier otro pensamiento, cualquier otra ocurrencia, era bienvenida y ella la tomaba en consideración, almacenando esas posibilidades en su mente para trazar el mejor método de acción llegado el momento. En ese caso, la petición del mago sobre los planos del alcantarillado fue una gran aportación, algo que su Sir Talasek pareció ver al momento. Si el paladín podía hacer algo con eso, avanzarían de manera importante en sus pesquisas. Hasta entonces, comerían y esperarían, decidiendo los pormenores sobre que hacer después. 

Así se despidió de su amigo, y, sentada a la mesa esperando la sopa, la cual aceptaría con un amplio gesto de alegría y agradecimiento, se llevó una mano al mentón tras apoyar ambos codos sobre la férrea madera, y cerró los ojos, divagando en sus reflexiones, hasta que finalmente otra pregunta acudió a su mente.

- Hermano Nortoi. - Dijo llamando la atención de Nicholi mientras servía el caldo. - Una pregunta más sobre este tema, por favor. - Compuso una mueca pesarosa, sabiendo que debía ser duro para el afligido sacerdote tratar de manera tan incesante aquél funesto tema. - ¿Sabe si esto sigue algún patrón de actuación? - Suspiró. No había sido clara. - Me refiero, ¿desaparecen sistemáticamente siguiendo algún tipo de ruta? ¿ha notado que ocurre "x" días, o en días concretos? - La cuestión, aunque parecía banal, era importante. Saber si estaba haciéndose aquél expolio de gente de manera organizada o azarosa les daría una pista, y aunque dudaba de que fuera a ser así de sencillo, podría incluso detectar a la siguiente víctima antes de que ocurriera de nuevo. Debía, por tanto, inentarlo, y por ello era necesario seguir interrogando al clérigo.

El druida sopeso las palabras de todos mientras escuchaba en silencio. Por el dia llamaremos la atencion demasiado como para poder descubrir algo que se le haya pasado a la guardia. Debemos esperar a la noche.

Deme algo de su sopa, Hermano. Le pide al sacerdote, Lo mas prudente es esperar a la noche, donde pasaremos mas desapercibidos. Se gira al caballero de St. Cuberth, Ser Talasek, considera prudente volver solo a la ciudad, podria ser emboscado como lo fuimos nosotros

Nortoi sigue respondiendo a Élise.

No te puedo ayudar en eso, querida- dice pensativo-. Hay mucha gente que duerme en otros sitios durante uno o dos días y no regresa a su hogar, por eso es difícil determinar si hay un patrón.

Después se vuelve a Barakanar con un cuenco de sopa.

Aquí tienes amigo. Es una sopa de verduras, yo mismo las cultivo. Quizá me puedas dar algún consejo- concluye amablemente.

No creo que se atrevan a asaltarme a estas horas en medio de la ciudad Barakanar - responde Talasek-. Hace muchos años que aprendí a vivir sin miedo y, aunque aceptaré gustoso tu compañía o la de cualquiera de vosotros, no creo que sea necesario.

Talasek se levanta y parece dispuesto a volver al centro de la ciudad. Se queda unos instantes de pie y en silencio esperando a ver si alguno de vosotros se une a su expedición.

—Gracias—dijo el pícaro con tono amable cuando Nortoi le alcanzaba un plato. Cenó en silencio. La sopa lejos estaba de ser la mejor comida de su vida, pero tenía buen sabor y la temperatura era la justa, era mejor terminarla antes de que se enfriara.
«¿Talasek no fue atacado la misma noche que nos conoció? Raro que esté tan seguro» Pensó Raff mientras fijaba la vista en el clérigo.
—Tengo ganas de estirar las piernas. Yo lo acompaño —Mintió Raff, en realidad, había un encapuchado misterioso al que le debía una puñalada y aunque las chances fueran escasas, no iba a dejar pasar la posibilidad de volver a cruzarselo y averigar algo. Luego se dio la vuelta hacia el resto del grupo—. Si vuelvo y veo que ustedes ya salieron a dar la vuelta nocturna, nos cruzamos de vuelta en el pez silvador ¿De acuerdo?
 

Sonrió a Raff, agradeciendo en silencio que acompañara a Talasek, y finalmente se despidió de ambos con la mano a la vez que respondía. 

- Allí estaremos. - Dijo con amabilidad, antes de seguir con su sopa, pensando de nuevo el plan.

Si no lograban descubrir nada, ¿qué harían? Ella tenía en mente algo arriesgado pero que, si funcionaba, les llevaría directos a sus enemigos. Tal vez alguno pudiera hacerse pasar por un nuevo habitante de aquél barrio, no sería tan descabellado si mantenían ocultas sus pertenencias, y entonces, solo tal vez, les podrían intentar reclutar..., si es que era lo que hacían allí. 

Estarían seguramente arriesgando su vida, dejándose atrapar en las fauces del lobo, pero confiaba en que podrían defenderse llegado el caso, al menos lo suficiente como para atrapar a los secuestradores. 

Asintió para sí. Era algo que diría más adelante, pues no quería adelantar acontecimientos. Además, los demás podrían tener otros planes en mente, y no quería pisarles una y otra vez, o quedaría como algo que no era, y que no la gustaba que la consideraran.

- Tal vez deberíamos dormir un rato hasta que sea la hora del paseo. - Dijo siguiendo el hilo de sus pensamientos. - Es bastante probable que tengamos una noche dura, y tendríamos que estar bien descansados para no sentirnos mañana agotados. *

- Estoy de acuerdo, descansemos ahora si vamos a hacer una salida nocturna. Se tumba en un lugar limpio del suelo, esta acostumbrado a dormir en cualquier sitio, la vida de druida ayuda. Si no no dormiria practicamente nunca.

- Avisadme cuando vayamos a hacer la salida, ahuamhmhmhma bosteza ruidosamente, y cuidaros en vuestra ida y vuelta, hay gente que quiere acabar con nosotros. Eso es lo unico que tengo claro de este embrollo

- Raff, ¿quieres que te acompañe? - un recuerdo fugaz cruzó su mente, al único que no le afectó el hechizo fue a él, y aun así no fué capaz de ser útil. Suspiró e intentó mirarle a la cara, pero un peso de culpabilidad  posaba sobre sus hombro y tan solo pudo mirar a otro lado - Aunque en la última batalla fui el primero en caer, y no sé si te ayudaré o solo seré una carga. - Se acabó la sopa y le devolvió el cuenco a Nicholi. - Hermano Nortoi, una humilde pero excelente sopa, y además reconfortante -

Raff le agradeció el ofrecimiento y le quitó hierro al asunto de la anterior batalla.

- Nos vemos a la vuelta Raff - dijo Hodrum con una inclinación de cabeza en modo de agradecimiento.