Partida Rol por web

Ya dentro de los carruajes, y con Fantasma sentado a su lado cual fiel guardián, la joven se dignó por fin a mirar a Austère y replicar en tono sombrío: 

"¿Acaso insinuáis que Lord Stepan tiene algo que ver con la desaparición de la mujer que venía con nosotros...?" Si bien sus modos eran corteses y fríos como siempre, el nombre del vampiro no pudo evitar ser pronunciado con cierto desprecio. "No sin olvidar mencionar que la chica con la que viaja es la única que parece aún estar sana..." Dirigiendo su mirada momentáneamente a la humana que ella había jurado proteger y que, por el momento no parecía que sus acciones hubiesen hecho mucho por ella, a juzgar por el estado de la misma.. 

"Pero por supuesto... ¿Quiénes nosotros para decidir qué está bien, o qué está mal...? A no ser, por supuesto, que vos dispongáis de cierta información de la cual yo carezco..." Esta vez mirando directamente al Nosferatu a los ojos, no pareciendo inmutarse con su nuevo aspecto, por muy 'apuesto' que fuese. 

El apuesto Austère río por lo bajo y se peinó con los dedos.

-Mi querida Blythe, INSINÚO cuando Tomas y Lorens hacen un resumen a modo de función ¿Es que nadie me presta atención? -Dijo con fingido pesar. -No, esta vez CONFIRMO que fue él, si participó directamente o si ordenó a terceros que la mataran ya no lo sé.

-Lo que SI sé es esto: la criada de nuestro pomposo compañero vino a mi pidiendo auxilio, afirmando haber encontrado la fuente responsable de la enfermedad y que no podía decírselo a su amo porque la maltrataba cuando hablaba. Mientras hablaba la examiné y no tenia ni una sola marca en el cuerpo. Me pidió que la ayudara y que me adentrara en el bosque con ella.

Al vampiro se le escapó una risa sarcástica.

-Aquello apestaba y sabia que no era yo. Supuse que seria una trampa de Stepan y que quería matarme... Aunque parezca curioso, no es la primera vez que alguien me quiere muerto ¡para que después la gente se queje de las críticas constructivas! -Austère se acaro la voz, al darse cuenta que perdía el hilo de su historia.

-Bueno, como estaba diciendo... Si, sospechaba que era una trampa y como me pedía que me adentrara en el bosque pedí la colaboración de Thraven, ya que se trataba de su campo. Al poco de adentrarnos regresé al campamento y les dejé a solas... La verdad, no esperaba que encontraran nada y aproveché la situación para dejar a solas a nuestra hambrienta amiga y la delicada Alexandra ¡Imagina mi sorpresa cuando la vi regresar del bosque! -Exclamo, levantando los brazos a la vez que sus marionetas. Una vez mas era aquel putrefacto ser que nunca terminaba de descomponerse.

-Thraven está muerta y la criada intacta. No ha vuelto a hablar del tema, como si nada hubiese ocurrido y lo que es mas, goza de buena salud a pesar de haberse acercado a ese... "foco de infección". La lepra es una enfermedad humana, una vez viajé con un grupo de leprosos... En aquellos tiempos era un disfraz sencillo para un chupón Nosferatu y muy eficaz, no tuvimos incidentes por el camino, todos nos dejaban en paz. ¡Al grano! Es una enfermedad que únicamente afecta a mortales, ni a animales ni a vampiros y... bueno, Alexandra no se parece a muchos perros que haya visto.

El engendro se acomodo en su sitio, esperando ver la reacción de su compañera.

-No tengo por costumbre regalar información, pero como últimamente siento la muerte apretándome el cuello no quiero irme a la tumba con el secreto.

Melvin retrocedió unos pasos al ver como el otro centinela acercaba la antorcha hacia su compañero. Necios ignorantes... susurró mientras decidía seguir a sus compañeros. En fin... volvamos... no parece que vayamos a hacer nada más aqui... una lástima... y conforme decía esto se alejaba y partía de vuelta a la caravana para probar suerte en su siguiente destino.

Blythe permaneció en silencio y con las manos sobre la cabeza de Fantasma, acariciándole, durante todo el discurso. 

Si no podía creerlo, o si le sorprendía, o si quizás estaba anonadada por el descubrimiento, no lo demostró.. Ni durante las palabras del Nosferatu, ni después de que éste acabase. 

Es más, cuando las últimas palabras del vampiro murieron en boca de éste, la joven prosiguió durante algunos segundos más en absoluto y rotundo silencio. Sólo cuando Fantasma decidió que quería cambiar de posición y echar su cabeza sobre el regazo de su ama, los labios de Auffrye se entreabrieron y emitieron sonido: 

"Ya... Veo." 

Su tono no demostraba sorpresa... Más bien era el monótono y frío 'cántico' que siempre parecía emanar de la boca de la vampira.

"Así que... La ghoul no es una ghoul... Y todo no fue más que un burdo asesinato..."

Si bien no era algo que la alarmase en extremo, su 'sentido del deber' le gritaba que debía intentar arreglar las cosas, de una manera u otra... 

"Y vos... Me contáis todo esto... Para... En cierta manera... Salvaguardaros. Lo entiendo. Ahora sois bastante más útil vivo que muerto... Bueno... Muerto... Vos ya me entendéis..." Sonriendo de medio lado, pero sin perder ese toque gélido. 

"Supongo que a partir de ahora... Caminaremos en terreno fangoso... Y podremos caer en cualquier momento... Por lo que, mi buen señor... Sería mejor que meditemos bien qué hacer antes de actuar... Lo digo por... Vuestros amigos..." Señalando distraídamente a sus marionetas. "No parecen tener un sentido del decoro muy... Explícito..." 

Llevándose la mano al cabello, para acomodarlo despacio tras la oreja, Bly vuelve a ofrecer algunas palabras más: 

"Quizás en el próximo pueblo debamos prepararnos para lo peor... Y quizás, no os quepa duda, deberíamos de contar más aliados que tan sólo vos y yo... Si.. Lord Stepan planea algo... Será mejor que estemos preparados... Y quizás el arma más potente con la que contemos sea... Destapar su juego de ghouls no humanos..." Encogiéndose de hombros y mirando por la ventana. 

Si la sangre corría, ella se ocuparía de mantener a los suyos con vida... Y si ello significaba hacer más aliados... Posiblemente pronto el castellano, como el loco silencioso deberían enterarse de lo ocurrido... A no ser que el Nosferatu tuviese otro plan, claro estaba...

Por lo pronto, cuanto antes llegasen al próximo pueblo, mejor para todos... 

Durante ese tiempo de silencio Austère aprovechó para limpiarse da suciedad de las uñas. Estaba ensimismado en su aseo hasta que su compañera rompió el silencio.

-Si, por supuesto, lo mejor seria informar al resto. No se si en el grupo hay muchos prejuicios pero creo que lo mejor será omitir que fui yo quien facilitó la información si no queréis perder credibilidad. -Dijo en tono bromista, pero en su comentario había cruda verdad.

-Si ponemos a la mayoría de nuestra parte podríamos desenmascarar el fraude... ¡y desnudar a la criada! Mis intenciones son sinceras, no me malinterpretéis.

*Se tomo unos minutos de silencio, pensando mientras se rascaba una corteza de la calva cabeza.

-Nuestro compañero español, Alberto, presenció la noche de nuestra reunión la forma de ser de Stepan, no creo que se sorprenda demasiado cuando sepa del asesinato.

A fin de cuentas... ¿No mató Caín a Abel? Es obvio.

Después de aquello y mientras durase de nuevo el viaje, Austère sacó su libreta de notas y dibujos y empezó a garabatear, había un dibujo de Alexandra que debía terminar.

El viaje prosigue, con mal sabor de boca por el trato recibido, sumado a la desaparición de Thraven, aunque no ha muchos parece importarle. La duda que os atormenta ahora es si en los siguientes pueblos sufriréis el mismo trato debido a esta enfermedad que parece acompañaros.

Pero la duda tendrá que esperar, ya hacia un buen rato que habías dejado atrás la aldea y os encontrabais por el camino del bosque, el ambiente estaba húmedo pues había llovido no hace demasiado y probablemente llovería de nuevo pronto, así era el clima por Transilvania, no sabíais cuanta razón teníais, pero esta lluvia no estaría formada por gotas de agua. Conversabais con vuestros compañeros en los carruajes cuando de pronto los gritos de vuestros hombres os sorprendieron, os estaban atacando, no cabía duda, observasteis por las ventanas y pudisteis ver la lluvia de flechas que había caído sobre vuestra comitiva.

Los asaltantes sabían lo que se hacian los 3 cocheros habían sido atravesados por alguna saeta. Y la lluvia mortal había alcanzado a varios de los guardias, los dos que custodiaban el carruaje de Stepan yacían en el suelo, así como uno de los que guardaba en el que se encontraba la ventrue y el nosferatu.

Los gritos de los asaltantes se escuchaban entre los arboles satisfechos de su actuación.

-¡Austère, tengo miedo! ¡¡No me sienta bien el fuego!! -Gritó Lorens, aunque eran ambas marionetas las que se abrazaron a él y temblaban de miedo.

-Temía que esto ocurría, pero imaginaba otro tipo de escenario... Fantasma, protege a tu dueña, últimamente voy escaso de amigos. Mientras tanto yo... comprobaré si lejos de aquí hay mas enemigos... ¡Si! ¡Eso haré! ¡Suerte!

Sin previo aviso de entre los arboles salen 3 flechas, pero esta vez ardiendo en llamas, una por cada carro. De entre la maleza aparecen 4 asaltantes, Los dos primeros armados con una garrota carga contra los, aun sorprendidos, guardias distrayéndolos de sus otros dos compañeros. Estos portan gruesos guantes de cuero y cargan con jarras de cerámica.

Mientras el resto lucha se acercan a los carros y lanzan las jarras contra los carros. Brea, el pequeño fuego de las flechas, comienza a propagarse por los carros como si el mismísimo infierno se tratase.

En cuanto pudo ver como estaba la situación, Melvin se decidió a salir del carruaje lo más rápidamente posible, pero antes de salir decidió arrancar la tapa del baúl de madera que Alberto llevaba para guardar sus ropas, a modo de escudo. Cuando se dispuso a salir, las llamas empezaron a crecer alrededor de su carruaje, por lo que no sintió el valor suficiente para salir y buscar cobijo en el bosque, tendría que esperar a que su bestia adquiriera su valentía propia, que parecia haberla perdido a causa de las llamas.

Una vez mas se había adelantado a los acontecimientos. El vampiro estaba en un dilema, no sabia si volver con el resto de sus compañeros o obedecer a sus instintos de supervivencia. Esta duda no se debía a la estima que les tenia, si no al dinero que llevaba Alberto encima.

-¡Por Caín, el dinero no! ¡Tengo que rescatarlo! -un pensamiento fugaz pues al sentir el calor del fuego retrocedió. -Si no me hubieran rechazado para guardar el dinero ya estaría a salvo... Pero claro, no podían dejar a un lado los prejuicios. Habría protegido el dinero y estaría lejos de aquí.

Desde una distancia prudente (cada vez mayor) contemplaba los acontecimientos.

-Mi oro, mi preciado oro... No pude echarle el guante ni a una mísera corona...

El verse rodeado repentinamente por las llamas es demasiado para el malkavian, la bestia se apodera de el, y salta entre las llamas, podéis ver como comienza a alejarse por el camino que habíais dejado atrás. Por suerte las llamas aun no se habían extendido lo suficiente y tan solo le chamuscan un poco la ropa.

Del ultimo carruaje también salio algo, un borrón blanco se abalanzo contra el asaltante que había lanzado los frascos de aceite, Fantasma lo derribo dispuesto a devorar al pobre infeliz

La puerta del carro de Stepan se abrio con un estruendo y esta salio volando- este carro no tardara en convertirse en cenizas...- se escucho desde dentro. El Vampiro bajo con su mandoble en una mano, perfectamente pulido como si se tratara de un espejo donde mirarse, con su armadura desgastada, antaño gloriosa perfectamente colocada, como la llevaba siempre. Se quito la capa y la tendo a Alexandra, junto con el puñal de su bota- Ian!- rugio- llevate a Alexandra de aqui y luego vuelve, quiero apilar los cadaveres de esta escoria...-

Lanzo un golpe al primer asaltante que encontro con su espada, volteandose sobre si mismo para intentar cojer mas potencia con el golpe y empuñando su arma a dos manos.

http://veo-castilla.foroactivo.com/t173-tabla-de-armas-y-armaduras

tabla de armas y armaduras, espada bastarda es lo que uso.