Partida Rol por web

Pues sí que resultaba pesado. Cómo  nos hemos acostumbrado a las comodidades…Igualmente, trabajo todo lo que puedo. Hasta que los brazos no puedan más.

Brandon debe estar acordándose de toda mi estampa.

- De acuerdo - le asiento a lo que dice.- Creo que vamos a encender el tractor…A ver si con el empujoncito final acabamos, y esta tarde ya me encargo yo de los animales - le propongo.

 Brandon se levantó de hombros. También cansado, pero no protestó. Era un cielo de chico.

- Bueno, pues me subo entonces – Dicho y hecho. Subió al tractor y lo puso en marcha. En motor tosió como dudando sobre si encender o no, pero finalmente se puso en marcha.

La diferencia era brutal, en poco más de una hora quedaron todas las patatas en la tolva del tractor - ¿Las llevo al granero con las demás, no? - Te preguntó levantando la voz para que le escucharas por encima del sonido del motor.

Terminamos el resto de patatales en una hora, mas o menos. Bien. Después se días con ésto, daba gusto verlo terminado. Con la tolva llena, Brando me pregunta aquello y yo le asiento. Subo al tractor con él*

- Si, vamos. Las guardamos y empiezo con la comida. Esta tarde yo me ocupo de los animales. No te preocupes. - le digo. Con el ruido del tractor se escuchaba bastante poco. Así que lo mismo si se escuchaba algo por el walkie...nada de nada. Pero bueno, al acabar esto siempre podía acercarme un poco a la cúpula. O ya vería, porque con el tal Harris rondando...no me fío.

- Marchando... - Comentó tu hijo esperando a que subieras y luego poniendo rumbo al granero en el que estaban las patatas. No había sido un mal año para las patatas, pero en la circunstancias en las que os encontrabais era un montón enorme de comida. Recién cogidas el campo como las vuestras podrían durar un par de semanas antes de que comenzaran a estropearse, tal vez más.

Ya en el granero había que echarlas con cuidado para evitar golpes y cosas que las pudiesen marchar, eso os empleó un rato más. Ya te dolía la espalda cuando por fin y de forma definitiva terminasteis con los dichosos tubérculos.

- Uh... que alivio. Voy a darme una ducha y a cambiarme ¿Vale? – Dijo sacudiéndose de polvo los pantalones

Colocar las patatas fue una de las cosas mas arduas. La edad y el trabajo fisico acaba pasando factura. Eso lo noté con el dolor de espalda. Al acabar me la frote un poco, y mire a aquel enorme monton de patatas con una gran duda en la mente.

- ¿Qué hacemos con tanta patata? Se van a estropear...- a mi hijo. Le sigo dando vueltas a la maldita visita del tal Harris.

Brandon me habló y yo le asenti un poco, pero tenía la cabeza en otra parte.

Brandon se levantó de hombros – Pues no sé... Es una buena pregunta – A la que el chico no tenía respuesta – Lo que decidas, por mi bien. Ahora he de ducharme o haré tarde – Dijo

Y luego ya se fue a lo que te había comentado, a ducharse. Era la hora también de hacer la comida si querías que el chico se fuera con el estómago lleno. O al menos lleno de algo caliente.

Me quedé pensativa mirando el almacen, pero no mucho rato. Pronto cerré bien con el candado, intentando que la rendija que deja ver la puerta sea lo más pequeña posible, y después fuí para la cocina. Antes de cerrar cogí unas patatas, en una bolsa si hace falta, y las llevé la cocina. Iba a preparar puré de patata, con algunas verduras del frigo, antes de que se echaran a perder.

Estoy pensativa por lo que haré con tanta patata, pero ya lo decidire luego. Tambien le pediré consejo a Richard.

 Te quedaste un poco sumida en tus pensamientos mientras le preparabas a Brandon y a ti misma algo de comer. El chico bajó al cabo de un rato con ropa limpia, lo que te recordó que también tendrías que hacer la colada a mano. Y lo de los animales que tampoco se te podía olvidar.

Tu hijo comenzó a comer con ganas, tenía buen apetito tras el trabajo físico – De aquí iré al veterinario y con los otros chicos. Comentaron de hacer un hoyo junto a la cúpula, aprovechando que la tierra está más blanda junto al riachuelo. Y si nos da tiempo localizar la barrera en otro punto del mapa para verificar que es circular...  

Me senté a comer con Brandon cuando él bajó ya listo. Circular...Locura.

- ¿Y que tal el hoyo? ¿Esa cosa sigue muy profundo en el suelo? - le pregunto - Me preocupa la acumulación de humo...Creo que la gente debería aparcar los vehículos a motor...Espero que ya se les haya pasado por la cabeza...

Segui comiendo otro poco. También tenia el runrún de las patatas.

- Ponme al día cuando vengas...y ten mucho cuidado.

- ¿Ein? - Te miró confundido en un primer momento – No, el hoyo no hemos empezado a hacerlo, es lo que vamos a hacer esta tarde, por eso te comenté anoche lo de llevarme un par de herramientas...

- Si, lo tendré – Terminó el desayuno, recogió lo suyo y se lavó de nuevo manos y cara – Bueno, pues me marcho ya – Se acercó para darte un beso en le mejilla – A la hora de cenar estaré aquí, hasta luego.

Le correspondo al beso en la mejilla.

- Llevate lo que necesites, pero ten cuidado. Si algo no te cuadra de lo que hagan por peligroso o lo que sea, no lo hagas...Pero ya eres mayor para saber eso...- ains, era dificil desconectar cuando los hijos son mayores, porque siempre los ves como tus bebés, y la mera idea de que estén en peligro te para el corazón.- Yo voy a dejar listos los animales, con la escopeta al lado, y ya...

Y tanto que iba a estar con la escopeta al lado. A lado y bien cargada. Esta vez no gastaba tonterías.

- Si, mamá... - Dijo casi con rintintín. Pero con una sonrisa. Dicho esto y ya sin más demora, tu hijo fue a por ese par de herramientas y a por la bici para marcharse pedaleando.

Así de nuevo te quedaste a solas. Pero en esta ocasión te encargaste de revisar que la escopeta estaba cargada y de que te acompañase a todas partes. Hasta al baño si hacía falta.

Recogiste las cosas de comer y ya fuiste a ver el tema de los animales. Nada más llegar viste que algo no iba bien. Había un par de gallinas muertas, y otras tres estaban sentadas como atontadas.

- Mierda - digo para mi, al ver el panorama. Rápidamente echo una ojeada a la comida, a la poca que quede, y al agua. La examino y huelo por si es algún sabotaje o qué. Aunque quizá me estoy emparanoiando, y sea debido a la acumulación de humor. Las pobres son mas vulnerables a eso. Pero chequeo igual.

Joder. También toqueteo un poco a las atontadas, para que se espabilen.

El gallinero está cerrado como siempre y lo más importante, sólo hay huellas de las gallinas, entre las cacas y los despojos cualquiera que pise el gallinero deja una huella difícil de ocultar.

En cuanto a la comida y el agua nada, todo parece normal. Quizá sea por el aumento de la temperatura o más probable por la polución. Pero poco se podía hacer. Tratar de espabilar un poco a las atontadas pero algo te dije que esas serán las muertas de mañana.

Acto seguido te dedicas a la tarea rutinaria de alimentar no sólo a las gallinas sino al resto de animales.

En la labor echo un ojo al estado de salud del resto de animales. Estábamos jodidos si empezaban a morir todos. Sea como sea, les echo su comida, agua, retiro a las gallinas muertas y luego dejo todo bien cerrado de vuelta. Las gallinas muertas las entierro.

Una vez hecho esto, voy a darme una ducha. Ya no es un baño, es una ducha lo más rápida posible, para luego ponerme ropa cómoda, y aferrar de nuevo mi escopeta. Me sirvo un whisky en el salón, sin perder de vista el almacen de patatas a través de una ventana.

Te tomas esa necesitada ducha, que desentumece y te limpia de la suciedad de las labores matutinas. Pero no quieres alejarte de la escopeta y la tienes agarrada siempre que puedes. Te sientas en el salón, mirando afuera y degustando un potente “caldo”.

Pasan los minutos... Sea acaba tu vaso. Quizá un poco por manía decides comprobar de nuevo que todo está bien cerrado. Es cuando sales que te parece percibir algo por el rabillo del ojo. El brillo de algo lejano. Miras en dirección a la carretera, fue por allí, pero desde esta posición la vegetación no te deja ver nada.

¿Un brillo? Qué raro...No me quiero alejar mucho de aquí, por si las moscas, pero si puedo avanzar unos metros a ver si así veo algo con más nitidez. Llevamos una maldita racha que ya no me sorprende nada de lo que pueda ver o pasar...Cierro la puerta de casa, compruebo el almacén y después voy. Avanzar un poco, escopeta en mano.  Tampoco quiero dejar esto solo, así que, de momento, solo eso.

 Por la zona de la carretera parecen haber cosas que se mueven ¿Gente quizá?. Te acercas un poco, pero como te quieres mantener cerca de la granja no puedes ver mucho más.

Vuelves y compruebas que esta todo cerrado, te vuelves a acercar un poco, pero desde aquí no vas a poder hacer mucho más.  

Viendo eso me acerco más. Voy a dejar de emparanoiarme y rato, tampoco voy a estar fuera dos horas. Para robarme las patatas les llevaría bastante más tiempo. Así que eso, me acerco un poco más. Quizá lo que haya allí sea algo importante, y no me estoy enterando de una mierda. Igualmente llevo el walkie y la escopeta.

 Decidiste acercarte, aunque armada y “comunicada”. Toca precaución era poca cuando parecía que de nuevo podía imperar el salvaje oeste. Y una mujer tejana sabía como defenderse.

Lo primero que te llamó la atención fue la cantidad de vehículos, habían aparcado unos cuantos en el arcén de la carretera, probablemente los cristales eran los causantes de los reflejos que habías visto.

Luego que también había gente, un grupo de entre 50 y 100 personas, una pequeña muchedumbre. Hombres, niños, mujeres... ¿Qué demonios harían allí? Te seguiste acercando.

No tardaste en ver que algunos llevaban carteles en alto “Dios es nuestro salvador” “Rezad con fe y Dios nos salvará” “Pidamos perdón por nuestros pecados” Algunos rezaban en silencio, otros en voz alta. Otros parecían estar dando un sermón casi gritando.