Partida Rol por web

Ackdor se acerca a la puerta del local y se alegra de ver a Laydax también dispuesta a ir para el hangar. Se le va cansada y retraída. Se abrocha la chaqueta y mientras contempla la cantidad de luces que vienen de la calle del sector minero.

-Hola Laydax. Que suerte tener compañía hasta el hangar. Tanta gente me estaba mareado. - se fija en su rostro cansado - ¿Te encuentras bien?

-Hora de irnos, mas vale juntos, estos lugares no son muy seguros que digamos además de que las patrullas imperiales están a la orden del día...-

Ackdor se gira para darse cuenta, con alegria, de la que gran héroe vendrá con ellos.

-Buenas noches Bin. Un placer tenerte de guía!

Se ponen en marcha, poco a poco por la calle principal donde está la cantina. Ackdor no deja de mirar alrededor, está acostumbrado a la noche de Couruscant y el ajetreo perpétuo en las calles. La luz de los neones llenos de polvo cae sobre su piel oscura. Se fija en la luz sobre la cara de sus compañeros, como va tiiñendose de color por cada portal que passan.

 -Siempre he vivido en este sector, aquí aprendes a cavar o a volar para luego transportar quadanium... aquí también se encuentran los mejores astromecánicos de toda la galaxia.-

Ackdor la escucha con atención.

-Así que has nacido en esta mina. Tus padres eran mineros o eran pilotos comerciantes? - Ackdor, por los comentarios ha deducido que son los dos trabajos más habitulales en este planeta.

El comentario de Bin acerca de las patrullas imperiales no le ha hecho gracias. Nunca ha tenido demasiado miedo al imperio, ya que no tenia nada que esconder, pero todo habia cambiado ahora que era un piloto de la alianza. Decide mantener la alerta y va mirando, con cautela, a su alrededor, para ver si se les acerca alguna.

Esta vez la Fuerza no indica nada a Kir Sobilles, pero su experiencia y sabiduria natural le mantienen alerta. Sigue con su plan de lanzar al aire esos dos componentes para crear cierta distracción. Sin armas no puede hacer nada, pero ese "lagarto" es alto, fuerte, belicoso, peligroso, poco receptivo y no viene solo... Por otro lado no parece que las chicas quieran salir del follón, todo lo contrario, y ni que decir tiene que Feer quiere hacerse el "Caballero Protector", esto no pinta bien... 

Si fuera de otra manera amenazaría con un cubo de detonita de volarlo todo, salvo que los dos grupos cesaran de sus hostilidades, pero Sobilles no es así, tiene principios, y aquí hay demasiados inocentes.

Feer se abre paso entre la multitud de clientes que a esa hora esta a reventar la cantina, los camareros no se dan abasto hasta que se abre un hueco por donde Karn alcanza a Wes Hanson recargado en la barra cubriendo los movimientos de su ala insignia.

-Son esas dos escorias, amigo Feer...- le comenta en voz baja el pícaro señalando con el mentón a un advozeniano y a un transdoshano recargados  también en la barra, el de negro le reclama algo en Huttés mientra que el transdoshano queda a la expectativa.

-En caso de que esto se ponga feo, neutralizas al reptil mientras me hago cargo de Ridax...-

En todas las cantinas suele haber revuelo, es algo habitual, seguro que los dos pícaros están acostumbrados a este tipo de circunstancias...

Los trandoshianos tienen ese aspecto de criaturas violentas y peligrosas, pero malo sería dejarme influenciar simplemente por la apariencia.

Además, estamos en Corellia, un lugar donde aún rige el sentido común y la hospitalidad, ¿por qué va a suceder algo malo?

Devh, ¿sabes pelear? creo que la situación se va a poner álgida si nadie lo remedia -

Devh bebe tranquilamente su agua mineral R´alla, sin tomarle mucha importancia a los sucesos que se están originando.

-Me defiendo, además nunca salgo sin mi blaster...- se recarga sobre el respaldo de su asiento. -El pícaro se sabe defender, alguna deuda le quieren cobrar, si lo quisieran muerto no le hubieran dado ninguna oportunidad...- la chica mira su vaso mientras espera a que terminen sus asuntos sus compañeros. 

De pronto en la cantina "El Bantha Borracho" todo se vuelve un caos, la mesa donde se encontraba el escuadrón Brown vuela por los aires con todo su contenido  en medio de un estruendo, la gente empieza a correr y algunos a gritar, desde la entrada principal un mandaloriano con un blaster en las manos humeante por haber realizado un rayo paralizante se acerca a paso normal hacia donde estaba el grupo de pilotos.

-Me defiendo, además nunca salgo sin mi blaster... (Dev Kabir)

Uhmm, interesante, quizás debería de hacer yo lo mismo, nunca se sabe dónde puedo necesitarla - Devh, conoces algún lugar o a alguien en Corellia donde se pueda conseguir un arma que funcione, por pocos créditos?

...

De repente, siento una fuerte sacudida y todo a mi alrededor vuela, no puedo moverme... a punto de perder el conocimiento, alcanzo a pedir ayuda - ¡¡me han disparado, vienen a por mí!! - y caigo inconsciente.

Sabia que algo asi pasaría... lo sabía...

La mesa vuela y junto a Devh cae Hanna quién ha recibido un disparo paralizante, apenas alcanza a pedir ayuda, Kabir saca su blaster y se coloca delante de Hanna inconsciente cubriendose detrás de lo que puede.

-¡QUE ESPERAS DURO!... ¡SACA DE AQUÍ A HANNA!...- Devh dispara en contra del mandaloriano, la gente enloquece aún más con los tiros incluso algunos se echan al suelo. -¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ YA!...- la chica apresura a Kir para tratar de ponerse a salvo.

-¡KEEEMPA DOWA NANDO AH´CHUKTA!, ¡BADHA UNDA NEER SELLU, TROOPA DOMMA NI KUNGA DE!... ¡YUMMA NEVHA UNDE NI URR!...-

*-¡ESTO NO ES NUESTRO PROBLEMA!, ¡VÁMONOS DE AQUÍ SELLU, NO TARDAN EN VENIR TROPAS IMPERIALES!... ESTO NO HA TERMINADO AQUÍ URR!...

El Advoze y el trandoshiano salen del lugar de manera tranquila esquivando el caos mientras la cantina es enloquece.

El piloto desenfunda su blaster al escuchar el estruendo. -¡A CUBIERTO KARN!....- Wes empuja al suelo al piloto mientras los dos tipos que amenazaban a Haran se alejan, da un vistazo a su ala insignia para tratar de sincronizar alguna estrategia al darse cuenta de que el ataque es a la mesa donde se encontraba el escuadrón novato no duda en disparar en contra del mandaloriano.

El primer disparo lo esquiva hábilmente el mandaloriano mientras que un segundo disparo hace que rebote su cuerpo violentamente hacia atrás aturdiéndolo por un momento, cae de rodillas con el blindaje del peto dañado sin neutralizar al cazarecompensas. -¡KARN TRATA DE LLEGAR HASTA LA MESA, HARAN Y YO TRATAREMOS DE DETENERLO...! Si es que no nos detiene antes a  nosotros...

De pronto el griterío de varias personas los alcanzan, se dan cuenta de que son clientes del bar, una patrulla imperial se dirige al Bantha Borracho.

Pensando inocentemente en que iba a poder pasar una noche tranquila tras un rato de aburrimiento en la cantina, algo le dijo a Laidax que eso no iba a ser posible. Ni siquiera en Corellia. El cuasiomnipotente y omnipresente Imperio tenía que hacer, más pronto o más tarde su aparición en el lugar. Laidax decide que el único curso de actuación sensato es solicitar órdenes de su teniente, que para eso es la única superior a la vista. ¿Cómo se ha dado cuenta de ello si no les ha visto todavía?

—Señora, hay una patrulla del Imperio que se dirige hacia aquí. Probablemente hacia nosotros, no sé… ¿Qué deberíamos hacer?

Había estado bebiendo solo escuchando a los demás. Le gustaba beber solo. Era un vicio que no le gustaba compartir con nadie por si las cosas se ponían feas... por su culpa, como no. Se despidió de su compañero de habitación cuando este se retiró. Tomó un par de tragos más justo antes de que todo se sacudiera e irrumpiera en la sala aquella inesperada y por supuesto desagradable sorpresa. 

No tardó en ponerse a cubierto. El problema era que como no esperaba tener que combatir no tenía ningún arma cerca. Sin embargo vio como los demás sí podían hacer frente a aquel desgraciado que había venido a ganarse unos créditos a coste del pellejo ajeno.

Tal vez si le distrajera, los demás tendrían un blanco más fácil.

- ¡Eh! ¡Cabeza de lata! ¡Mandalor apesta! - gritó mientras le arrojaba lo primero que pudo encontrar. Una botella de cristal llena de licor que lo pondría todo perdido, pero si conseguía distraerle, el resto tal vez tuvieran una oportunidad de hacer con él pienso para Bantha antes de que el mandaloriano hiciera lo propio con ellos.

Concentrado como está en vigilar a los antagonistas del escuadrón Pícaro, el estallido y el caos desatado pilla por sorpresa a Karn, que en un reflejo se cubre la cabeza y tarda unos segundos en reaccionar. Sin comentar nada, sale corriendo hacía sus compañeros, esquivando clientes, mesas y otros destrozos,  e intenta coger a Kir y Hanna del brazo para llevarles a la puerta, pero el desastre formado le hace tropezar y apenas llega a ponerse a su lado...

- ¡Corred, corred, corred! - grita a sus compañeros. El reptiliano ya daba miedo, pero si la mitad de lo que había oído decir acerca de los mandalorianos era cierto, este adversario les superaba con creces...

Kir, parece un puto foco de color Azul, ni es tan bueno ni tan fuerte aqui abajo como en un caza, pero hay que actuar. Va a por Hanna, la recoge y haciendo acopio de toda su fuerza, la levanta y se la lleva hacia la salida. ella parece inmóvil, un peso muerto, que no obstante no forcejea.

Vamos Hanna, reacciona cielo!!! . Mandolariano, tienes familia? Está muerta, yo me encargo de que sea así!!!

Kir voltea la cabeza para quedarse con la cara del perro mercenario, error fatal porque tropieza con un taburete y cae de bruces. Saca fuerza de flaqueza, para intentar saltar y esquivar el obstaculo, pero el peso de hanna es demasiado y al final entra en barrena. El golpe es tal que queda inconsciente, sobre el cuerpo de la paralizada Hanna.