Partida Rol por web

Esto no me huele bien... para nada bien...

-Creo que tendremos que volver y decidir si retomar mañana... si está a caballo no podremos adelantarnos, aunque también sería casi suicida montar en la noche en un bosque- los pensamientos del viejo salían por su boca sin filtro alguno -Tal vez podríamos seguir un poco las huellas con la esperanza de que no se haya alejado demasiado y se haya detenido a descansar.

Y una duda tuvo que ser compartida.

-¿Y si no es ella la dueña del caballo? ¿Y si un jinete la ha tomado prisionera o es su compañero?- preguntó al tiempo que observaba detenidamente las huellas que había en el suelo. Si hubiese habido lucha, seguramente lo notaría...

bonus: ejercito defensor +4 def, +1B ataque. Total Def 10, ataque 6g4, prot +3

Npc secundarios. Skills 5/4/4/3/3/3/3. 4 especialidades a medio rango.
Alford: mercenario espadachin ataque 5g3 daño 5
Shiva: soldado armas contundentes 
Asdar: caballero religioso
Alesha: exploradora y arquera salvaje ataque 7g3 distancia, daño 5

Arqueros veteranos, npc relleno veterano. Skills 4-3-3, con especialidad en arco y supervivencia
Helga
Snorri
Yngwe el guapo
Pilgrimm
Bianca

Npc relleno andalos. 4/3/3,. infanteria. especialidad en espadas y lanzas
Auren: caballero errante, secreta mujer
Wilford: caballero elegante?

turno sorpresa

7g4+6g4x5+5g3

iniciativa

-7g4+6g4x5+5g3 daño 5 vs dif 6, prot 5

-4g3x20 daño 4, vs dif 11 prot 2 

Turno 1

La primer descarga se produce contra los salvajes cuando estos se aproximan a la muralla en desorden. No todos, sin embargo. Los de atras, junto a los lideres, van en columnas ordenadas, marchando por el camino evidentemente con ansias... Las flechas les sorprenden como a todos. 6 caen abatidos y otro es herido!

Los salvajes sufren varias perdidas mas, pero los lideres reaccionan. Ordenan a la columna de infanteria que ataque la puerta mientras la otra protege. A los arqueros devolver el fuego entretanto, una columna a la izquierda y la otra a la derecha. Pilgrim y Bianca son rapidamente abatidos por una lluvia de flechas que cae sobre la puerta!

En la segunda ronda los arqueros supervivientes descargan su rabia contra los salvajes, abatiendo a varios. Pero estos empiezan a atacar la puerta. Lowe ve las hachas abriendose paso sobre las maderas dañadas a medida que los poderosos golpes la van hendiendo... resistira mucho menos de lo calculado. Ademas Helga y Snorri caen bajo las flechas enemigas!

-Solo una ronda mas y replieguense a disparar aqui dentro!+ordena a los arqueros. Sera mejor que vengan a luchar en el interior, ahi arriba los estan masacrando... Malditos salvajes, compensan su falta de punteria con numero.

Todos los arqueros empiezan a replegarse rapidamente hacia el interior. Mientras, las puertas caen. Lowe retrocede un opaso y el junto a los demas guerrreros toman una posicion de cuña. 

-Vengan! +ruge, extendiendo su espada, ansioso de sangre. Los demas salvajes se apiñan detras de la avanzada, esperando por avanzar a tomar su pedazo de sangre flechanegra...

El grupo de infanteria comienza a contener a los soldados entrantes. Alford lucha a la par con Wilford, y Auren con Asdar. Las dos parejas flanquean a Anibal, quien como un toro se arregla solo, blandiendo su tremenda espada. Todos menos este reciben rasguños, pese a las armaduras que gastan... En tanto los arqueros estan retrocediendo como pueden y ya casi estan en posicion. Pero los lideres salvajes no envian todavia al resto de sus tropas...

La razón se hace patente mientras Danae llega a tiro, casi al mismo tiempo que Alesha. Ambas disparan al tiempo que Anibal acaba con otro salvaje y dos mas son heridos. Pero el líder salvaje da una orden y todos los restantes se tiran al piso!

Al instante los arqeros posicionados detrás disparan sobre las defensas a quemarropa… Auren logra cubrirse, pero Asdar y Anibal reciben una o dos heridas, y Asford, el mas desprotegido, una flecha en el costado que atraviesa hasta el vientre… Al verlo Anibal no duda en enviarlo.

-Ve a la salida, ya!+ 

Los soldados supervivientes de la infantería salvaje se dispersan para confundir. Anibal mata a uno, pero los demás solo hieren a otro antes que el ataque llegue. Es obvio que deben retirarse. Alesha acaba con uno masy hace que los suyos evacuen. Danae salta y envía al gatosombra por el lateral para ayudar a los soldados unos momentos hasta que entren al alcantarillado donde esta metiéndose Alford

La siguiente andanada hiere seriamente a Auren, Asdar y Anibal.. Pero un flechanegra no se rinde tan fácil.

Aprovechando la retirada, ordena a Wilfory asdar volver a mover las puertas a modo de barricada, por unos momentos.  Esto servirá para parar las flechas, mientras todos se repliegan… shiva, Alesha y el son los ultimos en retirarse, atrancando la tuberia tras de si. La batalla ha terminado.  

Sigamos un rato la huellas y si no encontramos un rastro más evidente de lo que ha pasado o hacia dónde ha ido, volvamos a las ruinas a descansar y lo intentamos mañana.
Compartía las mismas preocupaciones y dudas de su compañero, pero no quería dar palos de ciego buscando un rastro que no sabían siquiera si era el de Niamh. Sólo esperaba que Fenrir tuviera razón y se hubiera parado a descansar, si no difícilmente la alcanzarían.

-Estoy de acuerdo- respondió Fenrir levantándose del suelo donde se había agachado para ver las huellas con más detenimiento.

-Låt- le dijo a su lobo en lengua antigua y retomaron la marcha, lenta, pero segura y constante.

Seguirían con la esperanza de encontrarla antes de que pasara mucho tiempo. El cansancio pronto se haría notar en ellos ya que no había sido un día tranquilo y Fenrir ya no era un jovencito...

Fenrir hace lo mejor que puede y logran continuar el rastro. Pero este se adentra cada vez más y más en el bosque hacia el sur. Ya la fortaleza es invisible totalmente entre los árboles. Sin duda deben haberse alejado varias millas. 

La noche en torno a la pareja es muy cerrada. Por fortuna el resplandor blanco del suelo ayuda a caminar, pero los palos ocultos bajo la nieve… Finalmente no queda otra que volver. Continuar es inútil de noche y sin apoyo. Si les lleva un dia de ventaja a caballo, ahora puede estar a decenas de millas de distancia.

No queda otra que regresar sobre sus pasos. El viento helado se mueve entre las ramas, agitando fantasmas… ¿Por qué se habrá ido de su hogar? ¿Miedo? ¿Una misión personal?  Todo son conjeturas… lo único cierto es que no podrán contar con Niamh en mucho tiempo. Las casas son pocas aquí tan al Norte. Si continua en la dirección que iba, como minimo deberá viajar cientos de millas hasta la casa Umber en Ultimo Hogar.

Fenrir estaba frustrado, cansado y con frío. Mala combinación, porque además se agregaba: derrotado.

-Volvamos...- dijo lacónicamente mientras daba media vuelta hacia la ciudad... ni siquiera miró a su compañero. Éste podía notar esas sensaciones en el hombre del lobo huargo.

-Debe haber seguido viaje, aún en la noche. A caballo nunca podremos alcanzarla-

¿Qué pasó con esta mujer?

La batalla que sigue es feroz y triste a la vez. Pese al valor, los norteños tienen una desventaja numérica imposible de contrastar. Aun asi, su intentona es mucho mas que digna. Tras disponerse en las murallas, esperan la señal. Los salvajes llegan desprevenidos…

Media docena caer rápidamente por las saetas de los defensores, antes de tener tiempo a nada, y varios mas en una segunda voleada. Pero los jefes de las columnas son hombres avezados. Rapidamente forman a sus tropas en columnas, con la infantería al frente defendiendo con escudos a los arqueros detrás.

Las siguientes andanadas defensoras hacen poca mella. Y son contestadas. Si bien los defensores están cubiertos en buena medida, son incapaces de hacer frente a la lluvia de flechas que cae. Helga, Snorri, Pilgrim, Bianca… todos mueren en pocos instantes, atravesados por muchas saetas.

Luego las tropas salvajes cargan sobre la puerta. Sus hachas destrozan las trabas fácilmente en momentos, mientras los arqueros restantes se repliegan para disparar desde el interior. Cuando al fin entran, los salvajes son recibidos por estas saetas vengadoras y por las hojas de la infantería, siendo diezmados.

Pero todavía quedan muchos atrás. Los jefes salvajes no caen en la trampa. Con astucia, despliegan a los arqueros. Estos acribillan por el hueco a los soldados y al mismo Anibal! Comprendiendo que la batalla solo acabara en pérdida de más vidas útiles, este ordena la retirada. Los arqueros son los primeros en huir, y entre ellos va Danae. La infantería los cubre mientras pueden aguantar, siendo el mismo Flechanegra el último en retirarse de Robledo por las alcantarillas, con dos flechas en el costado y varias heridas menores. Para evitar que les sigan, él y sus soldados derriban el exterior de las alcantarillas, y luego se retiran mientras los salvajes no se percatan de su escapada por los bosques.

El viaje de regreso al refugio es duro. Casi todos están heridos, algunos de ellos seriamente como Alford y Auren, asi como el propio Anibal, aunque este no se deja amilanar. De hecho los únicos sin rasguño son Danae, su gatosombra y Wilford, el cual logro escudarse de casi todos los golpes. Pero el resto han dejado parte de su sangre nuevamente en Robledo, asi como a 4 compañeros… aunque no sin hacerla pagar a los salvajes.

El regreso toma sus horas, en silencio y sin saber que esperar. Pero al aproximarse a la fortaleza desandando camino, notan cierta algarabía en los alrededores… Los aldeanos refugiados parecen agitados.

Al entrar es visible porque. Aníbal y los demás han vuelto!! Pero la alegría del reencuentro es momentánea. Cuando el Flechanegra alza el brazo para saludar, se ve que en el costado están improvisándole vendajes, y lavando sus heridas con nieve derretida, puesto que esta embardunado en sangre. La gran mayoría, de hecho, están lastimados.

 Y falta gente. La rubia Bianca, el callado Snorri… Es difícil hacer cuentas, ya que los heridos se apilan rodeados por la gente del pueblo que intenta ayudar. Danae tampoco se encuentra, ni su felina compañera. ¿Qué ha ocurrido?

El camino había sido en silencio, pero cuando llegaron a la fortaleza, vieron la agitación y una parte de ella ingresó en los cuerpos de los rastreadores.

-¿Qué sucedió?- preguntó Fenrir acercándose corriendo.

Karkaroth se quedó en el linde, no se acercó hasta donde estaban todos, ya que como su dueño, no le gustaban las grandes aglomeraciones de gente. El sabio, corrió acercándose para ayudar a los heridos, pero sintió como si un gran puñetazo le diera en el estómago. Había mucha gente, ruido, agitación. Su percepción se ofuscaba con tanta energía dando vueltas.

Agarró a Rorgo del brazo y le dijo casi en voz baja.

-Dile a Aníbal que se acerque, le vendaré las heridas... y pregunta por Dánae- 

Estaba visiblemente pálido, pero se alejó hacia donde estaba su lobo y se sentó para respirar profundamente.

Se acercó corriendo hacia Aníbal con semblante serio pero realmente contento por verlo con movilidad y sobretodo vivo.
Cómo te gusta acabar siempre malherido, eh- le dio una palmada en el hombro que no le estaban vendando y le susurró -Me alegro de verte aquí
Se lo recostó en el hombro y le pasó un brazo por la espalda para hecerle de apoyo - Vamos con tu hermano, allá hay menos gente y Fenrir puede ayudarte con este desastroso vendaje. Cuéntanos qué ha sucedido. ¿Dónde está Snorri? ¿Y la joven pelirroja? - No solía acudir a los dioses, pero les pedía que no hubiera pasado nada malo. Ya tenían suficiente con lo vivido.

En tanto Fenrir recupera el aliento y se orienta, a su alrededor el caos va tomando forma. No es tan grave como pareciera. Pero los aldeanos visiblemente preocupados van de aquí para alla intentando acomodar al contingente herido lo mejor posible. Y no faltan los que lloran sin disimulo al escuchar las nuevas que los que estan en mejor condicion van diciendo.

Anibal por su parte, se apoya en el buen Rorgo, asintiendo mientras van con Tyr. Hablar le distraera.

-Cayo por las flechas, asi como Bianca, Helga y Pilgrim… Esos malditos salvajes. Estaban bien dirigidos. Acabamos con un buen puñado, pero uno a uno acribillaron a los arqueros hasta obligarme a retirarlos…. Luego rompieron las puertas mucho mas rapido de lo que esperaba. Los contuvimos mientras el resto huia por la alcantarilla, pero ya ves como resulto…. Obviamente me quede hasta el final y luego derribe el tunel para que no nos siguieran de inmediato… +relata entre pausas para recobrar el aliento+ Danae y su gatosombra se quedaron atrás en la retirada. Eran de los que mejor parados estaban asi que iban a entorpecer los rastros mientras escapabamos... Alford, Auren  y… y yo ibamos perdiendo bastante sangre, hubiera sido facil seguirnos si se ponian a ello… Debe estar por llegar.

Lo ultimo es dicho en tono aspero, frustrado. Pero asi habian sido las cosas y no de otro modo... ...

Fenrir se iba sintiendo mejor. Tenía que quedarse alejado, era lo mejor. Siempre lo había hecho, y ahora no sería una excepción. A veces se olvidaba lo que le generaba estar con mucha gente alrededor, pero siempre la sensación volvía para recordárselo.

Una vez Aníbal estuvo junto a él, comenzó a vendarlo.

-Me alegro que hayas regresado... vamos a ver qué puedo hacer por tus heridas- dijo sacando vendas y ungüentos.

Fenrir hablaba calmo, casi en voz baja. Aún no se había recuperado del todo, aunque rápidamente volvía en sí...

Rorgo asumió rápidamente la muerte de sus compañeros y miró esperanzado a la lejanía para ver si aparecía por allí el resto de caras conocidas entre el inicio de la ciudad en ruinas y las inmediaciones del bosque. Esperaba que no pasara lo mismo que con la desaparecida Niahm.

Descansemos hoy y dejemos sanar las heridas. Mañana ppensáremos un plan de recon..una estrategia de defensa para preservar lo que tenemos aquí - Odiaba no poder hacer mucho más por sus tierras y su gente - Los que puedan moverse y luchar, venid conmigo. Iremos a la vieja armería a por suministros para quien no tenga con qué defenderse.

Aníbal, recuerdo que dsiniestro que había armamento de sobra, ¿era por allí, verdad?- preguntó señalando a la dirección que creía situarla.

Aníbal asiente, y con esto comienzan finalmente a repartirse los deberes. El de Rorgo ciertamente es el mas complicado, mientras que el de Fenrir, el mas ingrato.

Por un lado Rorgo ahora tiene armas, pero no soldados.  Los que se quedaron en las ruinas, son mayormente los débiles; mujeres, niños, ancianos.  Si hay hombres que lo hicieron son cobardes o inútiles, o están lastimados de alguna forma. Todos los sanos y capaces eran los que marcharon con ellos a Robledo, de los cuales muy pocos están ilesos. Yngwe y Wilford, los dos presentes, se reúnen con el para ver que puede hacerse. El mas veterano se rasca la frente.

-No pinta tan mal como parece... Mientras no tengamos otra pelea pronto o no vengan con tropas como las de recien. Pero deberemos mejorar las defensas de este lugar cuanto antes. Y planear el siguiente movimiento. En tanto estemos en la zona, podran rastrearnos...

El deber de Fenrir por otro lado, es ingrato pero fácil. Es decir, es sencillo reconocer el montón de heridos e irlos atendiendo tras evaluar el estado de sus lesiones. Aparte, si bien no hay sanadoras, al parecer Niamh dejo instrucciones a algunas de las mujeres, por lo que cuenta con ayuda en lo que refiere a lavar heridas, traer agua o hacer vendajes.

Ciertamente los peores son Tyr, Ginevra y Aníbal. Los dos primeros están al borde de la muerte. Por su parte, pese a lo que disimula, el terco líder tampoco se encuentra mucho mejor que ellos, pero su estado puede empeorar si se esfuerza. Del resto, casi todos estarán bien con un par de días de reposo y vendas. La excepción son Alford, cuyo estado también es tan serio como el de Anibal, y Auren. Este ultimo encima presenta una complicación adicional; se niega a quitarse la armadura para ser examinado.

-NO!. Atiéndame así como estoy… +reclama tercamente, manteniendo la mano sobre la espada.+ Estare listo si viene otra vez el enemigo.

Pero sacarle las puntas de flecha desde dentro del cuerpo, solo por el orificio de la coraza… bien, no será nada sencillo por decirlo suavemente. Cosa que parece no querer entender.

No podía creer lo que estaba sucediendo. Parecía un niño. No podía sacar la flecha si no se sacaba la coraza, a menos que quisiera morir o como mínimo agravar su ya difícil condición.

-¿Auren eres? Bien, si no te sacas la armadura un momento no sólo no te podré sacar limpiamente la flecha, sino que además no servirá de nada que lo hagas para defender a tu pueblo, porque ya no habrá ningún Auren que ayude en una defensa. ¿Entiendes eso? Si quieres seguir ayudando a tu pueblo, primero debes estar bien, debes permitirme sacarte la flecha, sin la coraza puesta, y debes dejarme que te vende las heridas y ponga las hierbas que deba poner, y tú debes obedecer eso ya que yo soy aquí el que más sabe cómo hacerlo. ¿Cómo quieres combatir postrado en una cama? No se puede, y punto. ¿Quiéres que lo hagan aquellas mujeres? ¿O aquellos niños? Mientras más tardes en sacarte la coraza, más tiempo estarás perdiendo para que vaya a ocuparme de Ginevra, Tyr y tu Lord, Aníbal... porque no me iré de aquí sin la flecha que aquellos salvajes te lanzaron.-

Fenrir pocas veces en su vida había dicho tantas palabras juntas, casi sin respirar, y su tono había sido teñido de una autoridad inacostumbrada en él. Hasta Karkaroth levantó sus orejas y observó la escena...

Aprieta con fuerza los labios, tercamente cerrado, pero las palabras de Fenrir no son sino ciertas. Con evidente esfuerzo las asimila poco a poco, y luego se sienta un poco de lado, para tener espacio donde desabrochar las correas de la coraza.  Por alguna razon su mirada vaga un poco al hacerlo, como revisando que nadie les preste atencion. Asi es por cierto, con tantos otros que atender.

Debajo del hierro, tiene el acolchado y la tunica pegados al cuerpo, por el abundante sudor y sangre derramados. Pero no es eso lo que Fenrir nota.  Al apegarse, perfilan sus formas, y dejan muy claros unos pechos pequeños pero femeninos.  

-Si se lo dices a alguien, te cortare el cuello curandero…+masculla con rabia evidente en el tono...

-No te preocupes, no me importa lo que seas, aquí vamos a necesitar a todos y a tí te tengo que curar para que puedas seguir luchando por tu gente- respondió en voz baja el curandero al tiempo que ponía manos a la obra...

La flecha estaba bien metida, pero Fenrir sabía como hacer para sacarla con el mejor riesgo posible. Lo único que esperaba es que no se moviera mucho la guerrera.