Partida Rol por web

A penas llevo aquí cuatro días, y no pienso estar mucho más tiempo por aquí... No fue un lío de faldas lo que me trajo aquí, sino una flecha envenenada. Me encontraron en el camino y me trajeron aquí para recuperarme, y aquí estoy desde entonces.

No se qué quieres que te cuente... El rey ha muerto y su hijo traicionó a los Caballeros Rantanos, sustituyéndolos por los soldados de la Garra Roja, que intentaron tomar la ciudad, y lo hubieran hecho de no haber sido por la aparición de un ejército que nadie esperaba, Los hijos del hielo. Tomaron la ciudad y redujeron a la Garra Roja a un patético cúmulo de bandidos sin ninguna cohesión.

Desde la torre de magia de Nightshade los magos utilizaron su compleja red de portales para convocar a su ejército y tomar la ciudad. Ahora el rey les ha declarado la guerra y las tropas del rey marchan desde Cuatrocaminos y Gwidion para tomar Nightshade.

Aaaaah... A mí no me gusta meterme en política, pero es interesante la selección que has hecho de las palabras. Has dicho "su hijo traicionó a los Rantanos". Ya... Noto cierto resquemor, así que imagino que tú serás uno de esos Caballeros Rantanos de los que tanto se habla.

Pero no es eso lo que me interesa. Háblame más de la flecha envenenada. A no ser que tardara días en hacer efecto, te la tuvieron que disparar a lo largo del camino que ahora me dispongo a recorrer. ¿Qué peligros oculta el bosque? ¿Drows? ¿Asaltantes de caminos? No es que les tenga miedo... Tan solo valoro mi vida en demasía.

También podrías hablarme, tú o cualquiera de los monjes, de la mujer que salió hacia Tonfalia. Si va en esa dirección por el mismo camino que yo, y ella lo recorre más rápido, puesto que tiene un caballo... Se me hace un poco raro que yo no la viese adelantarme. ¿Estuvo mucho tiempo en este monasterio?

Vinie quería asegurarse de la historia de la chica. ¿Será que estaba embarcada en una empresa que requería sigilo, y que los monjes han mentido sobre su destino?

Escuchó atentamente las palabras de el extraño, moviendo la cabeza exponiendo la equivocación de Vinie cuando le confundió con un Rantano, pero le dejó continuar preguntando como un loco, con avidez por saber todo y a toda costa antes de acabar de comer el arroz. 

La conversación con el extraño le parecía algo normal en un viajero, las preguntas reglamentadas, hasta que el hombre pasó a preguntar por Ammaranza, y eso le hizo sospechar. ¿Quién diablos es este tío y por qué se interesa por Ammaranza? ¿Será algún asesino en busca de la pista de Ammaranza? No puedo arriesgarme, aún le debo una...

Como una exhalación echó la mano al puñal que reposaba en su cinto y se levantó de su silla, interrumpiendo su comida, y la de los monjes que le miraron alterados - ¿Cual es tu interés en esa mujer y por qué te interesa saber nada de ella? Te sugiero que hables antes de intentar cualquier tontería si no quieres salir de este monasterio con los pies por delante de la cabeza.

¡Bingo! Todos tienen secretos jugosos, solo hay que saber presionar en los puntos adecuados.

Eh... vamos, amigo. Ambos somos invitados en este lugar. ¿Así pagas tú la hospitalidad de esta buena gente? ¿Desenfundando un puñal? ¡Cálmate!

No tengo ningún interés en tu... ¿novia? Uno de nuestros anfitriones me habló de la chica, y me descolocaba un poco que... bueno, ya lo comenté. Hacíamos el mismo camino: dirección Tonfalia. ¿No es curioso? Sin duda en caballo me habrá dejado atrás hace mucho y me llevará varios días de ventaja, pero el mundo es un pañuelo... A lo mejor coincidimos en alguna posada y todo. Si no sé más de ella, ¿cómo sabré si la conozco o no?

¿Así es como pagas la hospitalidad de esta buena gente?... Iluso, una orden mía bastaría para que esta buena gente te hiciera mi prisionero... ¿Qué tramas? No pareces más que intentando buscar una falda bajo la que meter las narices, pero no me arriesgaré a hablarle de Ammaranza.

Disculpad - dijo guardando su daga - eso cambia las cosas... No es lo mismo que tu supieras de antemano que había una mujer aquí, que uno de los monjes te dijera que una había pasado... Pasó hace unos días la mujer de un importante alto mando en Alwin, que se hospedó aquí en busca de asilo un par de días. Interesarte por su nombre o por su presencia en estas tierras solo te acarreará problemas, te lo aseguro.

Preguntar por la mujer de otro siempre trae problemas, da igual lo importante que sea el marido. Jajaja...

Parece que he estirado la cuerda todo lo que daba de sí. ¿O tal vez no?

En fin, también me preocupaba por ella por el... "peligro" que asola Tonfalia. Espero que no le pase nada a la pobre... De todas formas, ella viaja en caballo, y nos lleva dos días de ventaja. No hay manera humana de prevenirla, ni de llegar a tiempo para salvarla.

Suelto sedal... suelto sedal... pica, pica, pececito... Al final hasta me va a ser útil la desgracia de Luna, me ha ahorrado tener que inventarme algún cuento sobre la marcha.

Tu lo has dicho, no hay manera humana de prevenirla en ese sentido, por lo que no es necesario preocuparse por ella. - Cuidado Ríev, este individuo quiere engañarte, piensa para sí - ¿Y qué te lleva a ti a una villa, supuestamente en problemas? ¿Y cómo sabéis vos qué problemas hay en Tonfalia?

No tengo más remedio que dar el aviso, o me tomará por mentiroso... Además, si confía en mí quizás me cuente algo más...

Pues me encontré con una tonfala... tonfaleña... tonfalense... como se diga. Había dejado la seguridad de la ciudad y fue secuestrada por unos gnolls. Les oyó hablar sobre su plan... Eran solo un puñado de exploradores, pero su tribu era numerosa y fanática...

¿Cómo se llamaba ese dios...? ¿Yenodu? ¿Yenobu? Vamos, que guiados por la religión están más organizados que los gnolls corrientes. Se supone que habían secuestrado a la chica para sacrificarla a su dios antes de la batalla.

No soy un idiota, ni un héroe. No voy a jugarme el cuello haciendo el tonto. Pero Tonfalia me queda de paso. Mi idea era acercarme y tratar de dar un rodeo cuando viese a los gnolls sitiando la ciudad, o lo que tengan planeado. Sin embargo, a tu amiga le va a coger de pleno, y más yendo a caballo.

¡Yeenoghu! ¡Eso es! ¡Así se llamaba su dios! ¡Son gnolls de Yeenoghu!

¿Ves? Es por este tipo de cosas que los viajeros que se encuentran deben contarse las cosas. Si más gente hace un alto en este monasterio a lo largo de su camino hacia Tonfalia, los monjes podrán advertirles para que no sigan. Tú, que me mirabas mal por preguntar, al final también me has tenido que preguntar.

Tu información está muy desfasada, no sabes cuántos días llevaba la mujer fuera de Tonfalia... Ayer un mensajero nos dijo que un grupo de aventureros habían defendido con éxito la ciudad, y que una patrulla de los Hijos del hielo había acabado con el grueso de los gnolls, y ahora los persiguen para darles caza.

Volvió a comer con tranquilidad hasta acabarse el plato y limpiar el plato, un poco más tarde de lo que lo habían echo el resto de los monjes, que dentro de poco se retiraban a meditar.

Estás tranquilo, así que imagino que el mensaje también decía que tu amiga estaba a salvo. ¡Brindo por esa buena nueva con este... insulso vaso de agua...! En fin...

Miró el líquido inmundo. Nadie debería brindar con otra cosa que no fuese una bebida alcohólica. De todos modos eran dos las noticias positivas para Vinie...

Por un lado, el camino a Tonfalia era ahora más seguro, salvo por algún que otro desertor en las filas de los gnolls. Luna se equivocaba, después de todo. Ella pensaba que el fanatismo de los gnolls les haría combatir hasta la muerte, y que por eso eran un peligro a tener en cuenta. Y de eso nada, salen huyendo como cualquier ateo.

Pero aquí lo importante es que los Hijos del Hielo habían acudido en socorro de Tonfalia. Quizás esa información era lo suficientemente buena para vender a los Garras Rojas. Eso si no se le volvían a adelantar con las exclusivas. Si se lo trabajaban bien, los Garras Rojas podrían llegar a las academias por algún portal y librarse de sus enemigos mientras duermen.

Vinie apuró su desayuno. Se quería despedir cuanto antes del cretino de Ríev y los monjes pánfilos. Acababa de amanecer, y necesitaría todas las horas de luz posibles para viajar. Además, había visto entrenar a esta gente. No era un sitio adecuado para robar, y vista la humildad de sus comidas, era de preveer que no tenían nada de valor. Quizás Ríev llevase algo encima... Pero no... no. Hay que ser cautos. Ya surgirán opciones mejores.

Apuras la comida y, cuando casi todos los monjes caminaban hacia su lugar de meditación dejas el templo con el buche lleno e información probablemente valiosa en tu viaje hacia Tonfalia. El camino colina abajo se hace ligero hasta llegar a las inmediaciones del bosque que rodea el camino, cuando se convierte en un recorrido sospechoso y un tanto siniestro. Lejos de la comodidad del camino en el que podías ver todo a tu alrededor, aquí parecía como si detrás de cualquier árbol pudiera acechar una bestia, o peor, un hombre.

Caminas hasta el mediodía, cuando el hambre comenzó a hendir en tus tripas y hiciste una pequeña parada para comer una de las raciones de viaje que le habías comprado al mediano. No era algo que estuviera ciertamente rico, pero se podía comer y era nutritivo.

Entre la comida sana de los monjes y esta masilla extraña que me dió Totoror, se me va a poner el culo prieto... No sé si de adelgazar con una dieta baja en grasas o del estreñimiento que me va a venir con tanta fibra.

Normalmente, mientras come en zona asilvestrada, Vinie suele afinar los sentidos y estar todo lo atento posible. Esta vez, se regodeaba para sus adentros en su ingenio y su pésimo juego de palabras. ¿Pero qué probabilidades había de que este despiste se tradujese en que le fuera a pasar algo malo?

En el camino, delante de ti y sin previo aviso aparecieron dos hombres acorazados con espada y escudo en sus manos, y en su escudo un círculo blanco, sobre el que reposaba una garra roja. Por detrás de ti, tres soldados de la misma guisa. Y finalmente también delante de ti, pero algo más cerca otro de los mismos guerreros, que habló por todos.

Buenos días caballero, tienes ante ti a una patrulla de la Garra Roja, y ya que no parece que tengas algo de valor encima, no tenemos razones para ser descorteses ¿No crees?

Pertenecemos a los últimos reductos de nuestra corporación, y ahora que el grueso de nuestras tropas han caído, hemos vuelto a nuestros orígenes como asaltantes, pero tenemos todos los fondos que tuvimos antaño, lo que no tenemos es gente, así que me veo tentado a ofrecerte dos opciones.

Uno, te unes a nuestra corporación y tendrás trabajo y un porcentaje de beneficios correspondiente a tus méritos... O dos, decides no unirte y te enfrentarás nosotros seis, sin saber si hay más de nosotros entre los árboles esperando tu negativa, tú decides.

Completamente de acuerdo... Las descortesías están fuera de lugar.

Había oído decir que la Garra Roja fue aplastada en Nightshade, pero Ríev mencionó que las tropas del rey contraatacarían desde Cuatro Caminos y Gwidion. Eso significaba que todas las Garras Rojas que quedaban se estaban concentrando en esos dos lugares, con lo que Vinie estaba solo ante un atajo de impostores. Y como no era probable que hubiesen robado esos escudos idénticos, lo lógico era pensar que se trataban de desertores reconvertidos a bandidos.

De las dos opciones que has dado, solo en una había beneficios de por medio... Y yo amo el dinero, jajaja... Así que la decisión está clara: me uno a vosotros, compañeros.

Aunque sean desertores, Vinie optó por seguirles el juego. No era a ellos a los que debía vender su información, pues a un atajo de bandoleros poco les importa la coyuntura política, pero por lo menos podría utilizarlos para cubrir sus espaldas durante un trecho del camino hasta Cuatro Caminos, valga la redundancia.

Somos una corporación dedicada al pillaje, al asesinato y a la compraventa de mercancía prohibida. Habrás oído que estábamos protegidos por el rey, y si lo que te ha echo unirte a nosotros es la protección real, olvídate, desde la batalla de Nightshade y la muerte de nuestro líder nos hemos desvinculado de la corona.

El rey nos prometió que Nigtshade no opondría resistencia, y que los pocos Rantanos que quedarían serían fáciles de matar... Entonces aparecieron los salvadores de Nigthshade - Se notaba en su voz un tono de sátira - No solo nos superaban por diez veces en número y armamento, sino que nuestro ejército no estaba al completo, muchos de nosotros, ni siquiera habíamos sido llamados a filas... Ahora a penas quedarán una centena de miembros repartidos en campamentos por todo el territorio... y la mayoría son artesanos que fabrican fisstech...

Te condujeron a través del bosque por un sendero de huellas a penas imperceptible camino a su campamento en el bosque, mientras tanto, el mismo guerrero que había hablado contigo, continuaba hablando.

Te unirás al otro recluta, le captamos en el camino hacia Alwin junto con una fulana y ha llegado esta mañana antes del amanecer, a caballo. Intentamos reclutar también a otros tres hombres que iban hacia Tonfalia, que te adelantaban en a penas medio día de camino... un viejo y otros dos más jóvenes. Los tres están muertos, pero se llevaron con ellos a cuatro buenos soldados.

¿A qué os dedicáis vos caballero, qué podéis ofrecer a la compañía? - Te preguntó cuando una empalizada comenzaba a verse en mitad del bosque

Vaya chasco... Lo que había encontrado Vinie era peor que unos farsantes. La Garra Roja era la sombra de lo que fue, y lo único que lo hacía resaltar antes del resto de gremios y milicias que pululan por ahí era su conexión con el Rey.

Trató de hacer memoria. En la posada no había coincidido con ningún anciano, más allá de Totoror. En cuanto al otro recluta... ¿Acompañado de una furcia? A Vinie se le dió un vuelco al corazón. ¿Garret? ¿De nuevo Garret Khan? No puede ser... Por todos los infiernos, ¿por qué se tenía que volver a cruzar con el idiota? ¿Acaso el mundo no es lo suficientemente grande?

Emh... ¿Mis habilidades? Soy un buen... "cerrajero". En combate también me sé defender, aunque no tanto como para arriesgarme contra seis soldados de la Garra Roja, claro.

¿Qué coño es el fisstech?

El fisstech es un narcótico ilegal que se consume mucho en Aam. Se consume en forma de polvo blanco y es muy adictivo. Solo puede ser fabricado por profesionales con complicado equipamiento alquímico. - Sus pasos se acercaron más a la empalizada y alguien abrió desde dentro. En el campamento se veían quince tiendas de campaña grandes, en las que se podían cobijar cómodamente seis personas y una cabaña de madera del tamaño de una casa grande con seis chimeneas de las cuales salía un humo blanco que se perdía en las alturas. En el centro había una serie de cruces de madera a la que algunos soldados se afanaban en golpear con espadas de madera de entrenamiento. En el muro nordeste había colocadas unas dianas que raramente se usaban salvo para usar por curiosidad alguna ballesta robada. No entrenaban con el énfasis de los monjes, pero entrenaban.

En el campamento habrían unos cuarenta soldados contando a la alta, todos equipados con corazas, escudos y espadas bastardas, sin embargo, viste que en algunas tiendas de campaña se apilaban estos materiales, signo de que sobraba equipo, o que sobraban personas. 

Encontraste a Gârret caminando al lado de un hombre de alrededor de siete pies de alto, un ser realmente colosal, hablando con el hombre al que habías conocido mientras caminaban por el campamento. Tu mirada le siguió unos instantes hasta cruzarse con la visión de tres gnolls con la mirada perdida y andando a trompicones que salían de la más grande de las tiendas de campaña.

Ese tan grandote que camina con el recluta es Eorstabor el gigante, el es quien entrena a los hombres, es el mejor de los guerreros... esos gnolls, son clérigos de Yeenoghu a los que manipula nuestro mago para que dirijar las acciones de los gnolls en nuestro favor... y en esa cabaña es donde se hace el Fisstech.

Sí... se trataba de Khan. Maldita mi suerte.

Ya me imaginaba que la cabaña de la fumata era vuestro laboratorio de fisstech, gracias. No soy estúpido.

Sus ojos se desviaban hacia los gnolls, con tal de no cruzarse con la mirada de Garret. Buen truco la de ese mago. Los tres clérigos eran herramientas muy versátiles: daban lugar a multitud de planes malvados. Lo primero que a Vinie se le pasó por la mente era mandar al diezmado ejército gnoll contra el monasterio.

Oí que Tonfalia repelió el ataque de los gnolls con ayuda de los Hijos del Hielo. ¿Correcto?-preguntó, para contrastar la información sonsacada a Ríev-. ¿Para qué querría la Garra Roja atacar Tonfalia? Quiero decir... ¿me he perdido algo? No le acabo de ver el negocio, la verdad. Me gustaría pensar que la organización a la que pertenezco tiene fines lucrativos y no anda malgastando recursos en revanchas infantiles contra los magos de la Academia.

Por cierto... ¿Quién manda aquí? ¿Vuestro mago? ¿Eorstabor?

La idea era más compleja, lo que tratábamos de hacer es conseguir avituallamiento y tender una trampa a los Hijos del Hielo, sin embargo no salió como esperamos. Cuando los gnolls atacaron la ciudad se encontraron con que unos aventureros habían planificado la defensa de la ciudad y aguantaron la acometida, ganando tiempo hasta la llegada de los Hijos del hielo. Sin embargo, tras expulsar a los gnolls de la ciudad, les siguieron hasta su campamento, cayendo en nuestra trampa... a estas alturas estarán muertos.

Ayer mandamos un grupo de quince hombres a Tonfalia para matar a los aventureros y arrasar con todo los que pudieran en la ciudad, de madrugada, cuando nadie les esperaba. Posiblemente han caído sobre la ciudad sin oposición.

Eorstabor no manda, su único cometido es matar y vive por y para ello, es nuestro mago Wirgemberg el que comanda esta compañía.

Ahora ve con Eostabor y el otro recluta, preséntate y te sugiero que seas cortés y educado... el gigante no aguanta la falta de modales, es posible que se os ponga a prueba pronto.

Ya... ya... Puedo ser la sublime perfección de la cortesía.

Vinie no estaba seguro de si era un consejo sincero o una simple novatada para hablarle pomposamente al gigante para mayor risa de los veteranos. Lo mejor era buscar un punto medio de amabilidad que no molestara a Eorstabor pero que tampoco le pusiese en evidencia. Lo peor de todo era que Garret estaba delante. En fin, de momento tendría que apechugar y hablar ante esos dos.

Buenos días. Me llamo Vinie Psyches, soy el nuevo recluta-se presentó.

No añadió "señor". ¿Debía de haber terminado con "señor"? No estaba seguro de si el entrenamiento seguiría una férrea disciplina militar o sería un burdel de informalidad. De todas formas, el soldado no mencionó nunca rangos. Ni cuando hablaba del líder mago ni cuando hablaba del entrenador con problema de tallas.