Dando unos pasos rápidos, alargo la mano mientras susurro
¿qué haces aquí? ¿cómo has escapado? susurro mientras avanzo hacia él, preparada por si fuera una trampa
esto lo digo antes de que salga corriendo, claro XD
Tirada: 1d20(-4)
Motivo: Moverse en silencio Quivalen (velocidad normal)
Resultado: 6(-4)=2
Tirada: 1d20(+7)
Motivo: Escuchar de Keygholad
Dificultad: 2+
Resultado: 3(+7)=10 (Éxito)
Tiradas de acciones.
Antes de que puedas acercarte, el elfo te oye y se da la vuelta. Ves que es un silvanesti.
Anda, concrétame en la descripción el aspecto físico (pelo, ojos, complexión...), que me va a hacer falta ;-)
Estabas en el callejón pensando hacia dónde encaminarte para tratar de localizar al resto de tu raza cuando oyes un pasos a tus espaldas. Te giras velozmente y te sorprende lo que ves: una elfa silvanesti avanza hacia ti. De cabello blanco trenzado en una coleta y vestida con ropas azules, no hay duda de que es una hermana de tu raza.
listo XD
-¡Ja, ja, ja!--ríe para sí Amílcar cuando observa divertido la extraña escena del minotauro y las sanguijuelas--Éste no está a costumbrado a viajar demasiado.
Sin embargo, la sonrisa desaparece súbitamente del rostro del humano de las llanuras cuando aquel extraño muestra su cara más triste.
-¿Cómo? ¿Hasta ahí llega su desesperación?
Empujado por las costumbres de sus ancestros, Amílcar sale de entre la maleza con el arco preparado y apuntando al desconocido. Cuando se encuentra a tan sólo unos metros de él, llama su atención realizando un estridente sonido gutural y luego le tiende una de las dos únicas raciones que le quedan para el largo viaje.
-Tampoco hace falta ir por ahí comiéndose a nuestros hermanos los árboles, ¿no crees?--bromea el nómada dejando la comida en el suelo y alejándose unos pasos para invitar al minotauro a recogerla con cierta seguridad.
Que extraño. ¿Cuánto tiempo llevará el hombre allí? ¿Me habrá visto?
Touran valora la última de las preguntas antes de decidir qué hacer.
¿Es posible intuir el tiempo que lleva allí? Si creo que ya me ha visto es estupido intentar ocultarse o hacer algo similar...
De repente, un humano de piel bronceada surge de entre la maleza a escasos pies de ti y te apunta con un arco. Lo sorprendente es que, en lugar de mofarse de ti y dispararte, baja el arma y deja en el suelo unas raciones de comida.
Tampoco hace falta ir por ahí comiéndose a nuestros hermanos los árboles, ¿no crees?, bromea dejando la comida en el suelo y alejándose unos pasos.
Sin duda, ya te ha visto: te observa, pero no puedes precisar desde cuándo.
Ya sabe que estoy aquí así que confiemos en el Martín Pescador y esperemos que sea amigo...
Tras esto levanto mi brazo y lo agito en señal de saludo.
El humano que estás observando levanta un brazo y lo agita a modo de saludo.
Respondiendo al saludo del supuesto solamnico y me hacerco a él sin bajar la guardia tratando de averiguar sus intenciones.
Cuando este a su altura me dirijo a él, si antes no ha hecho ningun movimiento extraño: Buenos dias, está un poco alejado de casa, verdad? Me dirijo hacia Pashin. ¿Hacia donde se dirije usted? le digo en tono amistoso.
El humano de la elevación responde al saludo del solámnico y se le acerca sin bajar la guardia. Parece estar tratando de averiguar sus intenciones.
Una vez llegado a su altura, se le dirige: Buenos días. Está un poco alejado de casa, ¿verdad? Me dirijo hacia Pashin. ¿Hacia dónde se dirige usted? Su tono suena amistoso.
Pues ya tenemos una parejita. Vosotros mismos ;-)
Deivid, la ortografía, que soy muy puntilloso ;-)
Sorry, a veces me emociono escribieno y no me fijo. Haré todo lo posible. Gracias por las correcciones.
Saludos. No esperaba encontrar a mucha gente por aquí. Sí es cierto que estoy algo lejos de mi hogar, pero el viaje nos abre a nuevas experiencias y nuevas gentes...
Digo con una sonrisa y ofrezco mi mano al otro hombre.
Mi nombre es Touran.
El minotauro queda completamente sorprendido durante unos segundos. Hubiera apostado su brazo derecho a que estaba solo en aquel pantano y la reacción evidente fue levantar el arma de asta que robó durante su huida contra el visitante, a pesar de que este estaba a una cierta distancia.
Durante unos segundos los minúsculos ojos del hombre toro brillaron con intensidad mientras adoptaba una postura de lucha, preparado para lanzarse a la carga y empitonar al arquero. Sin embargo este al bajar el arco, confunde tanto al minotauro que se queda en el sitio y más aun cuando lo que deja es comida en el suelo.
En el mundo de odio en el que ha estado inmerso durante su captura una acción altruista como esta es lo más desconcertante que le podía pasar. Las fosas nasales se dilatan con la respiración acelerada y poco a poco comienza a acercarse a la comida como un animal receloso, sin perder de vista al hombre y con la lanza en alto, entre gruñidos de estómago.
En un movimiento fugaz para una criatura de más de dos metros se hace con la comida y comienza a devorarla sin apenas masticar, con un ansia insano. Después de engullir todo lo que había en el suelo, asiente al hombre de piel bronceada en señal de agradecimiento y le dice:
Creo que un hombre y un árbol no pueden ser hermanos, los árboles vienen de las semillas y los hombres...
Parece pensar unos segundos.-pues de los hombres también me imagino.-
El minotauro alza los hombros sin dar más importancia al asunto.
Gracias por la comida, humano. Estoy en deuda aunque no te puedo pagar...
Una pareja que se encuentra ;-)
Vosotros diréis.
Ante la sorpresa del encuentro, la saludo en mi lengua. Observo sus movimientos (¿se mueve sigilosamente, huye de algo, está tranquila, porta armas?) Cualquier anomalía sospechosa me pondría alerta. Algo huele a podrido en Silvanost.
Durante unos segundos, Amílcar se prepara para lo peor. Está claro que si aquella inmensa mole de músculos se lanza a la carga contra él, el arquero sólo tendrá una única oportunidad de detenerla antes de sucumbir a la fenomenal embestida.
Sin embargo, cuando el minotauro recoge la ración de viaje y comienza a devorarla, el nómada sonríe complacido. Luego se relaja y guarda de nuevo en su carcaj la flecha que ya tenía preparada por si las cosas se torcían.
-No te preocupes. Ya me has devuelto el favor al permitir que comparta contigo mis alimentos--afirma Amílcar con cierto orgullo--Si seguimos la senda correcta, los ancestros velarán por nosotros.
-He visto que te diriges hacia oriente, hombre-toro. Los pasos de Amílcar también van hacia allí. Si quieres, podemos caminar juntos hasta que nuestros caminos se bifurquen--propone el fornido humano de piel bronceada--Así viajaremos mucho más seguros.
-¡Ah!--concluye el nómada de las llanuras al tiempo que se acerca a aquel desconocido y se cuelga el arco al hombro para andar más cómodo--Algunos venimos al mundo en forma humanoide, otros como un vegetal o un animal. No obstante, cualquier ser vivo necesita del aire y del sol para sobrevivir. Todos somos hijos de la misma Madre Tierra.