Partida Rol por web

Una vez que estáis listos, volvéis a reuniros para preparar el viaje.

Aunque vosotros dos tenéis caballos, Linar y Mikhon carecen de ellos. Al parecer, han venido andando, cosa que no es muy extraña. Sin embargo, ahora necesitaréis viajar a caballo, por lo que se impone comprar cabalgaduras para ellos dos.

En cuanto a Festus y Kratos, en su huida precipitada no les dió tiempo de preparar equipaje, por lo que, a parte de los caballos, llevan poco más.

El poderoso Kratos May rebusca entre su equipo algo de dinero y recuerda que una vez guardó algunas monedas en un doble fondo de las botas.

- Me gustaría comprar monturas para Mikhon Tiq y para mí - dijo el hombre de la larga trenza -. Si todos montamos, iremos mucho más rápido, y el tiempo apremia. Si queréis aprovisionaros vosotros también, deberíais hacerlo antes de que salgamos del pueblo. Luego será más difícil. No quiero tener que hacer más paradas que las justas para que descansen los caballos.

Por el tono de Linar os da la sensación de que comprar dos caballos no supone un gran desembolso para él. Su aprendiz, Mikhon Tiq, ha pagado esta mañana todos los gastos de la posada sacando un par de monedas de una bolsa que lleva bien guardada, y que todavía parece bastante bien provista.

Festus se dirige al caballo para ver si en la alforja del caballo tenía alguna posesión más o no. Tras rebuscar durante unos minutos vuelve a la posada para comentarle a Kratos lo precario de su situación.

Kratos, actualmente no llevo más que lo puesto y , se gira y señala un bastón largo y una pequeña daga, esas son mis unicas armas, al huir tan precipitadamente no pude recoger ni siquiero unas monedas. Si vamos a prepararnos para partir necesitaria además de comida y algo más de ropa, un arco, como minimo.

No se si tú, ahora mismo tendras alguna moneda más, pero yo podria con mucho pesar, vender lo último que me queda de mi hermana, creo que es de plata y tal vez podamos sacar  lo suficiente. Festus acompaña sus últimas palabras mostrandole a Kratos el espejo de plata.

Linar mueve la cabeza negativamente.

- No es momento este de perder el tiempo buscando orfebres para cambiar vuestros bienes por monedas. En realidad el dinero aparece cuando los hombres dejan de buscarlo. Creo que el joven Mikhon Tiq lleva dinero suficiente para pagar por las cosas que necesitemos, sin necesidad de demorarnos más de la cuenta.

El posadero se ofrece a venderos víveres para el viaje (comida, agua, y demás), y envía a un muchacho para que os acompañe a comprar el resto de pertrechos necesarios. Seguramente no lo hace por puro afán de ayudar, sino porque sacará una comisión de lo que compréis, pero a vosotros eso ni os va, ni os viene.

Tras pasar media mañana acompañando al hijo del posadero en busca del equipo necesario, Festus volvió a aparecer por la posada, su cara no era de radiante felicidad, si bien había conseguido la mayor parte del equipo necesario, no estaba muy conforme con el arco que había comprado, su calidad era dudosa y no sabía si podría serle de gran utilidad.

Dirigiendose a Kratos-Ya he conseguido todo el equipo que podíamos necesitar Kratos, habla con Linar para comenzar el viaje cuando deseis.

- Muy bien Festus - dijo al explorador - con todo esto vamos mas que servidos durante una temporada. Hablaré con Linar.

Kratos se desplazó al comedor de la posada donde pronto localizó a Linar junto con Mikhon.

- Mago, por nuestra parte y hemos realizado las compras necesarias. Estamos dispuestos a marchar cuando lo estimes oportuno.

Mikhon Tiq y Festus dedican unos minutos a decidir cual es el mejor camino a seguir. Mikhon propone ir por caminos principales para ir más rápido, mientras que Festus insiste en usar rutas forestales, pues teme, y con razón, que Aperión haya enviado a alguien detrás de ellos. El problema era que la ruta pasaba cerca del desierto de Guinos, una extensión de matojos, cascajales y tolvaneras que atacaban e improviso y llenaban los ojos y la nariz de polvio y piedercillas diminutas.

Nadie osaba adentrarse hasta su corazón, pues era bien sabiddo que en él habitaba la madlidición de una roca humeante que envenenaba la tierra y emponzañada el aire; las pocas criaturas que moraba allí allí sufrían extrañas deformaciones y se decía que los viajeros que se aventuraban por aquellos parajes no tardaban en perder el pelo y los dientes y morían entre hemorragias imposibles de atajar. Eso dejaba pocas alternativas a la hora de elegir qué ruta seguir.

Finalmente la casualidad y Linar decidieron por los jóvenes: un convoy de comerciantes partía de la ciudad en la misma dirección que ellos, y el mago decidió unirse a la caravana. Sostenía que Aperión no se atrevería a atacaros si viajabais con un convoy entero, y que, al mismo tiempo, vuestro rastro sería más difícil de seguir si íbais con un gran grupo de gente que si viajábais en solitario. Como siempre que hablaba, no daba la sensación de estar dispuesto a negociar y por tanto terminó haciéndose lo que dijo Linar.

Tras un par de días de viaje, el convoy atravesó el desfiladero de Agros, un lugar de gran importancia estratégica, puesto que estaba rodeado de altas montañas que cerraban el paso a lado y lado. Allí se habían desarrollado grandes batallas, como aquella en la que el ejército Ainari había logrado aniquilar al ejército del rey Aifolu Bmorg-ul-T'ain, en un día glorioso.

Viajar al ritmo de la caravana era lento pero razonablemente más seguro que hacerlo solo. En un convoy era difícil encontrar peligros a los que no se pudiera hacer frente y, efectivamente Aperión no se atrevería a perturbar la paz de unos comerciantes si temor a un castigo imperial.

Kratos dedicaba su tiempo a asimilar los acontecimientos recientes que tanto habían cambiado su vida. Hace una semana su vida era bien distinta y ahora se encontraba recorriendo un camino polvoriento, con su señor y la mujer a la que amaba muertos, asesinados por la misma mano y encima sin haberse podido cobrar venganza, aunque el tiempo de ella llegaría, y, encima, de camino a entrenar al hombre que podría sustituirle en la lucha por Zemal... El destino es a veces cruel y Kratos había probado su dentellada.

Cuando no estaba meditabundo, también procuraba hablar con los comerciantes y con Linar para enterarse de las nuevas del mundo. Siempre es importante estar informado de lo que acontece y lo que se comenta en el mundo.

Pese a que Festus no estaba muy de acuerdo en seguir la caravana, su recelo se iva esfumando a medida que pasaba el tiempo, y transcurrido medio día de viaje, tuvo que dar la razón al viejo mago, si bien es cierto que le respetaba y consideraba sus palabras como sabías, intento no tener mucha relación con el durante el viaje, mas alla de la cortes. No ocurrió lo mismo con Mikhon, con quien entablo más amistad al ser mucho más cordial, le preguntaba como eran y como vivian los magos y que cosas mágicas sabía hacer. Con Kratos la relación era cordial, pero de momento aún le imponía demasiado como para establecer lazos de amistad.

Festus no muy tranquilo durante el viaje, se encargo de ir delante y atras alternativamente vigilando por si veia las tropas de Aperión por detras o algún peligro delante, le gustaba era su trabajo y siempre que podía echaba una mano a los integrantes de la caravana, con quienes había pasado los días.

Mikhon pide a Festus que le llame Mikha, que es el nombre con el que todo el mundo se dirige a él, excepto Linar, que siempre le llama "Mikhon Tiq". Se averguenza cuando le preguntan sobre magia, ya que, según explica, él tan sólo es un aprendiz. Desconoce ningún tipo de truco o conjuro que se pueda hacer, aunque en cierta ocasión su anterior maestro, Yatom, que ya ha fallecido, le introdujo bajo la piel de la mano una aguja de pino que se movía como una brújula, sólo que en lugar de indicar el norte, le indicaba el lugar hacia el que se dirigía.

- Yatom era un anciano muy sabio y entrañable. Creo que su poder era mayor del que me permitió ver en realidad - dice sin poder ocultar el orgullo y la admiración - pero nunca alardeaba de ello. A Linar lo conozco desde hace poco, y es mucho más estricto y reservado, pero no es mala persona. Sólo que está acostumbrado a estar solo...