Partida Rol por web

Ataco y ataco

TURNO 5

Bandido 7

Sigue revolcándose en el suelo.

Aitor se adelanta y ataca a los bandidos que hacen ademán de huir, consiguiendo acertar con precisión en las tripas a ambos rufianes, morid de una vez y al infierno  refunfuña el guerrero tras destripar al último bándido.

Al ver que los bandidos han sido masacrados por Aitor, me santigüo antes de sacar un pañuelo de uno de mis bolsillos y correr a auxiliar a Iñigo, intentando poner como puedo el pañuelo.

A pesar de mis esfuerzos, veo cómo la sangre sigue manando de la herida, y miro impotente a Alonso ¡ Por el amor de Dios, rápido, a ver si tú puedes hacer algo!

Bandido 8

Sangrando por otra nueva herida en el abdomen, se retira del campo de batalla todo lo rápido que puede.

Bandido 9

Sin poder respirar aún, sale todo lo rápido que puede del campo de batalla.

Bandido 1

El golpe de Aitor le parte por la mitad, matándolo en el momento.

Se acerca donde están Beltrán e Iñigo y agachándose , empieza a asistir al Infanzón intentando usar sus conocimientos y habilidad para reanimarle, la habilidad de Alonso es soberbia y consigue detener la hemorragia y salvar la vida a Iñigo.

En las cercanías de las ruinas de la vieja torre se ha librado una cruenta batalla: Godoy ha muerto, Mateo está malherido cojo de por vida y desaparecido, Iñigo casi pierde la vida, la armadura de Aitor necesita ser reparada y seis de los bandidos yacen muertos, uno se retuerce en el suelo gravemente herido y dos más han huido salvando la vida.

Repentínamente el cansancio cae sobre el navarro, que con gesto de hastío mira alrededor, compruebao las bajas en su grupo y busca a Mateo, al no divisarlo se acerca a Alonso y dice si ya habéis acabado con Iñigo encontrad al marinero y echadle una mano con sus heridas por favor  acto seguido hace con un gesto con la mano hacia Beltran y balanceando levemente su hacha de un lado a otro, camina con parsimonia hacia el bandido herido  pater, quizás le interese tener una conversación con esta alma descarriada antes de que se reuna con el Hacedor.

Levantando la cabeza al oir las palabras de Aitor Ehh, sí, sí. Vamos a ver qué esconden estos truhanes digo mientras me levanto trabajosamente y camino hasta acercarme al bandido.

Una vez a su lado, me arrodillo junto a él Dime hijo mío ¿por qué habéis intentado matarnos, si nada os habíamos hecho? quizás si liberas tu alma puedas descansar en paz.

Taponando la herida con los dos brazos - arghhhh padre.... esta ... esta era... esta era.... esta era nuestra guarida... aquí escondíamos nuestro botín... nadie venía...nunca... arghhhhhhh-... la leyenda y eso....arghhhh... mantenía  la gente alejada....-se revuelca por el suelo varias veces -nos....nos...nos habíais descubierto.

Con un suspiro ¿Quieres decir entonces que todo los rumores los extendisteis vosotros? y ¿cómo hacíais que la gente huyera antes de llegar a este lugar? es decir, nosotros no hemos visto nada raro ni extraño que nos pudiera haber asustado ¿qué les ocurría a los parroquianos para que creyeran que esto estuviera maldito?

Está realmente mal -la... leyenda... de  los moros. Que aquí... había un tesoro...y que las ...almas...arghh... de ... los moros moraban en.... arghhh... estas....arghhh...ruin...- el hombre deja de hablar y se queda muy quieto.

Haciendo un cruz en el aire, miro al resto

No ha podido sobrevivir a las heridas que tenía. digo encogiéndome un poco de hombros mientras me levanto Parece ser que, efectivamente, todo era una farsa, aunque me quedan algunas preguntas en el aire.

Asintiendo con la cabeza dice

- Iré en busca de Mateo ahora mismo, le vi huir pendiente abajo. Con la herida tan grave no andará lejos, en seguida lo traigo.- toma una rama y la prende para tener algo de luz en su búsqueda, enfila cuesta abajo.

Tras quedar gravemente herido, Mateo huye como puede cuestabajo, sin visibilidad, el dolor lacerante de la herida en la cadera... la pérdida de sangre... todo ello hace que Mateo pierda el conocimiento.

Abre los ojos... Mateo escucha que una voz masculina le llama por su nombre no muy lejos de allí

- ¡Mateo, Mateoooo!

El joven marino recuerda las historias de fantasmas que llaman a los incautos. No obstante prefiere pensar que se trata de alguno de sus compañeros que viene a socorrerle.

¡Aquí! estoy aquí, ayudadme, estoy herido.