Abres la puerta del baño, extrañada, y Keroberos sale corriendo, escondiéndose debajo del mueble del pasillo, entonces te das cuenta que mira hacia el baño...
La cara de Takako empalidece unos segundos... y se gira rápidamente, con la fregona a lo alto, esperándose, a pesar de que no tuviera lógica, a alguien...
Te giras rápidamente, sientes tu corazón a punto de salir por la boca, miras al interior del baño y no ves nada, el vaho del baño caliente entorpece un poco tu visión; prestas atención, un leve sonido es captado por tus oídos, respiras hondo, intentando calmar el retumbar de tu corazón, parece... Si, es el gotear del grifo, parece que no lo cerraste bien.
Suspira aliviada, bajando el palo de la fregona y mirando a Keroberos enfurruñada - ¡No me des estos sustos, leches! - ya tenía el pelo lavado y limpio... así que quitó el tapón de la bañera para que el agua se fuera.
Después cogió el secador y se dispuso a secarse el pelo... aunque mirando alrededor con el palo de la fregona cerca, por si las moscas.
Te pones delante del espejo para poder ver tu imagen mientras te secas el cabello, el espejo está lleno de vaho, y en medio, dibujada, ves el contorno de una mano, como si alguien la hubiera mentenido allí, apoyada...
Acercas tu mano y te das cuenta de que es una mano muy pequeña, como si fuera la de un niño o una persona pequeñita...
La chica frunce el ceño levemente, y niega con la cabeza rápidamente... y en un acto reflejo, apunta con el secador al espejo, provocando que el vaho y la mano desaparezca...
Takako está asustada, muy, asustada; están pasando cosas muy raras... y sin entender el motivo, le viene en la mente la niña de la mañana... sale del baño aun con el albornoz y va a paso rápido a buscar su móbil, cuando lo tiene entre las manos busca el número que está en nombre de "Carles" en la agenda... y marca la tecla de la llamada.
Cógelo... vamos... cógelo...
Sientes tu pulso temblando al buscar el número en la agenda, por fin lo encuentras y le das al botón de llamada, suena la primera señal de llamada, de repente se queda en silencio y escuchas el llanto desgarrador de un niño, no sabrías decir si es un niño o una niña...
Cual macabra tono de espera se escucha un llanto que hace que tu alma se encoja.
Takako lanza un chillido al mismo momento que tira al movil hacia una esquina de la habitación; se levanta corriendo y se dirige al armario y a los cajones para vestirse a toda prisa y salir de la casa... no sin antes coger a Keroberos en brazos.
Mientras te vistes a toda prisa, esta vez sin combinar colores, poniendote lo primero que encuentras. Tu corazón da un vuelco cuando escuchas como tu móvil empieza a sonar...
Takako se acerca al teléfono... mira quién llama y depende de qué nombre salga lo cogerá o no...
Si sale número oculto no lo coge, se sigue vistiendo a toda prisa y se larga xD si pone un nombre normal lo coge y responde :3
Con mano temblorosa recoges el teléfono del suelo y lo acercas, notas tus ojos húmedos y te cuesta ver el nombre que figura en la pantalla, parpadeas un par de veces con fuerza hasta que se te aclara la visión, entonces aliviada ves que el nombre que figura es el de Carles, rápidamente contestas...
Takako? Hola? Me has llamado?
Escuchas al otro lado de la línea...
No puede evitar un suspiro de alivio, a pesar del miedo, solo al escuchar una voz amiga se relaja considerablemente. Traga saliba, aun así sigue asustada.
Pasan... pasan cosas raras... tengo miedo... - consigue decir a media voz, no puede evitar ir echando miradas fugaces hacia la puerta de su habitación que da al pasillo.
A qué te refieres? Takako, tranquilizate y cuéntame... Te noto muy nerviosa
En... mi casa... en mi casa pasan cosas raras, Carles... hay algo... y... y había una mano en el espejo del lavabo... - su voz sigue sonando temblorosa y su respiración agitada, sigue mirando hacia la puerta de su habitación... está temblando; aunque también sabe que probablemente esté diciendo un montón de cosas sin sentido...
Takako intenta tranquilizarte, como que había una mano? No entiendo a que te refieres... Quieres venir a comer a mi casa y hablamos tranquilamente? Pero intenta relajarte...
¿¡Cómo voy a relajarme!? ¡Hay algo o alguien en mi casa! Un fantasma... o un espíritu o algo... ¡incluso Keroberos se ha asustado! - no deja de temblar y de mirar hacia la puerta de la habitación... pero esta vez coge los calcetines que tenía en el cajón y empieza a ponérselos, entre el tembleque y los nervios va despacio, a pesar de querer ir rápido - Sí... si quiero ir a tu casa... tengo miedo...
Venga, te espero... Date prisa, o prefieres que comamos en otro sitio? Lo que tú quieras, sabes que puedes contar conmigo... Takako? Estas?
En ese momento se corta la llamada.
¿Carles? ¿Estás ahí? - miró el móvil, viendo que se había cortado.
Metió el móvil en el bolsillo y se calzó las botas, cogiendo un paraguas y a Keroberos se dispuso a salir de la casa tan rápido como pudo.
Sales rápidamente de tu casa, Keroberos empieza a removerse en tus brazos, nunca le ha gustado mucho salir a la calle, tu madre siempre se ríe de él ya que parece más un gato que un perro, siempre buscando sus rinconcitos, es como si te estuviera indicando que ya tuvo su paseo diario...
Sales a la calle, parece que ha dejado de llover, y te diriges rápidamente al metro, ahora que estás fuera te parece más irreal lo que te acaba de ocurrir, como si formara parte de alguna broma macabra sin sentido, como si todo hubiera sido parte de tu imaginación... Keroberos continúa removiéndose entre tus brazos...
Keroberos, estate quieto... - le dice en voz baja, parecía que el susto había pasado... se sentó en uno de los asientos libres del metro, y acarició allí su mascota, para tranquilizarlo.
Desde luego... que mal rato he pasado...