Partida Rol por web

Hans Jürgen no es que odiara a los crios, era simplemente que no conectaba con ellos. Un intento de gracia les hacía llorar la mayoría de veces y cuando tratabas de tratar a una jodida adolescente como una personita saltaba y le vacilaba como había sido el caso. Pero de eso a que un armario atiborrado de esteroides amenazara a alguien que podía usar de mancuerna era ya harina de otro costal como decían los españoles. Hans conocía el efecto de algnas drogas y había probado otras tantas pero... Dió un paso hacía el tipo y tranquilamente llevó la mano al interior de la chaqueta. Solo por si acaso.

Entonces pasó toda aquello.

Y el hombretón se encerró dentro de la habitación con aquella cosa. Dejando a la hija del gordo con la "otra" y el loco.

Genial.

Hans no lo pensó dos veces, se enjuagó la sangre de las manos en la camisa, desenfundó una glock negra de gran calibre. Apartese le dijo al hombre que clamaba por su hija.

Se lleva una mano delante de la boca... mientras con la otra señala a Hans y su pistola.

¡¡¡Tiene una pistola!!! ¡¡¡Está loco!!!

Esto era demasiado... un monstruo cargado de músculos por todos lados y un tio loco con una pistola... Takako se sentía desfallecer en ningún momento.

Una cría andando por la pared y dice que Yo estoy loco? Hans acuerdate de que nunca debes tener hijos...

jürgen lanzó una patada a la puerta tras la que se había parapetado el musculitos para abrirla de un puntapie. Ni siquiera miró a la china, japonesa o demonios fuera.

Te mantienes apoyado contra la puerta, la niña da otro paso hacia ti, una sonrisa macabra se dibuja en sus labios mientras alarga su pequeña mano, señalandote. En ese momento sientes una mano fría que te recorre el rostro, acariciando suavemente. Ves como te mira con odio, y sientes las uñas desgarrandote la mejilla, un dolor punzante te recorre al notar como esas uñas que ahora puedes apreciar largas y negras cogen tu piel a distancia y se clavan provocandote semejante dolor. De repente notas un golpe detrás tuyo, como si alguien intentara derribar la puerta...

Os encontrais los cuatro, delante de la puerta. Todavía os cuesta creer la imagen macabra que acabais de presenciar. Manuel se encuentra casi en un ataque de nervios. Su adorada hija, allí arriba, junto a esa masa de músculos y un fantasma sacado de vete a saber que película de terror... Enry intenta tranquilizar a Takako, que la pobre ya no sabe a que temer más, si al fantasma que lleva todo el día aturdiéndola, al musculitos que la ha amenazado delante de todos o al extranjero que ha sacado un arma. Hans lanza una fuerte patada contra la puerta, pero siente como un peso prohibe que ésta sea abierta... Del exterior os llega el sonido de unas sirenas.

Al escuchar las sirenas, Takako corre hacia una de las ventanas que dé al exterior del gimnasio, hacia la calle.

¡La policia! ¡Estamos salvados!

Hans apuntó a la puerta y por un momento pareció dispuesto a habrir fuego. Las sirenas le detuvieron, guardó la Glock negra en la sobaquera y volvió a emprenderla con la puerta.

Apartate de la puta puerta!! Gritó al imbecil del otro lado.

Roberto se pega mas contra la puerta, echandose hacia atras, cuando siente el frio fantasmal de las manos. COntemplando con rostro horrorizado la aparición y es entonces cuando sufre las heridas y emite un grito de dolor.

-¡Nooooooooooooooooooo....argggggggggg!

EL dolor le hacia sentir como aquellos dedos buscaban la carne bajo su piel. ALzo la vista al techo. Buscó a aquella aparición que antes se le acercó por las alturas y volvió a recordar a su hermano y la expresion de horror del gerente del gimnasioal verla por vez primera, ¡La había reconocido!

-¡¡...Tu! ¡¿Fuiste tu verdad?! Tu hija del diablo. ¡¡Tu mataste a mi hermano!!

Aun aguantaba la puerta, no dejaria pasar a esa criatura fuera...pero tenia que pensar como actuar. Con las manos desnudas no podría hacer nada... tenía que buscar una solución...

Roberto, otra vez cegado por su sed de venganza y por su ira consiguio reprimir su instinto de salir corriendo.

Takako corre hacia una ventana, son ventanas altas, puestas para que den luz en el gimnasio pero para que no se vea el exterior. Con una rápida mirada busca un banco, lo acerca a la ventana y se alza para poder ver el exterior. Aún así le cuesta ver, tiene que ponerse de puntillas para poder tener un ángulo de visión. Fuera ve un caos, un grupo de gente se encuentra rodeando algo, ve una furgoneta atravesada, y puede comprobar como han llegado una ambulancia y un coche de policía...

Dentro podeis escuchar sonidos amortiguados que vienen del otro lado de la puerta... Escuchais un grito de dolor, emitido con una voz masculina...

Cita :

Impotentes, mirais hacia la puerta. Entonces os llega claramente la voz del chico que se encerró tras ella...

Cita :

A través de la puerta cerrada, te llega amortiguada una voz que te grita.

Cita :

Hans palideció unos segundos al escuchar el grito del heroe que se había metido dentro de la habitación.

Jodido Imbecil habre la puta puerta YA! Gritó como un poseso golpeando la puerta con los puños.

Reaccionando a la llamada de Hans, aun como si de un eco lejano se tratase, inconscientemente Roberto se aparta dando un paso hacia el lado, deslizando la espalda de la misma puerta en la que estaba apoyado hasta la pared adyacente. Su gesto va cambiando paulatinamente de la alarma, miedo y frustración a una de sorpresa e incredulidad de nuevo. La niña había vuelto a desaparecer, hundida en su propio charco de sangre. Toda huella del suceso paranormal habia desaparecido y la respuesta a su pregunta formaulada al aire tambien.

Roberto se miró entonces las manos, todos sus gestos se realizaban a camara lenta. La puerta, ahora libre de sujección, volvió a colgar fláccida sobre sus desvencijadas visagras quedando a medio abrir y dejando de nuevo la vía libre entre las estancias que separaba. Las manos de Roberto, al contemplarlas como hipnotizado, le mantenían la cordura y la conciencia de la realidad aún estables. Observándolas se concentraba en algo sólido y real, todo lo opuesto a lo que había sucedido, y volvio a sentir el dolor lacerante de su rostro. Lentamente volvió a llevarse las manos a sus mejillas, se acarició el rostro y volvió a contemplarse las manos. SI había sido un sueño... si estaba volviendose loco... no podia dolerle tanto la cara como le dolia despues de lo que sucedio... ¿o si?

No se ustedes, pero yo quiero saber que esta ocurriendo, pero para ello debemos colaborar, si seguimos actuando en solitario, la cosa ira de mal en peor. -Enry miraba estupefacto lo que ocurría, como si de una mala escena de na mala película se tratase.

 Al ver que la puerta cedía levemente Jürgen clavó el hombro contra la puerta y haciendo palanca con las piernas trató de abrir aquella maldita puerta.

¡Ha ocurrido un accidente! ¡Una furgoneta se ha empotrado! - exclama, girándose para mirar a Enry... pero al ver de nuevo la puerta abierta... todos los pelos de su cuerpo se ponen en punta...

Baja del banco y se dirige corriendo a Enry de nuevo, para mirar asustada al hombre de la pistola.

Hans comprueba como no le cuesta nada abrir la desvencijada puerta. Ya no existe la presión que hacía fuerza al otro lado. Al abrir la puerta podeis observar allí, plantado, al chico musculoso. Lo veis turbado, no deja de mirarse las manos, y éstas tiemblan levemente. Unos feos arañazos cruzan sus mejillas. Pequeños regueros de sangre gotean al suelo...

Al ver al hombre allí, parado, me lanzo hacia él y poniendo mis manos sobre su pecho intento zarandearlo...

Donde está mi hija??? Que le has hecho? Como le haya ocurrido algo te mato pedazo de cabrón...

En estos momentos no me importa que el hombre de una hostia me pueda quitar de enmedio. Me encuentro en un estado de nervios en el que no soy capaz de recapacitar sobre mis actos.

Enry veía como los acontecimientos se sucedían a toda prisa. Enry miró a takako.- No te preocupes. Necesito un cafe y salir de aqui ¿ te vienes ? 

Roberto aun estaba enajenado viéndose las manos ensangrentadas y como si de una realidad lejana se tratase, le pareció sentir que algo intentaba moverlo del lugar donde se encontraba. Absorto en sus pensamientos, intentando enfocar a Manuel, al que todavia no reconocia, se dejó zarandear. Poco a poco fue recuperándose y la confusión y el dolor lacerante del rostro fue quedandose atrás de la misma manera que paulatinamente, Manuel se estaba ahora convirtiendo en su centro de atención, ahora que estaba totalmente consciente de nuevo.

-¿De que coño me estas hablando viejo? pronunció Roberto en un deje de total desprecio. No recordaba a la niña, que asustada, subió escaleras arriba cuando le vió aparecer...hasta ahora. - ¿Tu niña...?, es cierto... la cría esa amiga de la fantasma. Subió corriendo viejo, si quieres buscarla sube esas escaleras...y ahora ¡sueltame!

Las manos de ROberto se cerraron con fuerza enblanqueciendo los nudillos, esperándo la siguiente reacción de aquel hombre que marcaría la acción de Roberto. Éste se limitó a mirarle con dureza y de manera intimidatoria a esperas de que le soltara Manuel.