Partida Rol por web

Han estado abusando del pueblo y no has hecho nada, gordo! - se oye otra voz mientras los animos empiezan a caldearse

Haya paz! Haya paz! - grita el alcalde, asustado - Buena gente, por favor, que la calma no se pierda. Que si seguimos asi se va a ir todo a la m... - alguien le empuja y cae al suelo sin poder terminar la frase

Haya paz! - dice Sildar interponiendose entre el alcalde y el tumulto. La gente se aparta - Nos ocuparemos de esto. Vuelvan a sus casas hasta mañana por la mañana. 

La gente se empieza a marchar de la plaza, cuando ven que alguien toma el control del asunto. Sildar se gira hacia vosotros.

Que pensais hacer? 

Trul respira hondo, tratando de calmarse y vuelve con la gente alta

Veo que sigues teniendo la misma punteria, halfling.

- Mucha puntería, poca diversión. Podrías haber disparado a pierna y nos divertiríamos otros también.

Dicho esto se vuelve a escuchar a Sildar, otra vez mandando, que vicio tiene oye, y luego hace como que pregunta...

¿Qué vais a hacer?

- Yo puedo luchar a oscuras y no estoy cansado. Pregunta a Calethos y otros. Si Gedeón conoce una entrada que podemos usar...

Sildar añade ignorando a Trul

Y aconsejo meter a esa alimaña en una celda. Seguro que os traiciona. Esta en su naturaleza

Veo que estáis preparado para continuar. ¡Acabemos con esos bastardos!
 

Calethos escupe algo de sangre y se levanta apoyándose en el bastón, incapaz de sostenerse solo.

- No estoy muy bien - dice con voz cansada, pero al mismo tiempo el bastón sobre el que se sostiene empieza a ser recorrido por rayos de energía y con voz potente dice - Pero el pueblo de Phalantir, con su valentía me impulsa a continuar. Lucharé. LIBERTAD O MUERTE!!!!

Sin mucho disimulo pasa al lado del alcalde en el suelo salpincandole la cara.

Sildar asiente, resignado a que no le hagais caso con el goblin.

Yo me quedare aqui y ayudare al alcalde a organizar la defensa. En caso de que no tengais exito - le dice a Calethos - vendran a vengarse. Buena suerte y que Tyr (*) guie vuestros pasos.

Se aleja con el alcalde y de pronto recuerda algo y vuelve

Un compañero mio, Iarno Albrek, vino a Phandalin no hace mucho con mi misma mision. Desaparecio sin dejar rastro. El posadero me comento que la ultima vez que lo vieron fue dirigiendose a la Mansion. Si encontrais alguna pista de su destino, por favor, informadme. Es... Era un hombre de unos treinta años. Pelo negro y barba. Un mago poderoso. Supongo que le cogieron desprevenido. En cualquier caso, id con cuidado.

Me quedare aqui a ayudar a organizar a Phandalin - comenta Daran a Alton - Confiaran mas en una cara conocida. Cuidado ahi dentro - añade - Si han oido el escandalo, estaran esperandoos.

Los dos miran pero el caseron se mantiene tan oscuro y en silencio como el resto del dia

- Buena idea, Maese Edermath. Propongo el siguiente plan: para que nuestro ataque tenga éxito, cuantas menos ratas haya en el nido, mejor. No estoy seguro de que hayan recibido noticia aún, pero siendo tan brabucones como son, en cuanto llegue a sus oídos mandarán a un puñado de ellos en venganza, ¿me equivoco? Si Daran organiza una emboscada aquí mismo, en el centro del pueblo, vos-dice dirigiéndose a Sindar- podríais atraerlos hasta aquí. Mientras tanto, asaltaremos la mansión desde los túneles secretos. Una vez hayamos despejado el camino hacia la entrada principal, abriremos la puerta principal y encederemos una luz en la fachada, y que sea entonces el pueblo de Phandalin el que elimine las últimas trazas de la infestación. ¿Qué opináis?

Es demasiado arriesgado para los habitantes, Gedeon. No son luchadores. Son campesinos, comerciantes o mineros. Mujeres y niños. - niega con la cabeza - Harbin es un cobarde pero en algo tiene razon: Si vienen buscando venganza puede ser una masacre. Nosotros - dice señalando a Sildar - nos ocuparemos de poner a salvo a los mas debiles y levantar unas barricadas con el resto por si fracasais. Si esperamos a tenerlo todo preparado perdereis el factor sorpresa, que es posiblemente vuestra unica ventaja ahora mismo. De todas formas, si necesitais ayuda lanzad otro de esos truenos o encended una luz en lo alto del caseron. Haremos lo que podamos.

- ¡Pues si no son capaces de luchar por sí mismos es posible que no merezcan ser liberados!-dice Gedeón encarándose con Daran- Los inocentes deben ser protegidos, pero para eso hombres como ese -señalando a Minero Fornido 17, que está lo suficientemente cerca- deben estar dispuestos a defenderlos con sus vidas, ¡maldición! Y hasta que todos y cada uno de los Bandidos Rojos no hayan desaparecido de Phalantir, digo Phandalin, que Calethos me lía, nadie en este pueblo podrá vivir tranquilo.

Dicho esto, se gira hacia la multitud, y grita:
¡Cuando la luz brille frente a la mansión Tresendar, es el momento de uniros a nosotros y luchar por vuestra libertad! Está en vuestras manos.

¡Cuando la luz brille frente a la mansión Tresendar, es el momento de uniros a no...

Daran le agarra del brazo, atrayendole hacia si y cortandole la soflama

No se si simplemente eres demasiado joven o es que tambien eres imbecil - le espeta - Quien te crees que eres para venir aqui a poner en peligro a esta pobre gente? Acaso sabes algo de ellos? Del pueblo? - señala al minero 17 - Elan. Quieres que vaya contra un grupo de mercenarios organizados. Lo mas seguro es que muera. Que le vas a contar a sus tres hijos? Que fue una baja necesaria? Como vas a explicar a su mujer que tiene que buscarse la vida, a saber como, para darles de comer? 

Le suelta de un empujon

Si no crees que merecen ser liberados por un problema que has creado tu y tu compañero - dice señalando a Calethos - eres en el mejor de los casos, un insensato. En el peor, un corrupto que no ve a esta gente como personas si no como instrumentos que aprovechar y tirar cuando no sean utiles. Exactamente como esos matones. Y no te preocupes de que defiendan su libertad con sus vidas. Si fallais no les quedara otra. Y seguramente pierdan ambas.

- Yo he arriesgado mi vida por Phandalin. Yo he derramado mi sangre por esta gente. Y tú, siervo de la casta, solo sabes hablar - constesta Calethos mirando con odio a Daran - Como puedes acusarme de corrupto, tú que no siquiera te has atrevido a plantar cara a la opresión hasta hoy. Eres un cobarde o un corrupto. No te atrevas a señalarme. Yo continuaré arriesgando mi vida por el pueblo.  Tú sigue escondido en tus barricadas si quieres, pero deja que los que anhelan la libertad luchen por ella, aunque eso signifique su muerte. Más vale morir de pié que morir arrodillado.

Le da la espalda ostensiblemente a Daran.

- Basta de palabras, que hablen los hechos. - mirando a Gedeón añade - Llevanos a esa mansión.

Gedeón mira a Calethos y asiente.
- No, será mejor que Elan explique a sus hijos por qué cuando aquellos extraños sacrificaron sus vidas para liberarles él no hizo nada más que quedarse cruzado de brazos.

Y tú, siervo de la casta, solo sabes hablar. Eres un cobarde. No te atrevas a señalarme. Yo continuaré arriesgando mi vida por el pueblo.  Tú sigue escondido en tus barricadas si quieres.

El semielfo mira fijamente a Calethos. De pronto, el aire parece mas frio. A pesar de la poca luz que dan las antorchas podeis ver como los nudillos de las manos, agarradas a sus dos cimitarras se vuelven blancos. Parece estar luchando contra lo que realmente le apetece hacer, hasta que uno de los mineros se interpone.

Hey! - dice separandoos - El problema son esos matones, vale? No tenemos que pelearnos entre nosotros. Tu - dice señalando a Calethos -Daran nos ha protegido en mas de una ocasion contra los bandidos. No se atrevian contra el. Daran - se vuelve hacia el semielfo - Se que quieres protegernos, pero no somos niños. Los forasteros tienen razon. Tenemos que pelear por lo que es nuestro. Por nuestras familias. Por nuestro futuro.

-  Elan explique a sus hijos por qué cuando aquellos extraños sacrificaron sus vidas para liberarles él no hizo nada más que quedarse cruzado de brazos.

 Exacto - dice asintiendo el minero. Se gira hacia el resto - Puede que nos quiten la vida, pero nunca nos quitaran... la libertad!

Que libertad ni que ocho cuartos si estamos en un pueblucho que no vale nada!

Calle, madre!!

Daran se tranquiliza poco a poco. Suspira.

Por supuesto. No sois niños - dice con un toque de pena en la voz que desaparece rapidamente al dirigirse a Gedeon y Calethos - Cada uno que cargue con su responsabilidad.

Sildar observa el intercambio en silencio. Si opina algo sobre vuestra hombria o falta de ella tras dejar escapar a aquellos goblins, se lo guarda para si mismo, para no echar mas madera al fuego. Despues de que hable Lanar, carraspea.

Sea lo que sea que hagamos, cuanto antes, mejor.