Partida Rol por web

Alton mira al esqueleto, a la espada en su mano y vuelta al esqueleto.

No pongas cara de sorpresa, no pongas cara de sorpresa. - se repite muy rápido mentalmente al darse cuenta de lo que acaba de hacer.

¡Gracias! - dice al esqueleto para, acto seguido, rotar su cuerpo asestandole con la espada, soltando esquirlas de hueso.

El duro golpe de Alton destroza todas las costillas del esqueleto. Sin duda lo habria matado si no estuviese muerto ya. El nomuerto mira alrededor, buscando un arma.

Ante la pasividad de sus compañeros Trul decide atacar al bandido más cercano, acertando de pleno en el marco de la puerta

Ari se acerca a Calethos esquivando a los esqueletos y toca al semielfo en la frente, cerrando la herida de su cara

El bardo saca su estoque, entra en la habitacion y, con un toque de estilo, se lo clava al esqueleto de Alton en el ojo. La afilada punta atraviesa el craneo y lo descoyunta del resto del cuerpo, que cae en una pila de huesos.

Los bandidos intentan pasar a traves del pequeño goblin sin exito.

Aparta, escoria! - le dice el primero blandiendo la espada, que trul para a escasos centimetros de su cara - Aparta o te las veras con tus amos!

Trul le pega una patada en la rodilla y le golpea con el escudo, mandando al bandido lejos de la puerta.

Pagaras por eso! - dice el segundo bandido, menos confiado al ver la pericia del pequeño guerrero. Los dos intercambian golpes y fintas, pero el bandido es incapaz de atravesar la puerta, defendida por el goblin. De pronto una calavera golpea a Trul en la cabeza, distrayendole lo justo para que el bandido le haga un corte profundo en el costado. El goblin se agarra la herida mientras retrocede un par de pasos

Uuuups - se oye la voz del bardo unos metros mas atras

El esqueleto de Heldir, en contra de lo que se pudiese esperar de una mujer ya entrada en años viendo a su tataranieto, aparta de un golpe a Garra, y salta sobre Gedeon, intentando clavarle la espada en el cuello. Los dos caen al suelo, y el guerrero se colpea la nuca contra uno de los feretros, casi perdiendo la consciencia. La adrenalina y el tener una espada a escasos centimetros de su cara le mantienen despierto a pesar del duro golpe

Alton se acerca al esqueleto que queda en pie y trata de buscar un hueco pero el saco de huesos y su descendiente no paran quietos un segundo y la nueva espada del mediano golpea la piedra del sarcófago.

Calethos mira agradecido a Ari, e intenta ponerse en pie sin éxito.

- Gllll - dice agradecido a la clérigo.

Trul ha aguantado bien el ataque del primer bandido, pero no esperaba que el segundo no saliera huyendo y verlo avanzar en lugar de correr para dar la alarma lo pilla sorprendido.

Espera..."corre a dar la alarma" y viene hacia mí.... ¿Tendrá otra salida la habitación?

Una luz ilumina el cerebro de Trul

Están encerrados ahí, no dejéis que escapen.

Gedeon, sé que es duro tratar con los restos de tus familiares, pero necesitamos que te recompongas...

Mientras Zeljko dice esto golpea con la empuñadura del estoque al esqueleto haciendo que varios huesos salten por los aires.

Kulenov demuestra que la sabiduria popular que reza que a los esqueletos hay que destruirlos con un arma contundente esta equivocada. Con su fino estoque, destroza varias costillas de la tia Heldir y uno de sus brazos.

Mientras tanto, Trul, cabreado (aunque no rabioso) por la herida, hace una finta, desequilibra al bandido y lo tira al suelo mientras le clava la espada en la espalda. La armadura salva la vida al malhechor, pero queda malherido. Trul se aparta para dejar que alguien le remate.

Gedeón se recupera de su aturdimiento, y se encuentra de frente con la mirada hueca del esqueleto. Como un resorte, su mano encuentra el pomo de Garra, con el que golpea brutalmente el cráneo del esqueleto, que se parte en pedazos.

Por la ropa estaba seguro, era la tatarabuela Heldir. Madre tenía razón, los Osevar de Tebridge no eran de fiar, ni vivos, ni muertos, ni no muertos. El primo Carfas había sacado lo peor de los Osevar de Tebridge, pero era raro porque tío Esmil era todo lo contrario, y tía Argalis era de Buseldir de Arriba...

Por fortuna en ese momento Gedeón se da cuenta de que se le está yendo un poquito, y dirige su mirada hacia la puerta donde están los bandidos.

A Gedeón le da un segundo aire. No le queda muy claro lo que es, pero se ha quedado bien a gusto.