Partida Rol por web

La Forja de la Furia

Prólogo - La espada rota

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18/06/2020, 16:29
Director

Os encontráis en la taberna del Búho Tuerto, ubicada en la ciudad minera de Blasingdell, una pequeña comunidad acostumbrada a los rostros de los forasteros y demás vagabundos buscavidas como vosotros.

Llegásteis hace unas escasas horas al lugar siguiendo las indicaciones del que, esperáis, sea vuestro próximo contratista porque, para ser honestos, no andáis demasiado boyantes de oro últimamente. El tipo al que buscáis es un tal Petyr Sonrisa de Zorro, conocido por la zona por sus buenos contactos y su puesto de hombre fuerte del Barón Althon. Entre los aventureros, Petyr tiene cierta fama por el hecho de que siempre parece tener algún trabajo que requiere, según él mismo se encarga de repetir: "la herramienta adecuada".

Los rumores indican que paga muy bien pero siempre demanda calidad en el servicio. Nunca le habéis visto en persona, pero a juzgar por su apodo, algo en vuestro interior os invita a pensar que cuando le veáis, le reconoceréis.

Petyr se ha asegurado de colgar en diferentes aldeas cercanas a Blasingdell un aviso firmado por él en persona solicitando aventureros intrépidos y dispuestos a ganar fama y notoriedad, -además de dinero contante y sonante, claro- invitándoles a presentarse en la posada del Búho Tuerto para su posible reclutamiento. Además, ha tenido a bien estampar en cada proclama el sello del Barón Althon, lo que significa que el asunto requiere algo más que aficionados. Ha sido un anuncio de este tipo el que os ha puesto en marcha hasta vuestra ubicación actual. Por el camino, Crox se ha asegurado de arrancar otros avisos similares en las aldeas que habéis ido atravesando. A Crox nunca le ha gustado la competencia. Su modelo de negocio ideal es el monopolio.

El Búho está concurrido esa noche, con algunos aventureros que no dejan de comentar diversos incidentes que han sacudido la región en las últimas semanas. Llega a vuestros oídos que varias granjas al norte de la ciudad han sido saqueadas por  una brutal tribu de orcos que no han dejado más que tierra quemada a su paso. También escucháis que la milicia local consiguió repeler con bastante dificultad uno de estos ataques a una de las caravanas que accedían a Blasingdell hace escasos días y capturaron con vida a uno de los incursores, que ha terminado por confesar la localización de la guarida de estos salvajes bárbaros. El escondite de los pieles verdes parece situado en una colina rodeada por un denso bosque y coronada por una afilada roca desnuda conocida como... El Diente de Piedra.

La hija del posadero, una joven con el cabello castaño y recogido por un pañuelo de tela azul oscuro se os acerca con su rostro salpicado de pecas, muy sonriente.

-Dis-disculpen, señores... El caballero del reservado les... Les invita a cenar a su mesa. Dice que no admitirá un no por respuesta-. Ríe nerviosa, sonrojándose ante la posibilidad de llevarse un bufido. O al peor. Su padre nunca le ha hablado demasiado bien de los aventureros. Maldita ironía, ya que regenta una posada plagada de ellos.

-Si tienen la bondad de seguirme...-. La chica extiende su delgado brazo, señalando el camino. Os guía entre la algarabía general, esquivando a seres de todas las razas y tamaños cruzarse en su caminar hasta una sección de la posada, oculta a la vista de la sala común por una pesada cortina de tela granate. El acceso al reservado está flanqueado por dos humanos, ambos de rostro huraño, curtido y marcado por varias cicatrices que evidencian que saben hacer algo más que defenderse.

El tipo que aguarda en el interior es inconfundible. Su sonrisa no deja margen de error.

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18/06/2020, 17:29
Petyr

Su apodo le va como anillo al dedo.

Sonrisa de Zorro, un varón humano de unos cuarenta años, ataviado con ropajes oscuros de buena calidad, cubre sin disimulo un pequeño ojo de buey horadado en la madera de la pared del reservado, evidenciando que os ha estado observando antes de haceros llamar. Quién sabe cuánto tiempo.

-Caballeros-. Da la bienvenida alzando a modo de saludo una copa de vino que sostiene con una mano sembrada de anillos. -Tomen asiento, por favor-.  Sus ojos pardos brillan con astucia mientras en su rostro se dibuja, lenta pero imparable, una ladina sonrisa que evidencia una dilatada experiencia como negociador.

Hay un fugaz intercambio de miradas con la hija del posadero, a la que poco le falta para hacer una reverencia antes de retirarse. Parece que sabe qué tiene que hacer y cómo tiene que tratar al hombre.

-Petyr Grimwell. El placer es suyo, a buen seguro. Les diré que soy la mano derecha del Barón Althon-. Da un trago al vino y luce su brillante sonrisa vulpina, tan afilada como sus ojos leoninos, uno de ellos, os percatáis, surcado por una fea cicatriz en forma de tajo. -Han oído bien. Como deducirán los más espabilados, soy un tipo ocupado. ¿He dicho ocupado? Quise decir muy ocupado. Mi cometido consiste en gestionar ciertos asuntos que el Barón desea llevar discretamente-. Sus ojos pardos van paseándose por vuestros rostros, estudiándolos con detalle. Sin duda, el tipo disfruta de su exhibición de estatus.

-Antes de empezar, quisiera saber sus nombres y cuáles son... sus credenciales. Caray, ¿usted es un goblin? Qué interesante... Oiga, amigo. Sí, usted.-. Petyr señala con un dedo decorado por un anillo con un joya del tamaño de una nuez al genasi de piedra que atiende sus palabras de brazos cruzados. -Su cabello. Tiene musgo. ¿No ha oído hablar de los beneficios de la higiene corporal? Ah, comprendo. Su cabello es musgo. ¿Eso debería inquietarme? Nunca imaginé que se presentaría voluntario un aventurero que fuese capaz de hacer la fotosíntesis...-. Su tono sarcástico engaña. Puede parecer querer relajar el ambiente, pero el brillo de sus ojos indica que está poniendo a prueba el temple de los aventureros. -Y qué tenemos aquí... ¿Un enano...? Un enano y un goblin. Juntos... Sin duda, su equipo es bastante...-. Petyr parece debatirse consigo mismo buscando la palabra adecuada durante un instante. -...multicultural-.

La última mirada va dirigida al clérigo. Petyr arquea una de sus pobladas cejas antes de hablar.

-Le veo observar con algo que excede la codicia mi anillo, amigo... ¿Lujuria quizás? ¿Se siente horrible mas inexorablemente atraído por este anillo? ¿Hmmm? Puedo comprenderlo. Es un zafiro auténtico, como bien habrá podido imaginar. Iba a regalárselo a mi prometida pero, ¿sabe qué? Cuando la alhaja es más bonita que la chica, de sabios es rectificar-. Petyr emite una risa desagradable y maliciosa antes de dar un último sorbo a su copa, apurando su contenido y chasqueando su lengua en un claro signo de impaciencia.

-Bien, caballeros. Al grano-. Petyr da una palmada en la mesa que coincide en el instante en el que la hija del posadero -loado sea su don de la oportunidad- hace su aparición de nuevo, esta vez pertrechada con una bandeja con una suculenta empanada de pollo y una jarra del exquisito vino que estaba degustando Sonrisa de Zorro.

-¡Coman, coman! ¡No sean tímidos! ¡Los mejores negocios se cierran comiendo!-, clama el taimado humano, muy sonriente. De nuevo os embarga la sensación de que, de algún modo, os está sondeando.

Sin perder un instante y obviando por completo la empanada, Petyr os muestra un fardo alargado, de un tamaño similar en anchura y longitud al antebrazo de un humano de constitución delgada, envuelto en tela negra. Lo deja caer sobre la mesa de la estancia y al golpear la madera de la robusta pieza que soporta los platos y las copas, resuena un característico sonido metálico, perfectamente distinguible para todos vosotros, en especial, para Darrak.

Parece el sonido de una espada. O de un fragmento de ella, a juzgar por el tamaño y la forma del fardo, vagamente similar a una cruz. Con todo, sólo hay una manera de asegurarse...

-¿Y bien? ¿Quién hará los honores?-, inquiere divertido Petyr mientras da una dentellada a la empanada, paseando sus ojos desde el fardo que reposa envuelto sobre la mesa hasta vuestros intrigados rostros.

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19/06/2020, 15:10
Director

Notas de juego

Antes de entrar directos en el atún, un par de cuestiones que quiero que aparezcan reflejadas en vuestros mensajes:

a) Vuestro PJ. Qué aspecto tiene. Cómo habla y cómo piensa. Si tiene alguna manía o una forma peculiar de hablar -aquí Crox lo tiene facilísimo-. Recordad lo que os dije de "Tres rasgos de" y ponedlo en vuestros mensajes.

b) El grupo. Sois personajes de cierta experiencia, pero como grupo vamos a suponer que os conocéis de hace poco. Lo justo para saber que cada uno sabe hacer bien su trabajo y que en el último encargo que llevásteis a cabo, no la palmó nadie. Más que suficiente para repetir experiencia, ¿no? 

Si queréis añadir algún detalle de índole personal para con algún compañero, ahora es el momento. Lo que más me interesa es un comentario de cada PJ de por qué está en Blasingdell y por qué se ha convertido en aventurero.

c) No tiréis dados. Interpretad.

Si en algún momento hace falta alguna tirada para dirimir algo, yo os especifico qué lanzar y con qué dificultad.

Durante la partida todas las tiradas serán en abierto, a salvo de un par de cosas que son más para determinar sorpresas ;)

d) El primero que postee puede, si lo desea, desenvolver el fardo que Petyr ha tendido en la mesa. Eso será lo que dé pie a mi siguiente mensaje ;)

Ahora sí que sí.

Empezamos.

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19/06/2020, 16:29
Gravel Molten

Gravel es un Joven Genasi de Piel Oscura y pelo Verdoso,a simple vista parece que una planta crece en su cabeza más es algo natural,sus ojos amarillos brillantes pero sin pupila y una musculatura que a sus ojos son las necesarias para sobrevivir en la naturaleza,sus ropas hechas a mano con partes de diversos animales que el mismo cazo,siendo un pantalón largo hecho con diversas pieles en su mayoría. También tiene un collar hecho a mano y anillos de madera tallada regalados por sus mentores en las tierras druidas.

Por obvias razones no soy originario de este mundo,fui criado por un Druida Mediano de Nombre Corrugan Pander,el me dio mi nombre y me enseñó lo básico de las artes Druídicas intentando siempre llevarme por un camino de “proteccion al mundo”…..sin embargo mi naturaleza “salvaje” dicho así por tanto Pander como los demás druidas,era demasiado volátil y peligrosa para mi y los demás a mi alrededor….se me ordenó partir y buscar la iluminación para calmar y dominar dichos instintos…..aunque una parte de mi no siente deseos de cambiar…al contrario quiere controlarlo….y ver que tan lejos puedo llegar con el.

Cuando Conocí a este Grupo de Individuos no pude evitar notar o preocuparme por el orden que la naturaleza tomo con nosotros casi como si fuera una broma de la madre naturaleza, quien uniría a un goblin con un enano…eso pensé más con el tiempo mis preocupaciones han ido disminuyendo….aunque no confío en ellos puedo notar que son capaces de su trabajo….

La chica nos llevo con este hombre….vaya que el apodo era correcto….es muy parecido a esos animales….y eso me preocupaba ya que sabía las cosas que eran capaces de hacer….

cuando se refirió a mi  persona como si fuera una planta una mueca se mostró en mi rostro por un segundo,me hizo gracia aunque intentaba no demostrarlo demasiado

Soy Gravel…..Gravel Molten….Druida…. comente de una forma muy lenta y grave,pero bastante clara

Siempre he tenido el hábito de hablar de forma lenta y calma,jamás he sido alguien que levante demasiado la voz o acelere las cosas,puede ser por mis orígenes pero tendía a ser así,la verdad no me interesaba tampoco quien era el ni menos para quien trabaja,ya que estaba seguro que tanto él como su jefe en la naturaleza no tendrían casi ninguna posibilidad de sobrevivir.

Cuando nos mostró el fardo,y nos ofreció tomarlo,no dude en un momento lo mire directamente a los ojos y lentamentente pero con decisión lo tome y desenvolvi.Para que tanto yo como mis compañeros veamos de que trataba

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19/06/2020, 18:48
Darrak Gorunn

 Darrak Era un enano fornido, pasado de su juventud, piel clara, ojos azules y cabello blanco, aunque no por haberse vuelto canoso. Casi siempre llevaba puesta su cota de mallas en conjunto con unas botas y guantes de cuero grueso, 2 hachas de mano le colgaban de cada lado de la cadera y un martillo de guerra colgaba a su espalda, resguardado por un escudo de madera reforzado con cuero. Atado a su muñeca derecha, llevaba un parche de tela negra.

 El parche me servía para dos cosas, la había convertido en su canalizador y su símbolo era la pista que necesitaba para ajustar cuentas con un drow de alta mar. Mis experiencias en el regimiento me habían vuelto tozudo,tosco, de pocas sutilezas, aunque solidario con mis hermanos de armas o de raza. No había nada como beber un tarro de grog caliente con un buen pedazo de cordero, la comida era un placer que un soldado se podía permitir muy de vez en cuando, y aprovecharía la ocasión siempre que pudiese. Mi otro hobby era la lectura, me interesaba bastante la magia desde la ayuda de aquel mago en la costa. A falta de controlar los elementos como aquel humano, buscaba imbuir en magia mis habilidades de soldado, mejoraría mis aptitudes defensivas y hasta mejoraría mi puntería.

 Hacía poco que conocía a mis nuevos compañeros, aún me era reciente el recuerdo de intentar matar a Crox por tomarle como infiltrado, por suerte para él me habían detenido el golem druida y el clérigo. No tenía razones para desconfiar realmente del golem, no sería peligroso si su amo no le ordenaba atacarnos, pero el clérigo me daba mala espina, casi nunca soltaba una moneda, cada tanto hubo que pagar sus gastos, si eso seguía así, intentaría convencer a los otros dos de tomarlo por las piernas y vaciarle los bolsillos, no fuese que además nos tratase de robar.

 Guiados por la pecosa muchacha, se vieron las caras con quien se hacía llamar "Sonrisa de zorro" o "la mano derecha del barón Althon", quien les ofrecía una mesa surtida que no iba a negar. -Si, claro que estoy con un goblin, alguien tiene que vigilarle- dije mientras bebía medio tarro de grog. Mientras me llevaba un cacho de pan a la boca, vi como Gravel desenvolvía el fardo y mostraba una hoja quebrada.

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22/06/2020, 07:23
Crox

Crox se quitó la capucha, dejando claro que era un goblin de piel gris, algo no muy común. Tenía la costumbre de llevarla puesta para evitar reacciones adversas pero, cada vez más, se estaba cansando de esconderse. Quizás hubiera en ello algo de la rebeldía y la anarquía de los de su raza, aunque él nunca lo hubiera reconocido.

El goblin se enderezó, haciendo crujir su armadura de cuero. De su cinturón colgaba una ballesta de mano y una daga en una breve vaina de cuero negro. También colgaba una cuerda de cáñamo y de su mochila se descolgaban varias herramientas.

-El vigilante de un sólo ojo! -contestó a su compañero enano.

Aquello era lo más cercano a una broma que Crox podía hacer nunca. Normalmente medía mucho sus palabras y siempre había pensado que, si no tienes nada inteligente que decir, es mejor quedarse callado.

Era consciente de que un goblin que viajaba en compañía de un goblin llamaba la atención pero su relación con Darrak era compleja hasta para él. Había rivalidad, por supuesto, racismo, desde luego pero también un respeto residual que les permitía bromear con esos mismo prejuicios raciales.

 

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23/06/2020, 07:28
Kaz

Kaz se había acabado de tomar su tercera jarra de cerveza cuando la hija del tabernero se acercó a ellos para llevarlos con el tipo ese de la sonrisa. -¡! Oooh- antes Kaz estaba demasiado centrado en la cerveza, pero ahora que se le había terminado, su vista se poso en la joven que les había servido. La muchacha no estaba nada mal, aunque las pecas resaltaban un poco, le daban algo de encanto. Kaz le dio una mirada de arriba abajo, antes de dedicarle una encantadora sonrisa.

El joven camino tras sus compañeros, teniendo cuidado de no tropezar con los mas chicos, mientras jugueteaba con una moneda entre sus dedos. Desde atrás, seguía prestando atención a los dos, enano y goblín, aun seguía sin descubrir quien media más, tal vez si se juntaran un poco mas.....

Al llegar a la mesa de su contacto, Kaz se sentó en una silla de manera despreocupada, no sin antes agradecerle a la camarera por sus servicios de guía -Gracias hermosa- 

No obstante, una vez más, su mirada fue arrastrada por algo aun mas precioso que la joven de la taberna. Una gema azul de lo mas bella, brillante y lo suficientemente grande como para casi no caber en el anillo que llevaba el Sonrisas. Este último parecía estar hablando, sin embargo, Kaz seguía demasiado inmerso en el anillo como para comprender lo que decía -¿Cuantas monedas de oro me darían por ese anillo? o mejor ¿Cuantas jarras de cerveza? ¿Me las podría terminar en un dia?... baah seguro que si no no no, tendria que guardarlo, aun no puedo si quiera cubrir el piso de una habitación....pero un par de cervezas no harian daño ¿verdad?- Kaz divagaba mientra seguía con la mirada el zafiro en la mano del Sonrisas como un perro siguiendo un premio. -¿Ah? Ah si si- cuando se dio cuenta de que le hablaba a el, Kaz improviso un par de respuestas y se río con el, por algo tenia que hacerlo ¿no? Así que mejo acompañarlo.

Cuando la comida llego, a Kaz se le ilumino el rostro ¡Comida gratis! -Me cae bien este tipo- pensó Kaz al instante, por lo que no se contuvo y empezó a comer con una gran sonrisa en el rostro. No obstante, tal vez sintiendo el silencio en el ambiente, y que puede que tal vez todo el mundo lo estaba viendo, Kaz levanto el rostro -Cierto que dijo algo de presentarse- recordó -Kaz- respondió de manera alegre después de pasar la comida -Kaz Reker, es el nombre y clerigo es el oficio- se presento mientras alcazaba la jarra vino -Asi que si tiene algo roto, puede que se lo arregle con algún descuento- ¡Mentira! pero por alguna razón la gente venía mas a menudo cuando decía la palabra descuento. 

Notas de juego

O.O! ¿Esa es la legendaria criatura conocida como "La hija del tabernero"?

Btw, Kaz no es tacaño, quiere ganar mucho dinero si, pero también gasta mucho dinero XD

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23/06/2020, 09:45
Director

Cuando Gravel descubre el contenido del fardo, resulta evidente para todos los presentes que lo que se hallaba envuelto en su interior es una espada de hoja rota, con una empuñadura negra como la obsidiana y un montante de plata sembrado de runas grabadas.

Runas enanas.

Un escalofrío recorre la espalda de Darrak. Al principio, piensa que no es posible. Pero un instante después, reconoce el símbolo rúnico que reluce en el pomo de la espada. Aquella hoja es obra de una leyenda entre los enanos. 

Aquella hoja es obra de Durgeddin el Negro, uno de los mejores herreros enanos de todo Faerûn.

Petyr se aclara la garganta y se dispone a hacer una exhibición de historia.

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23/06/2020, 10:00
Petyr

-Parece que he captado su atención, caballeros. Excelente-.

Petyr se atusa el bigote con un gesto macilento de sus enjoyados dedos, y siempre sin dejar de sonreír.

-La encontramos hace unas semanas, al norte de Blasingdell, en una zona montañosa que los lugareños denominan el Diente de Piedra. Según mis informantes, la zona alberga un antiguo bastión enano largo tiempo abandonado. Aunque ahora parece ser que está, ahem, ocupado por habitantesindeseados-.

Petyr entrecruza los dedos y se encorva ligeramente sobre la mesa, pasando a hablar en un tono susurrante.

-La runa que graba el pomo de esta hoja es la marca personal del clan de un afamado herrero enano: Durgeddin el Negro. Hace años, el clan de Durgeddin fue exterminado por la tribu orca de los Muchas Flechas en un asedio contra su fortaleza secreta, erigida en el interior de una montaña. Todos los enanos fueron pasados a cuchillo y las pertenencias del clan saqueadas por los asaltantes. No obstante, la leyenda advierte que el maestro herrero, loada sea su astucia, logró ocultar en el corazón de su fortaleza excepcionales armas y armaduras. Tras encontrar esta espada, tenemos buenas razones para pensar que, en un golpe de suerte, hemos dado con la pista que conduce al bastión de Durgeddin. Y que se encuentra en el interior del Diente de Piedra-.

Los ojos de Petyr centellean con un brillo que conocéis bien, especialmente Kaz: El brillo de la codicia.

-He aquí el negocio: el Barón Althon está dispuesto a pagar, -de forma generosa y obscena, debo añadir-, toda muestra que podáis conseguir del trabajo de Durgeddin y sus discípulos. En particular, al Barón le interesan las hojas de Durgeddin. Espadas de magnífica calidad que el maestro forjó en el fuego de las fraguas de su fortaleza. No obstante, cualquier arma o pieza de armadura que consigáis será convenientemente recompensada. Ni qué decir tiene que si están en buen estado, mejor será el pago. Estamos hablando, incluso, de cuatro cifras por pieza…-. Petyr alza cuatro dedos y arquea una ceja con aire juguetón. La oferta, desde luego, es muy tentadora.

-También pagará 20 monedas de oro por cualquier información sustancial que podáis reunir, así como 100 más por cualquier mapa detallado que podáis proveer para futuras expediciones. Y como muestra de agradecimiento por vuestros esfuerzos… El Barón ofrece 25 monedas de oro por cada pielverde, vivo o muerto, que traigáis para... apaciguar los ánimos por Blasingdell y alrededores. Los dioses saben bien que esa plaga debe ser exterminada-. Petyr da un trago a su copa de vino para aclarar su garganta, cansada tras su exposición.

-Si el acuerdo es de vuestro agrado, el Búho Tuerto será nuestro punto de reunión. Aguardaré durante una semana noticias vuestras. Si pasado ese tiempo no vuelvo a saber nada de vosotros... Bueno, sabré que habéis fracasado y contrataré a otros-. Petyr afila su mirada vulpina y su sonrisa muestra sus colmillos. -Lo que me recuerda que hace escasos días envié a un grupo a investigar los alrededores del Diente... Y no han vuelto... Tomadlo como una advertencia. Esta tarea está bien pagada por una razón: No. Quiero. Aficionados-. Por un momento tenéis la sensación de que sus ojos parecen observaros amenazantes. -El Barón quiere sus armas. Y ustedes, caballeros, quieren dinero. Cumplan el encargo y me encargaré, personalmente, de hacerles ricos-. De nuevo os deleita con su risita burlona mientras alza su copa, dispuesto a brindar por el éxito de la empresa.

-Presiento que este es el principio de una larga amistad-.

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23/06/2020, 10:26
Director

La cena con Petyr os deja satisfechos vuestros gaznates y vuestros estómagos. Hacía tiempo que no teníais un patrón tan agasajador y lo agradecéis sin poder ocultar cierta emoción ante la perspectiva de haceros ricos recuperando el armamento legendario del viejo Durgeddin El Negro.

Sólo uno de vosotros alberga una emoción agridulce en su interior. Y es que Darrak sí conoce bien la trágica leyenda de Durgeddin, que salvó la vida muy joven cuando los pielesverdes aniquilaron a su familia y logró conducir a su gente, los últimos supervivientes del clan, al interior de una montaña donde erigió Khundrukar, una fortaleza subterránea inexpugnable en la que instaló una forja en la que crear armas con las que exterminar a los orcos que le arrebataron a su familia. Y que, en un giro cruel del destino, fueron los orcos los que asesinaron a Durgeddin antes de que pudiera culminar su trabajo.

A veces, los dioses tienen un oscuro sentido del humor.

* * * * *

Tras despedíos de Petyr, abandonáis el reservado y os disponéis a organizar vuestra estrategia para llegar al Diente de Piedra. Las indicaciones de Petyr son algo escasas. Sólo sabéis que la montaña se halla al norte de Blasingdell, más o menos a un día de distancia a pie. No obstante, no estaría de más encontrar un mapa fiable.

De otro lado, os surge el interrogante sobre qué podríais necesitar para llevar a buen puerto vuestra empresa. ¿Quizás deberíais adquirir algo en particular?

El Búho está abarrotado a esas horas de la noche. No sería mala idea sondear a algunos de los aventureros que, como vosotros, han decidido pasar la noche allí... Es posible que os puedan dar alguna pista de a qué os enfrentáis.

Os percatáis de que hay un enorme dracónido de escamas doradas echando un pulso con un humano calvo extraordinariamente musculoso en una de las mesas centrales del local. La cosa parece bastante igualada de momento, aunque la mesa que sostiene los brazos de ambos oponentes no parece que vaya a aguantar mucho más. Los parroquianos que rodean a los contendientes les observan obnubilados en un estado de permanente tensión, como si se estuviese moviendo una jugosa apuesta entre ellos.

En el extremo este de la posada, sentada a una mesa solitaria, una mujer humana de blanca cabellera que cae en una larga cascada por su espalda bebe una jarra de hidromiel mientras observa por la ventana el ascenso de la luna en el firmamento. Tiene un atractivo salvaje, con el rostro cruzado por pintura de guerra negra a la altura de los ojos. Junto a ella, apoyado en la pared, un arco largo.

Finalmente, en otra mesa hay un grupo de tipos bastante sombríos que están apostando al juego del cuchillo. El que parece ir ganando es un enano. Tiene la piel tostada por el sol y luce una frondosa melena negra como el carbón. Su espesa barba está decorada con trenzas y alhajas varias, siguiendo la tradición enana. Tiene un ojo cubierto por un parche y, a pesar de ello, está jugueteando con una moneda que no deja de lanzar al aire y pasar entre sus dedos con habilidad hasta que le llega su turno. Resulta impresionante cómo clava el cuchillo entre sus dedos a gran velocidad, sin hacerse un solo rasguño.

Notas de juego

Entramos en materia.

Os he soltado un par de pistas. A ver qué hacéis ;)

Próxima up el jueves.

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23/06/2020, 21:14
Gravel Molten

En cuanto nos comentó el lugar al que tendríamos que partir una parte de mi estaba muy interesada,tenía una pequeña sonrisa mostrandose en mi rostro que intentaba mostrarse con seriedad,aunque suponía que el dinero y demás recompensas eran interesantes,me tenían sin cuidado,me preguntaba contra que nos enfrentariamos,debido a que aunque los orcos eran peligrosos dudo mucho que sean los únicos peligros.

me acerque a mis compañeros tratando de agarrarme un poco para que puedan oírme,mientras hablaba lo más callado posible

Dudo que en la cueva….los orcos sean la única amenaza…seguramente en los alrededores otras criaturas podrían ser un peligro para nosotros…

tras decir eso me aleje de ellos,de manera rápida y abrupta y me acerque a la única persona en este lugar que captó mi atención

fui directamente hacia la mesa solitaria donde la mujer de pelo blanco se encontraba,no se por que pero sus ropas me recordó en algo a casa,a los tatuajes que usaban algunos de los druidas,me acerque lo mas que pude y me arrodille junto a ella(hubiera o no una silla)

usted….parece conocer lo salvaje al menos un poco,dígame por curiosidad conoce algo de la montaña “diente de piedra”…o las criaturas cercanas…

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24/06/2020, 12:25
Astrid

La mujer advierte la presencia de Gravel y gira su rostro pálido hacia él como haría un depredador. Su mirada glauca, dura e inclemente, se intensifica por efecto de la banda de pintura negra que surca en una línea horizontal su cara a la altura de sus ojos. Es una mujer hermosa y hasta se diría que dotada de un atractivo salvaje, si bien sus rasgos evidencian una vida nómada y brutal, como atestiguan varias cicatrices que parecen haber sido dibujadas en sus mejillas y en su labio superior con algún tipo de cuchilla, en otro tiempo quizás no tan lejano.

-¿Quién lo pregunta?-, inquiere dando un sorbo a su jarra de hidromiel. -¿Y por qué?-. Chasquea la lengua mientras sus ojos azules estudian al druida con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Gravel se percata de que no sólo va armada con el arco que reposa cerca de ella, también luce dos espadas cortas de hoja ancha al cinto. Las plumas de cuervo que decoran sus hombreras y su capa de viaje así como el polvo y el barro reseco que cubren sus botas altas sugieren que sabe defenderse por sí misma.

Notas de juego

Lo pongo para todos, pero Astrid ahora mismo rolea con Gravel ;)

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24/06/2020, 12:42
Crox

A Crox no le gustaban ni los juegos ni las tabernas. Ambas cosas le parecían debilitantes y de poca utilidad. Por un momento contempló la idea de acercarse a la humana con aspecto de exploradora y compartir una conversación de tipo porfesional pero cuando vió que Gravel iniciaba converasción con ella lo descartó. 

Por hacer algo, siguió el desarrollo del juego de cuchillos, admirado por la precisión del enano del parche.

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24/06/2020, 14:13
Loghann

La velocidad del enano con el cuchillo no tiene rival. 

Poco tarda Crox en advertir que sus adversarios, todos ellos con los dedos ensangrentados y alguno hasta con feas heridas de punciones en las manos, deciden retirarse entre maldiciones obscenas y muecas de desagrado. De algún modo, los enanos se las ingenian para parecer tramposos a ojos de sus oponentes en todos los juegos en los que participan. Eso sí, cuídate de hacerles trampas a ellos, porque te clavarán un hacha en el cráneo antes de que puedas replicarles.

-Mejor suerte la próxima vez, zagales-. Puede que el enano conserve un solo ojo, pero este centellea como una cuchilla al rojo vivo. No sonríe, pero tiene un porte desafiante que parece innato en él. Valiéndose de sus enormes manos sembradas de cicatrices, arrambla con el dinero que hay en el centro de la mesa y empieza a contarlo sin disimulo entre las peligrosas miradas que le dedican sus derrotados compañeros de juego. Se ha embolsado un buen pellizco por su exhibición de habilidad.

-Ten cuidado con todo ese dinero, Loghann... Las calles son peligrosas a estas horas... Quién sabe... Podrías llevarte un buen susto... Yo que tú contrataría protección-, sisea un tipo enjuto que se ha vendado la mano torpemente para ocultar que casi se secciona una falange y media de un dedo jugando con el cuchillo. Crox le ha visto levantarse de la mesa en la que estaba el enano. Sin duda, es uno de los perdedores y ahora, su dinero, engrosa las ganancias del tal Loghann.

El enano no se inmuta. Sigue contando su dinero con ostentación.

-¿Protección? ¿Tuya? ¿En serio? Por cómo sostienes el cuchillo, yo que tú me replantearía mi oficio, zagal. Que un patoso como tú le cobre a alguien por ponerle en peligro no es un buen negocio-. El enano lanza un gruñido. Parece haber perdido la cuenta.

El flaco da un golpe seco en la mesa, envalentonado por la jauría que le rodea y por el odio que despierta un ganador entre perdedores.

-Un día de estos, Loghann... Un día de estos...-. No termina la frase. El único ojo del enano se posa en él y el mensaje queda claro. Por si acaso, Loghann se encarga de aclarar.

-Zagalillo... Odio que me interrumpan cuando estoy contando mis ganancias. Si no te largas de aquí ahora mismo, te enseñaré qué otras cosas sé hacer con un cuchillo. Y te lo garantizo... Soy muy creativo-.

Notas de juego

Para Crox, de momento.

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24/06/2020, 23:23
Crox

Crox, en principio, no va a hacer nada. Es un tipo discreto, que no disfruta de llamar la atención, así que permanece en segundo plano observándolo todo.

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25/06/2020, 03:03
Gravel Molten

Lo Pregunta Gravel Molten….dijo con la calma y fuerza en su voz que siempre a tenido…y la razon es mi grupo y yo partiremos hacia allí para enfrentar peligros…quiero saber si conoce algún otro que nuestro empleador “civilizado” no conoce...me mantuve a su lado,mirándola a los ojos todo el tiempo,¿estaría dispuesta a responder la pregunta?

 

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25/06/2020, 07:29
Kaz

-Fuaaaah- Kaz se termina otra jarra de cerveza cuando terminan de hablar. El ambiente dentro del lugar no esta nada mal. Mientras sus compañeros se dispersan un poco a buscar algo de información, Kaz divisa una mesa en la que esta en progreso una partida muy interesante. Interesante por el hecho de que estan apostando, una muy buena de ganar dinero. Claro que también de perder dinero, pero Kaz no piensa en eso en este momento.

Primero se acerca a la barra a pedir dos jarras de cerveza. -Pagan ellos- dice antes de irse señalando a sus compañeros. Ya con las cervezas en la mano se dirige a la mesa de las pulseadas con una gran sonrisa -¡10 a por Escamas y una jarra de cerveza a quien sea que sea el ganador!- exclama divertido mientras se posiciona cerca a la mesa de juego

- Tiradas (1)
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25/06/2020, 04:27
Darrak Gorunn

 Darrak asintió a lo comentado por el golem. Aunque Petyr dijo que había enemigos verdes en la cueva, nunca especificó el tamaño de dichos seres. Si, por ejemplo, en realidad fuesen goblins, sería tan sencillo como enviar a Crox a infiltrarse y hacer colar al grupo por alguna parte para saquearles sin que se diesen cuenta.

 Iba a comentárselo a su gricaseo compañero, pero este ya se había encaminado hacia una mesa con enanos. Darrak tenía su vista puesta en el enano con parche. Era demasiado pronto asumir que era un pirata solo por un un parche en el ojo, así que dejó que Crox se encargase del asunto en el que se había metido. El golem, por otra parte, trataba con una chica pintarrajeada ¿acaso algo de su aparente salvajismo le recordaba a su amo?

 Luego vio la mesa en la que un hombre y un dracónido, ambos fornidos, se echaban unos pulsos por dinero, y la verdad es que era un juego que a Darrak gustaba jugar de vez en cuando, así que se acercó para observar un poco como iban las apuestas.

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25/06/2020, 10:10
Astrid

¿estaría dispuesta a responder la pregunta?

Gravel

La mujer se lleva su jarra a los labios, pero no bebe. Mira de soslayo a Gravel y esboza una sonrisa taimada.

-Quizás por el precio adecuado...-. Da un largo trago y acto seguido acentúa su sonrisa tras limpiarse los labios con el dorso de su zurda. Gravel juraría que esa mujer está hecha de pura nieve, a juzgar por la palidez de su piel.

-Mi nombre es Astrid. Pero aquí todo el mundo me llama la cazadora. La zona en la que os queréis aventurar tus amigos y tú está plagada de pielesverdes. Pertenecen a una tribu conocida como los Garras Rojas. Dicen que tienen su guarida allí... en el Diente de Piedra-. Astrid se cruza de brazos y entorna la mirada con aire enigmático y altivo. -Conozco la zona... pero no trabajo gratis-. Acompaña sus palabras con un incómodo silencio. -250 piezas de oro y os guiaré por un atajo. Llegaremos en menos de un día. Os lo garantizo. No encontraréis a ningún paleto en este pueblo que pueda hacerlo tan rápido-. Sonríe, satisfecha de sí misma.

-Bien... ¿Hay trato?-.

Sus dedos se deslizan hasta la jarra y empieza a girarla lentamente mientras sus ojos glaucos atraviesan a Gravel, aguardando su respuesta.

Notas de juego

Recordatorio: Astrid parece poder guiaros en tiempo récord al Diente de Piedra.

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25/06/2020, 10:26
Director

A Crox la cautela le recomienda permanecer en segundo plano y no mezclarse entre amenazas cruzadas entre un enano con pinta de saber usar -quizás demasiado bien- el cuchillo y unos cuantos matones embravecidos por el alcohol. Aquello puede terminar en tragedia en cuestión de segundos.

Es al apartarse y quedar observante cuando el goblin capta una interesante conversación entre dos borrachuzos que hay en la barra, no demasiado lejos de la mesa en la que tenía lugar el juego del cuchillo.

-Te digo que eshe tipo vino essshta tarde con un carro cargado con cinco orcosh fiambressssh tirado por una mula a la que le faltaba media orejash-.

-¡JAH! ¿Y qué mássssh? ¡'sssso no te lo creeeeesh ni tú!-.

-¡Vete a plantar pepinossssh! Te digo que essshe tío essssh una máquina de matarrrrrr... Ademásssssh... Mírale... ¡Tiene cuatro brazossssh!-.

-¡JAH! ¡Creo que por hoy hassssh bebibo demassshiado, Flint! ¡Empiezassssh a ver doble!-.

-¡Hablasssssh como mi mujer! ¡Mírale! ¡Tiene cuatro brazosssh, te digoooo!-.

-¡Sssshí! ¡Y es un mono de tresssh cabezassssh! ¡Vámonossssh a cassha!-.

-¡No quiero! ¡Barroco!-.

-¡Barroco tú!-.

Los ojos de Crox se desplazan hasta la mesa aislada en una de las esquinas de la posada, a la que se referían los dos ebrios parroquianos antes. En ella hay un tipo con exactamente cuatro brazos, su rostro bañado en la penumbra. A juzgar por su aspecto, parece un cazarrecompensas. Cuál no será la sorpresa del goblin cuando sus ojos, acostumbrados a la oscuridad, se topan con los del misterioso individuo, fijos en él.

El tipo lleva dos dedos a su sien y hace un saludo al goblin. Pareciera que le invita a tomar asiento a su mesa.