Partida Rol por web

-Gracias McMardigan,espero estar a su altura y a la tuya, siempre he soñado eso!- en ese momento rugieron sus tripas- vamos a comer, me suenan las tripas- dijo lanzando una carcajada.

Me dirijo a la cena con McMardigan.

Esa noche hubo una fiesta en la aldea a la que llegaron gentes de muy lejos solo para oir y ver al anciano barbaro, deseosos de que contara alguna de sus historias.

La comida fue abundante, carnes asadas y vino, buena cerveza y algo que no estaba permitido beber a los niños, de nombre hidromiel. Los tambores sonaron y las jovenes barbaras bailaron con ganas para deleite de los varones. Los hombres se divertian en pulsos y pequeñas peleas por divertimento, lanzando lanzas a dianas pintadas en arboles de gruesos troncos...

Los niños correteaban en torno a la fiesta entre risas.

Disfrutando de la gran noche Asavar se puso a jugar con los demás niños, de vez en cuando comiendo y la gran parte escuchando las historias principalmente de McMardigan, cuando los adultos no se daban cuenta, robaba un vaso de cerveza aunque cuando la probó lo supo a rayo y la escupió.

Uno de los niños se acerco con un buen trozo de carne que te ofrecio en señal de paz. Era el niño que estaba con Gudrum, uno de sus hermanos.

- ¿Te apetece un poco?.- pregunto con una sonrisa.- Eres hijo de hermano de padre y me gustaria que nos llevaramos bien.

Gudrum se acurruco en su ricon viendo de reojo como su hermano preferia ser amigo del niño tonto que jugar con ella. Nadie la entendia y para colmo esa noche tendria que dormir con su madre... a la que no soportaba.

Asavar aceptó el trozo de carne con una sonrisa y le dijo:

-Entonces somos primos,creo... y tu hermana por tanto también...-en ese momento tuvo una idea.Hechó a andar buscando a Gudrum y cuando la encontró se acercó poco a poco con los brazos abiertos sujetando dos cuencos de comida,y dijo.

-No quiero pelear,solo quiero hablar.

La niño le miro con la cara seria y se encogio de hombros.- Entonces habla si quieres... si no tienes miedo de la niña loca.

Se puso de cuclillas en frente de Gudrum y le ofreció un cuenco de comida mientras le contaba:

-Tienes razón, actué muy miserablemente dandote un puñetazo por la espalda,me avergüenzo por ello y te pido perdón, pero tienes que entender que me ofendió mucho lo que dijiste de mis padres, de tus tíos,porque mi padre era hermano del tuyo, y me han inculcado que hay que tener respeto máximo a los antepasados y familiares tyos y de otras personas.Yo no te guardo rencor, y espero que tú a mí tampoco,somos familia,y me gustaría que fueramos amigos.

Si Gudrum acepta el cuenco, esbozo una media sonrisa y me siento a su lado a comer,si no, dejo el cuenco a su lado y me voy a habalr con Derett.

Gudrum tomo el cuenco y resoplo.- No queria ofender a tus padres.- dijo por toda disculpa.- Pero si no te haces mas fuerte cuando vuelvan los hombres malos... te haran daño de verdad.- dijo mirando al cuenco.- Yo quiero ser muy fuerte pero no me dejan... dice que soy una niña y que es mejor que solo este con niñas y haga cosas de niña...

Asavar sabía porque les llamaba hombres malos, y que habían hecho, pero no dijo nada por respeto a Gudrum.

-Luchas muy bien, yo se luchar,pero tú golpe fue de los mejores que he visto en mi vida,aunque no es muy larga jajaja. Venga vamos a lado de la hoguera y te enseñaré quién es McMardigan.- dijo cogiéndola de la mano y levantandola,empezando a andar hacia la hoguera.

- Ya se quien es.- dijo levantandome con desgana.- Cuenta historias de buenos guerreros... nunca de chicas guerrero...- Afirmo algo triste.

-Si te conviertes en una gran heroína seguro que cantarán historias sobre tí no te preocupes, al igual que las cantarán sobre mí,porque seré un gran héroe. ¿Quieres ver mi espada? -comento mientras termino de comerme la carne.

Barem se giro al oirte formular aquella pregunta, seguramente tenia otra cosa en la mente que no era tu arma, al menos no la de metal y filo. Aun entendiendo que lo habia entendido mal no le gusto tu comentario.- No la animes, Asavar, es una niña y tiene que quitarse esas tonterias de la cabeza. Si las mujeres fueran con nosotros al combate ¿Quien cuidaria de los niños y las casas?.

Quedándose petrificado al oir esas palabras, Asavar miró al padre de Gudrum.Sin duda, él no podía hacer nada, puesto que era el padre de Gudrum y eran sus tradiciones, así que dijo:

-Eh...yo...- y se calló.

La niña apreto los puños.- No sirvieron de mucho los hombres valientes cuando nos atacaron hace un año, igual que a mi hermana le sirvio de poco saber lavar la ropa cuando la cogieron ¿Verdad padre?.

El barbaro apreto los dientes y los puños, se aguanto las ganas de volver a golpearla pero no las de gritarle.- ¡Se acabo, apartir de ahora vas a vivir con tu madre, no te quiero cerca!.- Le grito con furia.

Me quedo callado observando la situación a ver como reacciona Gudrum.

- ¡Yo tampoco te quiero!.- grito la niña apretando los puños. Se dio media vuelta y corrio hacia el bosque para que no la vieran llorar, no podia llorar, los guerreros no lloraban. Eso era cosa de niñas y ella no podia permitirselo. Tenia que ser la mas fuerte si algun dia queria ser la guerrera que soñaba.