Partida Rol por web

El resto de la jornada fue puro trabajo, cortando y subiendo troncos a la vieja carreta. Tu padre se mostro callado y sombrio, preocupado por los acontecimientos, durante todo el dia.

Parasteis a comer algo de pan y queso, al mediar al dia, despues continuasteis sin incidentes ni molestias. Al caer la tarde la carreta tenia toda la leña necesaria. Era hora de volver.

Al paso que iban los animales llegariais justo cuando se os habia pedido. Los viejos buyes hicieron su labor sin quejarse, mas lentamente que antes, si eso fuera posible. Tu padre bajo del carro para aliviar su peso, guiando el carro desde abajo apesar de estar agotado.

- Hoy si nos hemos ganado el pan.- comento algo mas relajado.

El resto de la jornada pasa como es habitual y ya despues de comer esta casi olvidado mi extraño encuentro con el brujo. Al ocultarse el sol volvemos con la leña cortada cargada en la lenta carreta tirada por los caballos.

Ha sido un día duro. Contesto a mi padre. ¿Quieres que me adelante para ver si hay curiosos? pregunto a mi padre aun sabiendo que así me meti por la mañana en un buen lio.

- Preferiria que no te alejaras, hijo.- dijo tu padre aun preocupado por la presencia del brujo.

Uno de los buyes se paro de plano, se dejo caer al suelo. El animal estaba en las ultimas y no daria un paso mas.- Fantastico...- murmuro tu padre soltado al animal para que pudiera espirar en paz.

Entiendo lo que dice mi padre, quizá mi propuesta estuvo fuera de lugar un día como hoy cuando ya meti la pata. Agacho un poco la cabeza cuando el buey empieza a dar sintomas de dar su ultimo aliento.

Perfecto... Corroboro lo que dice mi padre. Supongo que ahora tocara ayudar al buey que queda... Digo quitandome la chaqueta a pesar de estar ya agotado

- Es demasiada carga para ti hijo, por fuerte que seas no eres un buey... No me gusta la idea pero adelantate y pide al Joe el tabernero que te preste su mula. Es un animal muy fuerte y me debe el favor por la leña que le lleve al principios del invierno.

Asiento, otra vez mi padre estaba en lo cierto, si nosotros tratabamos de hacer el trabajo del buey nos ibamos a eternizar,

Vale, espero que no haga demasiadas preguntas...  Digo torciendo un poco el gesto. Estaré aquí lo antes posible. Digo a modo de despedida, nervioso, aunque al menos no era a volver a hablar con ese maldito brujo.

Sárgon corrio al pueblo. Por desgracia Joe estaba ocupado y tardo un poco en poder atenderle pero le dejo el animal gustoso.

El muchacho se dio cuenta de que iban a retrasarse en la entrega de la leña y Bragost era un hombre que no toleraba la impuntualidad.

Emprendio el camino de vuelta a paso redoblado, tan rapido como el cansancio le permitia. Por suerte el animal estaba dispuesto a ayudar y sobre su lomo gano un buen tramo.

Unos soldados le adelantaron por el flanco, corriendo como si les fuera la vida en ello, de un modo tal que el joven Sárgon estuvo a punto de tener un acidente y caer por su culpa, pero no se detuvieron, continuaron adelante.

Suspiro aliviado cuando Joe nos presta el animal sin más preguntas pero se me había echo tarde y nos estamos retrasando en la entrega de la leña lo que era preocupante. Doy a todo lo que da la pobre mula y aun así un soldado casi me tira literalmente del camino, me pregunto a donde irá con tanta prisa pero yo tengo mis propios problemas y tengo que llegar a donde mi padre.

Mientras te acercas ves que los soldados se han hecho cargo del carro, han quitado a los bueyes y en su lugar encanchado buenos caballos. Antes de que llegues ellos ya estan de vuelta a la fortaleza, a toda prisa... No obstante te preocupa no ver a tu padre con ellos. Al mirar a un lado del camino encuentras un bulto grande, un hombre herido e inmovil. Te acercas corriendo con una terrible sospecha que se cumple.

Tu padre se encuentra tirado con un tajazo en el vientre. Lord Bragost no perdona a los que le fallan.- Recordaste de golpe.

Me quedo petrificado al ver a mi padre en el suelo herido o muerto, doy un paso hacia él pero pronto me detengo es más que probable que si me ven corra la misma suerte ¿que debo hacer? No quiero dejarlo ahí pero yo no puedo hacer nada con los soldados y no creo que quiera que acabe como él.

Trato de esconderme en el margen del camino a la espera de ver lo que ocurre, estoy nervioso pero poco puedo hacer.

Los soldados, media docena segun cuentas, no pierden el tiempo. En cuanto el carro esta preparado tiran de el a toda prisa.

Ambos bueyes estan al otro lado del camino, inmoviles, como tu padre.

- ¡Vamos!.- grito uno de ellos y salieron al galope levantando una enorme polvareda.

Al acercarte a tu padre viste que su herida era mortal y terrible, tenia el vientre atravesado de lado a lado pero aun respiraba. Solo un milagro podria salvarlo.

Kaen vio pasar un carro lleno de madera y seis soldados escoltandolo a alguna parte. Pasaron a toda prisa, sin reparar en el.

A pocos metros de alli vio un hombre tirado en una cuneta, ensangrentado y a un chico de su edad intentando asistirle.

Cuando por fin los soldados se van me acerco a mi padre rápidamente muy preocupado, la herida es demasiado seria como para que yo pueda tratarla, trato de taparla con algo de tela para que no salga más sangre.

Mierda mierda mierda... no te mueras... tengo que llevarte a un curandero...   Miro hacia los lados pero los soldados se llevaron la carreta que era el único modo de moverlo de manera rápida y segura no creo que pueda sacarlo de aquí sin ella solo me queda el burro así que voy a buscarlo aunque no se como lo voy a usar para moverlo ya que si lo muevo demasiado podría morir.

Al girar la cara para encontrar al animal, pastando tranquila mente, descubriste a un chico de tu edad observandote. Parecia de lejos, uno de esos titiriteros que viajaban en caravanas haciendo circo por los pueblos. Posiblemente se hubiera perdido o buscara a alguien...

Al buscar a un animal encuentro a un chico que quiza pueda ayudarme, supongo que si sabe la verdad puede que se niegue asi que por ahora prefiero no entrar mucho en detalles.

Mi padre esta herido, necesito ayuda para llevarlo a un curandero... por favor... Le suplico

Kaen se acerco a paso cauteloso observando al joven y luego al hombre que yacia en el suelo - Que sucedio - Pregunto acuclillandose junto al chico y su padre - Te ayudare, anda levantalo... - Volvio a echar una mirada a quienes escoltaban el carruaje

El carro ya se estaba perdiendo en el horizonte, quienes lo conducian tenian mucha prisa

El hombre tenia una herida terrible, si no recibia ayuda inmediata moriria desangrado. El problema era que el curandero local habia sido ajusticiado recientemente, acusado de practicar brujeria en un pueblo vecino.

Voy a junta mi padre y apreto la herida tratando de frenar la hemorragia, sigue perdiendo sangre y estoy un poco desesperado.

Moverlo puede matarlo y no tenemos una carreta para llevarlo a ningun sitio... hay que hacerlo con mucho cuidado.

Digo obviando la pregunta de que paso.

- Maldita sea - Penso para si mientras un sin fin de maldiciones venian tras la primera - Podemos traer a alguien? - Pregunto mientras aun estaba sin tocar el cuerpo del hombre.

- alguien puede ayudarnos? - pero no seria posible y aun tenia algo que hacer en la ciudad, ya habia perdido a varios en el camino hasta aqui y ahora esto... la vida estaba sinedo injusta pero habia que esquivarla y avanzar.

-Bien.. carajo.... vamos - Dijo Kaen ayudando a levantar al hombre para comenzar a caminar