Partida Rol por web

La comitiva salio tan pronto como el equipaje de Laia estuvo hecho, Morgul a la cabeza, no nervioso pero si alertado a cada sombra del camino. De vez en cuando trataba de formular un acertijo para distraeros pero sabiais que su mente estaba en otro lado.

El paso era rapido y seguro mas al llegar a un camino oscuro, ya de noche cerrada, encontrasteis a dos muchachos intentando atender a un herido postrado en uno de los lados del camino.

- Es el leñador.- dijo Morgul con apenas un susurro, dejando su montura para ir en su ausilio.- Les vi esta mañana temprano, algun malandrin debio asaltarles... ¿Pero quien podria atacar a un hombre que no posee nada de mas valor que su vieja hacha?.- pregunto como si pudierais darle una respuesta. Al fijaros visteis que el hombre estaba tumbado sobre un charco de sangre.

-Tiberio, ven conmigo, señoritas, esten alerta.- dijo acercandose al leñador, el cual parecia atendido por dos aprendices de vuestra edad... tal vez sus hijos.

Mientras intentabais mover al leñador el sonido de cascos hizo que se os pusiera la piel de punta de nuevo, al giraros visteis al mago desmontar y acercarse a toda prisa. A su lado un muchacho que parecia su aprendiz, pero no iban solos.

Detras dos chicas de vuestra edad, mas o menos, les acompañaban. Tenian un aspecto normal, no eran brujas, al menos no lo parecian, pero podian ser hechiceras o cualquier otro tipo de seres de las tinieblas.

- ¿Puedo ayudaros?.- pregunto el mago dispuesto a ello, solo titubeaba por el miedo que su presencia solia producir. En cierto grado temia que los chicos lo apedrearan antes que permitirle atender al herido.

- ¿Que ha pasado al buen leñador?.- pregunto observando que su herida era muy seria, hecha por un filo, nada accidental.

Me bajo del caballo callada y me pongo al lado de Morgul y de Tiberio...

Me pongo entre ambos por la parte de atrás... y digo a los dos aprendices del leñador: Puedo intentar sanar parte de sus heridas...

Miro al leñador tendido en el suelo mientras espero una respuesta, con gesto serio y centrado.

Desmontando tras Morgul, Tiberio se coloca junto a él con rostro serio

- Temen la magia, ten cuidado...

Por fin encontramos al mago, es una suerte haberlo encontrado de camino pues si hubiesemos llegado a la torre y encontrarnosla vacia lo más probable hubiera sido que mi padre hubiese muerto.

Nos atacarón en el camino y mi padre resulto muy mal herido... Digo sin querer entrar en muchos detalles.  como el curandero ya no esta me preguntaba si tu podrías ayudarlo... Miro a la ¿aprendiz? que quiere ayudarlo, no estoy seguro y la miro alternatibamente a ella y al mago, no me fio de brujerias si tan solo tuviera otra opción. Si pudieras salvarlo te estaría eternamente agradecido... Digo suplicando finalmente, sabiendo lo grave que esta mi padre y el poco tiempo que le queda si no hacemos nada al respecto.

El mago asintio.-Teneis suerte de que sea una herida superficial.- dijo el mago mirando a su aprendiz, apesar de que el hombre agonizaba atravesado de lado a lado por una fea herida.-¿Estas de acuerdo, Tiberio?.- pregunto a su aprendiz, dejando que este se encargara de su sanacion.

Ciertamente la herida no es un simple rasguño… en cualquier caso eso es igual, si Morgul me dice que lo haga es porque puedo hacerlo… ellos esperan ver un "milagro" y yo se lo pienso dar…

- ¿Cómo no estarlo? Un simple corte… profundo mas no deja de ser un corte, si me permiten… - acercándose al herido intenta hacerse sitio entre los jóvenes con las manos abiertas antes de arrodillarse junto al leñador para descubrir la herida y observarla con atención

No quieren juntarse con magos… temen lo que no conocen… vienen beligerantes diciendo no desear relacionarse con “nuestras artes” mas aquí están esperando ver al leñador levantarse… bueno en algo tienen razón, el leñador sobrevivirá es sólo un corte profundo efectivamente… en cualquier caso una hemorragia puede cesar… es cuestión de que la sangre toque el aire y coagulará… el aire está y la sangre también… un proceso natural de lo más simple…

Morgul había pasado de mi ofrecimiento.... Llene los carillos de aire intentando calmarme... levanto mi dedo indice contra Morgul cuando... Tiberio levanta la camisa de leñador y deja ver su herida...

Me arrodillo junto a Tiberio y le digo: Este hombre necesita ayuda rápido... el peor enemigo de este hombre no fue la longitud de la hoja que lo sesgo ... sino el tiempo que ha pasado hasta nuestra llegada...

Miro entre las hierbas que hay a nuestro alrededor en busca de algun hemostático... Mi memoria era clara... solo necesitaba Alfalfa...

Mire a Laurielle aún cerca de los caballos y le dije: Laurielle corre... trae alfalfa de los caballos... y que este limpia... necesitamos evitar que siga perdiendo sangre...

Miro a Tiberio y le digo: ¿Puedo ayudarte...?

Tomando la mano de Laia para calmar la escena su voz suena serena y tranquila - No sé querida yo le veo perfectamente... - levantándose del suelo con una sonrisa en el rostro invitando a Laia a seguirle - ... ahora que el leñador sólo debe descansar ¿podrían explicar algo más? No deseo ser descortés pero en su relato no había detalles y son los detalles lo interesante de las historias -

Estás... eh... radiante... sin duda, en especial cuando te enfadas pero no conviene que estos desconocidos que ya desconfían bastante piensen que entre nosotros hay alguna diferencia... echa el aire de los carrillos y tranquilízate ya está todo solucionado...

El leñador dejo de sangrar, como si la mera presencia de los magos negando su herida hubiera hecho que esta se borrara. Aunque mareado el hombre abrio los ojos, como si acabara de pasar un mal sueño y se levanto. El unico rastro de herida era las manchas de sangre de su ropa. Habia perdido mucha y necesitaria descanso pero estaba sano y salvo.

Miro alrededor sin saber que decir salvo un sentido-Gracias.

Estás... eh... radiante... sin duda, en especial cuando te enfadas pero no conviene que estos desconocidos que ya desconfían bastante piensen que entre nosotros hay alguna diferencia... echa el aire de los carrillos y tranquilízate ya está todo solucionado...

- No es preciso agradecer nada - respondió Tiberio con una ligera reverencia

Kaen sonrio de lado y en su bolsillo apreto el anillo con fuerza, mientras miro al resto por algunos segundos agradecido quizas de que ellos pudieran salvar al padre del muchacho - Gracias - tambien agrego pese a escuchar las palabras del joven que habia desmontado - Ahora debo irme, tengo que... ir a ver al hijo de rey- dijo comenzando a separarse del grupo y tomando camino hacia el castillo