Partida Rol por web

- Gracias, gracias señores...- dijo la mujer, una exclava de Bragost que de algun modo habia escapado. El otro chico tenia el aspecto de un barbaro.

Con la espalda en la puerta Tiberio tomó aire, había salido bien, era el momento de las preguntas

- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Tiberio analizando a los desconocidos - ¿Quién sois? - no eran las mejores palabras pero ahora mismo el tiempo apremiaba

Morgul Rast ha caído por agotamiento... me lo dijo antes de abrir la puerta, no te preocupes en un momento lo llevaremos a su cuarto para que descanse... primero veamos qué tenemos aquí...

Me acerco a los recien llegados y les digo:

¿Qué esta pasando ahí fuera?...

Miro a Tiberio y digo: Si... ¿Quienes sois?... Vamos responded...

El miedo inundaba mi cuerpo pero dejaría que los nuevos lo vieran... y con mi cuerpo intenté irradiar furia...

Gracias, Tiberio... La verdad pensar que Morgul ha caido agotado me pone aún más nerviosa... 

Debemos de tranquilizarnos y sacar eso adelante... juntos...

No tienes que preocuparte... el mal que se cierne sobre la torre es peligroso... más poderoso incluso que Morgul Rast y sin embargo le ha podido contener... no por tener más poder siempre obtendrás la victoria... eso lo aprendí leyendo historia, me parece una de esas lecciones fáciles de apreciar... vale ya estoy divagando... concentración.

Acercándose Laia y colocando su mano sobre un hombro

Estamos sanos y seguros... no hay motivo para ceder al miedo

Esperando la respuesta Tiberio se acerca a Laia y colocando su mano sobre un hombro la mira con rostro calmado

Asavar entró rápidamente y alguien cerró tras él. Tomó bocanadas de aire apoyandose sobre sus piernas fatigado, y recuperando la compostura, observó a los presentes. Aquello era la torre de un mago, pero excepto el caido, solo parecían chavales de su edad.

Cuando uno de ellos le preguntó, asavar lo miró y dijo:

-Mi nombre es Asavar, y estaba en este castillo con la compñía de mercenarios a la que pertenezco. O pertenecía...-dudó, pero en ese momento miró al adulto y dijo:

-Deberíais ayudarle, parece extenuado.

Una chica avanzó hacia él, formulando otra pregunta, y Asavar contestó, con voz medio afónica,dando un poco más de miedo con su relato:

-La nube negra ha llegado al castillo, la que trae el sadismo  y la locura a los hombres y las mujeres, ancianos y niños. Los guardias luchaban a muerte entre sí, el caos y la anarquía campaba por doquier, y un montón de sangre...-en ese momento Asavar se quedó sin voz y miró al suelo al infinito, y se sentó apoyándose en una pared, rememorando lo que había visto. Era demasiado...

Avanzando con un saludo de cabeza a la joven y la mano por delante, estrecho la mano del bárbaro

- Bienvenido Asavar, mi nombre es Tiberio y este es el único refugio ante la nube que espera paciente nuestra salida… antes de nada debo advertiros pues si mi maestro a considerado importante abriros lo menos que espero es vuestra total colaboración… nadie debe abrir puerta o ventana alguna, no importa lo que escuchéis, lo que penséis… nadie debe abrir nada - mirando a los visitantes continuó algo menos sombrío

- Con esa sencilla norma estaremos todos a salvo hasta el amanecer, no hemos tenido la desgracia de contemplar lo que habéis narrado… confiemos en que no debamos conocerlo nosotros ni repetirlo vosotros… - el tono final era tanto un deseo sincero como una amenaza velada una advertencia de lo que tenían que perder si no colaboraban

- Ahora tengo un hechicero que bien merecido tiene el descansar… ha salvado nuestras ocho vidas - comenta mientras comienza a caminar hacia el cuerpo desvanecido

No creo que sean peligrosos... por el momento

Oigo unas voces fuera y como se apresuran a abrir a pesar de todas las advertencias que teniamos hasta entonces en contra. No entiendo nada y miro confuso la escena.

¿Como es que a vosotros no os afecto esa nube? Pregunto ya que acababa de ver en mi padre lo que una pequeña exposición podía causar.

Asavar miró al chico con cara de pocos amigos, y dijo seriamente:

-En cuanto oimos signos de lucha salimos corriendo con un trapo en la boca, parece que la nube no llegó a tocarnos.

Tiberio cargo con su maestro, el cual se le hizo menos pesado de lo normal. Lo dejo en su cama antes de volver con el resto. Fuera se oian gritos cada vez mas fuertes, tambien risas de pura locura. Quedaban horas para el amanecer.

- Puede que la nube no entre pero esas personas estan tan enloquecidas que si se les ocurre entrar, el cerrojo de la puerta no sera suficiente. Deberiamos poner algo mas... por si acaso.

Al regresar Tiberio escuchó atentamente el comentario de Laurielle antes de intervenir

- La puerta de la torre es más que un simple cerrojo, en cualquier caso no perderemos nada por hacerlo y ganaremos en tranquilidad... vamos Asavar - encaminándose a un mueble pesado

En las habitaciones teneis muebles, sillas....

Si piensas que tienes un muble pesado lo tienes ;P

Kaen observo a Parim ingresar en aquel lugar, algo le dijo o le dio la sensacion que no todo estaba bien - Parim - Dijo acercandose par atomar su mano - Y los demas? Mi hermana? Itlu? - Pregunto sin reparo....

Luego miro al resto... aquella nube estaba destrosando mentes y tambien separando gente.... Algo en Kaen reflejo la brabura de un lobo rabioso, se mostro con puños cerrados como si fuera atacar al proximo qeu dijera algo sobre esa maldita maldicion o lo que fuera, tenia un nudo en la garganta que no podia sacarse.

Lord Bragost ataco la caravana, a mi me llevaron pero no se que paso con el resto. - dijo Parim abrazando al muchacho.- Creo que tu monito escapo, pero no sabria decirte a donde.