Partida Rol por web

¿Una patada? Segundo y último error amigo... mi paciencia tiene un límite y hay líneas que no pienso tolerar

Tiberio se interpuso acelerado entre el grupo de jóvenes y el leñador, era evidente que no estaba tan calmado como se hacía habitual observar en él.

- ¡YA BASTA! - agitando la mano tajante - He salvado tu vida y te atreves a levantar tú mano... sé que estás hechizado y por eso no sufrirás más daño... -

Me levanto del suelo condolida por la patada... y con una mano en mi estomago me apoyo en Tiberio...

Miro a los demás y digo con las palabras aún entrecortadas por la falta de aire por el golpe:

Veiss... veis lo que se ha... lo que se ha conseguido por una simp... simple ventana...

Espero que seaís ahora... conscientes de lo que lo que... decimos es verdad...

Espero que nos ayudeis...

Me apoyo en Tiberio y enlazo mi mente con la suya:

Gracias por defenderme... pero debes de contenerte... no sería el primer golpe que he recibido ... se me pasará pronto ... sobretodo si tu estas cerca...

Ayudando a Laia como base para recuperarse del suelo

Laia querida... yo... lo siento... ¿estás bien? ¿te ha hecho daño?

Tranquilo... ha sido solo un... ¿querida?.... me gusta como suena... lastima que no lo haya escuchado de tu boca...

Sonrio mostrando agrado a Tiberio y dejando que vea que ya apenas me molesta el golpe...

Oye que bastante que escuchas todo lo que me ronda esta cabeza cuadrada mía... además eres demasiado dura conmigo sin que lo merezca... no es la primera vez que te lo digo y tampoco sería la primera vez que lo escuchas en mi voz si ahora lo pronunciase... ¿acaso tan mala memoria tiene Laia Laos? Rubia pretenciosa... antes de besarte... aunque quizá no me prestases mucha atención... yo comentaba algo importante... en esas palabras lo dije... esa fue la última vez que te llame querida de viva voz... ¿Acaso no recuerdas nada previo al beso? Resulta que no soy tan mal mago después de todo

Finalizando con una mueca

Intentaba engañarte para que me lo dijeras otra vez... Pero eres mejor mago que yo... Anoche me entrege a tí... así que es normal que te enfurezcas ... pues soy tuya ...

Dichosa la luna que nos guarda en su memoria... Espero volver a sentir sus rayos sobre mi piel... mientras tu piel me cubre del frio...

Abrazo a Tiberio:

Espero que esta guerra termine pronto... y que veamos ese fin juntos...

Abrazo a Tiberio y le digo:

Calmate...Tiberio...

Al gritar

¡Ya basta!.- La voz de Tiberio se proyecto empujando al leñador contra la pared. Se dio un golpe en la cabeza y quedo inconsciente pero sin heridas de grabedad. Todo quedo en silencio un largo minuto.

No se abrio ninguna puerta pero por algun lado entro Morgul, blanco como la pared, agotado y estenuado. Se apoyo en la pared para no caerse.- Hice cuanto pude para frenar la nube pero es demasiado poderosa para mi. Es un eco del poder infernal escapando.

Morgul sudaba igual que se acabara de llegar de una maraton.

- Estoy tranquilo no te preocupes Laia... - su susurro y el abrazo fue interrumpido por la entrada de Morgul Rast

Tiberio contempló a su maestro un instante y soltando el abrazo con Laia despacio avanzó hacia Morgul Rast ofreciendo su apoyo con el brazo

- Ha hecho todo lo que estaba a su alcance... eso es lo importante... maestro ¿qué propone? - preguntó Tiberio

Parece una pregunta estúpida... igualmente... ¿estás bien maestro? ¿herido de gravedad?

Las defensas aguantaran esta noche, al alba el mal se habra ido.- dijo limpiandose el sudor con la manga.- Nada mas podemos hacer.

No, Tiberio... no estoy bien. Lord Bragost planea una guerra, quiere alzarse contra el rey. Tenemos que partir y avisar al monarca de la inminente rebelion ¿imaginas un rey peor que ese tirano?.- pregunto a tu mente.-Tenemos que impedirlo... Busque a tu madre, Tiberio, lo siento... ella trato de escapar y segun todas las mentes que he podido leer, se piso el vestido al bajar por las escaleras, escapando de Lord Bragost... se rompio el cuello. No he podido hacer nada.

Eso es mentira... solo perdiste la cabeza por la magia... balbuceo esperando que realmente mis palabras sean las ciertas.

Mi padre se esta comportando de una manera muy extraña, no quiero creer lo que dice, él siempre fue alguien amable que en nada se parece a lo que veo ahora en él. Antes de que me de cuenta es lanzado contra la pared por un grito de Tiberio, yo corro hacia él a pesar de lo que dice sigue siendo mi padre.

¿Estas bien? pregunto pero parece estar inconsciente. ¿se pondra bien? Le pregunto al mago, ya se que es poca cosa comparado con lo que esta pasando fuera y los problemas que nos rodean pero aun así no puedo evitar preocuparme por mi padre... y no solo por su estado físico.

Yo... bueno ya sabía que mi madre estaba muerta no esperaba encontrar algo distinto al llegar aquí... en el fondo pese al dolor sé que ahora puede descansar lejos de Bragost... llegará el día en que Bragost responda por todos sus actos... contemplaré ese día. Supongo que necesitas descanso... si puedo hacer algo... estaré pendiente de que nadie vuelva a intentar salir aunque dudo que visto lo visto se les pase por la cabeza...

- Está bien... no hay motivo para preocuparse Sargón ya no podrá hacerse daño ni hacérselo a los presentes esta noche... - permaneció pensativo un instante antes de continuar - ... no tengáis en cuenta sus palabras, se encontraba hechizado -

La entrada de Morgul me hace quedarme al principio algo parada... el miedo me llenaba... pues hasta el propio Morgul Rast se veía abatido por lo que acontecía...

Pero el valor esta vez enfundo mi cuerpo y me movió hacía el... sentí el cansancio en su cuerpo...

Debía calmar su cuerpo para que nos siguiera guiando... Lo miré a los ojos y en ellos pude ver reflejado los momentos que viví junto a él... desde cuando me encontro en las cavernas subterraneas ... hasta su afan por guardarnos aquella misma noche...

Una lágrima recorría mi mejilla... aún que mi rostro dibujaba una sonrisa... Mi lágrima brillaba con tonos azulados e iridiscentes....

Mis labios susurraron... Sanatem... recogí mi lágrima con mi mano y la apoye en el pecho de Morgul... cierta luz chocaba entre el cuerpo de Morgul y mi mano...

Tras apagarse la luz... miré a los ojos de Morgul y le dije: ¿Se encuentra mejor?... Le necesitaremos al alba...

Morgul estaba cansado, no vio lo que Laia pretendia. Solo puedo gritar un - ¡no!.  Antes de gritar de dolor y caer como si le hubiera atravesado un rayo. El mago quedo encogido sobre su cuerpo, destrozado de dolor, apretando los dientes para no volver a gritar.

Laia no entendia nada, era magia de cura, magia buena.

- ¡Para!.- pidio Rast apartandose de Laia, sentandose con la espalda respaldada en el muro.- ¡No se usa la magia de luz en un brujo!