Partida Rol por web

Viendo que los demás parecían llegar al techo sin encontrar ninguna sorpresa, me dispuse a seguirlos.

- Gracias Mercy. Le agradeció al darle el hacha y se dispuso a explorar lo que había en aquel lugar. Todo el techo que había caído, ocultaba la mayor parte de la sala y había acabado con un animal metálico. Un problema menos pensó Hlin, pero entonces dos pares de ojos brillantes escondidos en las sombras pusieron sus ojos sobre ellas y se comenzaban a acercar poco a poco.

- Problemas aquí abajo. ¿Podéis subir y freirles con vuestra magia antes de que bajemos? Tal y como estamos sería lo más sensato. Aunque mi sangre arde con ganas de pelea, no quiero perder la vida aquí abajo.

"Rápido! Izadme!" - suplicó la bruja. Lla gravedad de sus heridas convertía aquella pared en un obstáculo insalvable. El mínimo traspiés le depararía un destino igual de funesto que el de Larom. No obstante, si Qualion y Kyra tiraban de la cuerda para subirla, en unos segundos, podrían encarar todos juntos, la amenaza que acechaba a la enana.

Con mas dificultad de la que pensé, consigo trepar el muro.

A primera vista, no parece haber nada de valor o interesante. Al menos nada con lo que sacar un botín extra. Tal vez el chucho de metal, si no está muy destrozado. Reparo entonces, en esos dos pares de ojos, para luego distinguir la figura de otros dos perros. En circunstancias normales, probaría a bajar y hacerme con ellos a base de caricias y halagos. Pero, entre que no llevo la armadura puesta, y que no son seres de carne y hueso, prefiero secundar la idea de la enana y ayudar a la restante compañera y atacarles desde la altura. Si no funciona la magia, siempre quedaría la opción te tirarles el resto de techo encima. Agarro la cuerda con fuerza, y, con una pierna a cada lado del muro, la uso para agarrarme bien a este y estar preparada. Miro a Hlin.       -Cuando digas- Le digo para confirmar que estoy lista.

Aferrándome a la soga con mis exiguas fuerzas, tras enroscarla sobre mi brazo izquierdo; me preparo para ser izada. Teníamos que ayudar a la enana lo antes posible y maldecía para mis adentros encontrarme tan mal herida. A duras penas, conseguía mantenía en pie.

¡Preparada! -espeté a la guerrera. A diferencia del resto, yo no había dejado caer el equipo. Las raciones y demás pertrechos nunca debían dejarse atrás. Si el suelo se hundía bajo nuestros pies... mejor no imaginar el futuro que nos aguardaba en aquella olvidada tumba sin luz, agua ni alimentos...

Con ayuda de la cuerda Qualion logra subir al techo del edificio, Mercy no se arriesga y espera hasta que Kyra tira de ella, la guerrera consigue alzarla, pero comienza a desestabilizarse por culpa del techo derrumbado, la joven debe hacer verdaderos esfuerzos para no caerse.

Qualion y Mercy ven lo que instantes antes habían visto sus compañeras, una gran porción de techo se ha derrumbado hacia el interior, aplastando armarios y estanterías bajo el peso de piedras y ladrillos. Los restos de lo que parece ser un perro metálico, atrapado también bajo el derrumbe, sobresalen de entre los escombros. Estantes polvorientos, intactos, jalonan el muro sur, y una enorme fragua con su horno cubre la sección oriental. Nada de ello parece haber sido usado en siglos. Pero ya no estaban los perros mecánicos, se habían adentrado a las sombras para no dejarse ver

Se lamentó de que para cuando los arcanos subieron ya no quedaban ninguna de aquellas criaturas. Ella se encontraba sin el escudo pero tenía pensado atraerles. Se dejó caer de un salto al suelo y se preparó para el combate colocandose de forma defensiva.

- Preparaos, en cuanto vengan a atacarme freidles con vuestras cosas mágicas. dijo mientras no apartaba la mirada del lugar donde estas se habían escondido. - Vamos perros chiflados, aquí me teneis. bramó la enana con ganas de reventar a los perros mecánicos.

Las criaturas que mencionó Hlin ya se habían ocultado en las sombras para cuando logré subir. Así que coloqué al otro lado del agujero y esperé a que alguno decidiera responder a la provocación de la enana

El tirar de Mercy casi me cuesta el caerme dentro de la forja y quedarme a merced de esos chuchos metálicos, y, para mejorar las cosas, sin armadura. Por suerte no llega a suceder. Intuitivamente, logro mantenerme sobre el muro, por fortuna.

Hlin baja del muro con la intención de atraer a los perros. En otras circunstancias, no habría dudado en seguirla, pero cansada, y sin armadura, mejor usar la cabeza primero. Tal vez, de haberlo hecho anteriormente, todo habría sido más fácil. 

En lugar de saltar, bajo de una forma más prudente. Ya en el suelo, comienzo a enfundarme de nuevo la armadura. -Parecen tener cierta animadversión por la luz- A continuación, me acerco a los resto del perro sepultado. Primero, para asegurarme de que esté muerto, pues no me apetecen una sorpresa desagradable. Y segundo, para comprobar la dureza del metal.

¿Dónde están esos chuchos? Hlin - pregunté a la enana desde las alturas. Lo poco que sabía sobre los enanos es que eran seres habituados a vivir bajo tierra, en sus profundos salones. Se mezclaban con otras razas, pero siempre mantenían las distancias.

Aunque creía que Hlin podía valerse por si misma en la oscuridad, dudaba que Kyra pudiera desenvolverse con la misma soltura en aquellas condiciones de luz. En mi mochila quedaba un cetro solar, pero debíamos gestionarlos con cabeza. Saco el cetro, y lo mantengo en la mano izquierda, lista para arrastrar la punta sobre el suelo y que la alquimia hiciera su "magia".

Mi mente jugueteaba con la idea de hacer que el techo se desplomara sobre los perros, pero eso conllevaba importantes riesgos. El plan, hizo aguas, cuando el mago se desplazó al otro lado... La mejor opción era la de estar preparada ante la aproximación de las criaturas y ofrecer cobertura a nuestros guerreros.

Hlin descubrió que saltar desde el tejado a un lugar lleno de cascotes de techo no había sido buena idea, mientras que Kyra se tomaba su tiempo en bajar trepando, Hlin se daba un golpe en la pierna en el salto con los escombros del techo.

Kyra observa al perro que está debajo de los escombros, está muerto, aplastado por el techo y a su lado ve un cetro pentagonal, pero para poder cogerlo antes debe quitar los escombros. Kyra comienza a ponerse su armadura.

Los perros se dirigieron a Kyra, era la que más vulnerable estaba al ponerse la armadura, uno de ellos no pudo morderla, pero el otro sí, haciendo que a Kyra le fallasen las fuerzas, estaba a punto de caer inconsciente, lo notaba

-¡Kyra, cuidado! -dije al ver que el enemigo se abalanzaba sobre la guerrera mientras se colocaba su armadura

Uno de ellos la mordió. Tenía que evitar que siguieran atacándola. Así que comencé nuevamente a recitar las palabras y a realizar mis pases mágicos. Una bola de energía se formó sobre mi dedo y salió disparada contra aquel monstruo. No contento con ello, comencé a recitar otras palabras y a realizar otros movimientos para que una bola de luz verde se formara sobre mi dedo y saliera disparada también hacia esa criatura.

Uno de los perros iba a atacar a Kyra cuando el proyectil mágico de Qualion le impacta, haciendo que pierda la concentración y no ataque a Kyra

Su plan había funcionado, no tan bien como esperaba pues saltó con decisión y se hizo un poco de daño en la rodilla al caer. Pero eran gajes del oficio y no había llegado hasta allí para andar con delicadezas. Había que acabar con los dos perros para investigar el lugar tranquilos. Sin el escudo encima agarró con las dos manos el hacha y dejó escapar su frenesí interior y con los ojos inyectados en sangre comenzó a golpear al perro que tenía delante. El impacto fue directo contra el cuerpo y consiguió abollarlo, pero estaba segura de que no le había causado demasiado daño.

Me había preparado ante aquella contingencia y en cuanto los perros estuvieron a tiro, antes de que atacaran a Kyra, lancé mi ataque...

Manipulando las energías místicas de la Canción Eterna, conjuré un proyectil de puro odio con la intención de destruir a nuestros enemigos.

No debí bajar la guardia. El que esos chuchos parecieran rehuir de la luz me dio una falsa sensación de seguridad. Y lo pagué con creces.

Todo está ligeramente nublado. Ponerme la armadura me dejaría demasiado tiempo indefensa. No, lo mejor en esta situación es acabar con el enemigo lo más rápido posible. Así, haciendo acopio de todas las fuerzas que me quedan, espoleadas por la rabía generada por el dolor, lanzo mi ataque y devolver ese "favor" a mi atacante. 

Mercy lanza una explosión sobrenatural contra el perro que ha atacado a Kyra, pero apenas le roza, haciéndole muy poco daño. Hlin en cambio, al ver a su compañera tan mal decide emprender el ataque contra aquella criatura, le da un potente golpe, no tanto como la enana sabía que era capaz, pero si lo suficiente para dejarlo herido. Kyra abandona la armadura y se enfrenta junto a la enana a su atacante, no iba a morir contra esos perros, no sin luchar al menos, soltó un fuerte golpe que casi acaba con la vida del perro, pero el esfuerzo la dejó exhausta, haciendo que cayese desmayada

Hlin consiguió golpear al perro pero no con la fuerza que tenía que haberlo hecho obligando a Kira a atacar para defenderse y a pesar de dar un buen golpe del esfuerzo acaba cayendo desmayada. Hlin ahora atosigada por las dos criaturas lanza un ataque rápido para acabar con él lo antes posible pero falló estrepitosamente. Ahora se hallaba a merced de ambas criaturas.

Desde mi posición privilegiada, podía tener una visión más clara de la contienda. No obstante, la lucha cerrada entre Hlin y el guardián férreo dificultaba que pudiera atacar con facilidad. Debía prestar especial cuidado, si no quería que mi disparo alcanzara a Hlin o Kyra.

Concentrando el dolor que recorrñia mi maltrecho cuerpo, me preparé para lanzar una nueva descarga de poder en bruto contra nuestros enemigos.

La enana tenía el cuerpo inconsciente de Kyra a sus pies, tenía que tener cuidado de no pisarlo, por no contar de que ahora eran dos los perros metálicos que la estaban atacando, intentó devolver el golpe, pero los casquetes a sus pies se movieron haciendo que su hacha cortase el aire por encima del lomo de los guardianes férreos. Por suerte para la enana, a los guardianes férreos también le estaba costando atacarla

Por su parte, Mercy desde la seguridad del techo hace uso de sus poderes y con una explosión sobrenatural hiere al perro que estaba a los pies de Kyra