Partida Rol por web

Siguiendo la indicaciones del enano, no tardamos en llegar al Yunque Roto, que por suerte estaba cerca de nuestra posición. Ya dentro, somos recibidos por una mediana, que nos lleva hasta una humana a la que le da un trato de "lord". Debe ser importante la mujer. 

Nos habla de lo acontecido, del por qué pereció el anciano llamado Bonal Geldem. Qué murió investigando algo sobre una forja perdida, al parecer, de la casa Cannith. O al menos el diario que podría llevar hasta ella pertenecía a dicha casa. Algunos de mis "compañeros" comentan varios puntos interesantes a la anfitriona. Otos, prefieren esperar su turno en lugar de sumarse a la salva de preguntas. Yo por mi parte, me quedo cerca de la chimenea, para secarme a la vez que sigo la conversación. Al contrario que los demás, solo tengo una pregunta en mente: ¿Contra quien nos enfrentaríamos? Todos parecen cautivados por la idea de encontrar un tesoro perdido. Sin pararse a pensar en los peligros. Alguien capaz de mandar a un forjado a asesinar a alguien en mitad de la calle durante el día, y para rematar, cargarse a todos los posibles testigos, debía de ser peligroso, y poderoso. Finalmente, expongo mi pregunta. -¿Contra qué o quién nos enfrentaríamos? En caso de aceptar el trabajo, claro- Por muy buena que pueda ser la recompensa, no merecerá la pena si las posibilidades de disfrutarla son ínfomas

Al final el guardia les comentó que era posible que igual hubiese recompensa por el ladrón, ¿acabarían beneficiandose los acusicas y mirones del hecho que abatieran a aquel forajido? Prefirió no pensarlo, la sangre se le calentaba sólo de pensarlo. Se centró en ayudar al humano con la compañera que había encontrado junto a él.

No tardaron demasiado en llegar a la torre del constructor donde se encontraba la taberna y volvió a torcersele el gesto al oir que alguien les estaba esperando. Pero si no sabían ni ellos que iban a acabar en esta taberna, ¿Cómo demonios podían estar esperandoles? La enana cada vez estaba más fuera de sí. Y miraba con preocupación al herido.

La gota que colmó le vaso fue ver el maldito maletín encima de la mesa, la guardia estaba corrupta totalmente, si es que realmente eran guardias los que allí aparecieron y habían entregado el maletín y la información a aquella mujer.

- Espera, yo no me siento hasta que no atendáis a este hombre herido de gravedad. Casi perece por culpa de ese maletín y hemos venido a este lugar porque tus "informantes" nos habían dicho que podrían curarle aquí. le dijo enfadada. Parecía que todo el mundo se había olvidado del herido e iban directos a los negocios. La mujer pasó de ella y les explicó la situación.

Por fin parecía que iba a tener un trabajo pero esto por todos los lados le olía a encerrona: Se quedó callada mirando fijamente a su interlocutora. Si quería algo de ellos primero tendría que curar al herido, aunque el resto hubiera olvidado el porque estaban allí.

- Espera, yo no me siento hasta que no atendáis a este hombre herido de gravedad. Casi perece por culpa de ese maletín y hemos venido a este lugar porque tus "informantes" nos habían dicho que podrían curarle aquí. 

-Tenéis razón, aceptad mis disculpas- dijo la joven haciendo llamar a la mediana que os había acompañado a la mesa- Busca a un buen curandero que pueda curar las heridas de nuestro invitado

-...solicito mas información sobre su petición, fechas, compensación y sobre todo circunstancia...

- Hay alguien tras esa reliquia, así que cuanto antes salgáis mejor. Os puedo ofrecer 1000 monedas de oro en total por la reliquia y la buena disposición de mi casa, estoy segura que en la forja habrá otros tesoros que podéis quedaros por las molestias, solo me interesaría la reliquia. Os adelantaré 100 monedas de oro para que podáis equiparos- la joven saca del maletín un pequeño diario de apenas 6''x3'' y 1'' de grosor, posee una cubierta de oscuro cuero negro con hilos de mithril cosidos para formar un esquema extraño. No lleva ningún título, sólo el símbolo tejido en mithril en su portada. Dentro, todas las páginas están en blanco, pero las hojas tienen un tacto extraño; no parecen ser de papel ni cuero, sino algo que no identificáis a bote pronto. Vuestra anfitriona acerca su anillo con el sello de la casa Cannith y los hilos de mithril de la portada del libro brillan al unísono con el anillo. Al volver a abrir el diario, las páginas en blanco comienzan a llenarse al instante con una escritura de trazo delicado y dibujos esquemáticos. La joven extrae del interior de su capa un mapa- La ubicación de la forja perdida está en lo más profundo de la torre Dorasharn. Unos 57 niveles por debajo del sistema de alcantarillado actual de la torre

¿Que la hace tan valiosa? ¿Esta hecha de oro? ¿Es mágica? ¿Tiene un valor sentimental? Y lo más importante de todo: ¿Cual fue el motivo para ocultarla en primer lugar?

- La reliquia que busco es un disco de adamantita con la forma de una estrella de siete puntas, del tamaño aproximado de una mano. No tiene ningún poder especial por sí misma, pero contiene un antiguo esquema; un trozo de un patrón empleado por los artífices de la casa Cannith de antaño para fabricar objetos inusuales. Recuperad este retazo de la historia para nosotros, y la casa Cannith se mostrará extremadamente agradecida

Con la venia, Milady. Para no atosigaros con mis preguntas, aguardaré al final, si os parece correcto

-Me parece bien, preguntad lo que necesitéis

-¿Contra qué o quién nos enfrentaríamos?

- Contra el señor de los filos. El profeta forjado desea el esquema para sus propios planes siniestros. Aparte del Señor de los filos, que puede tener a otros agentes tras el esquema, ¿quién sabe qué acecha en los lugares ocultos bajo la ciudad? Ahora que lo pienso, Bonal dijo algo sobre que no tendría más remedio que llevar fuego a su expedición. Me pregunto qué tendría en mente. En cualquier caso os recomiendo cautela, pero estoy segura de que podréis enfrentaros a cualquier cosa que encontréis en vuestra búsqueda

Mientras charláis, la mediana regresa con un hombre que comienza a curar las heridas de Larom hasta dejarlo como nuevo

Parecía que el momento en el que el ímpetu inicial de la compañía había decrecido y que podría hablar con más tranquilidad. Había muchas inquietudes que aún no habían sido satisfechas, pero sabía que no había tiempo para resolverlas todas.

"En primer lugar, Milady, quisiera disculparme, ya que es mi primera visita a Sharn y desconozco la idiosincrasia local, así como a sus más notables representantes. Y espero no resultar impertinente, si os pregunto vuestro nombre..." - lo primero era conocer con quién nos estábamos jugando realmente los cuartos. La mujer, aún no se había presentado formalmente, quizás debido a las prisas o asumiendo que cualquiera en la ciudad la conocía.

"Vuestra influencia en la ciudad y en sus gentes, han quedado más que claras. Escasos cinco minutos transcurrieron desde nuestro encuentro con el oficial y la bolsa de Bonal Geldem , ya estaba en vuestro poder... Lo cual, me lleva a preguntarme el motivo por el que recurrís a aventureros "al azar", para ejecutar esta labor. La respuesta, parece clara... Anonimato" - y posiblemente, peones reemplazables y desechables. El trabajo apestaba a encerrona desde millas de distancia.

"Espero no pecar, por lo inapropiado del comentario, pero prefiero ser franca. En todo Khorvaire, la reputación de vuestra casa es conocida, así como las heridas abiertas, tras la defunción de vuestro patriarca. Esto implica, que si tomamos parte de vuestro lado, podríamos estar incurriendo en la ira de las otras facciones de vuestra Casa. Lo cual añade un plus de peligrosidad" -expliqué con voz calmada y en tono discreto.

"La misión en sí, tampoco es tema baladí. Ya que deberemos descender hasta lo más profundo de la torre, 57 niveles... Esto, añade a la misión un importante factor logístico, ya que deberemos llevar con nosotros provisiones y pertrechos (fuego, posiblemente griego). Y deberíamos contar con las habilidades de un pícaro experimentado capaz de franquearnos el paso, despejando el trayecto de trampas... Desconozco si alguno de los presentes posee dichas aptitudes" -mi mirada fue pasando por los presentes. El único que parecía encajar con el estereotipo era el herido... al que habían mutilado por sorpresa, lo cual me hacía dudar de su pericia.

"Por si todo esto fuera poco hay que añadir otra amenaza: Un profeta forjado, que ya debe estar al tanto de nuestros pasos y que aparentemente, dispone de su propio ejército de sicarios fanáticos; dispuestos a morir para satisfacer las órdenes de su líder..." -los preámbulos habían sido largos pero necesarios, para poder llegar a esta parte de la negociación.

"Vuestra oferta, no obstante es generosa. Pero quizás pudiéramos mejorarla sin perjuicio alguno para ninguna de las partes. Consideraría justo, ya que trabajaremos para la Casa Cannith, una 'patente de corso'. Es decir, un contrato formal, que nos invistiera de autoridad de 'rescatadores de reliquias' y no meros 'saqueadores'. Además, estoy segura de que si invirtiéramos vuestro adelanto y recompensa, en la adquisición de pertrechos en la Casa Cannith, no os supondría esfuerzo alguno, que estas compras se realizaran a precio de coste. Es lógico pensar que cuanto mejor pertrechados estemos, más posibilidades de éxito en vuestra misión, y el oro, a fin de cuentas, quedaría en vuestras arcas..." - las propuestas no me parecían en absoluto descabelladas y realmente, a alguien de su poder e influencia en la ciudad no debían parecerle más que migajas.

"Por último, quisiera solicitaros, Milady, una muestra de gratitud, al valor demostrado por mis 'compañeros'. Expusieron sus vidas y  consiguieron acabar con el asesino forjado de Bonal Geldem... Los Dioses lo acojan en su Gloria... Quisiera hacer una mención especial, para tan formidable enana, cuyo valor y fiereza, han quedado más allá de toda duda" -mi mirada se centró entonces en la enana, cuyo nombre aún no conocía.

"Gracias." - dije con sinceridad. Era la primera vez que me dirigía a la enana y esperaba que ese gesto pudiera comenzar a limar los ángulos que se habían generado.

- Gracias, era lo primero que debía de haberse echo, el pobre hombre podría haber perdido la mano. Se quedó más tranquila y fue escuchando las contestaciones que iba dando la mujer. Ella estaba allí para buscar un trabajo y aquella mujer que parecía que también se le daba bien hablar. Pero hablaba demasiado y demostraba muy poco como había pasado la vez anterior en el que había tenido que llamar a la guardia, dando la voz de alarma. No le caía demasiado bien y su mirada así lo decía.

Aburrida de tanta cháchara y tan poca acción bostezó mientras la mujer seguía hablando y acababa dirigiendose a la señora que iba a ser benefactora en su nombre. Se levantó y la volvió a mirar con cara de pocos amigos. ¿Que pretendía? Sin embargo, no dijo nada y se quedo callada por el momento, no le gustaban los forjados y tendría que afilar bien su hacha para seguir acabando con ellos pero por las historias contadas por los baárbaros cuando alguien buscaba una reliquia no debía temer al otro bando que también la buscara, sino los propios peligros que pudiese contener el lugar.

1000 monedas y lo que pudiéramos encontrar de valor. La oferta pinta bastante bien. Y para mejorar, justo debajo de nuestras posaderas. Pero 57 niveles por debajo de la alcantarilla de la torre. Podría ser un viaje muy largo. Sin contar con el señor de los filos. Al menos ya conozco el nombre de nuestro principal enemigo. 

Descender 57 pisos y luchar contra una secta de forjados, más lo que pudiera haber a lo largo del camino. Sin duda apoyo la idea de que nos den el oro por adelantado para pertrechos. No soy fan de gastar la recompensa de la misión en la propia misión, pero tal vez debería verlo más como una inversión para una recompensa mayor. Y un contrato oficial, además, nos podría ahorrar problemas legales. 

Espero desde donde estoy, sentada al lado del fuego, acabando de secarme, y viendo como los dos elocuentes tornaban más la situación a favor

La dama fue contestando amablemente nuestras preguntas. Al parecer, la reliquia era alguna clase de esquema utilizado para fabricar algo. Pero no sabíamos qué. El hecho de alguien más estuviera buscándola, presuntamente con fines malignos, no hacía más que aumentar mis sospechas sobre el hecho de que explicara la función de aquel objeto de una forma tan vaga.

-Ha dicho que el señor de los filos la busca con fines malignos, pero cómo sabemos que usted le dará un uso mejor. No es que me queje. La paga es buena y no quiero entrometerme en los asuntos de otro pero... ya sabe... Es bueno saber medir las consecuencias de nuestros actos.

"En primer lugar, Milady, quisiera disculparme, ya que es mi primera visita a Sharn y desconozco la idiosincrasia local, así como a sus más notables representantes. Y espero no resultar impertinente, si os pregunto vuestro nombre..."

- Perdonad mis modales, la muerte de Bonal ha hecho que olvide mi buena educación, es apremiante saber vuestra respuesta, mientras más tiempo pase, más posibilidades hay de que el señor de los Filos se haga con la reliquia. Mi nombre es Elaydren d'Vown, de la casa Cannith

"Vuestra influencia en la ciudad y en sus gentes, han quedado más que claras. Escasos cinco minutos transcurrieron desde nuestro encuentro con el oficial y la bolsa de Bonal Geldem , ya estaba en vuestro poder... Lo cual, me lleva a preguntarme el motivo por el que recurrís a aventureros "al azar", para ejecutar esta labor. La respuesta, parece clara... Anonimato"

- El liderazgo de la casa Cannith ha quedado dividido desde la destrucción de Cyre. Yo soy leal al líder de mi facción familiar, que opera en Aundair. No tengo nada contra la familia de Sharn, pero estoy aquí para apoyar las acciones de la baronesa Jorlanna d'Cannith de Aundair. Por eso no puedo recurrir a nadie de mi casa aquí en Sharn, y si elijo a alguien de Sharn y no a unos recién llegados corro el riesgo de que sean agentes del Señor de los Filos

"Espero no pecar, por lo inapropiado del comentario, pero prefiero ser franca. En todo Khorvaire, la reputación de vuestra casa es conocida, así como las heridas abiertas, tras la defunción de vuestro patriarca. Esto implica, que si tomamos parte de vuestro lado, podríamos estar incurriendo en la ira de las otras facciones de vuestra Casa. Lo cual añade un plus de peligrosidad"

- Entiendo vuestro recelos, pero si partis esta misma noche, o mañana al alba, podréis regresar en poco tiempo, nadie tiene por qué enterarse de vuestra participación, por lo que no supondría ningún peligro para vos y los vuestros. 

"La misión en sí, tampoco es tema baladí. Ya que deberemos descender hasta lo más profundo de la torre, 57 niveles... Esto, añade a la misión un importante factor logístico, ya que deberemos llevar con nosotros provisiones y pertrechos (fuego, posiblemente griego). Y deberíamos contar con las habilidades de un pícaro experimentado capaz de franquearnos el paso, despejando el trayecto de trampas... Desconozco si alguno de los presentes posee dichas aptitudes"

- Descender los 57 niveles no os supondrá ningún problema, es un tramo de la torre transitado, por lo que no posible que haya trampas, alguien vería a quien las pusiera o habría heridos por ellas. Al final de esos 57 niveles, hay un mercado, desde allí entraréis en el sistema de alcantarillado. El descenso, al ser transitado, suele estar iluminado, por lo que no debéis gastar en ese tipo de aprovisionamiento, una vez entréis en el sistema de alcantarillado, ya no sé lo que os encontraréis.

"Vuestra oferta, no obstante es generosa. Pero quizás pudiéramos mejorarla sin perjuicio alguno para ninguna de las partes. Consideraría justo, ya que trabajaremos para la Casa Cannith, una 'patente de corso'. Es decir, un contrato formal, que nos invistiera de autoridad de 'rescatadores de reliquias' y no meros 'saqueadores'. Además, estoy segura de que si invirtiéramos vuestro adelanto y recompensa, en la adquisición de pertrechos en la Casa Cannith, no os supondría esfuerzo alguno, que estas compras se realizaran a precio de coste. Es lógico pensar que cuanto mejor pertrechados estemos, más posibilidades de éxito en vuestra misión, y el oro, a fin de cuentas, quedaría en vuestras arcas..."

- Como os he comentado anteriormente, no tengo potestad aquí en Sharn para que vuestro equipamiento sea a precio de coste, pero estoy segura de que el dinero invertido en pertrecharos, os será devuelto con lo que consigáis en la forja a la que os diriguís- saca un documento que firma y sella con el anillo que lleva, tal y como ha pedido Mercy, es una patente de Corso- Si al terminar pasais por Aundair, allí tendréis descuento siempre que lo necesiteis, aparte hablaré a vuestro favor en mi casa, por lo que siempre que lo necesiteis tendréis trabajo

"Por último, quisiera solicitaros, Milady, una muestra de gratitud, al valor demostrado por mis 'compañeros'. Expusieron sus vidas y  consiguieron acabar con el asesino forjado de Bonal Geldem... Los Dioses lo acojan en su Gloria... Quisiera hacer una mención especial, para tan formidable enana, cuyo valor y fiereza, han quedado más allá de toda duda"

- Todos tenéis mi gratitud por ajusticiar al asesino de Bonal, en especial vos señora, la casa Cannith siempre estará en deuda con vos- suelta en la mesa otro saquito de cuero con 50 monedas- Por las molestias causadas.

-Ha dicho que el señor de los filos la busca con fines malignos, pero cómo sabemos que usted le dará un uso mejor. No es que me queje. La paga es buena y no quiero entrometerme en los asuntos de otro pero... ya sabe... Es bueno saber medir las consecuencias de nuestros actos.

- Ciertamente no lo sabéis, nuestra casa son mercaderes, intentamos mejorar la vida de los demás, esa reliquia es de nuestra casa, pertenece a ella. No puedo probaros que no deseamos usarla para ningún mal, no puedo más que daros mi palabra. Pero hay algo que habéis visto con vuestros propios ojos y que nos diferencia del Señor de los Filos. Ni mi casa ni yo hemos matado a nadie

"Gracias Milady" -dije con solemnidad y procedí a recoger la patente de Corso. El documento nos investía de autorización de la Casa Cannith para adentrarnos en sus ruinas. Esto era especialmente importante, ya que nuestra patrona, parecía que ni siquiera servía a la facción dominante en Sharn.

Habían cosas que me rechinaban en su versión. Para ser alguien de fuera de la ciudad, su autoridad en Sharn era impresionante. No dejaba de darle vueltas a cómo la guardia de la ciudad había acudido a ella con tanta celeridad que ni siquiera nosotros, habíamos llegado antes que ellos y eso no me cuadraba con su versión. Hacía saltar todas mis alarmas y sospechas.

Con un gesto acompasado de la mano y sosteniendo mi cálida sonrisa, invité a la enana, a recoger la recompensa ofrecida por nuestra patrona por sus esfuerzos. Inicialmente mi intención no era otra que sufragar los gastos médicos del herido, pero en vista de que ya había sido atendido; esperaba que ese oro adicional diluyera en algo, el gesto duro de la mercenaria hacia mi persona.

"¿La red de alcantarillado se encuentra documentada? ¿Habría algún lugar en la ciudad donde obtener planos? ¿Un archivo quizás?... Por lo que habéis comentado el Señor Geldem, había preparado notas sobre la expedición... ¿sería posible estudiarlas?" -inquerí con interés. Muy probablemente contuviera información necesaria e interesante como la necesidad de llevar fuego alquímico con nosotros.

"No puedo hablar en nombre de todos los presentes, pero os ofrezco mis humildes servicios para este cometido, Milady" -tras esto, realicé una leve inclinación de cabeza, respetuosamente.

- Mi propósito en Sharn era encontrar trabajo y parece que he acabado teniendo suerte en poder trabajar para una de las casas. Mi hacha está lista para hacer lo que sea necesario, aunque sean forjados. dijo la enana mientra cogía la bolsa de oro y la lanzaba al aire para volver a coger y valorar su peso. - Con esto podremos comprar comida y bebida para el viaje. dijo con media sonrisa.

La respuesta de la dama había sido inteligente, aunque no necesariamente sincera. Pero comprendía que sería difícil sacarle algo más y... siendo sincero, mi curiosidad intelectual me empujaba cada vez más fuerte a aceptar aquel encargo, aunque fuera sólo para averiguar todo lo que pudiera sobre aquella reliquia. Tenía más preguntas, pero muchas ya las habían formulado mis nuevos camaradas. Así que guardé silencio por un rato esperando escuchar las respuestas de nuestra patrona a las demás preguntas.

-Contad conmigo también. Sin duda parece tratarse de un periplo interesante- A parte de bien remunerado. Asesinos forjados, un señor de los filos y una forja perdida. Imposible aburrirse. -Por cierto, creo no ser la única que se habrá fijado en un pequeño detalle: Si vamos a trabajar juntos, que menos que conocernos. Mi nombre es Kyra- Hago una reverencia algo discreta a todos los presentes. -Kyra Malik- 

¿La red de alcantarillado se encuentra documentada? ¿Habría algún lugar en la ciudad donde obtener planos? ¿Un archivo quizás?... Por lo que habéis comentado el Señor Geldem, había preparado notas sobre la expedición... ¿sería posible estudiarlas?

- Llevaos el diario a Bonal, quizás os sea de utilidad, allí viene como llegar a la forja olvidada

Tomé el diario con cuidado, a fin de cuentas era la obra póstuma de Bonal Geldem. Aquello merecía el mayor de mis respetos y lo ojeé por encima. Las indicaciones parecían precisas y poseía mapas parcialmente detallados. Una obra minuciosa y bastante completa.

Lo dejé sobre la mesa, frente a mí, por si había algún interesado en analizarlo también. No quería comenzar la relación laboral, pareciendo una acaparadora. Cuanto mejor conociéramos el contenido del diario, más posibilidades de éxito para la compañía, que era el fin último de la expedición.

Mi mirada, pasó entonces a la otra fémina humana del grupo, Kyra Malik. "Encantada de conocerte. Yo soy Mercy Varor, Semántica de los Cuervos de Azabache" -comenté en tono afable, tratando de causar buena impresión a los presentes.

- Mi nombre es Hlin. Y si vamos a hacer esto juntos mejor vayamos cuanto antes a hacer las compras. Necesitamos comida de seguro, no me apetece comer ninguna rata dentro de ese lugar así que vamos cuanto antes. le dijo al grupo tras presentarse y metiendoles prisa, tenía ganas de ganar dinero y esta era una buenisima oportunidad. Puro nervio concentrado en aquel ser.

"Totalmente de acuerdo, Hlin. La rata no debería de entrar dentro del menú" -asevero con convicción, dando la razón a la enana con la que trataba de hacer mejores migas.

"La entrega la realizaremos en este mismo lugar, si no dispone lo contrario, Milady" -dije y realicé una leve inclinación de cabeza.

Me remuevo en la silla, amagando el gesto de levantarme, pero esperé a que terminara de presentarse el resto de la compañía y el permiso de nuestra patrona para ponernos en marcha.