Partida Rol por web

El camino Real, tan lleno de baches, lleva a los pies de una ancha colina que alberga el pueblo amurallado de Refugio Invernal. El pueblo está asentado al sur de las primeras colinas de los picos de Cairngorm. Sus murallas son de piedra algo erosionada, rematas con empalizadas defensivas.

Casitas con techo de paja rodean Refugio Invernal, con una pequeña parcela de tierras de labrantío o pastos en la parte posterior de cada una de ellas. Pasadas las granjas, en dirección sudeste, se sitúan los bosques oscuros y en dirección norte, grandes cimas montañosas.

Empieza a anochecer y llegáis a las puertas de la aldea. Os fijáis que justo en ese momento un par de guardias estaban cerrando la puerta, como cada noche. Pero paran al veros llegar, sin duda tenéis todas las pintas de un grupo de aventureros.

Uno de ellos, con un ademán, os saluda:

- Saludos viajeros, llegáis justo a tiempo para entrar en el pueblo. - os indica - El primer edificio que veréis es la Posada de Wrafton, para pasar la noche. A estas horas el comercio ya esta cerrando.

Va pasando el tiempo y la temperatura empieza a bajar estrepitosamente, me froto las manos en busca de acumular algo de calor, debemos llegar rápido al próximo pueblo o pasaremos mucho frio acampando.

Al fin podemos avistar el pueblo, las luces de las pequeñas casas ya se empiezan a encender, la aldea está completamente cercada y los guardias empiezan a cerrar las puertas cuando alcanzan a vernos -Gracias por esperarnos, nos han salvado de otra fría noche bajo las estrellas.

El atardecer va dejando paso al anochecer, y este a su vez al frio sepulcral del refugio que tiene el nombre del invierno, cuando ya va helando el poco agua que  queda en la superficie de las hojas y vemos el sol esconderse tras las colinas y angulosos picos de más hayá del horizonte, se puede ver como aparece la parte superior de una fortaleza.Gracias a los astros...mis pies están congelados y lo mismo mi culo y mis manos.( Este frio no es normal en los bosques, si mi padre estuviese aquí haría unas cuantas muecas).Dejo entreveer una risilla no forzada al ver como los guardías de la ciudad nos dejan paso antes de dar el toque de queda; espero fuesen igual de amables con el viejo. Gracias! -alzo la voz para que estos puedan oirme.

El pelo de la loba blanco como las cumbres esta erizado a causa del frio y  del viento y seguro agradecerá un fuego cercano, mientras camino envuelto entre pieles y ropajes de cuero puedo apreciar la hermosura del refugio en la noche temprana.

Lo primero es encontrar donde dormir , y brindar con unas cuantas jarras( hidromiel de cosecha) por haber acavado con esos lastres de kobolds...es más brindaré por la suerte y la bendición de Bahamut hacía nosotros.... y después a ver en que lios andaba el viejo.

De repente un guardia, uno de los que estaba cerrando el portón tras vuestra llegada se gira al oír una palabra de Liham.

- ¿Kóbolds dices? Últimamente hemos tenido algunas problemas con esos malditos reptiles y empezábamos a acusar de algunos mercaderes que no llegaban a la aldea. - dice preocupado.

- Parece que vuestras palabras confirman algunas sospechas. - dice ahora pensativo el hombre - Quizá mañana deberíais ir a hablar con Lord Padraig y contarle lo ocurrido.

Dicho esto el guardia con su compañero se interna en una puerta de la muralla, para seguir su turno vigilando desde una posición mas elevada.

 Me adelanto hacia un guardia para llamar su atención antes de que se meta en la puerta.

-Perdone, caballero. ¿Quién es y dónde podremos encontrar a Lord Padraig?

- ¿Lord Padraig? - dice el soldado justo cuando estaba apunto de irse - Es el señor de Refugio Invernal, mañana lo podéis ir a ver a su mansión, al final del pueblo. Últimamente con los problemas de kóbolds estaba buscando a gente que pudiera deshacerse de ellos, quizá os interese hablar con él.

Ahora sí el guardia se enfila a la muralla para seguir con su turno.

Al parecer los últimos mercaderes salían de la aldea justo cuando cerraban las puertas y ahora parecía que todo el mundo había vuelto a sus casas. El único sitio que había actividad sin duda era la posada de Wrafton, el primer edificio que observáis, tal y como os habían contado.

Al entrar en la posada notáis una calidez que viene de la hoguera que han tenido encendida durante todo el día. Grupos de lugareños se reúne aquí cada noche para beber, cotillear, cantar y jugar a juegos del azar. Además de los lugareños residentes, también se puede encontrar aquí al viajero de paso ocasional por Refugio Invernal.

Una mujer que hay detrás de la barra os da una calurosa bienvenida y os señala una mesa que hay vacía para que la ocupéis.

 Adenath se dirige a la mujer de detrás de la barra.

-Gracias, amable Señora. ¿O debería decir Señorita? En todo caso, mi nombre es Adenath. ¿Cuál es el vuestro, mi Señora, si se me permite preguntar?

Al oír las palabras del mago, la posadera suelta una risotada.

- JAJAJA! Qué palabras tan refinadas para un aventurero, no se ven muchos así por aquí! - dice la mujer, aunque sin hacer mala sangre. Te da una palmada en el hombro a modo de saludo y se presenta.

- Soy Salvana Wrafton, bienvenidos a mi posada - ahora dirigiéndose a los demás del grupo. - Supongo que os váis a quedar a cenar y a dormir por hoy al menos ¿no? - pregunta la posadera, aunque parece como si no os diera ninguna otra opción.

- Ahora os traeremos comida recién salida del fuego y la bebida que queráis.

Me dirijo a la mesa que la amable mujer nos asigna, en la posada se siente paz y tranquilidad, la gente se siente segura dentro de sus paredes, es algo muy agradable.

Adenath parece mostrarse muy amable con la posadera, -Adenath , no entretengas mucho a la señorita, aquí queremos comidas y bebidas jejeje

Al rato llega una camarera y os sirve una plata de carne de venado rustida y glaseada, con especies de la región. Y os sirven unas jarras de cerveza y vino especiado para que bebáis.
La gente poco a poco va yéndose a su casa, la mayoría parecían campesinos que habían venido a tomar algo.

Poco a poco la posada se vacía y ahora podéis ver que han quedado pocas personas. Un viejo cerca de la hoguera de la posada se esta calentando las manos y los pies acercándolos al fuego, parece un granjero y es bastante mayor. Cerca suyo, hay otro humano de edad elevada, pero viste con buenos ropajes y esta en una esquina leyendo tranquilamente un viejo tomo, mientras bebe un poco de vino caliente.

Al fondo, en la barra hay una elfa, parece una viajera como vosotros, esta tomando un poco de vino, no parece hablar con nadie.

Mmm... venado...

El dracónido estaba hambriento, para qué engañarnos, y el simple olor de la carne asada sobre la mesa le abrió bastante más el apetito. Así que sin dudarlo ni un momento, cogió una pieza de carne y se la echó a la boca, seguido de un buen trago de cerveza.

La verdad es que es un pueblo hospitalario, estarán acostumbrados a tratar con muchos viajeros.

Al ir vaciandose la posada, echó un vistazo a su alrededor y su mirada se detuvo un instante en el lector, al momento se giró hacia sus compañeros.

¿No creéis que ese podría ser Lord Padraig? -dice susurrando- A juzgar por sus ropas y comparándolas con el resto de granjeros tiene pinta de ser algún noble o algo parecido, y no creo que por aquí haya muchos nobles...

Empiezo a degustar la exquisita comida que nos traen a la mesa, poco a poco se está vaciando el lugar lo cual lo hace más reconfortante aun para mí.

Torinn cree que el anciano que lee un libro puede ser Lord Padraig, me parece lógica su suposición -Podríamos acercarnos a hablarle y salir de dudas.

Me levanto de malas ganas ya que aun no termino mi venado, me acerco al anciano y le hago una pequeña reverencia -Buenas noches anciano, por la manera tan concentra que lee, ese debe ser un muy buen libro… Mi nombre es Vered.

El viejo alza la vista un instante, la baja de nuevo y sigue leyendo durante unos instantes, como si estuviera acabando de leer la pagina. Luego, coloca su pluma a modo de punto en el libro y lo cierra, ahora si levanta la vista y se dirige hacía Vered.

- Saludos forastero. - luego mira el libro - Pues, después de haberlo leído por cuarta vez, acaba siendo menos interesante, pero bueno.. - dice divertido. - Me conocen como Valthrun.

Luego el anciano bebé un poco de su copa de vino y mira por encima del hombro de Vered hacía sus otros compañeros y sonríe. - Antaño fui un aventurero como vosotros. Siempre es bueno ver caras nuevas por Refugio Invernal. ¿Qué os trae por aquí?

AAAAAh...que hambre por todos los dioses mi estomago estaba recitando una sinfonia del hambre que traía.¿Quíen será el anciano este?Tiro un trozo de hueso al suelo para que la loba pueda gozar del manjar ya roido por mi. Perdona ¿cómo has dicho que te llamas...Valthreen...Vetún? los ancianos siempre me dan mala espina.

Le guiño un ojo a una muchacha para ver si me hace algo de caso y me trae una jarra bien cargada de hidromiel.

- Vaaal... thruun - pronuncia lentamente ante la pregunta de Liham. Luego sonríe al ver la voraz hambre que traen todos. - Toda base de un buen aventurero pasa por una buena alimentación de posada, y no hay nada como la posada Wrafton para ello - comenta sonriendo y mirando hacía la barra.

La posadera os trae toda la comida y bebida que vayáis pidiendo. También os comenta que tenéis las habitaciones preparadas para cuando queráis subir.

Valltren....Valthruwen... perdón, ¿cómo has dicho que era?,no me hago con tu nombre( Dice ya con un tono vacilón remarcado) Jejeje
Mira que tienes nombre de elfo.

 Viendo que l grupo no demostraba ningun avance con los presentes, el joven paladin decidio hacer uso de su labia. Se puso de pie y limpiandose la garganta para llamar la atencion general y despues dio un par de fuertes palmadas frente a su rostro como si fuese ha celebrar una oracion en medio de aquel lugar.

-Bendito sea el refugio y bendita esta agradable comida,, asi como tambien las amables personas que hoy nos brindan cobijo y calor en esta gelida montaña... Perdonen mi inpertinencia damas y caballeros, mi nombre es Neel Gabler y he venido hasta estos lugares junto con mis compañeros en busca de un hombre muy singular de nombre Douven Staul. Si alguno de los precentes puede ayudarnos brindadonos informacion sobre el paradero de nuestro mentor les estariamos eternamente agradecidos.

A cambio de haber interrumpido sus pensamientos, por favor permitanme regresarlos a las senda de la introspeccion con un bello poema que aprendi en el colegio.

Desgarra el viento con tu labio vengador

ala plateada que mil cielos haz surcado

revela las estrellas que por ojos llevas

solo aquellos buenos y mas sabios

Que tu esplandor diriga mi estandarte a la batalla

y sea mi señal el fuego de tu lengua

dame tu coraza

dame tu valor

Ahora... siento que soy inmortal.

Todos los presentes acallaron de golpe al oír a Neel hablar en general y se sorprendieron al oír los versos. Al acabar se oyeron unos breves aplausos y se pudo distinguir algún "bravo bardo, bien hecho!" sinceros. Aún así parecía que la pregunta de Neel había servido de algo pues pudisteis observar que tanto la posadera como el hombre viejo cerca del fuego se giraron al oír el nombre de Douven Staul.