Partida Rol por web

Recorréis de nuevo el camino, esta vez en dirección contraria, hacia el norte, hasta llegar al lugar marcado en el mapa.

Ante vosotros, el estrecho camino se ensancha en un claro. Unas
enormes pilas de bloques de piedra rotos y de madera quemada
dominan el claro, extendiéndose desde su centro hasta el límite del
bosque. No han crecido plantas entre las ruinas o dentro del claro. El
suelo es de tierra pura y aunque el bosque ha empezado a reclamar
el camino que conducía hasta aquí, no se ha colado entre las ruinas
de la fortaleza del páramo Sombrío.
Y sin embargo, está claro que alguien ha manipulado las ruinas.
En el centro de los restos, unos bloques de piedra y madera están
amontonados formando una pila.
Alguien ha abierto un camino en medio de los restos y ha despejado
las ruinas hasta dejar al descubierto una escalera de piedra,
que desciende hacia la oscuridad.

El enano mira al agujero en el suelo hacia la oscuridad durante unos instantes y acto seguido mira a sus compañeros,

-Bueno muchachos, crreo que ha llegado la horra de la verrdad. Prreparremonos parra lo peorr, pues esta grruta puede llevarrnos al mismisimo infierrno. Si os parrece bien bajarre yo mismo prrimerro porr si hay algo esperrandonos debajo.

Cita:

- Un momento - dice el paladín cogiendo a Jorgael por el hombro - si han acondicionado el lugar, no me extrañaría que hayan dispuesto unas cuantas trampas esas perfidas criaturas, que Ander obre su magia y nos limpie el camino. - acaba desenvainando su espada y un cetro solar de su mochila, dispuesto a adentrarse en la oscuridad

Jorgael se lo piensa unos instantes acariciandose su espesa barba. Al final le dice a su compañero.

-De acuerrdo, me parrece bien, perro bajarre pegado al mediano, no voy a dejarr que le pase nada. Asi tu puedes prrotegerr a Arryen y Carradal si alguien se nos escapa, que te parrece?

"Este lugar me pone nervioso" Ander espera con los brazos cruzados, mientras sus compañeros deliveran. El viaje hasta la Fortaleza ha sido tranquilo y nada, a excepción de un silencio antinatural, hace suponer que en este lugar halla algo mas que unas viejas ruinas cubiertas por las foresta... El mediano asiente cuando Shamash y Jorgael deciden que lo mejor es que el entre primero. Asegura su equipo, para evitar que se enganche accidentalmente en algún saliente o resorte oculto. Desenvaina una de sus dagas para ayudarse en su tarea y un cetro solar... "Dadme unos pasos de ventaja y procurad pisar donde yo pise."

Con una silenciosa plegaria a Avandra, Ander se inclina sobre el primer escalón y, despues de unos instantes de profunda observación, da un paso, adentrandose en la boca del lobo...

Antes de que el paladín encienda el cetro solar, Ander le detiene con un gesto de la mano. Escaleras abajo se ve luz.

"Mierda"

Ander levanta el puño, para detener el avance de sus compañeros. Con un susurro, les refiere el porque de su actuación... "Quietos y en silencio. Ahi delante hay una luz... puede que sea un puesto de guardia" Con mucho cuidado, el joven mediano avanza escalera abajo, preparado para responder ante cualquier sorpresa... "Pronto empezamos... supongo que serán kobolds" Apoya el pie con suavidad, mientras aguza el oído ante cualquier ruido sospechoso de activar una trampa. Lentamente descansa todo el peso del pie en el escalón e inclina la cabeza. Con los ojos entornados, busca cualquier brillo revelador que delate la presencia de un hilo de acero... "Como me descuide, puedo pisar un cable de alarma o tropezar con una cuerda y caer sobre algo... o escaleras abajo" En la semioscuridad de la escalera, el mediano se permite una sonrisa frívola...

Las escaleras que conducen abajo están hechas de piedra labrada,
tal vez por enanos. Una brisa hace que se os hielen los huesos a cada
escalón que bajáis. El parpadeo de la luz de una antorcha sale de
una estancia al final de las escaleras.

El mediano desliza una daga a su mano, listo para lanzarla. Mientras se acuclilla para escuchar, contiene el aliento, tratando de discernir alguna forma en las sombras que la vacilante luz de una antorcha arroja al hueco de la escalera... "Mampostería de calidad... este es ultimo lugar donde esperaría encontrar un trabajo de enano..." Una sonrisa se esboza en el rostro de Ander... "En cuanto Jorgael se de cuenta... Concéntrate" El mediano se pone seria y pega la oreja a la fría pared de la escalera, deslizándola sobre esta, tratando de escuchar si hay alguien en la habitación iluminada o lanzar una fugaz mirada a la misma.

Ander detecta sin problemas un fuerte hedor, como a gente que no se lava hace mucho tiempo.

Jorgael va pegado al enano en todo momento, pisando donde el pisa, y atento a cualquier movimiento inusual. Se fija en la magnifica construcción, evidentemente hecha por magnificos artesanoes enanos, que le trae recuerdos de su pueblo natal.

Mientras Ander se para para escuchar el enano prepara su maza por si cualquier cosa se avalanza sobre el mediano, dispuesto a batear. En voz baja le dice.

-Escuchas algo compañerro?

Shamash se queda quieto tan pronto alza la mano el mediano, no intenta seguirle, pues sabe que su armadura resonará por los pasillos alertando a los posibles centinelas. ¿Quizas si te adelantaras podrías sorprenderlos? En cuanto alguien grite iremos a ayudarte ¿Qué te parece?

El mediano permanece congelado en su sitio, mientras que Jorgael y Shamash le interpelan, entre dientes, sobre lo que escucha o sus intenciones... "Avandra, ¿por que tus caminos son siempre tan difíciles?... Para que merezca la pena recorrerlos" Con cuidado, guarda la daga que portaba en la mano, para desliar la honda que consiguió de los kobolds y cargarla con uno de sus proyectiles especiales. En penumbra, los ágiles y sensibles dedos de Ander escogen uno con una textura alquitranada, como la creosota. Desliza el proyectil en la cazoleta de la honda y tensa los cordones de la misma, preparándose para utilizarla. Girando la cabeza, susurra a sus camaradas... "Atentos. Voy a entrar" Después, vuelve la cabeza hacia la habitación, se encoge sobre si mismo... y salta escaleras abajo.

Ander salta al pie de escalera, y se queda mirando a un goblin que, a su vez le mira a él desde el otro lado de la sala de entrada que mide 6 x 6 casillas.

Hay cuatro pilares finos de piedra rodeando el centro de la sala, y pasillos que salen de la misma a izquierda, derecha y al frente.

Ander: te das cuenta de que las cuatro casillas centrales de la sala, entre los pilares, son diferentes a las del resto, como si ocultaran algo debajo.