Partida Rol por web

-No os adelanteis- los miro con precaucion pensando que puede no ser una fiesta- Parece musica y tambien se escuchan canticos, pero no sabemos con seguridad que es, he visto tantas cosas que no se... - suspiro algo preocupada- Espero que no sea un ritual o algo extraño con sacrificio incluido. Yo de vosotros andaria con cuidado- A estas alturas y despues de tantas experiencias mi desconfianza ha aumentado, tal vez mis compañeros tengan razon y solo se trate de una celebracion inofensiva, pero mi instinto me dice que es mejor ser cauteloso. 

En los ojos de Swen brilla una sonrisa. Cada vez le gusta más esta mujer. Es sabia, prudente y nunca se deja llevar por el primer y visceral impulso.

- Tienes razón. No conocemos las costumbres de por aquí y llevamos suficiente tiempo por la zona como para que no debiera pillarnos por sorpresa una celebración.

Clava en Jorandash una interrogante mirada mientras se levanta para asomarse a la puerta. Algo murmura al salir.

- Gunhar, ve rápido, mira que sucede y vuelve junto a mí a contármelo.

Meneo la cabeza con prevención.

- Estos spolitas... circulan historias muy feas sobre ellos en el resto de Carmania. Sobre su adoración inmemorial a dioses oscuros. Cuentos de viejas, de los que se cuentan al calor de la lumbre en noches como ésta. No les suelo dar crédito pero... ¿no hemos luchado antes con monstruos de leyenda? -me estremezco al pensar en el espectro de la tumba, el árbol animado o el asqueroso pulpandante... o aquello que acabó con Crixus- Si marchamos hacia allí, más vale que vayamos preparados, por si acaso.

-Vaaa, vaaaa, el tiempo os ha hecho mas desconfiados, parecéis perros a los que les haya pegado una paliza su amo, siempre asustados ante cualquier ruido. -les dije a todos- ¿sabéis la única forma de saber que es lo que está pasando?, pues yendo a chafardear, aquí sentados no nos enteraremos de nada.

Me levanto y cojo la ropa de abrigo.

-Cogeré mi lanza, para poder apoyarme, no por desconfianza. Últimamente estoy mas fuerte, ¿creéis que habrá competición de pulsos?, igual la gano esta vez.

Erikand que había estado escuchando la conversación observa a los allí presentes y dirige su mirada a Jorandash, esperando que él supiera si habia alguna fiesta local o algo del estilo. Se había quedado esperando su respuesta, y sin embargo, no era el momento para insistir.
Si queríamos ir, deberíamos ir con cuidado.

-La prudencia nunca está de mas. Curioso que yo lo diga... Pero Loranda tiene razón.- Erikand coge su equipo de combate. -Sea lo que sea estamos para proteger esto, no? así que me imagino que deberíamos mirar de que se trata. Por si las moscas...

Swen palpa el bulto de su único arma, su puñal, y sale a la intemperie. Respira hondo y mira hacia el pueblo mientras espera al resto.

-¡Vámonos, vámonos, que salimos de fiesta!, daos prisa, que Swen y yo no os esperamos.

Salgo corriendo de la cabaña.

Suspiro profundamente y agarro mi arco, tras sujetarme con fuerza la lanza, cruzada en la espalda. 

Meneando la cabeza y bien abrigado salgo al exterior, demorándome un poco en la puerta y mirando con incredulidad las dos figuras que me preceden.

"¡Y que sean estos dos los que nos dirigen en algo así... un eurmalita nato y otro que oye voces!", pienso, aunque me guardo mucho de expresarlo en voz alta.

Me abrigo para protegerme del frio y compruebo que llevo mi arma conmigo. Luego sigo a los demas con intencion de descubrir que es lo que he oido. 

El gesto de hastío al sentir la evidente presencia de Kilder es palpable en el rostro de Swen. Pero no desvía la mirada. Mirada que permanece clavada en el no muy lejano pueblo como si poco a poco su visión se fuera acercando y pudiera leer que sucede en las cada vez más cercanas luces.

Murmura unas palabras imperceptibles cuyo tono parece transmitir tranquilidad a alguien inexistente mientras espera al resto.

En el exterior, el silbido del viento al pasar por las tablas de vuestra nueva vivienda, no logra apagar la música que se oye más fuerte a medida que avanzais. Descendeis por el camino que conduce al valle donde se asienta Negraard y, ya al cobijo del viento, la temperatura aumenta un par de grados, haciendo vuestro camino más comodo.

Finalmente llegais al lindero del bosquecito que preside la aldea y podeis ver con claridad lo que allí sucede: En la plaza principal, una veintena de personas (practicamente todo el pueblo), están bailando, ataviadas con ropajes negros y máscaras blancas, que asemejan a calaveras, alrededor de un féretro abierto en el que reposa el cuerpo sin vida de un anciano. varios músicos tocan una marcha fúnebre, curiosamente alegre con algún tipo de instrumento de viento mientras que familiares y amigos despiden al fallecido con tan curioso baile.

-Solo se trata de una ceremonia funeraria. Estos spolitas son un poco particulares para estas cosas. Regresemos antes de quedarnos congelados. -Pronuncia Jorandash.

Pero antes de que podais mover ni un solo músculo algo extraño sucede: El cuerpo del anciano fallecido parece sufrir una convulsión, luego otra y otra más, hasta que se incorpora en su ataud. La música aumenta su ritmo y el baile se hace más frenético mientras el cadáver se levanta, da varios pasos torpemente, sin apenas mantener el equilibrio y lentamente, cada vez con mayor soltura, comienza a caminar entre la gente del pueblo y se aleja en dirección norte. La gente del pueblo se quita las máscaras y se disponen a regresar a sus casas.

Jorandash lo observa todo muy serio, como si no le sorprendiera lo que acabais de ver y antes de que podais hablar os ordena:

-Regresemos a nuestro puesto. Es demasiado tarde, la temperatura todavía tiene que caer más y debo hablaros de algo importante. Mañana decidiremos qué hacemos con todo esto.

Comienzo a andar rápido para volver a casa.

Vaya fiesta mas rara, aunque puede ser interesante eso que parecía revivir a un muerto. Seguro que a Swen le ha gustado.

Erikand se abriga durante el viaje. Es una noche muy fría. Suerte que no me tocaba salir a peinar la zona. Hubiese sido realmente duro.

Una vez llegan a Negraard, observa con curiosidad la escena, los hombres de máscaras blancas y todo ese espectáculo. Mira a Jorandash cuando comenta el tema de la ceremonia funeraria.

Pero cuando ve el desenlace de la ceremonia, Erikand hecha su brazo hacia la espalda con intención de coger el escudo, pero ante las palabras de Jorandash se queda momentaneamente paralizado.
-Pero has visto lo que ha pasado?- señalando hacia el viejo de ultratumba.

No puedo evitar abrir los ojos como platos ante el tenebroso espectáculo que tiene lugar ante nosotros. Las historias que había escuchado de niño sobre los ritos morbosos de los spolitas eran ciertas.

Escucho a Jorandash con una mueca de desagrado y asiento mecánicamente, aunque no puedo evitar pensar que tal vez esta escena explique por qué estamos aquí.

El espectáculo de los habitantes del poblado y la aberrante resurrección del anciano no hace sino confirmarme que los carmanianos están locos y que sus costumbres son más incomprensibles a cada día que pasa. Sin duda, cuanto más aprendo de Carmania, menos me gusta.

¿A dónde habrá ido el resucitado? Hacia el norte solo hay hielo... 

Incrédulo, vuelvo a envainar la espada que había empuñado al ver alzarse el cadáver. Miro a Jorandash con asco y exhalo un suspiro de resignación.

-Eso, volvamos a la cabaña, estoy ansioso por escuchar lo que Jorandash tiene que decirnos...