Partida Rol por web

La flecha lanzada anteriormente no había conseguido alcanzar a ninguno de los piratas pero Nae rápidamente volvió a cargar el arco y se dispuso a disparar de nuevo. Ojalá esta vez tenga más suerte-pensó la joven elfa.

Se acercó nuevamente la la ventana, observo a los objetivos, tensó el arco y disparó. Pero un movimiento brusco a causa del oleaje hizo que su flecha se perdiera en el mar.

Aeldar continuába asomado a la ventana disparando con su arco mientras se esforzaba por calcular bien la trayectoria de la flecha y poder alcanzar con ello a los piratas que cruzaban al barco.

Thorin vió aparecer a su colega Oliver a su lado.Tras escupir al cuerpo muerto del pirata, y mirar con fiereza al siguiente, dijo con un ronquido:

-Espero que sepas defenderte Hijo, confio en que me cubras las espaldas.-La ayuda del humano llenó de energia al enano, sintiendose comodo por tener a alguien ayudandole.Sin mas dilación, y con una autosuficinete sonrisa Thorin atacó con premura con un barrido en horizontal con su hacha, aunque habia atacado muy pronto, y su enemigo habia esquivado su atauqe sin problemas.

 Claro que se defenderme Thorin y tranquilo que tus espaldas estaran bien cubiertas... dicho esto, Oliver intenta atacar al pirata que se acercaba hasta ellos pero con el mismo resultado que obtuvo el enano, al esquivar el ataque de Thorin y volver a su posicion normal advirtio como Oliver tambien estaba apunto de atacarle y tubo los reflejos necesarios como para esquivar tambien el segundo ataque.

Creo que este va a ser un hueso duro de roer amigo...

Mientras el ruido de la batalla empezaba en cubierta, Sigmund espero a que todos sus compañeros pasaran y finalmente, llegó hasta el suelo del camarote.

Sin perder un segundo paso por delante de Aeldar y Nae sacando su escudo y espada dirigiéndose hacia los dos compañeros que batallaban en cubierta - ¿Hay sitio para uno más en esta fiesta? - La sonrisa del guerrero respondió a la cara del enano y el paladín que le vieron llegar a su lado lanzando un espadazo al pirata, que logró escapar del torpe ataque debido a la carrera anterior.

-Ya va siendo hora de pasar de la defensa al ataque.

Las primeras acometidas de los piratas fueron repelidas por el enano con éxito que logró matar a uno de los dos piratas antes de la llegada de sus compañeros. Sigmund, Oliver, Lihem y Calypso llegaron justo a tiempo para repelir una segunda oleada de ataques hacia Thorin y lograron emparejarse cada uno con un rival sin llegar a herir al enemigo. La cubierta se convirtió de pronto en un caótico intercambio de golpes en una lucha que en un principio pareció igualada, sin embargo esta situación no se prolongaría durante demasiado tiempo, pues más piratas se unían a la lucha atravesando la pasarela desde el otro barco.

Por su parte, Nae y Aeldar continuaban disparando desde el camarote del capitán sin demasiado éxito. El traicionero oleaje frustraba todos sus objetivos, sin embargo, continuaron intentándolo sin tregua.

Áran había logrado cruzar al barco enemigo y había lanzado una botella prendida hacia el mástil principal, sin embargo su lanzamiento falló y el artefacto explotó al chocar con la cubierta un poco más adelante. No incendió las velas ni alcanzó a ningún enemigo, no obstante la explosión entretuvo a varios piratas que se dirigían a cruzar el barco y se detuvieron a comprobar el origen de aquel ruido. No parecieron percatarse de la presencia del pícaro por lo que tras una pausa continuaron su camino hacia la pasarela.

El pirata emparejado con Sigmund mostraba una desaliñada melena pelirroja y múltiples cicatrices en la cara que se perdían en la poblada barba que enmarcaba su rostro. Era de estatura baja, pero de complexión fuerte y tenía un estilo de combate enérgico aunque algo descontrolado según pudo comprobar el experimentado guerrero. Por un instante la idea de que aquel individuo llegaría a ser un formidable guerrero con el debido entrenamiento cruzó su cabeza, sin embargo no era momento para andar con consideraciones de ese estilo de forma que descartó aquel pensamiento y se centró en repelir su ataque.

El pirata mostró sus dotes como combatiente blandiendo su espada y con un giro de muñeca inesperado sorprendió a Sigmund hiriéndole con cierta gravedad en la parte baja del abdomen. El guerrero se contrajo un instante por el dolor pero se repuso al instante dispuesto a dar muerte a aquel pirata que sorprendentemente había logrado alcanzarle.

Oliver plantó cara a uno de los piratas que se dirigían hacia Thorin y lo alcanzó antes de que llegara a su objetivo sorprendiéndole con su aparición, sin embargo, no llegó a herirlo. El paladín se detuvo un momento a analizar a su rival, un espigado y calvo pirata con aspecto de abanderar el mal en cada acto. Este no dudó un instante a la hora de responder al ataque y alzó su espada dispuesto a matar a su rival.

El gesto fue evitado en un último momento por Oliver que se vio sorprendido por la habilidad del bandido a la espada. El filo de esta pasó a escasis centímetros de su pierna, de forma que el paladín se propuso no darle una nueva oportunidad para atacar finiquitándolo en el siguiente golpe.

Thorin plantaba batalla a un arrugado pirata cuya edad no pudo determinar. Su pelo negro, revuelto coronaba un rostro lleno de arrugas y contorsionado con una extraña, maligna y arrugada sonrisa. Sus movimientos eran lentos pero siempre malintencionados mostrando una trabajada técnica de lucha debilitada por la escasa velocidad de sus estocadas.

El pirata atacó sin dejar de sonreír, pero su intento se frustró al chocar contra el hacha del enano que se preparó para responder con furia.

Calypso interceptó al pirata más bajo de todos ellos que se dirigía con crueles intenciones hacia la posición de Thorin. El pirata que lucía una oscura pañoleta tapando su corto y negro cabello, vio al clérigo y no dudó un instante en atacarle tomando la iniciativa atacando hacia la zona superior de su tronco.

Calypso reaccionó con presteza y repelió el ataque con su espada corta.

 Lihem dio un salto hacia la posición de uno de los piratas que se disponían atacar al enano. Este mostraba un enfermizo aspecto, con un pelo canoso y caído y una cara chupada acompañada por unos brazos aparentemente enclenques y un tronco que se adivinaba marcado por las costillas. El pirata dirigió su nerviosa mirada hacia el guerrero y lo atacó al instante, sin darle tiempo apenas a posicionarse para repeler el ataque.

El ataque hirió a Lihem en un brazo haciendo que la sangre manara copiosamente. Lihem retrocedió un paso y se echó la mano a la herida, para acto seguido mirar con rabia a su adversario y mentalizarse para lanzar su ataque sin piedad...

Los dos piratas que quedaban en cubierta se dirigieron hacia dos rivales. El primero de ellos fue hacia Thorin y se unió al combate que el enano disputaba con su rival mientras el segundo fue hacia Calypso, empujado por su aparente debilidad.

Calypso detuvo el ataque del pirata sin mucha dificultad mientras otro se acercaba hacia él. De pronto el clérigo se vio acorralado por dos enemigos, y sin dudarlo un momento dirigió su primer ataque hacia el recién llegado.

Trazó un ligero zigzagueo con su espada en el aire demostrando una habilidad que él mismo desconocía para clavarla finalmente en el hombro de su rival, desequilibrándolo y produciéndole un grave daño que apunto estuvo de cercenarle el brazo.

Lihem contempló a su rival un instante antes de iniciar su ataque. Resiró profundamente concentrando toda su fuerza en los músculos que utilizaría para llevar a cabo su acometida.

De pronto, impulsó sus piernas lateralmente para apoyar un pie en la pared que se encontraba a un metro e impulsándose sobre él trazó un giro en aire mientras hacía deslizar la hoja de su espada hacia uno de los extremos para finalmente apretar la empuñadura y dirigir el golpe hacia el costado de su rival.

La espada golpeó la protección del pirata y la atravesó ligeramente provocándole un pequeño corte en el costado del pirata que comenzó a sangrar lentamente.

La cubierta del  barco empezaba a ser una zona cahotica, una lucha encarnizada se cernia sobre ella, en breve empezarian a superar en numero los piratas al grupo de aventureros. ¡¡¡ En que mala hora nos embarcamos en este navio !!! penso Oliver, mientras intentaba atacar al pirata que tenia enfrente sin exito. 

¡¡¡ maldicion !!! son duros de roer estos piratas, se nota que estan curtidos en mil batallas, no hay por donde pillarlos por sorpresa.

Oliver miro a su alrededor a ver como les iba a sus compañeros y parecian correr la misma suerte que el, de repente vio como atacaban a Sigmund. Su corazon se estremecio irremediablemente, no podia hacer nada por ayudarle, el sabia que Sigmund seria capaz de apañarselas solo pero tenia la necesidad irrefrenable de ayudar a su commpañero.

¡¡¡ Aguanta Sigmund !!!

Desde el camarote del capitán Nae oía los metales de sus compañeros en la cubierta sin saber lo que ocurría y por un instante dudó si subir a ayudarles pero finalmente decidió que seguiría disparando para intentar evitar que más piratas se unieran al combate.

Esta vez se tomó su tiempo para disparar y cuando lo hizo su flecha fue certera y acabó con uno de los piratas hiriéndole de muerte.

Era la primera vez que la joven elfa mataba a un hombre y no podía negar que aquello no le gustaba por lo que agachó la cabeza y dijo unas palabras en élfico en nombre del pirata fallecido antes de volver a levantar la cabeza y disparar de nuevo.

Áran cogió aire y lanzó otra botella más contra el mástil.

Debo guardarme la última, es mi mejor baza.

Sabiendo que no augantaría mucho más sin ser descubierto, el pícaro se apresuró a sacar su última botella y se preparó rápidamente para lanzarla, sin preocuparse por ser descubierto.