Partida Rol por web

La gema de Willem

Capítulo III: Continente de Karst

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16/09/2011, 16:22
Sigmund Belmond

Exhausto como estaba y aún luchando por mantenerse conciente la sorpresa de Calypso no ayudo mucho al estado del guerrero el cual tuvo que mantenerse al margen hasta que llego el momento anunciado, alguien tenia que llevar la gema a castillo...

-Los caballos entonces serán nuestra baza... - a Sigmund le costaba respirar - El mejor jinete.. se.. sera el encargado de llevar la gema a buen recaudo.

Hizo un pequeño parón obligado, aún tumbado en la arena para descansar y tomar aire - Los demás dejaremos un rastro obvio mientras volvemos a casa, así se fijarán más en nosotros que en quien transporte la gema, es un peligro pero...

La mirada de Sigmund recorrio a sus compañeros para ver sus expresiones en referencia al plan.

Notas de juego

Perdonad, ando liado.

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16/09/2011, 23:49
Naedunëa Elwing

Nae miraba al okea de hito en hito, sin creer lo que acababa de oir.

-Ca...Calypso! Eres tu ¿de verdad?-preguntó mientras caminaba hacia él- Si-se respondió a si misma después de observarle profundamente durante unos instantes-eres tu. Pero ¿cómo es posible?-dijo extrañada y a la vez le dió un abrazo de bienvenida.-Pensamos que estabas muerto e incluso hicimos una ceremonia en tu honor-acabó por decirle mientras recordaba aquel motivo momento.

Entonces comenzaron a debatir sobre cual sería la mejor manera de llevar la gema hasta Willem.

-Yo creo que alguien debe acompañar a quien la lleve por si es necesario enfrentarse a alguien durante el camino.- comentó a sus compañeros

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17/09/2011, 11:36
Áran Piedra

Áran no podía creerse lo uqe estaba escuchando. ¿Calypso convertido en... eso? Guardó sus armas ante la presión del grupo pero no alejó mucho la mano del pomo, por si las moscas, y se sumó a las preguntas de Nae.

-¿Cómo es posible? Yo te ví arrastrado por esas cosas hasta el fondo del mar... ¿Cómo hiciste para convertirte en uno de ellos?

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17/09/2011, 12:54
Gaal

Gaal sonrió ante las constantes preguntas de sus compañeros y se dispuso a resumir lo que había ocurrido.

- Los okea son... es decir, somos una cultura milenaria. Somos capaces de leer el aura de una persona. Ellos vieron mi aura y el de los piratas que cayeron al agua. Mataron a los piratas y a mi me adoptaron en su comunidad. Me enseñaron a respirar debajo del agua gracias a una grajea mágica que me hicieron tomar. Me hicieron uno de ellos y cuando lo logré me permitieron abandonar su sociedad. Ya en la superficie y con este aspecto encontré un grupo de comerciantes que organizaron una caravana que pasaba cerca de aquí así que me uní a ellos. Nebur estaba entre ellos y decidió seguirme cuando me separé del grupo, y aquí estoy.

Gaal era consciente de que había resumido considerablemente sus aventuras, pero no parecía haber tiempo para mucho más.

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17/09/2011, 23:20
Thorin

Para Thorin, el hecho de vovler a encontrarse con un amigo caido en batalla le supuso un duro golpe. Estaba contento, pero altamente trastornado. No estaba en situacion de decidir nada, ahora mismo solo queria escuchar atentamente cada detalle de los sucesos que acontecieron tras su supuesta muerte. La gema le importaba un comino.

El pobre enano agarraba ahora con fuerza la pipa de su amigo, ahora entre sus manos.

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18/09/2011, 23:11
Aeldar Tinúviel

Tras las primeras impresiones por tener de vuelta a su compañero caído, había que pensar en la misión que les había sido encomendada.

Yo creo que deberíamos partir todos juntos, y en caso de enfrentamiento dejar que Lihem cabalge con la gema mientras nosotros luchamos.

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19/09/2011, 13:10
Director

El reencuentro con Calypso, ahora conocido como Gaal, se produjo de una forma extraña. Por un lado, el extraño aspecto del clérigo resultaba desconcertante y por otro, la urgencia de la situación no daba pie a explicaciones ni conversaciones sobre los hechos pasados. Concluyeron que habría tiempo durante el viaje para ello.

Entre el ramaje del bosque apareció el extraordinario caballo de Lihem, acudiendo a la llamada del guerrero. Éste se despidió de todos y abrazó a Gaal con efusividad.

- Me apena que nos separemos ahora que te encuentro de nuevo, amigo.

El shar zarín montó sobre su caballo y fijó sus pertenencias. A continuación tendió una mano al mediano.

- Es hora de partir, Picco -le indicó.

El entregado sirviente del duque echó una ojeada alrededor con los ojos humedecidos, para finalmente agarrar la mano de Lihem y de un empujón, sentarse tras él. Liozard les entregó la gema envuelta en una espesa tela y la afianzaron bien a la silla del caballo en un lugar seguro. El mono trepó a su vez al caballo y se subió al hombro del mediano. Liozard asintió dándole su aprobación para que los acompañara.

Lihem miró a Sigmund, que asintió, y el shar-zarín espoleó a su caballo que inició el viaje y se perdió entre el espeso ramaje del bosque en busca de una senda en la que pudiera explotar su velocidad.

El resto de caballos no tardaron en llegar hasta su posición, siguiendo el rastro de la montura kárstica y parecieron contrariados al encontrar a sus dueños. Uno a uno se fueron montando sobre los caballos. Gaal recuperó su caballo, y Nébur tomó la montura de Picco. Así, iniciaron el viaje de vuelta, asegurándose de tomar una ruta diferente de la de Lihem.

Notas de juego

Voy a abrir ahora mismo una nueva escena llamada "Epílogo". Se continúa allí.