Partida Rol por web

Lanzo un grito de cólera, seguido de un espadazo bastante equilibrado, pero que no alcanza su objetivo.

Maldición...

Al retirar la guadaña de mi hombro, un gran chorro de sangre se esparció a mi alrededor... mi herida era grave y podía verse el tajo hecho en la carne. Sin embargo, inmediatamente la herida parecía ser un poco, realmente un poco más pequeña.

Como reflejo, tratando de levantar el herido brazo del escudo, retrocedo en guardia dejándole el combate a Petrus (paso de 5') y elevo una plegaria.

En ese momento, alrededor de mi espada surgieron llamas, cubriendo todo el metal.

Luego, con la presencia de mi amuleto y mi espada de fuego le grito

MALDITO DEMONIO DE NERULL! RETROCEDE ANTE LA FE DE HEIRONEOUS!

Aunque los golpes de sus armas no logran hacer ningún daño a la enorme criatura de huesos, ésta vez la luz divina que desprende el clérigo es lo suficientemente abrumadora.
El tótem, parece sacudirse hasta los huesos...casualmente...y retrocede rápidamente como si no fuera capaz de tolerar el imponente poder divino que desprende el colgante que Lharondar aferra entre sus dedos!

Al fin, el grupo permanece muy malherido, agrupado contra la puerta destruida a espadazos, y el tótem oseo se forma nuevamente en el extremo opuesto de la gran biblioteca...

Me tomo el hombro con fuerza, y con el pasar de los segundos todos se dan cuenta que la herida se me cierra completamente sin que diga otra cosa que

Gracias Heironeous...

Con la espada ya apagada, cada tanto sigo hostigando al totem para que no nos moleste, manteniéndome a una distancia prudente.

Luego me acerco a Jeo y lo recuesto sobre una de las paredes.

Furius, creo que la situación de Jeo es crítica. Prometo ocuparme de tus heridas mañana. Si quieres puedo vendarlas, pero luego de atender a Jeo me quedaré sin fuerzas como para sanarte.

Acto seguido comienzo a curar las múltiples heridas del explorador.

Está bien Lharondar no tienes que darme ninguna explicación, lo entiendo, Jeo está muy mal herido, debes sanarlo a el primero, y mañana veremos que puedes hacer con mis heridas, estoy bien, no te preocupes.

Digo intentando ocultar el dolor por mis heridas.

Miro al toetm, ahora inmovil.

Maldita cosa, debe ser un guardia que dejó esa bruja, para proteger de esta forma este lugar debe haber algo importante aqui.

Miro todo al derredor.

Buscaré a ver si encuentro algo, si la cosa se mueve avísenme.

Comienzo a buscar por los alrrededores cualquier libro u objeto mágico o que pueda parecerme importante.

Tras recorrer la biblioteca, descubres numerosos libros sumamente interesantes. Entre ellos, hay un libro que podría contener conjuros, pero está cerrado con un pequeño candado.
Ademas, encuentran una caja con diversos componentes, entre los cuales hay un collar de perlas en el cual tan solo quedan unas siete perlas...el resto ha sido quitado por algun motivo.
En la misma caja, hay dos pociones.

Tras registrar el lugar, hallan también una piedra suelta, dentro de la cual parece haber una manivela para girar...

Sin embargo...El totem parece volver a cobrar vida y se vuelve amenazante tras un minuto de registrar el lugar!

Cojo el collar de cuentas y me pongo a observarlo por si se el porque el faltan algunas.

Cuidado con la criatura. No sabemos si nos volverá a atacar... -Mientras digo esto, vigilo a los demás, por si la criatura volviese a atacar. Por supuesto, mientras vigilo, no tengo tiempo para saquear, aunque dudo que encontrase algo de utilidad para mi en un biblioteca...

con una fuerte y sonora bocanada de aire jeo abre nuevamente los ojos, lo primero que ve es al clerigo delante de el al cual lo mira confundido por al situacion, justo un momento antes de darle las gracias a Lharondar sus ojos quedan totalmente abiertos al ver como los restos de aquella criatura que casi se lo lleva al infierno se volvian a unir

ahora esa criatura se encontraba delante de el nuevamente y aun mas amenzante que antes, jeo se arrastra como puede hacia atras chocando contra la pared con una cara de terror inimaginable, aferrado fuertemente a su arco y sabiendo que no puede atacar en su posicion actual lo unico que puede hacer es evitar el proximo ataque de la criatura

Al ver que el golem se volvía amenazante, me paré en el medio de la sala con mi amuleto bien elevado, convirtiéndome en una pesadilla constante para la montaña de huesos...

Vámos Furius! que no se cuanto tiempo más podré tenerlo a raya! y por favor.. busca algo para saber que me hizo la armadura que llevo junto a mi equipo!

Mi semblante se notaba cada vez más agotado..

Reviso la biblioteca y encuentro interesantes cosas. Me guardo el libro de conjuros con el candado.

Voy hacia Ulrik.

Cuidado con ese collar Ulrik no confío en nada de aquí, guárdalo y luego lo miraremos.

Miro la caja donde estaba el collar y veo dos pociones.

Seguramente estas pociones deben ser importantes las tomeré y más tarde veremos para que sirven.

Toma las pociones y las guardo también en mi morral.

Miren ahí, una manivela debe abrir algo, deberíamos accionarla.

No termino de hablar que el totem vuelve a moverse.

Maldición esa cosa se mueve otra vez.

Tienes razón Lharondar debemos salir de aquí lo antes posible, esa cosa se ve con ganas de atacarnos de nuevo, aunque no creo que nos sea fácil salir de este castillo.

Rápido, todos aléjense de centro de la habitación y de las cavidades de las paredes, accionaré la manivela, a ver si abre una salida por un pasadiso secreto o algo así, pero tambien podría activar otra cosa, por eso póngase a cubierto, cuanto antes hagamos todo, antes no iremos de aqui.

Listos, ahí voy.

Acciono la manivela.

Mientras Lharondar logra mantener alejado al peligroso tótem de hueso. Furius gira la manivela oculta en la biblioteca. Al instante, un mecanismo parece funcionar, haciendo rotar sobre un eje otra estantería cercana.

En la habitación que queda al descubierto, pueden ver varios objetos de arte. Una estatua de mármol blanco, representando un centauro, y sosteniendo un cetro en su mano y un carcaj con flechas de pálida punta. Un cuadro mostrando una guerra entre humanos en una colina, un vestidor con ropas muy hermosas para mujer, entre las que llama la atención una capa de seda roja. Un alajero en una estantería, con joyas y anillos, y en un rincón, un martillo de guerra fundido de pura plata.
Vestidos, maquillajes, todo en otra estantería y una lampara de oro con aceite hasta la mitad.

Bueno amigos hemos dado con el tesoro de la bruja, mi consejo aprovechemos y tomemos todo lo que pueda sernos útil mientras Lharondar pueda alejar a esa cosa de nosotros.

Entro en la nueva habitación y voy hacia la capa de seda roja y la agarro examinándola.

Esta capa tiene algo, la guardaré para examinarla más tarde, amigos aqui hay algunas muy buenas armas que pueden agradarles, apúrense!

Luego de tomar la capa miro alrededor y busco cualquie otro mecanismo u objeto parcialemente oculto a la vista o que pueda llamar mi atención.