Partida Rol por web

La Guerra de las Cuatro Coronas (Inconclusa)

Harrenhal

Cargando editor
23/01/2014, 17:42
Sylven Water

-Puedo oír esa idea? -preguntó acercándome a ellos después de escuchar discretamente unos instantes.

Cargando editor
26/01/2014, 15:56
Maestre Tyrell

Harrenhal parecía un sitio distinto desde la partida de Lord Tudbury con cientos de guerreros hacia el hogar de los Sunglass. La gigantesca fortaleza parecía revivir día tras día con las rutinarias tareas de los habitantes, hombres renegados de la Casa de la Luz, siervos de lord Tudbury y antiguos vasallos fieles a Lord Stannis Baratheon. Los niños jugueteaban en las plazas y terrenos de Harrenhal, las mujeres traían agua y organizaban la fortaleza mientras que los hombres creaban huertas y reparaban las estancias.

Quedan pocos maestres en Poniente, Lady Water. Hemos ideado un plan para preparar a una nueva hornada pero debemos ser precavidos. Buscamos a hombres lúcidos de entre los que nos rodean y encontramos a un grupo interesante, mujeres incluidas. La mitad se quedarán conmigo, aprendiendo, y la otra irán con el joven y preparado Atreides, para que sean instruidos. Estamos barajando el destino del joven Atreides -responde el maestre a la joven señora.

Cargando editor
26/01/2014, 16:13
---Narrador

Mientras hablabais entre vosotros un rumor comenzó a extenderse entre las grandes murallas de la fortaleza. La gente parecía nerviosa y dejaron de lado sus tareas, hablando entre sí. La confusión inicial desembocó en el caos cuando los habitantes de Harrenhal comenzaron a correr, atropellándose entre sí mientras no paraban de gritar. Los soldados, hombres veteranos, se organizaron con rapidez tratando de responder a una amenaza que desconocían.

Desde vuestra posición visteis como entre los hombres del pueblo llano avanzaban con tranquilidad soldados envueltos en capas oscuras. Con sus armas los guerreros acababan con la vida de los siervos de Lady Water, Lord Tudbury y Ser Morrigen. 

No sabíais de donde habían salido pero los gritos afirmaban lo que podíais ver, los enemigos se habían introducido en Harrenhal y atacaban por varios frente. Los soldados leales contenían a los guerreros enemigos pero estos no paraban de salir de algunas de las torres semiderruidas que daban forma al castillo. No sabíais cuanto tiempo llevaban allí pero el ataque estaba sin duda organizado. En todas y cada una de las torres por las que los enemigos descendían a los patios de Harrenhal había unos grandes fuegos encendidos, seguramente señalando el inicio del ataque.

Los cadáveres de vuestra gente siembran vuestro nuevo hogar mientras que cientos de hombres con armas cubiertas de sangre matan por doquier y luchan contra vuestros guerreros.

Cargando editor
27/01/2014, 10:17
Sylven Water

Contemplo el caos y las muertes con el rostro desencajado y la voz enmudecida. Quién? Quién está masacrándonos ahora, cuando por fin comenzábamos a ver un atisbo de luz?
No hay opciones: no tenemos suficientes guerreros, no estábamos preparados, no podemos hacerles frente. Sólo podemos morir inútilmente. O capitular.
-Basta! -grito por fin con la voz rota mientras corro hacia uno de los asaltantes de capas oscuras-. Basta! Soy Sylven Baratheon, señora de este lugar! Cesad el ataque, lo rindo, os lo entrego! Dejad a mi gente!

Notas de juego

Mi ordenador sigue en la uci así que posteo desde el móvil.
Krest, esteee... ejem. En serio?? ._. ú_ù T_T

Cargando editor
27/01/2014, 11:51
Director

Notas de juego

Solo decirte, mi querida Sylven, pifia por mensaje que enviaste, ni una ha llegado a su destinatario y los dados han querido que lleguen a manos de los que más daño te pueden hacer :)

Cargando editor
27/01/2014, 11:58
Sylven Water

Notas de juego

Jajaja Joder, estoy maldita!
Pues nada, pido disculpas a Jano, Lucyen y Drake y a todos los que van a morir por culpa de mi pifia.

Cargando editor
27/01/2014, 13:58
Jano

¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo puede ser? ¿De dónde ha salido esta gente? ¿Y los centinelas?

-¿Por qué nadie ha dado la alarma? -pregunto asustado a los que me rodean-. ¿Qué podemos hacer ahora?

Mira a Atreides y al Maestre. No se me ocurre nada que pueda hacer. ¿Huir? ¿Morir?

Notas de juego

Pero, ¿cuánto tiempo ha pasado? Porque yo tengo la conciencia de que ha pasado una noche.

Cargando editor
27/01/2014, 14:14
Director

Notas de juego

Tras dos días volvéis a reuniros con el Maestre Tyrell, en el interior de la fortaleza, de Harrenhal,

He hecho pasar un poco el tiempo para recuperar ritmo y no teneros dos días dando vueltas sin mucho sentido, procurando adecuar temporalmente a todos los presentes en esta escena.

Cargando editor
27/01/2014, 19:28
Lucyen

Es bien sencillo, hay que intentar huir de este lugar- responde Lucyen- Drake, proteged a Lady Sylven- aquellos hombres no se detendrían hasta matar a todos los presentes, y era más que evidente que entre sus objetivos estaba la mujer- maestre, ¿conocéis algún camino que pueda servirnos de huida?

Cargando editor
27/01/2014, 19:37
Ser Huss

Lady Sylven se acerca a un hombre encapuchado que sonríe tras sus palabras -Parece que hoy es mi día de suerte -afirma lanzando su espada contra su pecho en una mortal carga. Por suerte para la última Baratheon Ser Huss, fiel guardaespaldas, arremete contra el hombre sin decir palabra y le corta la mano con un rápido tajo para, a continuación, abrirle un tajo en el cuello.

Sin decir nada coge a la joven y le tapa la boca, llevándosela a rastras hasta donde se encuentran los demás. La torre semiderruida por la que entramos, saldremos por allí -dice ser Huss respondiendo a Lucyen mientras mira a los jóvenes reunidos sin que conozcáis la razón.

Lady Water, quitaos los ropajes, los que tienen el emblema de vuestra casa. Y cualquier otra cosa que pueda servir para reconoceros. ¡Rápido!

 

Cargando editor
04/02/2014, 16:06
Drake Blacktyde

De pronto, otra vez la misma suerte, otra vez las mismas corridas, la sangre. Ser un fugitivo, perseguido por sanguinarios asesinos no debería nunca convertirse en una costumbre, pero aquí estamos de nuevo, huyendo por nuestras vidas. Cerraron una trampa sobre nosotros, ahora sólo resta escapar.

Me ubico junto a Lady Sylven, pase lo que pase me aseguraré de que la muchacha pueda salir de aquel lugar. Tiro de la manga de la señora Baratheon arrastrándola hacia la torre derruida que supo ser entrada y ahora será salida. Espero que Ser Huss pueda cerrar el paso y permitirnos escapar. Llevo el puñal en la mano diestra y mi mayor preocupación es cómo conseguir al menos un caballo, aunque será algo de lo que ocuparnos cuando hayamos bajado de aquella torre.

Cargando editor
04/02/2014, 16:12
Drake Blacktyde

Harrenhal sufre una nueva caída. El sabor de este acontecimiento es extraño, lleva el hondo amargo de ver el trabajo de Lady Sylven hacerse pedazos en pocos minutos, su gente masacrada y su bastión maldito invadido. Sin embargo hay algo muy dulce en el sabor, es la idea del escape, de una vez más encontrarme en el camino con ella, como mejor nos hemos conocido y querido. Siento el regocijo de que ella por fin me necesite de nuevo. Esta emoción es excitante, volver a estar en peligro, juntos.

Cargando editor
04/02/2014, 16:55
Sylven Water

Todo ocurre demasiado deprisa para poder entenderlo; sólo sé que Harrenhal ha sido un sueño del que acabo de despertar.

Aprieto los dientes pero obedezco a Ser Huss y me arranco la insignia del Venado que adornaba mi ropa. Sin embargo no la arrojo al suelo; la aprieto en mi puño, aunque se arrugue. No renunciaré del todo a mi nombre para salvar mi vida.

Mirando sin ver en derredor, donde por doquier continúa la masacre, sigo a Drake y a los demás hacia la torre en ruinas.

Cargando editor
06/02/2014, 15:47
Jano

-¿Y qué se supone que tenemos que hacer nosotros?  -murmuró aturdido.

¿Abandonar todo esto y salvar la vida o seguir su mismo camino?

Cargando editor
06/02/2014, 20:35
Lucyen

Sobrevivir, Jano- contestó Lucyen al muchacho- ahora mismo no quedan mas opciones- mira al muchacho- haz como yo, intenta mantenerte lejos del combate y que ningún arma te alcance- sonríe al decir esto último- es mi mejor consejo, dadas las circunstancias. 

Cargando editor
11/02/2014, 11:13
Ser Huss

Ser Huss sale corriendo junto a vosotros tras intercambiar algunas palabras con el Maestre Tyrell. Durante el trayecto chocáis con ciudadanos que huyen y soldados que se enfrentan entre sí aunque, por suerte, parece que nadie os presta demasiada atención y los pocos guardias que se acercan a vosotros son rápidamente asesinados por Ser Huss.

Os acercáis a la torre hasta llegar a su sombra justo cuando el sol parece ocultarse ante tal matanza. El brillo del astro es tapado por una gigantesca figura de color crema, Viserion, el dragón de Quentyn Martell.

¡Corred! -grita el guardaespaldas de Lady Water, visiblemente afectado por la presencia de la bestia.

Cargando editor
12/02/2014, 11:33
Drake Blacktyde

Se me aflojan las piernas y por un momento quedo boquiabierto. El espectáculo es impresionante y a la vez me llena de pavor. Este castillo maldito vuelve a encontrarse con la causa de su perdición, dragones. Ruego al Ahogado, en el que no creía realmente hasta este día, e inicio una carrera desenfrenada hacia las ruinas. Sólo me paro un instante a ver que los demás me sigan, a ver que Lady Sylven me siga.

Cargando editor
12/02/2014, 19:24
Lucyen

Lucyen observa con horror a aquella impresionante bestia. A pesar del miedo que sentía ante el colosal animal, el aprendiz no podía dejar de admirar la belleza de un ser magnífico como solo un dragón podía ser. La sola posibilidad de poder contemplarlo ya era un lujo para él.

Claro que si se quedaba mas tiempo así posiblemente sería lo último que viera. 

Vamos, Jano- apremia al muchacho.

Cargando editor
13/02/2014, 10:47
Jano

ME quedo congelado unos segundos al ver la formidable criatura, pero el terror de las espadas espolea mis piernas y sigo las instrucciones de Lucyen con el corazón encogido por el rugido de la bestia en el cielo. Tenemos que salir de Harrenhal.

Cargando editor
14/02/2014, 09:40
Sylven Water

Detengo mi carrera para contemplar admirada a la enorme bestia. De alguna forma no me sorprende que aparezca, como tampoco me sorprendería que de pronto se abriera el suelo y la tierra se nos tragara a todos. Los dioses, el destino o lo que sea que decide nuestras vidas no quieren que prospere.

Tal vez debería morir hoy aquí, pero la verdad es que no tengo ninguna intención de hacerlo. Y, como siempre, lo que los dioses o el destino prefieran me importa bien poco.

-¡Deprisa, vamos! -insto a los demás al tiempo que retomo el paso hacia la torre en ruinas.