Partida Rol por web

La Guerra de las Cuatro Coronas (Inconclusa)

Prólogo. Los enemigos del Sol

Cargando editor
03/11/2013, 15:56
Lord Andrey Dalt

Una vez están todas las sillas ocupadas, casi todas ellas con uno o dos guardaespaldas tras sus ocupantes, Lord Andrey Dalt se levanta, dándoos la bienvenida -Me alegro de poder veros aquí pues eso indica que ha llegado la hora de nuestra venganza. La guerra se avecina por todas las fronteras de Poniente y es el momento más indicado para saldar viejas deudas. Pero, como aliados que somos, es preferible conocernos y confiar nuestras motivaciones.

Yo, Lord Andrey Dalt, quiero ver muerta a la "Princesa de Dorne" -expresó, añadiendo cierto tono ofensivo al título -y su casa destruida por el daño que me hicieron a mi y a mi casa. No solo me dieron la espalda tras apoyarles en sus intentonas hace dos décadas sino que no pararon hasta conseguir que mi casa se quedara en la ruina y perdieramos todo nuestro prestigio.

Cargando editor
03/11/2013, 16:02
Estrellaoscura

Un hombre a su derecha cogió las riendas de la conversación tras la pausa de Lord Andrey Dalt. Era un hombre de pelo plateado y rostro atractivo pero en su rostro se dibujaba la sombra de un asesino.

Yo soy Estrellaoscura y, simplemente, voy a devolver el trato a la Casa Martell. Ellos me desterraron y me privaron de mi vida, ahora, en mi afán de justicia, haré lo propio con ellos -su sonrisa fría revelaba a un hombre con una falta total de sentimientos hacia otra persona y cuya única motivación eran sus propios sentimientos, su odio.

Cargando editor
03/11/2013, 16:06
Lady Sarah Gargalen

Una mujer a su izquierda se levantó a continuación, haciendo caso omiso a la poca cortesía de Estrellaoscura.

Mi nombre es Lady Sarah Gargalen y vengo en representación de mi padre. Nuestra casa lleva décadas siendo despreciada por las otras casas de Dorne y, encabezando este sentimiento, se encuentran los Martell. Los Gargalen, usados como hombres sacrificables en sus guerras y como escoria en los tiempos de paz, nos hemos cansado de esta situación y pretendemos acabar con su régimen. El basilisco no descansará hasta tener entre sus fauces a sus enemigos -sentenció la joven con una seguridad impropia para su edad, nacida de una buena educación y una mente privilegiada.

Ya solo quedaban dos hombres por hablar, otro joven noble y un hombre mayor de aspecto exótico.

Cargando editor
04/11/2013, 10:02
Sir Bleyk Uller

Asintiendo a la palabras de Lady Sarah Gargalen, cuya belleza no me pasó indavertida, me dispuse a tomar la palabra.

-Saludos, nobles y verdaderos Señores de Dorne. Me gustaría comenzar agradeciendo a los Dalt su llamada y hospitalidad. Soy Sir Bleyk Uller y acudo a vosotros en representación de mi padre, Lord Harmen Uller, por cuya Gracia me hallo investido de toda autoridad para hablar en su nombre. Escucho los motivos que a cada uno os traen aquí y me invade el desasosiego ante el daño que se os ha hecho. El desdén, la inquina y la avaricia impregnan todo acto de esa Princesa para con vuestras mercedes. ¡Justa es pues nuestra causa! -exclamé, buscando después un silencio que diera dramatismo a mis palabras-. En lo que a mi persona y mi Casa concierne, también sufrimos su agravio. Quizás alguno conocistéis de él en su día -añadí con tono humilde-. Ellos trataron de asesinarme cuando era un niño y me dirigía, con el ánimo henchido, a probarme como escudero de Lord Arron Qorgyle. Más su intento fue en vano -explicaba apoyando las manos en la mesa, de tal modo que el meñique cercenado de mi mano izquierda en aquel incidente fuera visible para todos. El gesto deja también al descubierto la flor azul bordada en mi capa. Una imposible "adianara" de siete puntas, que según muchos fue un presagio de la intervención divina en mi porvenir-. Los dioses me dieron fuerza, alimentaron mi coraje y me hicieron prevalecer en la adversidad.- En aquel momento dediqué una galante mirada a Sarah Gargalen, sabedor del atractivo que sienten las damas ante la historias de épica, peligro y supervivencia-. Por ello, podéis comprender que no puede ser mayor mi determinación a resarcirme del impío propósito de los Martell y todas sus demás ofensas. Nos llaman Casas Menores, pues durante Siglos hemos suportado sobre nuestras espaldas el peso de los Martell. Un trabajo que hemos desempeñado con honor y humildad. Más cuando la recompensa a nuestro abnegada labor es el desprecio, el expolio e incluso el asesinato es cuando llega el momento de decir "basta". No hay Casas Menores en Dorne, pues juntos tenemos un poder superior que el de la mayor de las Casas.   

Cargando editor
04/11/2013, 18:25
Conrad Lor
Sólo para el director

Esperaba mayor inteligencia de Andrey Dalt, se ha enriquecido con la guerra en tiempos de paz, más ahora, que los hombres se arman, es cuando toca cambiar ir cambiando tu bandera por la que vista el barco que se cruza en tu camino.
No se puede saquear en tiempos de guerra, hay demasiados barcos, demasiado orgullo detrás. No peleas contra comerciantes y unos pocos mercenarios, luchas contra soldados. El único botín son armas, que si bien tienen salida...
La casa Dalt ha crecido, pero no como para representar una firme apuesta en esta guerra, si lo que desean es formar un ejercito y luchar en campo abierto probablemente sea de nuevo destruida.

Cargando editor
04/11/2013, 18:33
Conrad Lor

Escucho en silencio, con las piernas cruzadas y el vino en mi mano, la historias de desprecio que cuentan los presentes. Carcomidos por un odio acerrimo hacía Dorne y más concretamente a los Martell, parecen tener sus catalejos mirando hacia la guerra. -Todos conocéis mi nombre, he ofrecido un servicio a está casa a la que le ha proporcionado venganza y prosperidad durante muchos años. Me considero hombre de honor, y soy consciente de que en los aquí reunidos se les ha denegado ese don por los hombres a los que ahora hacéis frente. Más, mis hombres y yo no somos miembros de casa alguna desprestigiada, no se nos ha ofendido, ni luchamos para vengar insulto alguno. Por lo que.. ¿Qué se espera de nosotros?

Cargando editor
04/11/2013, 18:48
Conrad Lor
Sólo para el director

Miro a mis hombres, en vista a que gesto tenían ellos y que opinan de mis palabras, así como al resto de los presentes.

Notas de juego

Me cagoen la leche, resulta complicado acordarse siempre de cambiar el emisor, sobre todo al poner mas de dos mensajes, solicito un nuevo cambio en el mensaje anterior, dado que no puedo realizarlo.

Cargando editor
06/11/2013, 21:44
Lord Andrey Dalt

Lord Dalt asiente a cada una de las palabras de Sir Bleyk, afirmándolas como grandes verdades. Sin embargo las palabras de Conrad lo hacen meditar hasta que, finalmente, se levanta acercándose al pirata -Bueno, por si no os queda claro él es el famoso Conrad Lor que ha saqueado durante años las aguas de Dorne, ocultándose después de cada ataque en calas desconocidas, exactamente en mi territorio. Él ha sido el apoyo que la Casa Dalt necesitaba para volver a alzarse pues de nuestro negocio ha surgido la prosperidad. Respecto a lo que dices, mi querido Conrad, tiene cierto sentido pero, ¿no te has parado a pensar en que ocurrirá cuando los barcos marchen a la guerra en grandes flotas?

El hombre dejó un tiempo para que tanto el pirata como el resto de los señores presentes meditara -Si, sus puertos estarán desprotegidos, sin barcos, sin guardias, sin peligro. Y esa será tu recompensa, parte de los botines, como hemos acordado hasta ahora pero tu fama crecerá siendo una luz aquí, en Poniente, pues la guerra traerá un tiempo de carencias pero tu y los tuyos, mi buen amigo, tendréis más de lo que podáis gastar y más hombres querrán sumarse a tu grupo de piratas.

Cargando editor
06/11/2013, 22:17
Estrellaoscura

Yo podría tratar de reclutar a grupos de mercenarios con parte de ese botín para que arrasen algunos pequeños pueblos de nuestros enemigos. Sin el apoyo de los pequeños feudos y viñedos la Casa Martell verá sus despensas vacías y perderá mucho poder -se ofreció Estrellaoscura sin dejar de sonreír, especialmente a la dama.

Cargando editor
07/11/2013, 19:23
Fiavo Fersin

Fiavo escuchaba con atención de pie, tras la silla de Bleyk. No le agradaba mucho la idea de tratar con piratas. Los piratas y los mercenarios sólo deben su lealtad al dinero y una guerra el dinero cambia de manos tan rápidamente como las estrategias, bien lo sabía él, quien había sobrevivido vendiendo su espada al mejor postor.

No obtaste, el propio Conrad se acababa de definir como un hombre de honor y el hecho de que pareciera necesitar un motivo para participar en la guerrar, más allá del metal amonedado, bien podía servir de respaldo a aquella definición.

Cargando editor
07/11/2013, 19:33
Conrad Lor
Sólo para el director

Cierto es que el trafico de alimentos sera una gran fuente de ingresos. En tiempos de guerra las ciudades asediadas pagan fortunas por la comida.
Si lograra entrar en ellas, pues es demasiado arriesgado...
Por otro lado, el saqueo de puertos es sumamente tentador. Podría lograr que mis hombres se hicieran con buenos barcos antes de que estos ardieran...
Esto supondría partir mi tripulación, y estaría mas indefensa en los abordajes.
Por otro lado, nuevos hombres podrían guiar estos barcos. Su vida vale poco y serían la punta de lanza. Poco importa si caen o no, yo cumpliría a ojos de los Dalt sacrificando esos barcos que por otro lado no me habrían costado dinero alguno.
Pero el daño que sufriría mi fama si dejara que bajo mi bandera lucharan soldados inexpertos. Sería reducido a un bufón.
Pufff...
Debo reclutar buenos hombres, es necesario, y buenos capitanes habrán de dirigirlos en combate...
Por otro lado, quizá haya llegado el momento de finiquitar...

Cargando editor
14/11/2013, 09:53
Lord Andrey Dalt

Sea pues, Estrellaoscura reclutará algunos mercenarios para que asalten las tierras de los Martell y los Dayne. Mi buen Conrad podría asaltar los barcos de provisiones que salgan de Lanza del Sol y, si la cosa va bien, su propio puerto. De todos modos la escasez de alimentos será un hecho con la guerra y todas las provisiones que consigamos por el saqueo nos beneficiarán -Lord Dalt comenzó a dar órdenes, con una soltura nacida de la costumbre a dar órdenes en su pequeño hogar y a la determinación que el odio hacia los Martell le daba -pero nuestra guerra es, en su mayoría, contra los Martell y sus más estrechos aliados. No podemos enfrentarnos a las otras casas y, la verdad, nos beneficia más que se unan a nosotros. Los Toland y los Qorgyle son honorables pero cada uno de ellos ha seguido a uno de los hermanos Martell. Debemos buscar alianzas en otras casas y provocar que ambos hermanos se enfrenten, dejando a los dos en evidencia.

Lord Andrey Dalt se dirigió a la preciosa Lady Sarah Gargalen haciendo una reverencia -Tal vez vos podáis uniros en matrimonio con otra casa, estrechando así nuestros lazos. Usted, Lord Uller, podrías crear cierta cizaña en el Dominio, lanzando rumores, susurros a los oídos de aquellos que quieran escucharte o, simplemente, provocar que alguno de los hermanos crea que el otro quiere acabar con él.

 

Cargando editor
14/11/2013, 17:47
Sir Bleyk Uller

-El Dominio será pues mi destino y podéis contar con que cumpliré mi cometido -respondió con confianza-. No obstante, hay algo que no podemos evitarnos valorar. Sin nosotros debilitamos a los Martell desde dentro ¿Cómo nos afectaría eso en la Guerra de los Reyes? ¿Sería posible que uno que derrotara a los Martell y se alzara con la Corona de Poniente fijara entonces sus ojos en un Dorne desgastado por una guerra interna? ¿Cómo podríamos anticiparnos a que eso suceda? Y como contrapartida a tales cuestiones: ¿Podemos hallar en alguno de esos Reyes un aliado en nuestra venganza contra la Casa del Sol?

Cargando editor
18/11/2013, 16:55
Lady Sarah Gargalen

Tus palabras son sabias, Lord Uller. Debemos buscar aliados de antemano pues nuestra venganza podría provocar que nuestra tierra fuera destruida y otros enemigos nos dieran muerte. Tenemos que buscar alianzas en otros reyes o casas. Y debemos empezar a descartar posibles aliados pues, por ejemplo, mi casa jamás se aliaría con salvajes como los Greyjoy

Cargando editor
18/11/2013, 16:57
Estrellaoscura

El Rey en el Norte es un pacificador debilucho y honorable. Si nos aliamos con él Dorne podría ser salvada, nuestra venganza tomada y la guerra reducida a su mínima expresión. También podríamos buscar el apoyo del beatillo, el Arryn, pues tendrá en su punto de vista a los Martell, ahora adeptos de ese dios de las llamas.

Cargando editor
18/11/2013, 17:47
Conrad Lor

Mis barcos saquearan los puertos que consideréis necesarios siempre que no halla una armada defendiendo sus aguas.

Reyes, buscar alianzas en tierras tan lejanas reportara poco beneficio.

Apostar por un rey es algo arriesgado, si me permitís opinar. Los norteños están demasiado aislados y son lo suficiente neutrales como para que la guerra no llegue a sus tierras hasta terminado el conflicto entre el resto de casas. Dudo que participen activamente en la guerra de no ser provocados, por lo que de buscar su alianza, habría primero que incitarlos a combatir. Quizá mediante algún ataque en nombre de otras casas.-Explico mientras acerco vino a mis acompañantes con gesto de hombre que sabe lo que habla.-Desean una independencia cuando no ofrecemos rey que pueda otorgarla, por lo que asentirán cortésmente con una mano mientras nos despachan con la otra.

Arryn, ese niño loco...

El niño esta probablemente muerto, ademas no hay alianza posible con una casa que se debate en tales conflictos interno, cosa harto complicada sería el saber si hablamos con el señor de las tierras o un futuro decapitado.

¿Que hay de la casa Lannister?

Cargando editor
19/11/2013, 23:37
Lord Andrey Dalt

No me fío de los Lannister, se mantienen a la espera en sus territorios, seguramente acechando posibles beneficios. Aunque bien visto nosotros somos un beneficio pero temo que sus fuerzas son demasiado débiles como para suponer una ventaja y la información sobre nuestra venganza si pueda ser de utilidad para ellos. Por tanto descartamos a los Greyjoy, a los Stark, a los Arryn y los Lannister ¿que nos queda?¿tal vez alguna ayuda externa a Poniente? -preguntó Lord Dalt mirando en último lugar a Fiavo.

Cargando editor
20/11/2013, 16:27
Fiavo Fersin

Fiavo sonrió ligeramente ante la mirada de Lord Dalt y dudó un instante sobre si decir algo o no.

-Si me lo permitís... Poniente u Oriente nadie os regalará su ayuda.

 

Cargando editor
20/11/2013, 16:29
Sir Bleyk Uller

-Fiavo está en verdad en lo cierto -respondió Bleyk mirando a todos los presentes-. Si queremos un aliado primero hemos de pensar qué estamos dispuestos a ofrecer, a quién podría interesar y qué ayuda obtendríamos de él... O quizás sea mejor tener en cuenta esta cuestión más dilatar su resolución hasta que tener una mejor idea de la situación. Yo trataré de enterarme en el Dominio de en qué posición exacta se encuentran las otras casas con respecto a Dorne.

Cargando editor
21/11/2013, 16:48
Lady Sarah Gargalen

¿Y si en vez de buscar aliados buscamos enemigos para nuestros enemigos? Es decir, nadie se aliaría con nuestras casas para destruir a los Martell pero, tal vez, si se alzarían en armas contra ellos si se sintieran amenazados por ellos -dijo Lady Gargalen, tomando un papel que nadie se esperaría de una mujer -además debemos buscar debilidades en nuestros enemigos. Por lo que he oído vos, lord Dalt, sois amigo de Lord Qorgyle, la pareja en la sombra de Valena Toland, heredera de esta casa. Y también se que los Fowler confían en exceso en las fuerzas de un mercenario que se ha unido a su ejército, un tal August Riger.