Partida Rol por web

"El planeta se encuentra en revisión por el Conglomerado Unido de Razas, desde los últimos años hemos estado vigilando vuestro planeta, clasificado apto para la vida en la escala Alfa, y teniendo en cuenta que la presencia humana en el planeta no está en perfecta simbiosis con el ambiente, vamos a llevar a cabo el plan de restauración de equilibrio por la ordenanza del Imperio. Destruiremos a la raza humana y devolveremos a los seres que, tras los humanos, se encuentran más evolucionados el control del planeta. Existe una solución pacífica: entregaos y colaborad. Todo aquel que ayude será introducido en equilibrio en el nuevo orden mundial. Aquel que se oponga, será erradicado. No hay escapatoria. Os rastrearemos. Tenemos la tecnología. Repetimos. No hay escapatoria"

A pesar de que las horas desde que en todos los medios de comunicación del mundo se pudiera oír la voz sin emoción de Epsilon Eridani transmitiendo desde la estación espacial el mensaje de la raza invasora, este seguía repitiéndose una y otra vez recordando que, allá donde haya alguien, ellos los encontrarían y le llevarían a la dura decisión de unirse o luchar. Pero, y a diferencia de la primera hora, aquella que se hacía llamar "Reina" no había emitido ningún mensaje telepático ni había repetido su estamento. Ahora, sencillamente, se dedicaban a emitir y una otra vez la grabación de aquel primer momento para minar la moral de aquellos que osaran a resistir. 

Repetimos. No hay escapatoria.

Pero, por algún motivo, ninguno de los suyos había sido rastreado en sus hogares y escondrijos. El Linaje de la Sangre siempre había sido extraño, mágico, ajeno a los asuntos más mundanos. Entonces, ¿por qué no había llegado ninguno de los invasores hasta él? Desde donde se encontraba, Caine pudo ver de nuevo el mensaje. Las mismas palabras, y el rostro sin emociones y mirada perdida del que se hacía llamar Rey de Trajastán.  

- Este no parece el Eridani de espíritu rebelde, todo fuego y pasión, dispuesto a reconquistar su patria del que había oido hablar... - más bien parece un cómico triste, un ave imitadora que repite lo que le han enseñado a decir. ¿Podría ser esto una de sus maniobras de conquista?. Bien lo podria ser, la verdad.

Si hubiera conocido en otros tiempos más beligerantes a este notable humano, no tengo duda de que hubieramos aprendido mucho el uno del otro. Hasta que nuestra rivalidad nos condujera a matarnos, claro. Pero desestimo la idea en principio, un país quizás, pero todo el planeta, es demasiado hasta para este joven genio. ¿Se habrá plegado a los deseos de los "visitantes" entonces?, ¿le habrán ofrecido gobernar la reducida casta de humanos que quedarían en el planeta bajo la húmeda bota de los atlantes? En todo caso merece investigación.

Pero más extraño es el sutil velo que han corrido sobre la Raza. No hay refencias, menciones, ni persecuciones, ni ultimatums. Es como si no existieran para quién sea que esté ahí fuera orquestando este funesto teatro, ese "Imperio" que ha emitido esa ordenanza despótica. Aunque ese es un concepto humano, que quiera que no, me ata. He existido en la faz del planeta durante mucho tiempo y creo que (lamentablemente) al final me he contagiado de un poco de esa "humanidad". "Destruiremos a la raza humana" han cacareado los arrogantes hijos de una hiena, ¿en serio creen que dejaremos que nuestro sustento desaparezca del planeta sin levantar un dedo? Seguro que se puede degustar un atlante, y en cuanto a los recién llegados, bueno, si está en la mesa hay que probarlo.

Pero el que me ignoren es algo a lo que no estoy acostumbrado, casi me he enfadado. Casi. No se si me importan toda la Progenie que mora en el planeta, vinieron a mi buscando respuestas y sólo les di más preguntas, pero les echaría de menos si desaparecieran, seguramente. Me han parado los pies en otras ocasiones, miro como recordatorio el pedazo de metal que parece estremecerse a mi vista por una fracción de segundo, anticipando algo, el qué, no lo sé; pero me despreciaría a mi mismo si no hiciera nada al respecto de todo esto, y me tengo en buena estima como para hacerlo.

Ya esta bien de humo y mentiras, hagamos que se revele la verdad, desvelemos el prestigio. Es hora de salir a cazar.

De fondo, el recordatorio de las declaraciones de la raza invasora se iba repitiendo una y otra vez sin cambiar en nada. De vez en cuando aparecían intercaladas, de algún modo, imágenes que parecían estar siendo grabadas de forma amateur o sin la preparación debida de un programa informativo. Desde esquinas, llenas de ruido ambiental, disparos y siempre escondidas. En alguna ocasión estas se cortaban rápidamente. Lo que estaba claro es que gente en la calle, profesionales o no, estaba intentando colarse en las frecuencias televisivas para mostrar cual era la realidad de lo que estaba sucediendo en el mundo. En estas se veían imágenes de colas de personas siendo guiadas por alienígenas sin armas. En otras, reducían a rebeldes a base de disparos que, lejos de matarlos, parecían aturdirlos. Pero las imágenes más impactantes hacían referencia a aquellos que el pueblo llamaba "metahumanos" y cuya resistencia, en la mayoría de las ocasiones, era excelsa. Pero, por desgracia, siempre acababa apareciendo un extraño ser que superaba los dos metros que, por la extraña armadura, parecía más un robot que un ser vivo. Rápidamente la resistencia era negada y, en un abrir y cerrar de ojos, un cubo energético los encerraba y los transportaba a quién sabe donde. 

Todas las imágenes eran caóticas, confusas y breves. Pero tras varias filtraciones repetidas no había sido costoso para Caïne desvelar los retazos de información que se encontraban en estas. La situación era, cuanto menos, peliaguda. Y estaban intentando evitar todo riesgo de revuelta con los medios a su alcance que, por lo que se veían, eran bastante. Pero todo imperio tenía un punto débil. 

En medio de todo aquello una figura se acercaba hacia el refugio en el que el vampiro milenario se encontraba. Si quería entrar o había llegado por casualidad era desconocido, pero el olor de la sangre era perceptible desde allí. Estaba herido y cualquiera que fuera su daño, supuraba con el líquido elemento. Una suerte no ser una bestia controlada por sus instintos.

¿Un visitante? Después de todas las molestias que he tomado para no ser molestado, sin duda debe de ser alguien persistente, y que gusta de pagar su osadía con sangre. Eso puedo respetarlo. Un pensamiento desata un amasijo de nubes negras que se mueven sin viento alguno, extendiéndose como una espiral, mientras la temperatura baja y una niebla se levanta del suelo en retazos, moviéndose perezosamente de aquí para allá. Agarro mi acero, mientras con un pensamiento comienzo la transformación que me permitirá confundirme con la niebla del exterior, para poder observar así a mi atrevido visitante. y determinar sus intenciones.

Veremos si esa sangre se derrama o se restaña.

Fundido con la niebla, Caïne observó en silencio el lugar del que provenía el olor y el sonido que había captado desde su refugio. Curioso y oculto, observó como, corriendo bajo los árboles, un ser humano iba sangrando dejando un rastro visible tras de sí. Mostraba heridas generalizadas en todo su cuerpo. La mayoría de ellas, en el torso y en el brazo, eran quemaduras que a todas luces parecían pertenecer a una explosión o, aunque parecía imposible, láser o plasma o algún tipo de arma de energía concentrada de alta tecnología. Lo más curioso es que, la chica -porque tras unos segundos advirtió las formas femeninas- se reía con histeria mientras daba saltos que, por un segundo, parecía dejar una estela visual de ella en el aire. Se reía como una loca -si no lo estaba- y, deteniéndose en un árbol, se rajó parte de una túnica azul oscuro que ató a una rama baja. Luego echó la vista atrás donde pareció advertir algo y siguió corriendo a una velocidad sobrehumana. Si se detenía uno unos segundos a buscar en la dirección en la que la chica miró se advertía, al fondo, otra figura. Cabalgaba sobre lo que parecía un vehículo volador de baja altura y, envuelto en una extraña armadura que reconocía por los vídeos de los invasores, iba siguiendo el rastro de sangre dejado por la chica. 

¿Una mujer riéndose histérica, mientras le persigue un alienígena del demonio? Y con una túnica... no me gustan las túnicas, me traen al pensamiento magos y magia, y es una de la lista cosas que no me gustan nada. Magos... gente pagada de si misma que se cree más inteligente e importante que los demás porque pueden destruirte alzando un dedo. Bueno, es una manera de hablar, he "desayunado" unos cuantos a lo largo de los siglos, todos lo merecían debo decirlo.

Además esa "mujer" se mueve inhumanamente rápido, ¿será una "metahumana" de los que pueblan actualmente el planeta?. Son muy curiosos estos metahumanos, tanto poder y tan pocas ideas de qué hacer con él. Me hubieran ven¡do bien en otros tiempos; ahora les están dando una paliza tras otra en todo el planeta, quizás si alguien dirigiera sus esfuerzos... bah, no son mi gente y no me he preocupado por nadie desde... bueno, desde hace mucho tiempo y no voy a volver a hacerlo ahora.

Una eco de instinto se queja desde mi interior, una hembra en edad reproductora en peligro, comida potencialmente desperdiciada. En otro tiempo la habría hecho mía, habría luchado por tenerla contra esa cosa acorazada. Ahora esos deseos se han apaciguado, son apenas una sombra. No arriesgaré algo más importante por una mujer en peligro, vale más saber que significa toda esta persecución, esos aliens acorazados sólo han aparecido cuando la resitencia era feroz para cortar de raiz el peligro de rebelión. Es momento de observar y aprender. A lo mejor es afortunada, si yo fuera el de antes la desangraría alegremente.

Puede que le pregunte algo y si tiene algo que ofrecer... observaré.

La persecución continuó por un rato. El motorista la seguía a toda velocidad por el bosque sin pausa ni cansancio, pronto se le uniría un segundo conductor aparecido de otra dirección pero, debido a la densidad de la foresta, la chica aun obtenía una ventaja considerable debido a que, en cierto momento, comenzó a atravesar los árboles como si no tuviera cuerpo físico alguno. Salvo por el hecho que el árbol que atravesaba siempre vibraba unos segundos tras despedir parte de su corteza. Un detalle muy curioso, por otro lado. Pero, finalmente, algo cambió las tornas de la escapatoria y, de la nada, un ente surgió súbitamente materializándose justo frente a la chica, que chocaba contra él y caía al suelo sonoramente. Una alta figura, envuelta en una coraza con un casco con un solo orificio central -como si tuviera un único ojo- que ya conocía Caïne. Las persecuciones y combates habían terminado con su aparición al -posiblemente- teletransportar a los rebeldes. Pero algo había cambiado. Una figura había aparecido justo detrás. Grotestco, el único modo de describirlo sin entrar en la rareza de su físico es que parecía un pulpo azul con figura humanoide. Ocultaba parte de su rostro con un paño rojo y sus ojos, sin pupilas, se quedaron mirando fijamente a la chica asustada conforme caminaba hacia ella. De vez en cuando sus ojos destelleaban con inteligencia.

—Per.. ¡¿perdona?! ¿Qué estás... insinuando? ¡Yo no quiero volver! ¡ni loca! -comenzaba a alejarse arrastrándose hacia atrás. Su cuerpo comenzaba a vibrar a gran velocidad, como si se preparara para algo. Los ojos y la boca se le comenzaban a desecanjarse.

La extraña figura caminó un par de metros. Se colocó justo frente a la chica y bajó la cabeza aun más, hasta el punto de estar mirándola a los ojos directamente. Cuando los dos motoristas llegaron, en un movimiento rápido con el brazo, estos fueron partidos en dos por una hoja invisible. La chica parecía asentir, pero con miedo. ¿Estarían teniendo alguna clase de conversación telepática?

Teletrasportador, y algo más aparentemente. La chica ha vendido caro su pellejo pero, me pregunto porque atraviesa los árboles y no a "Pulpo Azul", ¿campo energético personal? Es más que probable. Pero la verdadera pregunta es, ¿por qué, en nombre de Nergal, ha terminado con la existencia de sus supuestos aliados/servidores, los motoristas?

Creo que se impone una presentación, la habilidad principal de la lovecraftiana criatura (sí, he tenido tiempo de leer los clásicos) es ir de un sitio a otro en un parpadeo y su partida sólo me dejaría con preguntas, y lo que necesito son respuestas. No me gustan los teleportadores, me parece totalmente antideportivo, arruina la emoción de la caza. Si él no es locuaz al menos me queda la mujer... me reintegro en mi forma arropado por la niebla de la que salgo caminando sin movimientos bruscos y con las manos visibles a un lado del cuerpo.

- Pax voviscum - ligera inclinación de cabeza - parece que se ha levantado algo de temporal - señalo las negras nubes las cuales se están llenando a mi orden mental de un intenso aparato eléctrico, sin perder de vista a las dos figuras -, ¿sabes que la teleportación es peligrosa con todos estos rayos y relámpagos? La mitad de ti podría aparecer en Australia. Bueno, están ocurriendo eventos realmente curiosos bajo los árboles, - señalo el bosque, la mujer y los divididos en dos motoristas alienígenas - podríamos esperar a que escampe un poco y mientras, ¿os parece que dediquemos unos momentos a la reflexión y hablemos de todo esto? -

Cuando el recién llegado hizo acto de aparición, la figura metálica que había llegado con "el pulpo" dirigió rápidamente la mirada de su único ojo al vampiro. Diversos chasquidos y sonidos vinieron del interior de su armadura, pero entonces una voz robótica se alzó sobre esos sonidos.

—Recién llegado avistado. Analizando amenaza. Error de análisis. Sujeto desconocido. Origen desconocido. ¿Cual es el protocolo de proceder, Profeta?

Una luz azul había escaneado la superficie de Caïne durante una milésima. Pero esta, además de inofensiva, parecía no haber dado el resultado esperado.

La chica dio un brinco cuando vio a Caïne. Pero se quedó en silencio, temblando. Su faz mostraba una ligera sonrisa y, de vez en cuando, una risilla surgía de esta. Pero parecía más de nervios o histerismo que de algo cómico que pudiera haber pasado.

Aquel desconocido miró a Caïne también y, mientras se iluminaban sus ojos, una voz sepulcral surgió en su mente. Resonaba, como con eco, en los recovecos de su cabeza. Aquella voz oscura y grave se imponía incluso sobre los pensamientos.

"La tecnología producida por mi raza y dirigida por nosotros, los Profetas, es muy superior a cualquier tipo de tecnología que vosotros los seres humanos podáis haber conocido. Esto convierte la teletransportación" hizo una pausa breve "como vosotros llamáis en algo totalmente distinto en funcionamiento a lo que entendéis con vuestras mentes."

Entonces giró la cabeza hacia el centinela posterior y, a lo segundos, el acorazado relajó la postura y apagó la luz de su cabeza.

"Mejor así. Si queréis hablar, pues, presentaos. Pues incluso entre los nuestros se considera de mala educación comunicarse con un interlocutor cuyo nombre desconoces. Mi nombre es Tharal, Profeta de la Verdad del antiguo reino del Vacío"

Vaya... parece que "Pulpo Azul" tiene su corazoncito después de todo. Ya se puede pudrir en los Infiernos del Tártaro, pero de momento le seguiré el juego.

- Saludos Tharal, Profeta de la Verdad del antiguo reino del Vacío, se me conoce como Caîne. No tengo un título tan impresionante como el tuyo, cierto es. La Verdad del antiguo reino, ¿eso quiere decir algo o es un conjunto de sílabas que presentas para impresionarme? Me planteas tres enigmas Tharal el Profeta, primero - hago un gesto con la mano, enunciando el número uno con un largo índice, gesto que continúa a lo largo de mi disertación - ¿por qué hablas de "mala educación", siendo este un concepto meramente humano? La verdad no encaja en una raza inhumana como a la que pareces pertenecer. Segundo, reduzcas tu materia física a meras partículas subatómicas, las cuales reformes en otro lugar de la misma manera, o bien pliegues el espacio a voluntad, pasando de un punto a otro del universo instantáneamente, en ambos casos es motivo de riesgo el hacerlo cerca de una emisión electromagnética de esta magnitud. - señalo con la otra mano con gesto casual el aparato eléctríco cada vez más intenso de la tormenta en ciernes - Y tercero, ¿porqué has eliminado a esos supuestos aliados tuyos motorizados?, ¿quizás estoy ante una facción discordante de los recién llegados al planeta?-

Cruzo mi mirada con la mujer mientras voy contando con los dedos de la mano, esperando leer en su actitud, cual es el modelo de comportamiento que va a mostrar.

"Interesante, Caîne. Según la historia de tu especie, hace siglos que ese nombre no es usado pues hace mención a una de vuestras leyendas y supersticiones arraigadas en la conciencia popular, la del traidor que sacrificó a su propio hermano. Siempre me ha llamado la atención vuestra especie, que condena como un mal endémico la supervivencia del más fuerte"

Alzó una mano de cuatro dedos gruesos y azules frente a la cara de la chica y, tras abrir el puño, la chica quedó paralizada en una especie de extasis. Rápidamente, una capa de energia azulada la recubrió. Entonces se acercó hasta el vampiro. Así de cerca, y a pesar de estar encorvado, se veía grande. Tharall podía medir sin problemas dos metros y medio y sus hombros, oculto bajo unas pesadas hombreras de una armadura acorazada que ocultaba solo su tórax, debían de darle una envergadura parecida. Clavó sus ojos blancos sobre el vampiro.

"Pero entiendo tus dudas acerca de mis intenciones. La educación es un concepto humano, sí. Entre los profetas todo funciona de un modo distinto, pero he decidido adaptarme a vuestra cultura en tanto en cuanto tengo que comunicarme con los tuyos. Es una deferencia hacia vuestro pueblo inferior para que os sintáis... conectados, por así decirlo, a la Gran Mente del Vacío"

Se irguió en toda su altura, mirando ahora por encima a Caîne y alternando su mirada entre él, la chica y los dos seres partidos por la mitad. Un extraño sonido vino del pecho de aquel ser. ¿Eran carcajadas? Entonces relajó los brazos y los hombros.

"La mente de esos soldados inferiores ha sido adaptada a una mente colmena. Lo que ellos ven y saben, lo sabe el resto del escuadrón, y por ende lo conoce el Profeta encargado de su control. Asesinar a uno de ellos no significa lo mismo que asesinar a uno de los vuestros. Considéralo más como... cortarte las uñas. Te quitas algo innecesario. Pero en este caso hay una utilidad. Han mandado un mensaje. Una chica ha escapado, un profeta se ha encargado del rebelde. Ya no habrá más disidencias en la Prisión. No lo llamaría Disidencia entonces"

Luego giró la cabeza al lugar desde el que procedía la huída de la mujer.

"Por otro lado, ha recorrido un gran trecho y resulta un ejemplar único que no habíamos planeado en la elaboración de las celdas. Como tú, supongo, pues no apareces en los escáneres y solo me estoy acercando a alcanzar el motivo final de esa excepción. Pero... ¿tú qué buscas? Eres el primero que se para a hablar y no huye o combate"

Analizo en un milisegundo las implicacones de las palabras de este "Profeta", paladeo las variables pasando de una a otra en lo que tarda un impulso neuronal en recorrer el cortex cerebral. En definitiva, un tipo listo.

Asiento a sus palabras mientras paseo con las manos a la espalda por el pequeño claro, alternado mi vista del coloso ciclópeo, la mujer histérica encerrada en el campo azul (¿será mi próximo destino?), y los "soldados uña" partidos en dos mitadas, a los que dedico un vistazo más.

- ¿Hermano? - comento con tono casual - no recuerdo ningún hermano, aunque mi memoria no es lo que era Profeta. - sacudo la cabeza ligeramente mientras continuo - No me malinterpretes Tharall, mi pregunta sobre la "educación" era retórica. No es un concepto aplicable, sino en cierta manera opuesto o incompatible a quien entra en tu planeta a voz en grito, pateando a la gente de su hogar por derecho y arrancándoles de el, para darselo a un subgrupo minoritario aparentemente más afín con sus ideales. Todo ello pasando por reducir las voces de aquellos en desacuerdo de la manera más expeditiva posible. No te juzgo por otra parte, sólo señalo un hecho si me permites - hago una pequeña pausa, mientras sonrío levemente.

- En cuanto a tus "uñas", bueno, supongo que has dejado claro un mensaje a tus partes, ummm, prescindibles, "Haced bien vuestro trabajo u os separo del cuerpo". A nadie le gusta una uña rota supongo. Estás en tu derecho - me encojo levemente de hombros mientras me acuclillo sobre los restos de los soldados.

- Pero hablando de derechos, ¿con qué derecho os erigís en responsables de las especies que moran en esta bola de barro? Vuestro conjunto de razas inteligentes que habitan este sector del Universo, como comentó vuestra Shimenari Prime, no se han preocupado lo más mínimo de este planeta hasta ahora. ¿De repente os ataca el remordimiento y cual defensores de la Naturaleza decidís preservar la vida en el planeta? No creo que la vida - señalo los restos de los "soldados uña" - sea vuestra más enconada prioridad Tharall, si me permites expresarlo así. - hago una pausa tras la que me acerco a Tharall mirándole directamente a los ojos.

- En cuanto a que busco, es sencillo Profeta, hasta tú debes reconocer las mieles de algo que no se nos ofrece normalmente de buen grado, ni a primera vista: la Verdad. Ofreceme la verdad Tharall, yo antes te ofreceré una advertencia de quien lleva un tiempo en este planeta. No importa, quien seas, la tecnología que uses, los soldados que tengas y lo listo que puedas llegar a ser. Siempre hay un pez más grande. - el sonido de la tormenta resuena tras mis palabras, mientras empieza a llover.

"El mensaje se acercaba más a otra índole, de hecho, te premiaré con la Verdad pues si eso es lo que buscas". 

Therall se irguió una vez más -parecía costarle andar totalmente recto y, salvo momentos clave, volvía a encorvarse para moverse las pocas veces que lo hacía por aquel claro- y, abriendo más la cavidad que daba a sus ojos en blanco un pequeño impulso recorrió la mente de Caïne. Una imagen de la chica encerrada corriendo por unos pasillos de acero, ésta atravesando paredes de un material desconocido para la especie humana -¿o no del todo?- y saliendo al vacío. Entonces la imagen avanzó rápidamente al momento en que, desde el punto de vista de los asesinados, aparecía Tharall. Sin dar un segundo más, la imagen se cortaba cuando el Profeta oscilaba su extremidad.

"El mensaje versa más sobre el modo en que esta curiosa chica ha escapadado atravesando las paredes, y a que ningún ser inferior debería de escuchar las palabras de un Profeta. Y menos las que aquí se podrían llegar a decir"

De nuevo, y como antes pasó, una imagen fugaz de un ser humano sonriendo se tradujo en la mente del vampiro. De algún modo había encontrado un modo eficiente de comunica

"Pero sí, nuevamente me postro ante tu sagacidad. Creo que de todos los sujetos humanos con los que he podido cruzar palabra, aquí y más allá de vuestra preciada Tierra, ninguno ha captado la singularidad de presentarse violentamente ante vuestra raza y, sin haberse preocupado antes de vuestra enseñanza, llevarla a cabo sin mediar palabra más que las de las armas y el encierro. Pero la Verdad es compleja, y podría ser dura de aceptar. Pero te acercas a algo, el Imperio Shimenari esconde más de lo que muestra"

Entonces se encorvó, caminó hasta el Centinela que se apostaba en silencio detrás de él y, tras apoyar una mano en él, un campo de energía azul también lo rodeó por completo. Parecía aun más ajeno a todo de lo que ya lo era tras su primera intervención.

"Pero como mencionabas antes, no todo los Shimenari están de acuerdo en lo que la 'reina' dicta, y existen ramas teológicas diferentes que, a pesar de portar el estandarte de la misma especie, buscan distintas cosas. Pero es fácil confundir a los tuyos cuando incluso entre nosotros no nos diferenciamos físicamente, si no a través de patrones neuronales. Pero también es cierto que vosotros los humanos también pugnais por la lucha y el control, y existe entre vosotros aquellos que luchan por el 'bien' -por llamarlo de algún modo- o por 'el mal'. Es una cuestión de puntos de vista, ¿no? Y los hay que, de algún modo, se mantienen ajenos a toda esa lucha de poderes y observan"

- A menudo las verdades que salen de la boca de un Profeta son crípticas para quien no alcanzan la claridad de visión del que este goza - me encojo ligeramente de hombros mientras mi paseo me lleva cerca de la chica, la cual aparentemente sigue rodeada por el capullo de energia azul. La misma energía o luminosidad rodean a el cíclope  y ahora al Profeta y mientras merodeo por sus alrededores presto atención a si las llovizna que amenaza crecer la traspasa, asimismo me fijo si las pequeñas hojas, agujas de pino y particulas en suspensión que empuja el racheado viento atraviesan o se detienen la brillante emanación.

- Entiendo que a través de esa energía azul, ¿la mujer tampoco nos escuchar? Si lo hace dejaré de sentirme especial - río quedamente un par de carcajadas secas. - Deduzco que tu amigo de un ojo es un sistema avanzado de gestión. Lo que llamaríamos vulgarmente un autómata sometido a tus deseos - termino mi alocución situandome entre Tharall y la mujer.

- En cuanto a la verdad, Profeta... es una amante por la que sufrimos constantemente, pero no por ello dejamos de desearla. ¿Bien y Mal? Conceptos demasiado humanos, razón tienes. Aunque como has mencionado anteriormente, estás intentando acercarte al modo de pensar de la antigua raza dominante del planeta. Yo hago lo propio Tharall, con vosotros. Y creo que he encontrado alguien más que adecuado para ello - concedo con gesto deferente. - Pero entre humanos e imperiales shimenari hay semejanzas. El deseo de control y de no ser dominado creo será inherente a ambas razas. Y no creo que alguien de tu posición deba actuar como mero "carcelero" - señalo a la chica -,  sin duda tus funciones son bastante más amplias y de gran responsabilidad. No obstante  Profeta, me gustaría saber que observas y que esperas de tu viaje a este pequeño rincon del Universo. Quizás podamos obtener un beneficio mutuo de nuestro encuentro - dejo que mi discurso se vaya apagando mintras espero la reacción de Tharall.

Tanto la llovizna como las hojas y tierra, que debido al viento racheado acababan cruzando las barreras de energía que había convocado El Profeta, se quedaban en suspensión justo en el momento en que atravesaban el campo azulado. Parecía intangible y traspasable sin problemas. No impedía el paso pero, de algún modo, una vez llegaba al interior del área afectada todo quedaba paralizado, como si el tiempo no avanzara en el interior de este. Era así tanto para la chica como para el Centinela. Incluso en la barrera en la que ahora el Profeta se había introducido sucedía igual... solo que él era totalmente inmune. Tras haber estado meditando unos segundos bajo esta, la deshizo y volvió a su postura encorvada y achaparrada en la que sus ojos acababan a la misma altura que los del Vampiro.

"Exactamente" y asintió con la cabeza. Conforme la conversación pasaba, más adaptado se encontraba a los mecanismos naturales del habla humana. Aunque en él no parecían intuitivos. Al ojo experto, se veía un aura teatral en sus acciones, como buscando mentar alguna emoción de familiaridad en su interlocutor "El vacío los recubre y, para ellos, el tiempo no tiene significado, no existe. Así que no pueden pensar, no pueden ver, no pueden escuchar... en definitiva, no pueden sentir. Nada se mueve más allá de esa energía de la que mi raza se alimenta."

Lo siguió con la mirada conforme se movía y se colocaba entre la chica y él.

"Erras en tu aseveración. Los Campeones son soldados leales, de los mejores. Aunque se someten a una operación que los hace evolucionar en el campo tecnológico... y los hace susceptibles al dominio mental. Son ciegos a la mente colmena de la Reina, pero obedecen con disciplina a los profetas. Preferiría el término de súbdito, quizás títere, más que el de autómata. Tienen sentimientos y emociones y, hasta donde he descubierto, incluso pueden seguir sus propios objetivos... por nimios que sean"

Entonces, tras el discurso de Caïne, meditó y pensó con calma todo lo que le decía. Parecía asentir a cada palabra, y, durante un segundo, el vampiro dejó de sentir aquello que lo enlazaba a su propia mente para conversar con él. No fue hasta el momento en que se separó de él que no había notado la extraña sensación de invasión. Entonces, aquella sensación nimia apareció de nuevo.

"Me fascina la raza humana. Todo lo que ha evolucionado, y cómo muchos siguen muriendo por defender ideales que consideran buenos. Incluso con sus problemas, entiendo que aun pueden evolucionar y que con una buena guía, podrán llegar a ser algo grande. Quizás, encerrados en vuestro hogar, no hayáis avanzado, pero quizás el problema sea ese, que se os ha quedado pequeña la casa. Busco la Verdad, y en cierto sentido, me considero en el deber de estudiar más allá de los dictámenes reales e imperiales. Por eso entiendo que hay algo más que a nosotros, los Profetas, no se nos ha contado. Y por eso estoy estudiandoos. Quiero saber qué quiere la Reina de vosotros ahora. No es por ser desleal, pero solo soy leal a la Verdad, y aquí se está faltando a ella."

Entonces fue a colocar su mano de cuatro dedos en la cabeza a Caïne, pero la detuvo unos segundos.

"Pero encuentro en ti una curiosa criatura. De algún modo invisible al Imperio, y de algún modo sedienta de un conocimiento más allá de los enlaces de tu especie, como una especie de observador imparcial. Me recuerdas a los Verdaderos Profetas. Viajeros silenciosos, desde las sombras. Invisibles a todo"

Cuan diferente a nada que haya visto es esta extraña raza. Manejan una fuerza tecnológica fenomenal y a la vez parecen tan limitados. Su semejanza con aves me hace pensar en una evolución de los grandes reptiles que una vez poblaron el planeta, ¿serían así si no hubieran perecido Dios sabe cómo? Lo cual me recuerda... Dios, Yavhe, Gehova, Ala, como quiera que sea, si es que es algo más allá de una sombra en mi camino, ¿que pensará de todo esto?, ¿dejará que Su obra se destruida sin contemplaciones? Quizás espera que todo se solucione por si mismo, como viene haciendo desde el principio de la Creación - Hahaha... - río quedamente más para mi mismo que otra cosa, antes de ver la expresión ¿curiosa? del Profeta.

Sacudo la cabeza mientras tomo aire, necesario para hablar más que para otra cosa - Disculpame Profeta, me he perdido en mis pensamientos por un momento. Me temo que no gozo del solaz del refugio temporal que tienes en esa radiación azulada, de la cual si te entendido bien obtienes tu sustento, además de sospecho un desligamiento temporal en el que meditar y analizar aquello que te ocupa. Los seres atados a una línea temporal me temo estamos más limitados. Mi tenue hilaridad viene de que pensaba en el pez más grande que supongo exista, si es que existe - me encojo de hombros, atento a si mi dardo sobre la función de la radiación azul ha tocado algo jugoso.

El Campeón cíclope está fuera de la red de la mente colmena, ¿eh? Algo muy conveniente, se mire por donde se mire, y además subceptible a la dominación mental. Es una grata sorpresa debo decirlo, guardaré ese as bien dentro de mis opciones.

- Tienes razón en cuanto a varias cosas Profeta, el potencial de la raza humana quedará sesgado por los actos de la Reina Shimenari. Aquello que pudieran revelar, en que se pudieran convertir, y los misterios que podrían alumbrar con la antorcha de su existencia y libre albedrío por no hablar de la grandeza de la que has hablado, quedarán truncados irremediablemente por la disección a la que se está sometiendo al colectivo humano. Si no se os ha revelado el objeto de esto a los eminentes Profetas, ¿cuan opacas son las intenciones de la Reina?, ¿cuándo termina el momento de las preguntas, y llega el de la acción? La Verdad requiere voluntad y acción, y aquellos que se apresten a buscarla, tienen que estar preparados para cuestionar todo por sistema, hasta que la Verdad sea revelada. ¿Crees que tú y yo nos hemos encontrado aquí y ahora por casualidad Tharall? La coincidencia no existe, sólo la ilusión de la coincidencia - tras mi discurso y ante la mano tendida hacia mi persona, tomo una leve distancia con el Profeta, de manera educada y consciente, mientras mi lenguaje corporal dice "aún no tenemos ese grado de confianza, quizás más adelante...".

- Vocalizar es una expresión humana que te invito a usar, quizás te aporte algo más sobre tu deseo de entender mejor la raza humana. Hablame de esos Verdaderos Profetas, y qué te separa de ellos, Tharall Profeta de la Verdad del antiguo reino del Vacío - le doy pie en último término.