Partida Rol por web

Observando cuando tienes alrededor avanzas con un par de aliens a tu espalda hacia una larga fila de personas capturadas, las cuales son vigiladas por las tropas de los invasores. La gente esta atemorizada y nerviosa, pero no ves que esten siendo agredidas ni maltratadas. Aquellos que se ponen demasiado nerviosos o tratan de escapar, son derribados por una de aquellas puas violaceas y dejados inconscientes, para luego ser rodeados por la esfera translucida e introducidos asi en el domo.

El resto de los "prisioneros" van pasando a traves de un arco, vigiloado y monitoreado por un grupo de alienigenas. No puedes ver que estan buscando o analizando, pero parece que esas son las unicas formas de pasar a traves de aquella burbuja de energia. Flotando e inconsciente o por el arco. 

La mayoria de la gente cruza sin problemas, pero en determinado momento, un chico que va unos 10 metros por delante de ti es detenido. Observas a los extraterrestres ponerse mas atentos y a un grupo de soldados aproximarse ante una señal de los que revisan a los humanos entrantes. El joven advierte que algo raro pasa y entonces, su cuerpo se enciende en llamas y sale volando a toda velocidad, aunque no llega muy lejos.

Un alienigena que no habias visto hasta entonces, de unos 2.5 metros de alto, con la piel o quiza un traje plateado y un solo ojo o ranura en lo que interpretarias como su "rostro" aparece frente al metahumano. Este, asustado, rocia al invasor con una rafaga de llamas, pero el fuego se dispersa alrededor de su oponente sin llegar a tocarlo. El alien no utiliza ninguna de las dos armas que parece tener integradas en sus brazos, pero escanea al muchacho y enseguida, este es desmaterializado, desapareciendo de la vista. 

No sabes si acaban de matarlo o si solamente lo transportaron a otra parte, pero algo esta claro. Son capaces de detectar a los individuos que tienen poderes sobrehumanos y estos son "procesados" de otra forma.

La situación se escapaba de todo control, pero al menos ya conocía el origen del apagón tecnológico. París no estaba mejor, era un cáos. Gente buscando refugio, otros huyendo y los mas desdichados contraatacando inútilmente.

Volar no será una opción a partir de ahora, llamaría demasiado la atención de esas cosas, y están por todas partes. Me mantengo a distancia en los enfrentamiento, oculto en los callejones, a expensas de encontrarme con algún grupo de matehumanos. Y seguirles hasta su escondrijo. 

Llevo horas recorriendo esta apestosa ciudad, huyendo como una rata mas, fingiendo mi papel, y no encuentro a nadie como yo... Pronto se me ocurre, me dirijo al parlamento. Alli estarán reunidos los políticos y gobernantes.

Claro que sí, como he podido ser tan estúpido, si alguien conoce la existencia de metahumanos son ellos, aliados o enemigos, ahora estamos en el mismo barco. Me dirijo al Palacio del Elíseo, me quedo en las inmediaciones y uso mi oído para escuchar cualquier conversación relevante.

Gritas y exiges a tus captores que te liberen, mientras pruebas la integridad estructural del cubo de energia que te aprisiona. Sin embargo, no parece que alguno de los alienigenas te este escuchando o si lo hace, que le de alguna importancia a tus demandas.

Cuando tocas una de las caras de la celda, nada pasa. Es simplemente como si tu mano fuera detenida por un muro ordinario. Pero a pesar de que sujetos de mucho mas peso, tamaño y musculatura que los tuyos lo golpean y se estrellan con todas sus fuerzas contra sus celdas, o de que utilicen sus poderes de energia, fuego, viento, sonido, relampagos o agua, entre muchos otros, todo es en vano y ninguno consigue abrir ni la mas minima fisura en las paredes que los contienen.

Finalmente escuchas que alguien te responde, aunque no se trata de uno de los alienigenas, sino de una mujer cautiva, quien esta en el cubo a tu izquierda.

- No pierdas tu tiempo. ¿Crees que los importa tu opinion o si deseas estar aqui? Creeme, soy mentalista y antes de que me bloquearan, tuve la oportunidad de meterme un poco en sus cabezas. Ellos estan convencidos de su causa, de que estan haciendo lo mejor tanto por el planeta como por la humanidad, y no les interesa si estamos de acuerdo o no con sus planes.

- Simplemente van a seguir adelante y nos obligaran a amoldarnos a su civilizacion y a someternos a sus imposiciones. No estan aqui para discutir ni para convencer a ninguno de nosotros. Para ellos, somos tan primitivos e insignificantes como una especie de monos barbaros, a los cuales hay que mantener bajo control para evitar que continuemos matandonos entre nosotros. 

La criatura escucha tu respuesta y tras unos segundos, toma una resolucion, diciendote:

- Comprobaremos la veracidad de sus afirmaciones mas tarde. Por ahora y hasta determinar en que grado puede confiarse en usted, sera llevada a las celdas de contencion. Esta es una medida temporal y si como afirma, esta de acuerdo con nuestra mision, no tendra inconvenientes en cooperar con ella.

Sin esperar respuesta alguna de tu parte, el ojo de la criatura se enciende y te recorre con un haz de luz, tras lo cual agrega:

- Sujeto marcado. Inicien la teletransportacion.

Intentas moverte y escapar, pero tu cuerpo queda rodeado de un fulgor azulado y en segundos, tus moleculas se desvanecen, siendo trasladadas hacia el interior de un cubo de energia de 3 x 3 metros. Puedes darte cuenta de que te encuentras en una especie de instalacion o prision para metahumanos, donde hay muchas celdas en forma de cubos hechos de relucientes paredes de energia, los cuales contienen a docenas de individuos con superpoderes, quienes estan tratando de salir de ellos a toda costa, pero sin conseguir nada pese a su fuerza sobrehumana o sus diversos poderes.

Una vez que presencias la ocupacion de la ciudad por las fuerzas alienigenas, decides buscar apoyo en el Palacio del Eliseo, esperando que quede algun dirigente para unir fuerzas en contra de los invasores.

Desafortunadamente para ti, resulta una idea erronea, pues los Shimenari, como ellos mismos se han identificado ya se han ocupado de reducir a las fuerzas de seguridad y de tomar prisioneros a todas las personas que se encontraban en ese lugar. Ahora recuerdas que en el mensaje que transmitieron al inicio de la invasion anunciaron que removerian a las autoridades para tomar su lugar.

Los alrededores del Palacio estan repletos de soldados alienigenas, pertenecientes a diversas especies. Tambien ves naves flotando estaticas o sobrevolando el lugar y otras maquinas en tierra, montando guardia. 

Por supuesto, era cuestion de tiempo que alguien se diera cuenta de tu presencia. Un grupo de pequeños extraterrestres voladores se percatan de ti y se acercan, apuntandote con sus armas y diciendo con una voz extremadamente aguda y chirriante, que debe ser procesado por algun mecanismo, ya que escuchas las palabras en tu idioma:

- ¡Alto, humano! ¡Sometase a la autoridad Shimenari o sera reducido por la fuerza!

Contrariada, pues no era esta la situación que esperaba conseguir, pero resignada a lo sucedido, observo primero la celda en la que me encuentro, por si pudiera deducir su composición o funcionamiento, para poder obtener una posible vía de escape. Palpo las paredes, para dejar que mi especial sentido del tacto pueda aportarme la información que necesito.

Otro objeto a tener en cuenta es la sala donde están confinadas nuestras celdas y, por supuesto, la vigilancia que pudiera haber, aunque fuera en forma de cámaras de seguridad o robots de guardia.

También observo con interés, a través de las azuladas paredes de la celda, a los demás metahumanos confinados. Intento comunicarme con el metahumano encerrado en la celda más cercana.

- ¡Hola! - Espero a ver si me responde. Ignoro de entrada si mi voz puede escapar de estas paredes.

Cuando me acerco a los aledaños del Palacio del Elíseo, mis ojos no dan crédito. La zona está infectada por esas cosas, seres de distintas razas, tanto a pie como voladoras. Éstas últimas se dirigen a mí en un correcto francés, no me sorprende, aunque si la situación.

Estúpido, estúpido... te has comportado como un follacabras Hutu. No puedo fingir ser un humano y entregarme pacíficamente; con su tecnología podrían tener algo que detectaran mis poderes. Debo huir...

Miro a mi alrededor, < Ahí está la solución, si consigo llegar...> una señal, en el cruce de la Av. marigny. < Entrada al metro campos elíseos, es perfecto. Si llego, en los túneles la resistencia tendrá mas posibilidades que en campo abierto.

Me doy media vuelta, y comienzo a recorrer la calle, combinando el vuelo con mi habilidad de radar, para ir lo mas rápido posible esquivando los obstáculos. En mi mente se crea un plano en 3D, ningún objeto se escapa...< Sólamente, tengo que recorrer el resto de la avenida y girar a la derecha...

Mi concentración es máxima, si alguno de esos seres ataca me daré cuenta y activaré mi campo de fuerza.< Vamos sólo un poco mas...

Mientras observas los infructuoso intentos de los demas metahumanos por liberarse, escuchando sus gritos y exigencias de que los liberen, aunque no parece que alguno de los alienigenas les este escuchando o si lo hacen, que les den alguna importancia a sus demandas. 

Pruebas la integridad estructural del cubo de energia que te aprisiona y cuando tocas una de las caras de la celda, nada pasa. Es simplemente como si tu mano fuera detenida por un muro ordinario. Pero a pesar de que sujetos de mucho mas peso, tamaño y musculatura que los tuyos lo golpean y se estrellan con todas sus fuerzas contra sus celdas, o de que utilicen sus poderes de energia, fuego, viento, sonido, relampagos o agua, entre muchos otros, todo es en vano y ninguno consigue abrir ni la mas minima fisura en las paredes que los contienen.

Finalmente escuchas que alguien te responde, aunque no se trata de uno de los alienigenas, sino de una "criatura" sombria, quien esta cautivo en el cubo a tu izquierda.

- ¿Que es lo que quieres? Salir, como todos los demas, me imagino. Buena suerte con eso. Esos idiotas creen que estos tipos son unos aficionados y nos han metido aqui aunque exista alguna manera de evadirse. Pero si no puedes teletransportarte como ellos o pasar a traves de ese muro, entonces ya puedes irte haciendo a la idea de que somos prisioneros.

Te rehusas a entregarte a los invasores asi que decides arriesgarte y huyes volando a toda prisa, tratando de perderlos dentro de los tuneles del metro. rafagas de energia y dardos violaceos atraviesan el aire a tu alrededor mientras los alienigenas te persiguen. 

Sin embargo corres con suerte y ninguno de sus ataques logra impactarte. Estas a punto de conseguir tu objetivo y ya tienes la entrada del metro a la vista, cuando las cosas se tuercen. Un haz de luz se forma ante ti sin quie tengas tiempo de detenerte y chocas de frente con algo que te recuerda a un muro de acero. Sales despedido hacia atras a causa del poderoso impacto y caes al suelo, adolorido. 

Cuando miras hacia arriba adviertes a la imponente criatura que se ha materializado frente a ti. Se trata de un extraterrestre que mide cerca de 2.5 metros de alto, plateado y de aspecto brillante y metalico, con una especie de ojo o visor azul brillante en lo que pasa por su rostro. 

La criatura te escanea con un haz de luz y despues dice con voz monocorde:

- Analizando. Organismo terrestre dotado de poderes sobrehumanos. Atencion. Se le conmina a rendirse de inmediato ante la autoridad Shimenari. Si se resiste, sera sometido por la fuerza - exclama el alienigena, cuyos brazos parecen tener integradas dos armas desconocidas. 

En vista de la situación, se nota que tienen algun tipo de scaner genético o similar para detectar a metahumanos. Ese es un problema, nunca se había planteado esa situación, debería haberlo pensado.

Lo mejor sería escapar por el momento para luego intentar regresar con más a su favor, porque el factor sorpresa ya no existe. SIn embargo el lugar está atestado de soldados lo cual hacía casi imposible la proeza. De cualquier manera decidió intentar darse a la fuga, antes que confirmen que es un metahumano. El alien o robot (supuso por su color y falta de rostro) plateado sería un problema pero en vista de la forma de actuar presenciada, primero intentarían dispararle con daros antes de enviarlo. Si tenía suerte podría llegar a evadirlos antes que eso pase.

En ese momento entonces decide escapar. Con un rápido movimiento intenta tomar por sorpresa al alien que lo está apuntando para robar su arma y luego salir corriendo...

Malditos sean los Hutus, eso ha dolido. Y esa maldita cosa ni se ha inmutado, ni si quiera ha retrocedido un centímetro. Pero joder, que se seque el Tanganica si me entrego sin presentar batalla.

Amigo no te entiendo, no se que me estás diciendo. Sólo quiero ir a casa con mi familia.<digo en batusi con un fuerte acento y una gran sonrisa> No creo que se lo vaya a tragar, pero sólo necesito un instante de duda, la entrada está muy cerca y esta pedazo de mole, se moverá con la gracia de una polla de elefante, en el culo de una cabra.

Mientras me incorporo levanto las manos en señal de rendición, a la vez que pronuncio la palabras. Tanto si baja los brazos como si no, le lanzo un empujón telequinético y salgo volando hacia el metro. Si lo consiguiera, intentaría bloquear el pasillo desplomando el techo, nuevamente con la telequinésis, con la esperanza de que los escombros provocados le retrasen el tiempo suficiente para despistarle en la red de túneles.

- Sólo pretendía ser amable. - Le respondo con voz calmada. - Está claro que no se puede salir de estas celdas a menos que los que nos han metido aquí así lo deseen.

Observo, un tanto ensimismada, a los metahumanos que más se deshacen en intentos vanos de romper la barrera que los mantiene presos. Luego vuelvo la mirada a mi vecino de celda.

- Me llamo Silvia. - Lo miro extrañada. - ¿Cómo has llegado aquí? Si no te importa que te lo pregunte.

No hay mucho más que hacer aquí que conversar con alguien. No al menos hasta que alguien opte por liberarme.

Al parecer, no nos prestaban la mas mínima atención. La única que me hizo caso era la reclusa a mi izquierda. Y no eran buenas noticias precisamente. Estabamos tratando con unos seres convencidos de su superioridad moral, por lo que ningún diálogo sería aceptado. La única solución a aquella invasión era la violencia, pero aquello no haría mas que alentarlos en su causa.

- Tsk. Me pregunto como seres tan cortos de miras han sido capaces de llegar a este nivel de tecnología.

"Quizás la robaron de otras especies "violentas", y ellos en realidad solo aprendieron su funcionamiento, en lugar de desarrollarla por su cuenta."

Suspiré y me coloqué en posición. La pierna izquierda detrás, recta, haciendo apoyo, y la delantera al frente para maximizar la fuerza del impacto. El brazo izquierdo al frente, de cobertura, y el derecho con la mano a la altura del pecho, listo para disparar. Cerré los ojos para concentrar mi energía interior en la mano, y entonces lo liberé todo en un torrente de fuerza bruta contra el muro. Esperaba que su aguante se debiera a regeneración de daños y que no pudiera soportar el golpe que acababa de propinarle.

Despues de haber presenciado lo que ocurrio con el otro superhumano, resuelves que la situacion es demasiado peligrosa para seguir fingiendo la colaboracion con los alienigenas, por lo que solo te queda la huida. 

Tomas por sorpresa al pequeño soldado alienigena a tu derecha, pero cuando tratas de derribarlo y tomar su arma, te topas con un campo de energia invisible que rodea al extraterrestre, impidiendote cumplir con tu objetivo. Pero no puedes perder mas tiempo asi que corres, intentando alejarte de ahi entre los disparos de dardos y rafagas de energia de las armas alienigenas, hasta que, tal como esperabas, aparece nuevamente aquella criatura que te recuerda a un robot.

Intentas utilizar tus poderes mentales contra aquella criatura, pero esta se limita a escanearte con la luz azulada de su unico ojo, antes de decir con su voz monocorde:

- Sujeto marcado. Inicien la teletransportacion.

Intentas moverte y escapar, pero tu cuerpo queda rodeado de un fulgor azulado y en segundos, tus moleculas se desvanecen, siendo trasladadas hacia el interior de un cubo de energia de 3 x 3 metros.

Puedes darte cuenta de que te encuentras en una especie de instalacion o prision para metahumanos, donde hay muchas celdas en forma de cubos hechos de relucientes paredes de energia, los cuales contienen a docenas de individuos con superpoderes, quienes estan tratando de salir de ellos a toda costa, pero sin conseguir nada pese a su fuerza sobrehumana o sus diversos poderes.

Los cautivos gritan, aullan y exigen que los lieren, mientras golpean repetidamente y con todas sus fuerzas los muros inmateriales que los mantienen aprisionados. Rafagas de energia, poderes elementales, vibraciones y alaridos ultrasonicos son empleados en sus intentos de escapar, aunque sin exito.

El extraterrestre no responde a tus palabras. permanece inmovil y aprovechas su pasividad para intentar arrojarlo lejos con tu telequinesis y despues huir hacia los tuneles del metro. Sin embargo, tu poder no surte el efecto deseado y aquel enorme adversario sigue flotando, aparentemente inmune a tus habilidades sobrehumanas, mientras tratas de escapar. 

Estas entrando al metro cuando eres bañado por la luz azulada del unico ojo de aquel ser, antes de escucharlo decir con su voz monocorde:

- Sujeto marcado. Inicien la teletransportacion.

Intentas moverte y escapar, pero tu cuerpo queda rodeado de un fulgor azulado y en segundos, tus moleculas se desvanecen, siendo trasladadas hacia el interior de un cubo de energia de 3 x 3 metros.

Puedes darte cuenta de que te encuentras en una especie de instalacion o prision para metahumanos, donde hay muchas celdas en forma de cubos hechos de relucientes paredes de energia, los cuales contienen a docenas de individuos con superpoderes, quienes estan tratando de salir de ellos a toda costa, pero sin conseguir nada pese a su fuerza sobrehumana o sus diversos poderes.

Los cautivos gritan, aullan y exigen que los lieren, mientras golpean repetidamente y con todas sus fuerzas los muros inmateriales que los mantienen aprisionados. Rafagas de energia, poderes elementales, vibraciones y alaridos ultrasonicos son empleados en sus intentos de escapar, aunque sin exito.

- ¿Y como crees que llegue aqui? De la misma manera que todos los demas. Trate de resistirme cuando llegaron a donde tenia mi guarida, pero no pude con ellos. Todos estos infelices estan protegidos por campos de fuerza. Apenas pude hacer algo antes de que llegara uno de los tipos rudos y me enviara contra mi voluntad a esta jaula. Trate de escapar, claro, pero no es que mis poderes funcionen muy bien en este lugar. 

- Asi que ahora solo espero mi oportunidad. Tarde o temprano iran a sacarnos de esta celda, ¿o no? ¿Y a ti como te agarraron? Y mas importante, ¿tienes algun truco bajo la manga para lograr huir? Si es asi y me sacas de este maldito cubo, te ayudare a escapar.

Golpeas con toda la fuerza que posees las paredes inmateriales de la celda de energia, pero el impacto simplemente parece ser absorbido y asimilado por el cubo, que continua intacto despues del brutal ataque.

- Si, apuesto a que sin duda eso va a funcionar. Seguramente que a nadie mas se le ocurrio golpear estas cosas utilizando sus poderes. Oh, espera... ¡Todos lo estan haciendo! ¿Y que crees? Seguimos atrapados - comenta cinicamente la mujer de la celda contigua, dejandose caer languidamente hasta el suelo y recargandose sobre la pared, cruzando los brazos tras la nuca.

- Tranquilo. Tarde o temprano nos sacaran de aqui, ¿no lo crees? Aunque nos consideren algo asi como animales inferiores, no creo que vayan a dejarnos para siempre en estas jaulas. Probablemente intentaran neutralizar nuestros poderes o algo por el estilo para poder manejarnos. Pero en ese momento tendremos una oportunidad para atacarlos y tratar de huir. ¿Cuento contigo si ocurre eso? - inquiere la mujer, mirandote de reojo.