Partida Rol por web

"Claro, voy a intentar terminar de recuperar la salud de la chica" asintió en su mutismo. Y, como hiciera en el interior, colocó los pies en el suelo y, con calma, comenzó a canalizar aquella energía mística a su alrededor, conectándola a la chica.

- Ryokai¹. Volveré enseguida si veo algo.

Me elevé del suelo, pero sin darme prisa. No tenía intención de alertar a lo que pudiera haber cerca. Habiéndome elevado lo suficiente como para que no me pudiera oir nadie sobre el suelo, me elevé a mayor velocidad, deteniéndome en cuanto la falta de oxígeno fuera severa. Si no podía ver nada desde las alturas, empezaría a dar vueltas alrededor intentando escuchar cualquier rastro de actividad.

No fue necesaria mucha investigación. Como si QR supiera exáctamente que podría encontrar Hi no Kami en su vuelo sobre la base alienígena, este pudo ver fácilmente tres naves más como la que él había encontrado dispersa en el resto de puntos cardinales. Parecía que había una por cada dirección y, posiblemente por lo que sabían, una por cada puerta principal. Entonces se percató que una más parecía estar flotando justo en ese momento en el cielo. Una que, de hecho, parecía estar medio camuflada, pero que desde esa altura era fácil reconocer. No parecía haberse percatado de la presencia del japonés, pero había un piloto acompañado en la cabina a los mandos. Todos humanos, o eso parecía. 

Las otras tres naves eran preocupantes, pero ni de lejos tanto como la nave pilotada que estaba sobrevolando el espacio aereo bajo algún tipo de camuflaje para no ser detectada desde tierra. No parecieron haberse dado cuenta de mi presencia, así que al igual que al subir, descendí lentamente para evitar llamar su atención. Ya en el suelo, me dirigí hacia QR.

- Hay tres naves más, alrededor de la base todas. Y hay otra volando sobre nosotros. He visto a dos personas en la habitación de control, parecían humanos.

Él seguía analizando lo que podía encontrar en la base de datos de aquel navío. Cuando Hi no Kami llegó, estaba enfrascado en la lectura de toda la información que surgía en pantalla. Y, mientras tecleaba, miró por el rabillo del ojo al japonés. 

-¿Humanos? Aliados, posiblemente, aunque quizás no los mejores. Por lo que estoy comprobando en el ordenador, todo este material, Zortek, ha sido comprado por Alexander Hauptman. Y cuando oigo ese nombre nunca se qué pensar.

-¿Quién es? Me suena de haber leído algo en los periódicos, pero no tengo ni idea -dijo Vivian mientras se acercaba corriendo al ver que él había regresado.

-¡Él! ¡Es un filántropo! ¡He leído sobre él! -dijo uno de los prisioneros que, alejándose del grupo, se acercó llamado por la conversación y la mención de aquel nombre -Movió los hilos para luchar contra esa escoria mutante que ha estado asolando Europa. Es un verdadero defensor. Ha salvado miles de vida, ¡y la ONU ni si quiera le da las gracias! ¡Con lo que él ha hecho!

-Sí, bueno, eso es en parte cierto, y en parte no lo es -dijo el informático mientras dejaba de teclear y se apoyaba en el terminal con los brazos cruzados -Es el presidente de H.U.M.A.N.S. -dijo como si todo el mundo debiera conocerlo. Algunos rostros de los prisioneros, que se acercaban a escuchar también, le demostró lo contrario -Una organización que se dedica a la formación de soldados de fuerzas especiales y que son equipados con última tecnología. Luchan contra toda amenaza contra la humanidad, pero en los últimos años se han dedicado a cazar a metahumanos y a todo aquel que presentara un don, fuera una amenaza real o no -miró algunos rostros que querían quejarse- Y cuando cazas a gente que hace el bien, te preguntas si es en realidad un verdadero filántropo...

QR negó con la cabeza

-No digo que no vaya a estar de nuestro lado -dijo mirando al cielo en busca de la nave que mencionó el japonés- Pero siempre he preferido no mezclarme con sus negocios, ni cuando ofrecían dinero a cambio de parte de mis investigaciones. Puede que nuestros objetivos sean distintos, pero quizás ahora pueda servirnos de ayuda. ¿Tú qué piensas?

- No se que significa filántropo ni escoria, pero me ha sonado a muy mal... - comenté en voz baja al escuchar la declaración del prisionero.

Al escuchar lo que dijo QR, las palabras del prisionero me parecían las de un hombre engañado. Ese tal Alexander me parecía un racista de la misma calaña que el Imperio cuando conquistó China. No quería ni pensar en que hacía con los pobres desgraciados a los que capturaba.

- Necesitamos toda la ayuda que podamos tener, pero... No estoy seguro. Podría intentar cazarnos para hacer lo que sea que haga con metahumanos. Podría ser otro enemigo.

-Entonces, decidido. Subid todos a la aeronave. No creo que les importe mucho que nos la llevemos, ¿no? -dijo QR con una sonrisa y encogiéndose de hombros. En realidad, no es que fuese un habitual de la apropiación indebida, pero la situación lo requería -Sigo conectado a la base de datos de la prisión -dijo mientras cambiaba de asiento y se dirigía hasta la cabina de pilotaje -Porque no quiero dejar atrás a Silvia y a los demás, no teniendo en cuenta que todos estamos de un modo u otro en el mismo bando, pero tenemos que buscar un lugar para resguardarnos y ya que somos nosotros los que hemos salido, vamos a ir adelantando trabajo. ¿No os parece?

Los prisioneros, sin pensárselo mucho, comenzaron a subir uno detrás de otro. Se iban acomodando en las distintas plazas habilitadas para lo que parecían ser soldados o tripulación de asistencia. Los rostros de tranquilidad y felicidad comenzaban a aparecer por uno y otro, aunque en realidad todo estaba muy lejos de acabar. 

-Espero que sepas lo que estás haciendo -dijo Vivian mientras echaba un vistazo al cielo, en busca de aquella otra nave de la que el japonés había hablado- Aunque tengamos una buena razón, si esto pertenece a ese, podríamos estar en un buen aprieto. 

Luego subió también con los demás.

El mentalista había acomodado con su telequinesia a la chica, aun inconsciente, en una pequeña camilla supletoria en el interior del vehículo. Luego, flotando, se acercó hasta la cabina principal, y se sentó en el asiento del copiloto. Su rostro, sereno, parecía concentrado en algo. 

QR puso en marcha el vehículo. Parecía comenzar a elevarse lentamente, aunque no era del todo estable. Estaba haciéndose a los mandos todavía. Desde la cabina, alzó la cabeza por el asiento. 

-¿Subes tú también o nos guías para que no nos crucemos con los otros?

Asentí ante la decisión de QR y dejé que todos se fueran acomodando en el interior de la nave. Con la chica magmática dentro, me sentí más tranquilo, sin embargo aun seguía preocupado por su estado, y que no recuperara la consciencia no lo mejoraba.

QR empezó a hacer ascender la nave, y antes de pasar a mayores me preguntó si prefería ir dentro. Me elevé hasta alcanzar la altura de la cabina de control.

- Yo vigilo - grité para que lo supiera.

Quería asegurarme de que no nos seguían, y tenía entendido que aviones como ese no eran más rápidos que yo, por lo que dudaba que fuera a tener problemas. Mantuve mi mirada sobre el punto en el que había visto el aeronave, y me elevé por encima de nuestro avión para mantenerla vigilada.

Conforme ascendían y QR dirigía aquella nave a un punto donde las nubes y la luz de la noche pudiera ocultarles bien de la vista de cualquier rival, Hi no Kami se percató que poco a poco algunas naves que permanecían estacionadas en el suelo comenzaron a elevarse. Parecían estar reuniéndose en un punto cercano al vértice de la estructura alienígena.

-Estoy recibiendo una solicitud de conexión por radio. Parecía demasiado fácil lo de escapar sin hacer ruído, ¿verdad?

Vivian se acercó a la pantalla, o al menos todo lo que el cinturón de seguridad del asiento del copiloto le permitía. Estudió lo que allí se mostraba y miró a los que estaban situados más cerca.

-Parece amistoso, al menos. Vamos a ver qué quieren. De todos modos ya saben que estamos aquí.

La pantalla se iluminó mostrando el rostro -si podía llamarse así- de lo que parecía un soldado tecnificado. Su casco solo mostraba una superficie reflectante curva que parecía una evolución de los cascos clásicos de motocicleta. Aquella figura miraba directamente al frente, a la cámara de su propia nave. La voz surgió distorsionada por el propio casco y se sumó a la de la comunicación por radio.

"Aquí Teniente Awe, Oficial en funciones de la operación militar llevada a cabo aquí. Me pongo en contacto con el módulo Stealth-MK13. ¿Existe algún capitán al mando o no sois un grupo formalizado? Tengo órdenes de escoltar a todo prisionero aquí encerrado a nuestra base de defensa. Son órdenes del Presidente Hauptmann"

La voz de la chica, que había permanecido inconsciente desde la última batalla, rompió el silencio que se creó momentos después de que aquel hombre hablara por la radio. Un grito cruzó toda la nave y se dejó escuchar por todos y cada uno de los que allí se encontraban.

-¡Noo! ¡No-no-no-no-no! ¡No por favor! ¡No, allí otra vez no!