Partida Rol por web

La herencia de la guerra

12 de Septiembre 821 Anno Dómini

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10/11/2016, 03:39
Charles Augvald

 

El dia se habia pasado tan rapido como una flecha. Por un momento observaba el duelo entre aquel Sacerdote lunatico que tantas ganas tenia de combatir. Realmente no preste atencion al nombre de su rival, puesto que estaba distraido buscando alguna presa facil con su bolsa de monedas al aire, que podia decir...Cuando no beneficia alguna moneda extra! No le habia prestado atencion a ningun otro duelo, directamente no me interesaba saber sus tecnicas de combate o su posible equipamiento, arruinarian la emocion de las nuevas experiencias belicas! Al final, el vagabundo charlatan habia triunfado sobre aquel guerrero, que poseia una fuerza digna de admiracion y entraba a la lista de posibles riñas en alguna taberna cercana.

Una vez finalizados los combates del dia, me dirigi a una posada cercana a la Arena, estrategicamente cercana a una Taberna que lidiaria con el instinto alborotador que poseia mi linaje una vez cayera la noche. No sin antes pasar por una herreria, que vagamente recordaba su ubicacion. Mi fiel CortaOlas merecia una afilada

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10/11/2016, 04:01
Director

Notas de juego

Demás está decir que los usuarios que aún no comentaron nada al respecto sobre su victoria/derrota, por ejemplo Astrid, Silos, Oktael, etc, pueden aún hacer un diálogo a modo de que todavía estuvieran en ese momento.

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10/11/2016, 09:32
Lucas Herranz

Abandonó la arena. Su brazo había sido una losa que no había podido superar. Al llegar hasta sus cosas le dio una patada a su escudo y luego lo recuperó. Su sueño era una falacia, una quimera como cazar dragones. Furioso como no recordaba desde que lo licenciaron se fue alejando de aquel lugar sin molestarse en disculparse con la gente con la que iba chocando.

Sólo quedaba el plan original. Buscar una banda de mercenarios que valorarsen su espada, lo que era poco probable si habían visto el combate. Así es como Dios se ríe de sus creaciones. Meditó acercarse a la iglesia más cercana para destrozar lo que pudiera; pero no le pareció suficiente compensación. Lo que quería era manchar su espada de sangre.

Desandó el camino que recorrió desde la taberna. Con suerte aquellos ladrones habrían mandado a alguien a ajustar cuentas; en el peor de los casos podía emborracharse. No le pareció tan mal plan. Además tenía que decirle a tabernero que había cumplido el encargo.

Entró a la taberna preparado para cualquiera de las dos posibilidades. 

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10/11/2016, 11:33
Astrid Björnson

Salgo de la arena maldiciendo mi suerte- Haber venido de tan lejos para esto- Pienso tocándome el pómulo magullado. Sería fácil excusarme en los dioses, pero lo cierto es que solo yo tengo la culpa. -La próxima vez deja aguamiel y diversión para después del torneo, estúpida- Me recrimino a mí misma, posiblemente llegar al torneo agotada tras una noche de juerga y con resaca haya influido en el resultado del combate, aunque estoy segura de que si el tiempo volviera atrás posiblemente volvería a tomar las mismas decisiones.  

-No es buen momento, sacerdote- Le digo al sureño cuando me encuentro con él indicándole que no estoy de humor para mantener una conversación. Él ha sido amable pero cuando estoy cabreada no me aguanto ni yo. Había venido desde muy lejos para demostrar mi valía y he caído en primera ronda, ahora mismo no estoy de humor para nada. Peor que la humillación de no haber demostrado nada es tener que volver con el Jarl y contarles esto a quienes sí creían en mí.

Una vez fuera del recinto me dirijo a los establos, dispuesta a recuperar mi caballo y emprender camino al norte. No tengo ningún interés en presenciar lo que queda de torneo, tras mi breve participación ya no hay nada que me retenga en aquella ciudad. Es hora de volver a casa.

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10/11/2016, 14:29
Oktael Uk´Münd

Oktael permanecía sumido en sus pensamientos. No emitía palabra alguna y su cara tenía una muda expresión. Recogió sus pertenencias y se dirigió al encuentro de su patrón. Con pasos lentos pero firme, decidió enfrentar aquel fracaso como un hombre. Pocas veces había sentido que le había fallado, pero esta vez, sentía que había sido la peor.

- Lo siento mucho Sir Hagen.- dijo mirando al noble a los ojos.- No sé qué me pasó! Entrar ahí me produjo horribles sensaciones. Sentía que no podía reaccionar, mis músculos no me respondían. El recuerdo de mi familia se hizo más fuerte y no fui capaz de superarlo.

El africano no podía ocultar su fastidio y vergüenza, pero confiaba en la buena voluntad de Sir Hagen para no tomarse tan a pecho la derrota que en su nombre no pudo defender. 

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10/11/2016, 15:49
Silos Decumea

Tras la agotadora lucha, Silos tuvo que admitir que aquel hombre era un magnífico adversario, lo que hizo que el enfrentamiento fuera aún más magnífico. Cuando ambos hombres se miraron exhaustos, el sacerdote escuchó a su rival y asintió con conformidad, tras lo cual, le tendió la mano con deportividad y le dijo en tono honorable:

-Sin duda señor, sólo la fuerza de Zeus me ha permitido seguir de pie, pero acepto el empate, habéis sido un digno adversario del paladín de los dioses olímpicos -dijo con orgullo hacia su persona- os deseo mucha suerte en el torneo, puede que nos toque desempatar en algún momento- diijo mlientras se dedpedía con una media sonrisa.

Tras declararse el fin de los combates para ese día, el joven Silos fue hacia el caballero Ageslao, no esperaba encontrarse a un creyente de la antigua fe en aquel lugar, por lo que no pensaba desperdiciar la ocasión de dirigirle al menos unas palabrsd , pues aunque su condición era mucho mas baja, el caballero de Elísea seguro que recibía a uno de sus semejantes... 

Notas de juego

Dejo a tu decisión si Ageslao me recibe o no, cuando sepa lo que sea responderé.

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10/11/2016, 16:49
William Grado

Salí del combate con una sonrisa en el rostro, ya que había dado el primer paso para cumplir mi meta. Aunque, lamentablemente, no poseo ninguna moneda para poder dormir en una posada, y si vendía mi alabarda tendría que enfrentarme con las manos desnudas contra mi futuro oponente. Las calles suelen ser sitios peligrosos, y aunque no me agrada la idea de dormir en ellas, parece que es mi única opción.

Me acerco a una posada, con la esperanza de que dejen algo de comida tirada para ver si puedo comer algo, ya que el combate me ha dejado exhausto y hambriento, esto me enseñará a ser más amable con los pobres...

Ya no tenía tanto resentimiento contra aquella chiquilla. Si ella estaba robando por estar en una situación como esta, era comprensible, y si Cristo me permite verla nuevamente, le mostraré la misericordia que no hubiese pensado darle hace 4 horas atrás.

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11/11/2016, 00:33
Ageslao Eudaimon

Ageslao estaba preparando su equipamiento junto a los demás hombres que le ayudaban. Este tenía como 3 escuderos, un claro reflejo de la economía de su casa.

Conforme con el resultado, este alardeaba con sus sirvientes de forma jovial. No parecía alguien que los tratase de forma ruda, ni alguien que se no se diera la chance de conversar sin dificultades con los otros. Jamás le verías maltratar a alguien.

Un escudero alertó a Ageslao que alguien se acercaba.

 

Ah. Eres tú. Supuse que vendrías a hablarme. ¿Cómo es qué un sacerdote de nuestra fe terminó aquí luchando?

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11/11/2016, 00:38
Sir Hagen

¡Ja! Oktael, sabes bien que no me interesa en lo más mínimo. No te preocupes.

Esto para mi es una formalidad, ya sabes. El rey te convoca y debes venir, y no puedes negarte a participar. Genera controversia. Ya es suficiente para mí que te hayas arriesgado allí por mi nombre.

No te hagas más problemas, vamos. Vayamos a un bar cercano a tomar algo, antes de volver a nuestra ciudad.

 

Este palmeaba fuertemente el hombro de Oktael.

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11/11/2016, 00:47
Herrero

Lucas era seguido por su escudero, quien seguía creyéndose la farsa de que este era un Vizconde del reino.

 

Este se dirigió a la misma taberna a la que había ido William. Al entrar a la taberna, se encontraron que había un tabernero limpiando el desastre que se había ocasionado horas antes en una gran pelea. Mesas y sillas tiradas, vasos y platos rotos, sangre, etc.

Charles fue en primer lugar a ver un herrero, quien le ayudó en sus tareas de mantenimiento de su arma. Luego se dirigió a la taberna.

 

¡Ah! ¡Has vuelto! ¿Cómo te ha ido? – exclamó, cuando se refirió a Lucas.

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11/11/2016, 00:50
Sir Terrell

Astrid estaba muy enfurecida cuando fue al establo. Preparó su caballo y estaba dispuesta a irse.

 

De repente, una voz fue la que lo frenó.

 

¿Ya te vas, primor? Creo que tenemos cosas pendientes, ¿no te parece?

¿Por qué no bajas, y terminamos esa oferta sexual de la que hablamos hace unas horas?

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11/11/2016, 01:38
Aveline Abarnou

Aveline vio cada uno de los enfrentamientos, entre nobles y caballeros, entre paganos y cristianos. Unas mejores que otras, lo que significaba que algunos de los que fueron protagonistas hoy en la arena llamaron su atención. En muchas maneras.

Cuando el Rey Aelfred pronunció la cuminación del torneo por el día de hoy, esta se dispuso a salir lo más pronto posible para no ser atrapada por la multitud de gente que iba en dirección a la salida.

El día había sido bastante caluroso, y sus ropajes no le ayudaban, necesitaba una bebida, por lo que la decisión más sensata era ir a la taberna del pueblo a beber un poco de vino o cerveza, lo que viniera a la mano.

Se acercó a uno de los taburetes de la barra, levantando el mismo y acomodándolo.

Tabernero, traeme algo de comer y algo de beber. —sacó unas monedas de la bolsa, suficientes como para pagar por su alimento y sobrando como para dejar algo de propina.

No parecía que el dinero fuera algo que le importase a Aveline, sin dudas te extrañaría ver la presencia de una mujer con ropajes tan extravagantes entrar a una taberna en donde se codeaban los ladrones, desamparados y mercenarios.

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11/11/2016, 01:48
Herrero

Enseguida mi señora. ¿Qué deseaba comer?

 

Dijo el tabernero, mientras limpiaba el desastre que se había hecho antes.

Notas de juego

Aveline había llegado al bar antes que los demás.

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11/11/2016, 01:50
Aveline Abarnou

Cualquier cosa que me llene el estómago, si tiene buen sabor, mejor.

Aveline apoyaría ambos brazos sobre la barra frente al taburete, en uno de estos apoyaba su cara. Parecía absorta en sus pensamientos. Tan era así, que había entrado en razón al ver el desastre ocurrido dentro de la taberna. Se levantó del taburete y ayudó al tabernero a acomodar un poco el local sin esperar a preguntarle siquiera.

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11/11/2016, 02:05
Herrero

Oh mi señora, por favor, le agradezco mucho, pero no es necesario. Puede sentarse y aguardar.

 

Este sonrió, se sentía muy agradecido pero a su vez le daba algo de vergüenza que otro se hiciera cargo de un problema que era de él.

 

En eso, habían entrado justo los demás muchachos.

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11/11/2016, 02:08
Aveline Abarnou

Miró al tabernero mientras este le hablaba, sonrió levemente ante la amabilidad de un hombre que probablemente había pasado Dios sabe cuantas penurias en un solo día. Sin embargo, no dijo una sola palabra y continuó ayudando al mismo un poco más. Acomodó algunas sillas y mesas así como el resto de los taburetes y se sentó en el mismo que se encontraba antes, quedándose con ambas manos apoyadas en la barbilla y los codos sobre la barra.

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11/11/2016, 02:27
Astrid Björnson

Montada sobre el caballo escucho una voz conocida. Al girar la cabeza compruebo que es el mismo bufón al que humillé antes del torneo. La última vez que lo vi se sujetaba la entrepierna y boqueaba cómo un pez fuera del agua. Parece que se le ha olvidado, porque vuelve a por más.

Tras mirarlo de arriba a abajo vuelvo a centrar mi atención en el caballo. Semejante mamarracho no merece de mí ni una respuesta, antes me divertí humillándole delante de los demás nobles pero ahora no estoy de humor, y si insiste en alegrarme el día lo mataré, aunque tampoco pienso quedarme a ver que pretende. Ni sé cuales son sus intenciones, ni me me importan. Doy un grito, al tiempo que clavo los talones en los flancos del animal azuzándolo para ponerlo al trote dispuesta a pasarle por encima al bufón si no se aparta.

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11/11/2016, 03:30
Sir Terrell

Cuando Astrid volteó para tomar su caballo, Terrell le había arrojado una daga de forma torpe, la cual terminó dándole en el brazo izquierdo a ella.

 

¡No te iras a ninguna parte maldita vikinga! ¡Me vas a pagar la humillación de hace un rato!

 

Terrell tomó una espada, y se acercó a esta con intenciones de pelear.

- Tiradas (1)
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11/11/2016, 09:41
Lucas Herranz

Entró en la taberna y maldijo su suerte. Dos veces. No sólo no había nadie a quien golpear y matar en aquella taberna si no que además algunos de los competidores del torneo estaban allí recordándole con su presencia su fracaso.

Ni tan siguiera podía emborracharse con dios mandaba pues nada más dos monedas le quedaban y se negaba a abusar de la bondad del posadero. Quedad tranquilo maese, le dijo vuestro recado a la guardia aunque dudo que aparezcan antes de terminar el torneo.

Buscó una mesa que estuviera en una esquina sin nadie en ella. Dejó el escudo apoyado contra la pared y se soltó en cinto de la espada colocándola sobre la mesa tras lo que se sentó. Cuando podáis traedme una jarra de vino. Su tiempo en aquella ciudad se acababa en cuanto volviera a salir el sol. Marcharía hacia el norte, hacia Romuvilich y de allí seguiría subiendo hacia los territorios de las tribus ofreciendo sus servicios en todos los lugares donde parara.

Nada en el mundo le retendría en esta maldita ciudad.

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11/11/2016, 11:34
Astrid Björnson

Me quito la daga del brazo. Parece que la armadura tachonada se ha llevado la peor parte. Sea- Digo, tirando la daga al suelo y sacando el hacha con una sonrisa torcida.  

Cargo a caballo lanzando un golpe de arriba abajo para estampar el hacha en su cabeza.  

- Tiradas (1)