Partida Rol por web

Me sacudo un momento, pero finalmente no me aparto. !!Como besaba esa tía¡¡ Si tuviese el cuerpo de Brittany, sería la fémina idónea para mi descendencia. Después del beso, me aparto y le sonrío, marchándome en un footing intenso de rodillas; aun quedaba tiempo para hacer un par de entrenamientos intensos.

Un nuevo dia soleado saludando a su cuerpo bronceado por los rayos del sol y por el echo de ser en si mismo de tez oscura. Nuevos muertos, parece que despues de todo el dia anterior el o los asesinos solo se habian tomado un respiro.
Volvio a la barandilla esta vez de cara al barco observando a la gente.

-Que falta de respeto no conocer al mecanico de la señora, amigo.-Contesto a Antoine ante la pregunta sobre Edward, Seguidamente dio un giro a su cabeza, ni su bigote y pelo parecieron notarlo, para quedar mirando a Alberto.
-Vaya, supongo que el brebaje de Machete hace un efecto antes o despues dependiendo de las personas, ¿Esta mejor amigo?-Le observo de arriba abajo sin mostrar mas que una cara dura y llena de cicatrices.

Mas cerca, su aliento se confundio con el suyo.
-Vaya, supongo que todos tenemos algo malo despues de todo, pero no le culpo por la muerte de Edward, mejor el que usted. Tiene suerte usted sabia de sus asesinos. Espero que ese fuera el unico, amigo.

-A Machete le gustan las personas de palabra.-Le contesto muy cerca de el para que solo pudiera escucharlo es y algun tatuaje obsceno del propio Dani.

-Y como puede ver, sigue con nosotros, sus miedos eran tan ciertos como su trabajo. Aunque me pregunto quien quiso deshacerse de Edward, creo que su único pecado era ser callado.-Compartió con el esoterista sus inquietudes.

Nuevamente el extraño jardinero se había acercado, lo suficiente para intimidarlo.

Matar? Yo? Te parece que tengo cara de asesino? Si de solo pensar en sangre... yo... vom... Corrió nuevamente hacia la borda. Parecía que su estómago era demasiado debil.

Alberto se desperezó meintras escuchaba los comentarios de aquellos raros individuos. Todo parecía viento en popa, el sol, el desayuno... hasta que alquien mencionó algo...

Si, mi estomago se va... Que? Dijo...? Dijo vom... Inevitablemente el solo pensarlo revolvió lo poco que había en su sistema digestivo...

No entendia por que pretendia ocultarlo, pero tampoco queria obligarlo a hablar, ademas ahora que volvia a vomitar las palabras estaban de mas.
-Pues si usted no ha sido tiene un angel de la guarda, amigo. Espero que este velando por lo dos.-LE comento mientras le tendia un pañuelo de color añil

- Debería tomarse un Rennie digestivo o un Alka Seltzer en su defecto. Asentará sus tripas - dijo un preocupado Antoine -. No puede seguir así. Yo, por de pronto, me voy a tomar otra copita de cava - comentó -. Señores, por nosotros y por la vida - dijo alzando la copa en un brindis.

- Sí, señor Machete, es cierto. He tenido suerte, pero esta como todo se agota. ¿Sabe? Jamás hubiera pensado que alguien como usted pudiera caerme bien. Pero así es. Por ello, hay algo que quiero decirle. Protéjase esta noche. Le prefiero vivo a muerto. Y no me pregunte por qué le digo esto. No, no es cosa de una tirada de cartas o de haber mirado la bola - dijo levantando las manos ante una posible réplica -. Dejémoslo en que he sorprendido cierta conversación. Hágame caso y mañana verá el sol. Y en ese momento, si yo hubiera sobrevivido también, digamos que me deberá un favor.

Sorprendido por sus palabras Dani observo al esoterismo con curiosidad.
-Vaya ¿Así que quieren acabar con Machete? Pues machete sabe defenderse, dígame amigo quien es el que quiere mi cabeza, un estúpido sin duda pensar que me interesan estos asuntos.-Su cara no podía sonreír, eso seguro pero su rostro mostraba ahora un ligero enfado, raro también, pero posible al parecer.

- Me pone en un compromiso, señor Machete. Verá, mi padre siempre me dijo, se dice el pecado, no el pecador. Podría darle un nombre, pues solo hay uno, pero podría usted pensar que lo que busco es indisponerle contra él. No es mi objetivo. Verá, ganar esta partida es complicado y hay mucho estratega suelto. No quiero que piense que esto es una estrategia de mi parte. Mi consejo es que se guarde. Hay alguien que quiere ir a por usted. ¿Por qué? Dudo que sea personal, simplemente, es uno más, como después lo será cualquier otro.

-Si esa persona fuera lista, mataría al heredero, porque si esta matando o tiene intención de hacerlo significa que esta jugando a este juego de muerte.-Le contesto

-Machete quiere saber el nombre, no para ir contra el, sino para esperarle y enfrentarme cara a cara con el, Machete no es un cobarde y no quiero morir a manos de un cobarde, pero esconderse no va con mi caracter. ¿Entiendes amigo?-Le miro a los ojos, con los suyos pequeño y negros.

- Lo entiendo, señor Machete, lo entiendo. Y le entiendo a usted. Y tiene razón, si fuera inteligente iría a por el heredero. Salvo en este caso. Porque ir a por él, supondría un suicidio. No he dado nombres, pero usted es un hombre inteligente y creo que ya sabe quién es su agresor. El único de los presentes que no atentaría contra el heredero - dijo Antoine mirando a Machete fijamente, esperando ver el brillo de la comprensión en sus ojos -. Señor Machete, mi relación con usted es particular. Cara a cara. Y me gusta ese tipo de trato al que hemos llegado. Pero hay otros con los que me relaciono de un modo más... grupal, por definirlo de algún modo, y quizás, menos limpio y claro de lo que me gustaría. Al menos si lo comparo con mi trato con usted. Aunque entiendo que usted también lo hace. Es decir, hablar privadamente con otros. Tal vez me equivoque. Tal vez no. Y tampoco quiero o necesito confirmación de ello - dijo Antoine encogiéndose de hombros dando a entender que Machete no necesitaba darle explicación ni aclaración alguna -. Pero salvo uno de los presentes en este barco, exceptuándole a usted, el resto está en conocimiento acerca de lo que lo le he advertido. Lógicamente, ellos no saben nada de esto que estoy haciendo. Pero me gusta la gente que como usted, ha ido de frente conmigo. Todo esto se lo comento porque es un dato que quizás puede interesarle, especialmente, si ha hablado con otros que no tengan problemas gástricos. Si he de serle sincero, a la inversa, me gustaría que usted obrara de igual modo. En esta vida, no todo es ganar, pero participar... eso ya es un triunfo y debe ser premiado de algún modo, siquiera con una advertencia a tiempo.

Dani entrecerró los ojos y un ligero ruido de persiana oxidada sonó muy cerca de ellos.
-Ya veo asi que todos ustedes han echo una piña, todos menos dos de los actuales supervivientes, curioso, espero que tenga suerte y le hayan prometido una buena suma por pertenecer a su grupo, amigo.

Apoyo su enorme mano en el hombro de este a modo de cordialidad.
-Me cae bien, Machete agradece su sinceridad, así pues os diré que yo no tengo trato con nadie mas, como puede ver mi rostro no es amigable no me ayuda a hacer amigos. Bien si es Norman McFly quien viene a por mi, Machete dará buena cuenta de el y si mañana continuo convida, posiblemente le deba un favor. Todo depende de lo que suceda esta noche, amigo. Ahora si me disculpa tengo que prepararme.-Dicho lo cual se dio la vuelta y camino hacia su camerino.

Durante la noche abandonáis Montecarlo tan pobres como llegásteis, no hubo suerte en el bingo improvisado de cubierta. Al menos ya estáis más cerca de ser multimillonarios o morir en el intento...Literalmente.

El sol madrugador ya asoma por el horizonte. Todos os levantáis para ir a por el desayuno, pero observáis una escena grotesca e indescriptible, una pelea encarnizada, sin piedad, a brazo partido, terrorífica y, además, igualada, entre el mayordomo y una langosta.

- ¡Pero Tenacitas! ¡¿Por qué me haces esto?!- Exclama el mayordomo mientras se arranca el crustáceo de su nariz, a la cual estaba bien aferrada.- ¡Serás hijadep...! ¡Oh! ¡Los herederos!

Con un rápido movimiento mete a la langosta en una olla y se gira hacia vosotros, con la nariz roja como un tomate.

- ¡Buenos dias! Ya tienen el café y la bollería variada esperándoles. Si necesitan cualquier cosa, no duden en tocar la campanilla.

Y a otra cosa mariposa. Con Nápoles al frente.

Visto lo visto, a la mañana siguiente todos aparecen aun vivos. Menudo despropósito, así íbamos a ir muy lejos. Al menos en el yate podía mantenerme en forma, pues mis reservas de hidrocarburos congelados aun duraban lo suyo. Me acerco a Antoine. Bonita noche ¿eh? Si lees el futuro, ¿sabrías decirme cuanto medirán de volumen mis pectorales de aquí a cinco años? Me estoy planteando dejaar esto de profesor de tenis y meterme a culturista.

- Pues no. Todo dependerá de la cantidad de anabolizantes y esteroides que tomes, Norman - dijo Antoine sirviéndose un café y tomando un croissant -. Aunque posiblemente doblarás el tamaño actual si te ejercitas lo suficiente.

- Vaya desastre. Tanto esfuerzo para nada. Don Vómito y el jardinero siguen en pie. Parece que se han escondido y bien o que al final la gente se asusta y no quiere correr riesgos y prefiere defenderse a atacar. Mi parte del compromiso se llevó a cabo y todo inútilmente. Ahí sigue, vomitando por la borda. Tsk - chasqueó Antoine decepcionado.

- Horacio, ¿no ibas tú a por Norman? - preguntó en voz baja Antoine -. Porque ahí sigue y él dijo que iba a por Machete. Me da que nos ha estado tomando el pelo todo el tiempo.

- Señor Machete, me alegra verle sano y salvo - dijo Antoine al antiguo jardienro de Candela -. Me alegra que me hiciera caso y se guardara bien las espaldas.