Partida Rol por web

Sabrala avanza hasta que, por fin, está a distancia de disparo.

Allí enarbola la cantora, y lanza sus tres rayos contra el gigante situado más al Oeste.

Con el segundo rayo, el gigante cae fulminado.

Helden sigue avanzando quedando cerca del alcance de los gigantes.

El anciano mago da un paso atrás y comienza a conjurar:

- ¡NAUR CAMS!

Pronuncia fuerte, como si su voz proviniese de otro ser,  conforme sus manos se iluminan y expulsan una brutal llamarada de fuego.

El guerrero ansí lanzarse al combate, pero la capa de hielo que tiene a sus pies lo obliga a moverse con cuidado, para no caer, y pasar vergüenza, solo por el hechoi de apurarse.

Sin soltar su espada bastarda, continúa avanzando con cuidado, tratando de asegurar cada una de sus pisadas.

De repente, uno de los gigantes que siguen en pie se da la vuelta y se lanza a por Helden, asestándole un fuerte golpe con su clava.

Mallon se apresura a cruzar el paso con cierto nerviosismo, aunque Suka colabora estando tranquila.

Una vez al otro lado, Mallon deja caer suavemente a la loba y asciende unos 10' 

Fenestir avanza pero no fuerza la maquina para no quedarse demasiado cerca de los gigantes , pero a la distancia justa para llegar a ellos con tiempo para estudiar sus puntos mas debiles .

-¿Será posible? ¡Sois un rebaño de ovejas asustadas!--espeta malhumorada la druida albina mientras camina hacia la puerta trasera de la casa para tratar de abrirla--¿No os dais cuenta de que no se trata de ningún juego? ¡Son gigantes de verdad! ¡Emplead todo lo que hayáis aprendido para defender vuestro hogar, cagones!

Abres la puerta que no parece estar cerrada con llave. El interior de la vivienda es un auténtico desastre. Prácticamente todo el mobiliario está destruido o volcado, nada parece estar en su lugar.

A unos pies ves a un ensangrentado mago de avanzada edad enfrentarse a los gigantes.

Luchar no es lo suyo, pero aún así Ingrid se prepara para entrar en combate y defender al viejo arcanista.

Unos metros por detrás del maestro de Mallon se abre una puerta y aparece Ingrid. Con cara de malas pulgas, la druida albina comienza a conjurar un sortilegio defensivo. Y al mismo tiempo, algo más allá de vuestra compañera, contempláis varios aprendices del mago con más miedo que aire en los pulmones.

Stumred trata de aproximarse rápidamente al gigante más cercano.

El gigante que amenazaba la vida del anciano mago se da la vuelta y carga contra Fenestir, asestándole un duro golpe.

Mostrando sus largos colmillos y con las orejas agachadas, Suka gruñe a los gigantes sin separarse del mago ni un sólo instante.