Partida Rol por web

Ante vuestro acoso, el mago desaparece de vuestra vista tan pronto como apareció. Podéis oír que recita después unas palabras y parece no dejar rastro en la superficie nevada.

Quienes le perseguíais frenáis en seco estupefactos. Al menos no tenéis que lamentar más victimas.

- Esto a sido... extraño - no puede menos que comentar Baern quien se resiste a enfundar su espada y recorre los alrededores de la choza, dispuesto a encontrar al mago que se ha desaparecido a si mismo

El guerrero no es capaz de mantenerse quieto. Mientras sus compañeros se ocupan de sanar a los heridos y ponerse al tanto de lo que puede haber pasado, el se auto-impone la tarea de asegurase que el desconocido no vuelva a aparecer por el lugar

Finalizado el combate, al menos de momento, Ingrid resuelve asistir como bien puede a los heridos. En primer lugar, la druida albina corre a reanimar a Mallon. Además de considerarlo ya casi parte del grupo, el semielfo es la excusa que los ha traído hasta Karasten. Después, la bárbara de la escarcha se centra en el viejo mago, que a todas luces se encuentra especialmente maltrecho.

El mago recupera la consciencia y poco a poco se levanta del suelo nevado.

- Gra... gracias Ingrid...- aún desconcertado, Mallon mira a su alrededor-. ¿¿Y....Suka?? ¿Se encuentra bien? No lo ví venir, ese mago debe ser bastante poderoso...

Mallon no tiene especial aprecio a los animales, más por miedo que por otra cosa. Sin embargo no se perdonaría que algo malo le ocurriera a Suka, a quién empezaba a considerar parte de su familia.

Cuando Ingrid se acerca a Karasten para sanarle, el anciano mago se sorprende.

- Ohh querida. ¡No es necesario! Tengo varias pociones ahí dentro que podrán sanarme. ¿Necesitáis alguna?

Sin hacer demasiado caso a vuestra respuesta el mago entra de nuevo en su vivienda y Mallon se apresura a seguirle.

Sabrala se acerca al grupo que está charlando con la intención de realizar su canto curativo, aunque Ingrid se le adelanta y cura a su pronto ya-no-compañero.

Ante la negativa de su mentor, se encoje de hombros y pasa a presentarse.

- Mi nombre es Sabrala Starbreaker, lamento mucho la muerte de los muchachos.

Helden se recompone del combate y se acerca al maestro de Mallon.

Mi nombre es Helden y mi grupo y yo vinimos a visitarlo antes de regesar al norte para que su alumno Mallon le consulte sobre las armas legendarias. 

Fenestir ve ante sus ojos como desaparece el extraño mago sin poder hacer que sus armas viertan su sangre ... maldito  mago cobarde ,murmura mientras enfunda sus armas y vuelve hacia la casa derruida.

Cuando el extraño mago rehusa las bendiciones de su compañera lejos dé enfadarse, la joven le dice a su amiga si él no quiere ,a mí no me vendría mal ya que uno de esos desgraciados ha osado golpearme .... todavía estoy pensando en rebanarle las manos y dárselas a los puercos.

Sabrala rápidamente cura a Fenestir, con su habitual buena mano para ese menester.

Mientras espera que el mago le conteste al líder del grupo, Baern no deja de recorrer los alrededores de la choza, buscando al mago desaparecido - No, si no nos va a sorprender nuevamente - se lo escucha murmurar durante su interminable paseo

-Esos aprendices son unos cobardes--sentencia Ingrid en la lengua de los bárbaros de la escarcha.

Stumred con su ballesta cargada apuntaba al aire buscando una señal que delatará al mago. con seguridad se encontraba bajo un conjuro de invisibilidad. por lo que miraba la nieve buscando un rastro para dar caza al mago.

Mallon se dirige hacia su maestro junto a vosotros.

¡Maestro! ¿Está usted bien?

Cuando ve los cadáveres de varios de sus aprendices esparcidos por la nieve comienza a sollozar.

¡Oh por los cielos!¡Que Boccob los acoja a su lado!

El mago parece muy afligido.

Karasten mira a su alrededor y se lleva las manos a la cabeza, negando mientras sus manos tapan parcialmente sus ojos. Los aprendices supervivientes vuelven a la semiderruida estructura principal y comienzan a ponerlo todo en orden.

Daremos sepultura a estos desdichados niños...- musita el anciano mientras mira a su alrededor con los brazos en jarras.

Al cabo de unos instantes, el mago vuelve en sí y reacciona ante vuestras palabras.

Sabrala... es usted muy bella- dice como si sus pensamientos hubieran sobrepasado la barrera de la discreción-. Sí, eran sólo unos niños... Agradezco tus condolencias.

Después oye las palabras de Helden y parece quedarse en blanco por unos momentos.

Mall... Mallon... Sí, fue mi alumno hace años pero...- después mira de soslayo al semielfo y su expresión se torna más relajada-. Mi querido Mallon, ¡Has vuelto! Desde luego te habrás convertido en un buen mago si has conseguido sobrevivir- Karasten ahora habla como su maestro.

Parecéis un grupo de Fruztii muy capaz, por favor dejadme que os invite a mi morada. Ahora mismo no está en sus mejores condiciones, pero algo podré ofreceros- mientras camina hacia dentro, sigue hablando con una voz profunda y elevando el tono para que todos le podáis oír-. Tengo que agradeceros vuestra ayuda con esas aberraciones, sin duda yo solo habría perecido y todos mis pupilos hubieran corrido la misma suerte.

Mientras ordena una mesa y calcula sin mirar cuántas sillas necesitará, sigue hablando-. Así pues, el cisne decía la verdad. Os encontrabais cerca de aquí. 

Los supervivientes siguen llegando y Mallon llama a Karasten desde fuera. El mago y los supervivientes salen de nuevo al exterior y empiezan a dar sepultura a sus compañeros. Mallon aparta un momento a Karasten y le dice unas palabras en privado.

Por su parte, Stumred no encuentra pisadas ni ningún rastro.

Fenestir agradece que su comapñera haya vuelto a recomponer sus maltrechos huesos , aunque aun queda algo morado no es grave y podrá recuperarse sobradamente descansando .

Cuando los supervivientes se disponen a dar sepultura a los caidos no hace mención de ir a ayudarles ,por muy jovenes que fuesen no eran bárbaros y eso se habia notado en su lucha .Mas bien se queda ayudando a Stumred en su vigilancia por si el desdichado mago que habia incitado todo volvia .

-¿Cisne? ¿Qué cisne?--inquiere Ingrid con repentina curiosidad--¿Qué hacemos con esas bolas de sebo? Dicen que los gigantes hacen buena hoguera... Y, díganos, ¿conoce usted por casualidad al tipo que acaba de huir?

Baern no puede menos que recordaar al extraño cisne que huya tras su combate con las brujas y mira al mago con suspicacia

- Pues yo prefiero no entrar! - sentencia finalmente, no demasiado contento con sus propios pensamientos - si ese mago vuelve a aparecer prefiero verlo antes de que haga su magia - se explica mientras trata de escuchar que es lo que hablan Mallon y su mentor sin parece demasiado ansioso por escuchar sus palabras

Intentas oír lo que dice, pero no distingues una sola palabra entre los sonidos de la bahía y el resto de aprendices intentando adecentar la zona. Lo cierto es que no han sido muchas palabras, una o dos frases a lo sumo.

¿Cisne...? Eh... ¡Ah, sí!- Karasten parece senil a veces y muy lúcido otras-. La Bahía del Colmillo Blanco no es un lugar muy seguro y tengo mis informadores. Eristen, una doncella cisne, explora la zona y me informa de las cosas poco habituales.

En ese momento Mallon da un respingo. Parece que en ningún momento hubiera pensado que la mujer atrapada por las malvadas brujas fuera una súbdita de su maestro.

Los gigantes serán buen alimento para los animales que habitan esta zona, mis aprendices harán el trabajo, gracias por preocuparte- Continúa mirando a la druida-. Así la naturaleza seguirá su curso.

¿Huir?... ¡Yo nunca he huido de ningún gigante!- dice con cierto tono de indignación.

En ese momento Mallon intenta explicar la situación.

- Era Randrin..., Maestro-. El semielfo titubea al pronunciar su nombre-. Creo que era él...

El mago parece apesadumbrado, como si una triste historia encerrara ese nombre.