Puaghh! Que me aspen - Susurro el enano. Incorporándose como un gato mientras cogía su hacha y escudo por puro instinto.
Entiendo que duermo con la armadura de cuero sin problema.
Al escuchar a su compañera, Baern ni siquiera intentó ponerse la armadura. Sabía que era una tarea tediosa y que, incluso con la ayuda de alguno de sus compañeros tardaría más de lo que requeríaría una emergencia
- Porque no podremos dormir, alguna noche, sin interrupciones- se lo escuchó murmurar mientras aferraba su espada bastarda y se ponía de pie, preparado para usarla en cuanto fuera necesario
Tras repasar en el manual, confirmo que eran 4 minutos (40 asaltos) para ponerse una completa, incluso apresuradamente. Y que con ayuda es la mitad.
Si hay combate, dudo que tengamos 20 asaltos disponibles.
Y si no hay, Baern no necesita ponersela
Helden duerme con ella siempre. Quien sabe que puede pasar...
Yo seguro que duermo con ella ... que tengo la dote aguante .
Ingrid y Sabrala os alertan. Los magos también acuden sigilosamente a la llamada varita en mano.
Una vez reunidos, procuráis hablar bajo pero no oís nada de lo que Ingrid decía. Sin embargo, cuando quedáis de nuevo en silencio, un ruido de garras contra la roca es perfectamente audible. Procuráis estar alerta y en silencio.
No oís nada más pero ahora tenéis clara la dirección de la que proviene el extraño sonido, a unos cuarenta pies de distancia y no parece estar acercándose a vosotros.
Pido mil disculpas, mi trabajo me está consumiendo anímicamente.
Preocupado por no contar con la protección que le provee su armadura, Baern observa al resto mientras aferra su espada bastarda con ambas manos y murmura tratando de mantener el tono de voz lo más bajo que puede - Parecen garras, alguien vio de que se trata? -
No te hagas problemas, todos tenemos rachas.
¿Cómo está de oscuro, máster? Pregunto por transformarme en águila e ir a echar un vistazo.
Es por la noche, evidentemente está oscuro aunque vosotros supuestamente tenéis un fuego.
Ya, ya. Pero me refiero a si creo que podré ver cuando llegue a la zona de los ruidos desde una altura de 50 pies, por ejemplo. Eso depende del tipo de noche que haga. xD
Motivo: iluminación nocturna
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Me da que la noche es bien oscura...
1. cuarto creciente
2. cuarto menguante
3. luna llena
4. luna nueva
Ingrid niega con la cabeza a la cuestión planteada por Baern.
-Sólo escuchamos el ruido y hemos preferido curarnos en salud.
El ruido de los rasguños parece ser intermitente, aunque cuando ponéis más atención os dais cuenta de que no son intervalos regulares. Tampoco parece alejarse o acercarse a vuestra posición.
- Uhm... quizás deba ponerme la armadura - comenta Baern clavando su espada en tierra y comenzando con la tediosa tarea de acomodar las distintas piezas de la misma alrededor de su cuerpo
- En el peor de los casos luego me la vuelvo a sacar - agrega con una semisonrisa - Uds. Los magos... deberían inventar una armadura que permita dormir sin sentirse todo contracturado al día siguiente -
Pues eso, si no se mueve, mejor protegerse. Son 4 minutos (2 si alguien ayuda)
-Te voy ayudando para acelerar--asiente Ingrid mientras se aproxima a su compañero, con la loba girándose hacia los sonidos y levantando las orejas cada pocos pasos.
Stumred tiene visión en la oscuridad 60 pies, ¿no? Y es el pícaro... Que se arrime un poquito sin alejarse completamente, anda.
Sabrala permanecía expectante, le habría gustado empezar alguna canción épica para ayudar a sus compañeros, pero quizás era prematuro y no se trataba más que de algún pequeño animal inocente...
Stumred haciendo caso a las palabras de sus compañeras, se movió en la oscuridad ocultándose e in tanto averiguar que era el sonido que los había alertado.
Tirada oculta
Motivo: esconderse
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+11)=30
Tirada oculta
Motivo: avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+6)=7
Sturmred encuentra un pseudodragón mal herido que intenta desesperadamente arrastrarse por el suelo. Está muy débil y asustado y transmite una angustia extrema.
Una lagartija- pensó el enano. Su desconfianza inicial desapareció cuando vio a la magnifica criaura arrastrarse malherida. Acercándose a esta guardo su hacha en el cinto y le susurro: Tranquila criatura, no tengas miedo de este feo y barbudo enano. Asiendola entre sus brazos con cuidado mientras la llevaba de vuelta al campamento. Sabrala te curará, no temas!
Al ver la reacción del enano, Ingrid se acercó para comprobar de qué se trataba. Cuando vio el lamentable aspecto que presentaba el maltrecho dracónido, la druida albina no tuvo reparos en echar una mano a su compañero con el improvisado traslado.
-¿Qué te ha pasado?