Partida Rol por web

Drep mabus vret lat armauuuuuk!!!

El único líder orco que queda en pie apunta con su arco al cielo en busca del ave que es ahora Ingrid. El orco lanza dos potentes flechazos, pero cegado por la luz del sol, no alcanza ni de lejos a su objetivo.

Sabrala cambia rápidamente de canción, esta habla sobre el valor, sobre vencer al enemigo, sobre la gloria de la victoria. Los que están cerca de ella notan como su ánimo, y su puntería, mejoran.

Fenestir avanza para acercarse hacia los orcos y dispara su arco buscando acabar con alguno antes de poder lanzarse a por ellos directamente .

Huir mientras podais escoria ... si mis filos salen de sus fundas se van a bañar en vuestra sangre. Grita hacia los orcos mas para demostrarles que los considera poco menos que bestias que para asustarlos .

Siguiendo las instrucciones de Ingrid, Suka acompaña a Mallon en todo momento. Por su parte, el águila de las nieves se eleva aún más para evitar los molestos proyectiles volando en círculos sobre el campo de batalla.

Stumred, que no había podido observar hasta entonces bien la escena pues había quedado algo rezagado del grupo, analizó por un momento la contienda y llevado por la ira se adelantó cuanto pudo hacia campo abierto.

¡Por Moradin! ¡Ni un enano más será masacrado por un asqueroso piel verde en mi presencia!

Sin embargo, el enano está muy alejado de cualquier enemigo y sus recursos a distancia carecen de tal alcance por lo que trata de atraer para sí mismo a los orcos con la esperanza de que sus compañeros sean más efectivos.

Mientras avanza junto al resto del grupo que no se ha dispersado, Karasten vuelve a conjurar:

¡Umbas!

Pronuncia con fuerza. En ese mismo instante un disco protector aparece ante el guerrero más cercano.

Tratando de acostumbrarse a la nueva forma de trasladarse, Baern se acerca raudamente a los orcos a los que les ha disparado previamente, sorprendido de la velocidad a la que se mueve

- Allí voy! - grita, tratando de no asustarse por lo que está haciendo y prometiéndose a si mismo que una vez que acaben con los orcos hablará seriamente con el mago para recriminarle lo que hizo con el. Mientras vuela hacia sus enemigos, sin embargo, atina a sacar una flecha de su carcaj y utilizar el arco largo que lleva en la mano

¡Helca Ehtela!

Pronuncia el mago junto a un estrafalario movimiento.

Al instante, una brutal tormenta de hielo sacude al grupo de orcos que amenazaba Baern y Fenestir, arrasando a todos salvo a su líder quién, a pesar de permanecer estoico, se encuentra ahora en serios apuros.

Helden dispara más flechas sobre el lider orco.

Sturm se quedo bastante impresionado por el poder mágico de Mallon y el anciano Karasten. Si seguían así conseguirían nivelar el combate y salvar a sus camaradas. Animado, grito el nombre de su deidad: Moradin! Para que fuera escuchado por todo el barranco llevado por el eco.

Sabrala caminó hacia el centro de la zona donde estaban los enanos, y allí cantó una canción que, aunque con un fuerte acento, era una canción de guerra enana que enardeció los corazones de todos los que estaban cerca de ella.

Prácticamente todos los orcos que siguen en pie, más alejados de vosotros, descargan sus ballestas contra los enanos del fondo del desfiladero.

Un puñado de enanos sucumben a los virotes orcos mientras su líder comienza a dar órdenes en idioma enano:

¡Bundar put rortlin!

Tras la orden, el propio líder descarga su ballesta hacia los orcos sin mucho éxito y comienza a correr hacia el fondo del desfiladero, donde cuatro de sus hombres han caído.

Los enanos comienzan a replegarse tras su líder hacia el fondo del desfiladero tras descargar sus propias ballestas.

Por su parte, el líder orco herido que queda en pie se esconde tras los riscos y desaparece de vuestra visión. Parece que aprecia más su vida que la gloria de masacrar enanos.

Mientras Suka sigue de cerca a Mallon, Ingrid Hashandir desciende en picado hacia el grupo de enanos heridos. Una vez en tierra, la druida albina recupera su forma natural para tratar de ganarse la confianza de los enanos:

-¡Saludos, hermanos de las montañas! Hemos venido a ayudaros contra los pieles verdes.