Partida Rol por web

Nacidos en Yuggoth,- Responde a Wood aquel que parecía ser un tranquilo diletante de Providence como si supierais lo que estaba diciendo.- los hongos son los seres que los pueblerinos ven salir volando de los pantanos y relacionan con los demonios. Seres con forma de insecto de varias patas, cabezas redondas llenas de bulbos y alas de murciélago, malnacidos. Ocuparon Tarsis cuando esta estaba deshabitada para robar los minerales que hay en sus minas, ha llegado el momento de recuperarla.

Luego vuelve a mirar a Greywood.- Mi pueblo, mi gente, mi raza. ¿De verdad deseas saber quiénes somos? Hasta donde yo he visto, mi apariencia actual os resulta mucho más confortable.

La descripción de Urdish de esos hongos nacidos en Yuggoth, Yoggoth o cómo demonios se diga, te producen un ligero temblor de espalda, pues te recuerdan demasiado vivamente tu experiencia en San Mateo. E inmediatamente temor por el destino que ha podido sufrir el pobre profesor Zarramenov.

Sin poder evitarlo, como si le hubieran inoculado de los estimulantes que él mismo preparaba cuando trabajaba para el equipo ciclista en Europa, el corazón de Wood se puso a latir frenético. Aquel hombre describía a los "hongos" como los seres insectoides de San Mateo. 

- ¡¿Qué está diciendo?!- La calma de la que acostumbraba a hacer gala Steffan se había disipado y con un movimiento bajo su chaqueta sacó una recortada. Las insinuaciones de Urdish acabaron pro sacarle de quicio.- Ya nos hemos enfrentado a esos insectoides. ¡Hable claro si no quiere que le convierta en una pulpa sanguinolenta!- Quizá su verdadera forma le llegara a impresionar, pero tras unos disparos de recortada no sería más que vísceras ensangrentadas y la guerra ya le había hecho acostumbrarse a ello tras mucho automedicarse.

Todo esto le estaba sonando a cuento china a oídos del cabo, pero visto lo vivido los últimos años, no descartaba nada.

- Y ¿qué tienen esos bichos con el profesor Zamarrenov y, sobre todo, con nuestros hijos?- preguntó algo nervioso Ab.

Estoy hablando todo lo claro que sé.- El diletante da un bufido dando a entender que no habéis comprendido nada y vuelve a tratar de explicarlo.- Tarsis perteneció a mi pueblo desde tiempo inmemoriales. Siempre fue una ciudad tremendamente prospera hasta que sus habitantes dieron la espalda al padre dragón para jurarle fidelidad a aquel que abre el camino. El bajorrelieve de vimos en la ermita hace referencia a ese momento exacto de la historia.- Si lo que dice es cierto, los seres deformes que aparecían en el grabado y vivían en la ciudad deben ser miembros de su pueblo. Profundos como les llamó Craven hace unos minutos.- Luchamos contra los traidores y los diezmamos, quedaron solo unos pocos, que escondidos entre las ruinas de la ciudad pagaron por su mezquindad.

Al final los humanos, acabaron con ellos, dejando la ciudad desierta durante cientos de años. Hasta que los hongos la ocuparon para excavar en sus minas y robarnos sus minerales.- Su gesto se endurece al hablar de los seres insectoides.- No queremos la ciudad, quedó mancillada con las acciones de los traidores. Pero nuestras ciudades son nuestras y de ninguno más. No toleraremos la presencia en ella de los hongos ni un día más ahora, que hemos descubierto su localización.

No sé lo que tienen los hongos con el profesor Zarramenov ni tampoco sabía nada de ustedes hasta que nos conocimos en Sevilla. Descubrimos que Zarramenov estaba cerca de descubrir la localización de la ciudad perdida y decidimos seguirle y tratar de ayudarle en secreto, por eso vine a España desde Providence. Pero cuando llegué me enteré de que Zarramenov ya había desaparecido, posiblemente esté en Tarsis. Así que no tuve más remedio que unirme a los Cabo en su búsqueda.

Como ya he dicho nuestros caminos trascurren paralelos, ustedes quieren a Zarramenov y yo quiero expulsar de ella a los hongos. Lo más inteligente sería colaborar.

Ya has oído antes nombrar a aquel que abre el camino, fue en San Mateo. Según el invalido J.I. Deaths que al final resulto ser un monstruo con cuerpo de insecto y alas de murciélago "Ni el mensajero ni aquel que abre el camino se equivocaron al elegiros"

Roderick no entendió nada de lo que aquel tipo les dijo... lo único que le quedó claro fue que los insectos monstruosos del laboratorio se llamaban hongos y que eran enemigos del grupo al que pertenecía Urdish, lo que hacía que automáticamente aquel caballero contara con el beneplácito del capellán.

- Colaboraremos señor Urdish... creo que nos traería ambas partes saldríamos más beneficiados- les dedicó una mirada a sus compañeros- es posible que un grupo organizado como el de ellos pudiea ayudarnos mejor para resolver el paradero de los niños- volvió a mirar al señor Urdish- Verá, yo no tengo hijos pero mis compañeros sí y todos ellos... o bueno todo el destacamento de soldados que estuvieron en Reims y han tenido hijos, han perdido a sus primogénitos. No entendemos los motivos y estamos un poco perdidos... ¿Podría ayudarnos en eso?- inquirió

Steffan logró calmarse un poco. Las palabras de Urdish le hicieron recordar los peores momentos que había pasado en su vida.

- Aquel que abre el camino...- Bajó la recortada y se retiró el pelo encerado hacia atrás. Le entró un escalofrío que a duras penas logró disimular.- Ya he oído ese apelativo antes, precisamente de unos de esos hongos.- Steffan se quitó la chaqueta y desabrochó la camisa unos botones para mostrar su hombro tatuado.- ¿Le dice algo este símbolo?"Ni el mensajero ni aquel que abre el camino se equivocaron al elegiros" esas fueron las palabras exactas.

Matthew aflojó un poco la mano que retenía a aquel ser. Por mucho que dijese aquello, no creía que pudise desagradarle más de lo que le desagradaba ahora mismo...¡Y pensar que había estado dispuesto a considerarlo un compañero cuando aceptó a pasar la noche con ellos, en lugar de huir con el rabo entre las piernas! El piloto trató de pensar friamente. No lo logró. Trató de imaginarse que haría su mujer (no era ningún secreto que el cerebro de la pareja no era él) Elaboramos algún plan...nos responde...nos dice...¿pero qué plan? Desistió. Trató de comportarse con calma, como el capellan...Fracasó...

Estaba a punto de preguntarle a puñetazos que sabía de aquel símbolo cuando Wood se a delantó -pacificamente-a sus planes y le mostró el tatuaje. Finalmente, Matthew soltó al hombre, esperando que respondiese...al fin y al cabo, dada su constitución sería dificil no cogerle si escapaba. Mientras Wood trataba de sacarle información, Matthew miró de reojo a Cabo, que debía de estar confuso con la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Nada más contestó a Wood, Matthew añadió

¿Colaborar? Bien, hagamos una cosa. Colaboraremos de este modo. Le ayudamos a expulsar a esos bichos para encontrar a Zarramenov y después, usted nos ayuda a nosotros a encontrar a nuestros hijos. Personalmente me importa una mierda ese profesor, al menos mientras mi hijo está donde quiera que se lo hayan llevado esas setas, hongos o lo que sean. Pero si se compromete a ayudarnos, le ayudaré a limpiar "su" ciudad. Y no me venga con que tiene mucho que hacer. Si sabe algo de esos insectos, sabrá donde pueden haberse llevado a los niños. 

El tono del hombre era una mezcla de amenaza pero también de suplica. Aquello era cada vez más real y estaba claro que los insectoides tenían algo que ver con los niños. Con voz ronca añadió: Daph me lo contó... ella me dijo que aquel "ser" había dicho que el Nuevo Dios nacería, y que por ello morirían ..."nuestros cachorros."

El profesor Olive también presente lanza una mirada llena de odio a Matt y casi sin levantar la voz dice.- A mi sí que me importa lo que le ocurra al George.

Aún no sabéis en que acabará esto, pero parece que Urdish ya ha conseguido un primer aliado. Aunque en caso de que las cosas se pongan feas y tengáis que actual contra el de Providence, no pensáis que reducir a Olive sea un problema para seis ex militares.

Usted lo conoce. Yo no pienso arriesgar mi vida por alguien que no conozco. Al menos no mientras tenga asuntos pendientes. Usted mismo lo dijo hace tiempo...La familia es lo primero.—el tono del hombre era acusador y es que estaba empezando a hartarse de que todos les exigiesen ayuda o lealtad sin obtener nada a cambio.Y sin que nadie les ofreciese su ayuda. ¿Acaso va a acompañarnos a buscar a los niños cuando encontremos a su amigo?

- Aunque no lo conozcamos parece que todos tenemos el mismo objetivo. Por ahora podemos seguir el mismo camino.- Dijo conciliador para después mirar a Urdish.- ¿Sabe algo de los niños secuestrados?

Tras las duras palabras de Greywood, el profesor Olive agacha la cabeza. Por su parte los hermanos Cabo siguen atónitos la conversación sin pronunciarse todavía.

No hace falta que discutan entre ustedes.- Dice el de Providence con algo de sorna en la voz una vez libre de Matthew.

Con calma se estira la chaqueta quitándose las arrugas que se han producido en su forcejeo.- Supongo que no se lo creerán, pero no todos los seres que habitamos la tierra tenemos los mismos objetivos.- Dice mirando al capellán.- A veces ni los miembros de una misma raza los comparten, aunque eso es algo que ya saben, les pasa a ustedes mismos, los humanos.

Así que créanme cuando les digo que no se absolutamente nada de sus hijos y mucho menos de su secuestro. Hasta que nos vimos en Sevilla ni siquiera sabía de su existencia. Aunque.- Mira a los ojos de Matt.- si ustedes me ayudan a limpiar Taris y sobrevivo no me importará ayudarles en su búsqueda. Tiene usted mi palabra señor Greywood.

Las palabras de Urdish te parecen sinceras, pero un ligero e imperceptible temblor en su voz te indica que no cree que pueda llegar a cumplir su promesa.

Cuando mira el tatuaje que Steffan le enseña arruga la nariz y tuerce el gesto.- Es el símbolo de Yog-Sothoth. -Cuando ve en vuestras caras que no tenéis ni idea de lo que está hablando, os explica.- Yog-Sothoth, la puerta y la llave son dos de los múltiples nombres por los que sus fieles conocen a aquel que abre caminos.  Que portéis ese símbolo solo puede significar una cosa, que sois de su propiedad. ¿Habéis intentado quitároslo?

Tras descamisarse, Derek da un paso al frente para que Ernest pueda ver su hombro derecho, quiere respuestas que incluir en su próximo best seller. La piel de la zona está tremendamente arrugada.- Ácido.- Dice como única explicación.- Pero el maldito símbolo sigue debajo. El día que secuestraron a los niños noté como si algo volviera a quemarme la piel y volvió a verse perfectamente en un color rojo fuego. Luego desapareció nuevamente.

Entonces no hay lugar a dudas. Seáis conscientes o no, sois propiedad de aquel que abre el camino.- Dice negando con la cabeza.- Desconozco por qué o para qué.

En cuanto a la frase de la que habla señor Wood parece que no hay duda. Fueron seleccionados y por lo que parece, el hongo que la dijo estaba complacido de lo que vio en ustedes, seguramente el sí sabía para que habían sido seleccionados.

Aunque su selección no fue solo obra del que abre el camino. Otro también participo, aquel que ha sido llamado alguna vez el mensajero, el dios de la lengua sangrienta, el padre murciélago, el caos reptante, aquel que tiene mil nombres y mil caras, Nyarlathotep.

Ese último nombre se parece mucho al que Daphne te contó que había escuchado de boca del muerto viviente que os raptó justo antes de morir.