Partida Rol por web

Cuando nos dieron la orden de romper filas fui a mi puesto y me puse enseguida a trabajar, a mover los materiales con la ayuda de compañeros, lo hice con agilidad y presteza, no hubo tropiezos ni caídas necesarias, ni cuando tuvimos que montarlo, los ingenieros con su maquinaria nos ayudaron y les asistí de forma sincronizada, no tuve que retirar ninguna placa, ni derribar nada por mi trabajo, había hecho el trabajo como se tenia que hacer, como lo hace un verdadero ciudadano.

Los camiones repletos de municiones empezaron a llegar, guiados por los compañeros designados para tal fin. Cajas y cajas de proyectiles eran depositadas a nuestro lado mientras se terminaba de montar la bodega donde todo esto sería finalmente guardado.

- Parece que vamos a estar aquí un buen rato, ¿no os parece?. ¿Empezamos con los proyectiles mas volátiles y luego vamos con el resto?.

Cojo una de las cajas y sigo a Jenkins, este adelantándose a los demás ya ha empezado con el trabajo....pues no me quedo atrás..... 

La sargento parecía ocupada ahora mismo, y tenía que montar el centro de mando, por lo que se dirigió hacia allí y cuando estuviera lista para hablar ya le buscaría de nuevo.

Inspiró con preocupación pues sus habilidades de "bricolaje" no eran muy allá, pero eran órdenes y tenía que ponerse a ello. De camino hacia allí pudo ver como Frost también se acercaba- Eh, Frost -dijo sonriente- parece que nos toca trabajar juntos, ¿eh? Espero no estorbar demasiado -soltó una risilla y se puso a trabajar en el centro de comunicaciones.

Miller estudió el área tranquilamente con la mirada y luego hizo algunos cáculos sobre un mapa usando su brújula avanzada para ver las trayectorias posibles de los bichos. Era importante calcular bien para que la artillería solapase su radio de acción y no hubiera pasillos por los que los bichos pudieran entrar como si de una puta avenida se tratase.

Tras confirmar los emplazamientos con Hutchinson y Stukov, empezaron a montar piezas, paneles y cables de alimentación.

Pero al tener que mover la artillería... eso fue otro cantar. Algún espabilado pensaba que la armadura de los infantes pesados era una grúa. Ni él ni el zapador de la Gat pudieron moverlos un ápice.

Joder, tenemos un buen problema aquí.

El cuerpo le pesaba como si en vez de sangre tuviera plomo. Pese a ello, camilla en ristre, se había dirigido hacia la enfermería, mascullando insultos aleatorios mientras esquivaba a los que pasaban de un lado a otro atareados para llevar a cabo algo útil que ella era incapaz de hacer.

-Hey polluelos- saludó al par de individuos que se encontraban ahí. Buscaba sus nombres pero no alcanzaba a recordar haber cambiado palabra con ellos antes.-Sam García, médico de gatillo fácil. ECO

Como si hubiera tenido tiempo. JUAS. Hablaré con mi secretaria chinche para que me cuadre la agenda o la despido.

-A darse un poco de brío.

Una vez que teníamos todas las piezas del radar, miro a Frost alzando las cejas Bueno compañero, de nuevo estamos aquí tú y yo. Me alegra trabajar de nuevo contigo. digo mientras me pongo a mirar las piezas e ir colocándolas para poder montarlas más rápidamente

Esto parece bastante sencillo, la verdad. mientras hablo, comienzo a colocar las piezas como si del fúsil se tratara. Las piezas van encajando perfectamente según voy uniendo pieza tras pieza. Cuando todas ellas están montadas, comienzo a manipularlo hasta que suena un pitido y las luces comienzas a encenderse.

Una vez montado, doy dos pasos para mirar a Frost con una sonrisa[/B]Parece que al menos funciona. A ver si logramos calibrar este trasto[/B]

Acercándome de nuevo, abro el dispositivo y comienzo a revisar los cables, uniendo unos con otros para reajustar el radar. Cuando parece que está todo montado Vamos a probar este trasto comento mientras le doy al botón. En un principio, parece que se ilumina, pero de nuevo se apaga. ¡Vaya mierda!. Échale un vistazo tú a ver.

vincent rompe fila con sus compañeros y sopesa un poco los ámbitos en los que mas ayuda podría prestar, así que decide ir a colaborar con la armada de los equipos de artillería.

Toma algunas herramientas y manos a la obra, ensambla algunos de los soportes algo de ligero orgullo lo invade al cumplir con su tarea pero sabe que falta y se gira para ver como va el armamento,

se une a miller en la batalla con la carga pesada así que le apoya haciendo un poco de fuerza para hacer ceder la pesada pieza, vamos chicos si necesitan ayuda pídanla, no le hagamos mas fácil la tarea a las chiches dice mientras se esfuerza, maldita cosa mueve de una puñetera vez refunfuña mientras le pone el hombro con ganas

Garth se sitúa junto a McAllen y se dispone a seguir las ordenes para montar el centro de comunicaciones, mientras espera acabar con esta tediosa labor lo antes posible. Pero la cosa de fácil a complejo pasa de un instante a otro.

Madre mía que lío de instalación, o ponemos nuestros 7 sentidos o no acabaremos nunca con esto.

Alex no solo tenia que dirigir su escuadron, sino que dar ordenes recibirlas y hacerlas cuadrar con el resto de escuadrones mando y mil niveles de autoridad...no era facil. Cuando termino, se encontro que casi todo el escuadron ya estaba trabajdno en la base. Asi que echo un vistazo y donde parecia que faltaba mas gente fue a ayudar en la base de mando.

Viendo que sus compañeros le rodeaban, no para vapulearlo y echarle la bronca, si no para ayudarle y hacer las tareas junto a él, Ethan tomó ánimos y puso más atención a lo que estaba haciendo, consiguiendo ayudar un poco en lugar de entorpecer más....

el soldado le hecha una mano al bug killer como a todo el mundo, si esas cosas estaban rapido mejor para todo el mundo.

Trabajando de forma ardua y de forma coordinada, los infantes procedentes del planeta Sirius que conformaban a los escuadrones Eco y Gatling de la 47ª Compañía de la 3ª División de infantería, habían logrado cumplir una verdadera hazaña sobre aquel páramo helado.

A los infantes se les habían asignados diversas tareas, que en conjunto tenían como fin tener preparada la zona para que fungiera como una base operacional improvisada desde la cual poder no solo coordinar el avance hacia la zona B sino también para establecer contacto con todas las fuerzas que combatían en los alrededores así como para permitir un constante flujo de infantes y provisiones por parte de la flota.

Dichas tareas tenían que ser llevadas en un periodo máximo de 30 minutos a fin de salirse de los tiempos planeados para el inicio de la ofensiva general sobre las líneas arácnidas. Concientes de ello, los infantes de Sirius no solo habían cumplido de forma satisfactoria sus órdenes, sino que habían logrado cumplir sus órdenes en un tiempo impresionante. Con ello estaba claro que los infantes pesados de la 47ª compañía no solo eran excelentes maquinas de matar bichos, sino también eficientes soldados versátiles que podían desempeñar distintos tipos de labores y misiones.

El capitán Tsumina estaba muy complacido con los logros conseguidos y así se los hizo saber su oficial subordinado, el teniente Hammer, oficial al mando del 2º pelotón de la compañía. El teniente, había insistido en las felicitaciones, aunque con su forma particular de ser, hizo que todos sintieran que sus logros no eran más que una pila mas de números en un conjunto de hojas con estadísticas.

El teniente siempre había sido igual. Apenas unas cuantas semanas atrás, al inicio de toda la maldita campaña que ahora se desarrollaba sobra aquella roca helada que la federación llamaba Galdonia VI, el teniente Hammer no era mas que un solitario y callado sargento de la compañía. Líder del grupo original que conformaba al escuadrón Heat del 2º pelotón desde los tiempos en la academia, había sido ascendido tras los trágicos acontecimientos al inicio de la campaña y después tras la muerte del teniente Clarense Brown durante el asedio al fuerte helado.

El era uno de esos oficiales que hacían pocos amigos, pero no por que fueran antipáticos o mal humorados sino por que simplemente, siempre tenían algo mejor que hacer durante la guerra como para fraternizar con los subordinados.

Actualmente el teniente se encontraba en una de sus características ensoñaciones; para sus subordinados era probable que estuviese ideando estrategias matemáticas o estuviese revisando estadísticamente los números reportados durante lo hasta ahora acontecido de la operación. Y probablemente habría seguido así de no ser por que el capitán Tsumina le hablo por radio, o al menos eso entendieron los infantes de los escuadrones Gatling y Eco quienes le esperaban a corta distancia tras reportar su éxito en las ordenes que les habían sido encomendadas.

Característico también de él mismo, el teniente se dispuso a ejecutar las órdenes que se le acaban de impartir sin comentar ningún detalle a sus antiguos camaradas. No obstante, la situación era clara, volvían al frente de batalla; los Gecko a corta distancia ya volvían a encender motores mientras que el teniente designaba a oficiales de intendencia el que se hicieran cargo de sus labores mientras el estaba ausente; esta vez el teniente combatiría palmo a palmo con ellos, tal como lo hiciera en el pasado. Y así, subiendo a uno de los Geckos, el teniente ordenó desde la distancia a los infantes de los escuadrones Gatling y Eco que le siguiesen; esta vez iban a plantarle batalla a los bichos e iban a hacerlo con todo el poder de la federación.

EL trabajo había salido limpio y rápido, en menos que un bicho te mete un pincho por el culo habíamos acabado la base, y tocaba volver a la accion de nuevo, pero esta vez no iríamos solos, nos acompañaba el teniente Hammer que ni corto ni perezoso se subió a primer Gecko que encendió motores y nos exhorto a que montáramos rápido, pues nos esperaba un día glorioso. Y allí que fui a paso vivo hacia el Gecko que me correspondía por indicación de la Sargento Alex.
Al entrar tome la misma posición que antes y espere a los demás. La cosa se iba a poner caliente, pero había que ver para que bando se pondría más caliente.

Paso algun tiempo hasta que nos detuvimos, pero no me mantuve ocioso, mis ojos miraban el exterior cual gorrión de la tierra intentando vislumbrar algun bicho que llevarse a la boca.
Cuando se abrieron las puertas me prepare para salir, ya fuera alineandome ante la Sargento esperando instrucciones, o corriendo como un poseso a buscar cobertura mientras disparaba mi morita contra los malditos bichos.

el trabajo había sido exactamente como se esperaba que seria una maraña de hombres luchando por terminar con los objetivos, trato de ayudar en lo que mas pudo y de alguna manera supuso al no escuchar reclamos ni insultos de su oficial que todo habia salido bien, al llegar los vehículos dejo escapar un suspiro, solo había descansado unos 15 min pero era el momento de seguir con su misión.

de nuevo a los camiones y este lugar que comenzaba a verse tan acogedor pensaba Vincent mientras se encaminaba a los transportes reuniéndose se con su grupo para la siguiente parada, según los objetivos de misión la próxima escala prometía hordas de bichos furibundos deseoso de un pedazo humano.

subió al camión sin mayor reparo sentándose junto a su compañero, se acomodo el rifle y se dispuso para iniciar el viaje a la siguiente escala.