Partida Rol por web

Cercados, flanqueados, superados en número, con poca munición, heridos, sin artillería ni Tacs... aquello no podía pintar peor, la colina estaba perdida y era absurdo morir allí si no podían mantener el control sobre la colina.

Miller cambió su visión a normal para poder distinguir los soldados de los bichos y desde la perspectiva que le daba estar subido al techo del Gecko buscó una salida mietras su cabeza bullía con un plan de escape.

[¡Eco retirada! replieguensé hasta los Armored Geckos y abórdenlos, mantengan disciplina de fuego y no den la espalda al enemigo. Cambien a visión normal, cubran a los compañeros y ojo con el fuego amigo, no abandonamos a nadie vivo, ¿entendido? Punto de reunión AZ62, cuando estemos todos nos marcharemos en convoy]

[Táctico, comunique al Alto Mando o a quién carajo nos escuche que abandonamos la colina. Salida por Alfa Zulú 62, trataremos de alacanzar la última posición de contacto con nuestro ejército. Comunique a los Heavy Geckos que abrirán la marcha a modo de ariete, y que los armored gecko recojan a la tropa y que cubran el cielo de los bichos voladores.]

Miller se echó a la espalda la ametralladora pesada y sacó su morita casi con un movimiento reflejo, era más adecuada para esta situación que exigía tanta movilidad. Con una rodilla hincada sobre el techo del blindado comenzóa disparar ráfagas cortas y precisas para cubrir a sus compañeros.

La voz de Miller trató de sonar serena por el comunicador, pero en el fondo de sus palabras se dejaba ver el nervisismo y el peso de la presión, cada vida que se perdería en aquella colina era un nombre más para las noches de insomnio y la situación no podía ser peor.

[A todas las Escuadras, les habla el Sargento Miller. Nos retiramos, repito, nos retiramos. Punto de reunión AZ62, Alfa Zulú seis dos. Mantengan disciplina de fuego mientras se repliegan, aborden los Armored Gecko y cubran a sus compañeros, ¡no abandonaremos a nadie! Dejaremos esta colina en convoy con los Heavys a la cabeza a modo de ariete y trataremos de llegar hasta el último punto de contacto con nuestras tropas]

Las órdenes estaban dadas y eso era lo fácil, ahora había que conseguir llevarlas a cabo...

-Geckos, mantened el supresivo en los aéreos -confirmó Brocheta mientras se disponía a correr hacia el gecko. Estaban encima, y tenían que meterse en los vehículos antes de largarse, tantas horas para conquistar la puta colina, y ahora tenían que dejarla atrás.

Puta vida de la Infantería.

-Nos veremos superados en segundos, el jefe ha ordenado retirada -contestó simplemente a su compañera de cargo- la cosa está muy mal.

Samantha vio venir a esos malditos chinches y se dirigió hacia el gecko en el que estaban sus compañeros, a no ser que hubiera demasiados enemigos, que entonces correría hacia el que estaba más al sur de todos, pues no quería verse envuelta en una marabunta de garras y mandíbulas.

Cuando quiero darme cuenta tengo a todos los bichos encima y ya casi no distingo entre compañero y arácnido con éste modo de visión. Aparte de eso todavía sigo en el suelo y el resto de mis compañeros ya están retrocediendo o por lo menos si son ellos y no son bichos.

Dejo la morita vacía en el suelo y me levanto con mi rifle sujetándolo mientras giro mi cabeza para ver por donde está el Gecko donde descansa mi única posibilidad de salir con vida. Con la mano libre me cambio el modo de visión sin dejar de ver hacia el Gecko y pongo el modo ultravioleta para poder correr a todo lo que mis piernas me dejan pero las mandíbulas de los bichos están mucho más cerca que cualquier otra cosa, incluso ya los siento enterrándose en mi cuerpo aun cuando todavía no lo hicieron y espero no lo hagan.

Durante unos segundos, mis fuerzas habían comenzado a desaparecer, e incluso a punto estuve de perder la consciencia hasta que, de nuevo, los gritos y ordenes comenzaron a llenar mas la colina. Los bichos habían llegado ya y comenzaban a sobrepasar nuestra posición. Era el momento de final.

Con una mirada de reojo, vi todas las granadas que tenía a mi lado, un ultimo regalo si se abalanzaban contra el gecko, pero ahora tocaba disparar y cubrir la retirada de mis compañeros y amigos.

El caos se había desatado, las fuerzas de la federación ante la proximidad letal de una muerte desgarradora habían perdido toda noción de estrategia y corrían hacia el vehículo mas cercano que tuvieran a su alcance a fin de salvar sus vidas. Con ello, el ataque del imperio arácnido se había desatado en toda su expresión, pues ya prácticamente nadie combatía, pues ya solo los artilleros de los vehículos continuaban con la contención supresiva al enemigo, la cual no era suficiente. Así, las fuerzas arácnidas se lanzaron con todo lo que tenían y ello incluía no solo a las fuerzas de choque que estaban enfrentando los infantes sino a un par de contingentes de fuerzas ágiles como Tigers que atacaban desde los flancos sumado a dos contingentes de Ripplers que buscaban tomarles la retaguardia y que eran lo suficientemente rápidos como para cortarles la retirada si fuese necesario.

Pero el problema no había acabado allí. Pues aun si fuera poco estar ya prácticamente rodeados y haber perdido a tres infantes el la refriega actual, desde el subsuelo una nueva amenaza había surgido y ésta amenazaba con sentenciar el destino de todas las fuerzas de la federación allí reunidas. Bichos tuneladores habían surgido lanzándose al ataque contra la retaguardia de la federación causando un súbito estancamiento de las fuerzas e incluso logrando volcar uno de los Armored en los flancos. Pero lo peor no estaba allí, acompañado de aquello, mas adelante en la retaguardia, sobre los limites de la cima de la colina de fuego, el suelo se estaba resquebrajando dando lugar a tres grandes túneles desde los cuales bichos guerreros comenzaban a surgir.

Y así, con todo ello en mente, surgía la pregunta de si había algo que se pudiese hacer, de si había alguna forma de salvar sus vidas y escapar de aquel infierno. Por que para todos era claro que la victoria era un sueño olvidado años atrás.

Dios mio fueron las palabras que se escucharon en el comunicador, las malditas bestias rodeaban a un soldado por todos los francos, la muerte susurraba su nombre y un nudo en la garganta del soldado llenaba de sobrecogimiento su ser.

el soldado ve entre asombro y terror como las malditas chiches se ven mas interasadas en el avance que en destrozarlo y esperado que esto se repite reprime sus instintos un instante antes de correr con todo lo que tiene junto a sus camaradas.

El campo de batalla estaba colapsando, todos los frentes habían caido y además les atacaban también desde el suelo y por el aire. Miller no imaginaba manera posible de salir de asllí pero aun así debían intentarlo, los Geckos eran máquinas duras capaz de arrollar muchos enemigos en su avance y Miller confió en tener una pequeña baza ahí.

El problema era que uno de los blindados estaba volcado y rescatar a los infantes que había dentro era imposible, casi se poodría decir que los posibles rescatadores necesitaban ser rescatados ahora mismo. Miller se odió a sí mismo por mentir a sus hombres pues había dicho que no dejarían a naide, pero la vida de un infante nunca podía valer la de otro u otros compañeros. Era una decisión de mierda pero como Sargento no tenía más opción:

Nos vamos...

Musitó en un susurro, como si no se atreviera a dar la orden. Luego golpeó el techo del Gecko con la bota blindada antes de gritar.

[¡Maldita sea, nos tenemos que ir. Que los Geckos se pongan en marcha ya, es una orden. Intentad que suban todos los infantes que sea posible y nos vamos cagando leches. Los Heavys a la cabeza y fuego a discrección!]

Entre la multitud de la batalla pudo distinguir a muchos que no lo consegurían y quiso pedirles perdón, darles alguna explicación o al menos el consuelo de que habían luchado lo mejor posible, pero no había tiempo para lamentaciónes. Sabía que esta decisión le perseguría por siempre, pero eso era algo de lo que preocuparse luego, si sobrevivía.

Sacando su Lizard Line lo ató al techo del camión para evitar caer del techo con las sacudidas y disparó una ráfada de ira y plomo al gusano que se interponía en la ruta de huida.

[¡sargento Frost suban de una vez a estos malditos cacharros, nos vamos ya! Repito, todos los Geckos se ponen en marcha. ¡Es la última oportunidad para salir de aquí!]

Con esa frase fría y breve, el Sargento Miller condenaba a algunos infantes a la muerte, aunque tal vez estaba salvando la vida de muchos otros. Tan sólo el tiempo lo diría, pero ahora las órdenes estaban dadas. Luego la voz fue sustituida por los disparos, los gritos y la estática en el canal de comunicaciones.

En un futuro, si es que lo tenía, las pesadillas de White estarían pobladas por éste momento, una y otra vez. Cada paso que daba era un compañero muerto, pese a que corría con todas sus fuerzas. Los bichos se les habían tirado encima como una marabunta de hormigas, como una colonia de insectos se lanza encima de una víctima moribunda y que sabe que está en las últimas. Pero aún y todo, esos malditos arácnidos tenían una última baza.

Surtidores de nieve explosionaron hacia el firmamento por detrás de los Geckos, para segundos después, mostrar unos agujeros por donde decenas de bichos salían a rodear el contingente humano. No es que los bichos quisieran recuperar la colina. Los bichos querían MASACRARLOS, querían matar hasta el último de ellos. No querían que sobreviviera ni uno. Su misión, su idea, la única cosa que estaba en la mente de los bichos, de esos putos arácnidos, era matar....MATAR A TODOS LOS HUMANOS.

Ni siquiera tuvo tiempo de sentir miedo. Con un golpe certero cambió la visión de su casco, que parecía seguir malfuncionando, dió un par de fintas para quitarse a un par de bichos de encima y corrió.....de nuevo tuvo la misma sensación que en el fuerte helado, solo que ésta vez no habían paredes de por el medio. Ésta era la puta marabunta que él había visto desde el cielo, y les habían pillado.

El sargento dio una orden. Una orden que Ethan esperó, deseó, quiso con toda su alma poder cumplir. Llegar al Gecko donde Miller estaba y salir de allí cagando leches.

White sólo tuvo tiempo de decir una cosa entre dientes mientras imprimía a sus piernas toda la velocidad de la que era capaz, mientras veía como el Gecko se ponía en marcha y le venía a la memoria la nave en el fuerte y cómo la alcanzó por los pelos....."¡CORREEEEEEEDDDD!"

No podía mirar a los lados, no podía distraerse, como en el fuerte...un paso en falso y sería su último paso.
 

White sólo tuvo tiempo de decir una cosa entre dientes mientras imprimía a sus piernas toda la velocidad de la que era capaz, mientras veía como el Gecko se ponía en marcha y le venía a la memoria la nave en el fuerte y cómo la alcanzó por los pelos....."¡CORREEEEEEEDDDD!"

El Gecko en el que iban Bill y los otros heridos habia sido volcado por un tunelador.

Bill se quito el casco de un golpe.

-A tomar por culo.

Total, con un ojo menos tampoco es que el casco estuviera intacto y seguro que le fallaba, y era el momento de su ultima resistencia. Dispararia a los bichos para que su binomio y el resto del equipo tuvieran tiempo de correr.

-CORREEEEEEEEEEED!

Les grita a medida que ven que pasan. El ya no puede hacerlo. En su estado y con sus heridas solo seria un lastre. No le daria tiempo a subirse al gecko con los demas y quiza alguno tuviera la estupida y valiente idea de intentar ayudarle. Lo que significaria la muerte de su compañero. No.

Retrasara a los bichos tanto como pueda y luego...bueno...El bicho que le pillara se quedaria con hambre.

Algo nos había golpeado, con suficiente fuerza como para tumbar el gecko donde nos encontrábamos. Casquillos y cargadores vacíos habían cambiado de posición a la vez que nosotros. Las troneras por donde había estado disparando contra los arácnidos ahora estaban mirando hacia el suelo, esas no nos servían y las otras solo nos dejarían disparar al aire....esas tampoco solo nos quedaba una acción. 

- Señores como yo lo veo nos podemos dar por jodidos, no había plan de rescate antes...ahora tampoco. Uno que prepare una granada y la tire contra el bicho que nos haya volcado, el otro que suelte una buena ráfaga. Si nos sobrepasan, la puerta y el blindaje deberían aguantar aun un rato.

Un segundo de inspiración y el pensamiento de que aun no habíamos jugado todos los ases en nuestra manga, la ametralladora del techo del gecko. Aun podría funcionar y su potencia de fuego serviría para terminar por lo menos con un par de bichos. Me arrastro hacia la ametralladora y me coloco en posición para empezar a dispararla en cuanto me haga con los controles.

Samantha había notado el impacto de ese bicho, pero le preocupaba más el gusano que había salido entre ella y el gecko. Tenía que llegar a uno de ellos y, con suerte, podría salvarse. No quería quedarse en ese puto planeta helado, tenía que moverse hasta el vehículo con todas sus fuerzas y velocidad que pudiera.

McAllen ya estaba en su vehículo y pudo ver surgir a esos gusanos. Al este tenía uno, uno que podría hacer frente e intentar detener si hacer una escabechina entre los soldados que no se habían retirado todavía; y lo podía intentar detener. Disparó una ráfaga de fuego supresivo con la intención de detenerlo y, así, que los vehículos estuvieran más quietos todavía.

Recolocándome un poco, asiento al resto

Está bien, defenderemos esto como si fuera el álamo. digo colocándome el morita, tumbándome y apuntando hacia arriba por si intentan entrar por las ventanillas

Sentí las mandíbulas rozándome el traje que ya a estas alturas merece un justo cambio por todo lo acontecido, pero sólo lo  podré hacer si llego vivo a la base y teniendo en cuenta que tengo los mismos bichos rozándome la espalda dudo mucho en lograrlo.

Pero me quedan pocos pasos para alcanzar el Gecko y una sonrisa se me esboza en el rostro al pensar que por lo menos si voy a morir lo haré junto a mis compañeros y dando pelea pero todo se esfuma cuando un tunelador levanta al vehículo desde un lado y lo vuelca de un lado quedando tumbado. ¿Qué más Señor? ¿Qué más? Los TAC ya no disparan, los Heavy tampoco lo hacen, el armored volcado y miles de bichos a nuestras espaldas. Dime por favor si nos la quieres poner más difícil para irnos enterando porque dudo que puedan haber más dificultades que sortear. Igualmente corro para meterme dentro del volcado vehículo y desde ahí dentro ver como vamos a hacer para poder salir de aquí con vida. Con mi Hawk ya situada en posición de tiro abro fuego sobre los bichos que nos están flanqueando esperando que caigan y mueran por las balas de la Federación.