Partida Rol por web

Tanta cháchara me cansa. Prepárate Illsifan, le dice a su escudero en Común
Sir Oberest os dará un lección.
El caballero susurra a su montura algo en su idioma.

¡Ese cabrón no sabe con quién se juega los cuartos!, masculla Aelar, al ver que el combate es inevitable.

Después, empulga una flecha y se prepara para disparar en el momento propicio.

- En fin, está claro que con las criaturas de esta zona solo se puede dialogar si están borrachos.

De nuevo se planta delante de los más débiles del grupo adoptando una posición defensiva con el arma en la mano.

- A ver si a tortas entran en razón.

Disponiéndose para hacer frente a aquel engreído, Hadarai adopta enseguida una clara posición de combate.

Boran da un paso adelante y asegura el escudo para recibir la primera embestida.

Varis, que ya se temía lo peor desde hacía rato, desenvaina su espada al tiempo que esta comienza a arder y se coloca delante del mago. Después comenta a sus compañeros:

Si es posible, no acabeis con su vida, estoy seguro de que podría resultarnos útil... Además, al menos nos ha atacado de frente y sin artimañas, aunque sus razones no estén del todo claras. Piensa el paladín mientras sopesa la idea de conseguir información o algún tipo de favor a cambio de su vida: Si no se ha autoimpuesto ese título podría tener peso en la corte del Rey del Río.

Aelar espera a tener una ventana de tiro clara, pero la tensión acumulada durante el intercambio de opiniones entre el grupo y el eladrín hace que sobretense el arco, y la cuerda se rompe.

¡La madre que me parió! ¡Seré idiota!

Aelar jura soezmente, deja caer el arco, y saca las dos espadas.

La flecha de Aelar sale dispara al aire, antes de que el caballero reaccione

Sir Oberest carga, lanza en ristre hacia Boran mientras le reta. Te reto caballero a un combate, solo los cobardes rechazarian tal honor
El caballero asesta un terrible lanzazo al guerrero que lo deja tambaleándose
El escudero observa quieto la carga de su amo.

Y solo un cobarde cargaría a caballo contra un hombre desmontado. No puede evitar soltar Varis con los dientes apretados al ver el tremendo impacto que sufre su compañero de armas.

Aelar se mueve con la velocidad de un relámpago engrasado hacia el caballero eladrín y, al llegar a su altura, lanza dos ataques, uno con cada arma contra el caballo del mismo. Acto seguido, y en lo que parece el mismo movimiento, se aparta del jinete, poniendo distancia.

-¡Maldita sea! ¿Por qué deseais morir tan fervientemente?--exclama Hadarai acercándose lo justo al frente de la batalla como para colocarse estratégicamente.

El mago eladrín realiza unos pases arcanos mientras musita una letanía en lengua élfica e inmediatamente después un brillante estallido de colores centelleantes brota de sus dedos extendidos en dirección al caballero de la lanza.

Los dos espadazos hieren al caballo, que se enfurece por el dolor. La luz creada por Hadarai ciega momentaneamente el caballero.
El escudero, al ver que varios atacan a su amo se acerca hacia la refriega.

- El del honor es mi compañero de aquí al lado, no yo, yo sólo intento proteger a esta gente de tiranos como tú.

Boran, maltrecho como está, da un paso adelante y ataca al jinete, al que intenta derribar de su montura. Sin embargo, el dolor parece distraerlo y el golpe no tiene apenas efectividad.

En ese caso yo aceptaré el honor con gusto... proclama Varis antes de adelantarse y soltar dos rápidos espadazos contra el jinete con menos fuerza de la esperada.

Sureya se adelanta un paso y de su boca surge un chorro de aire que se dirige al caballero, aunque este parece no muy afectado.

- Sois muy parlanchin y poco honorable al enfrentaros a nuestro caballero armado. Si queríais un duelo justo deberíais haber desmontado antes. Vamos a remediar eso.

Musitando una oración levanta su maza y la suelta sobre su enemigo. El golpe produce un estruendo idéntico al de un trueno y el caballero acusa el golpe