Partida Rol por web

Cuando terminaron el gigante asomaba por la colina era terrorifico.

Mientras los tigres se marchaban, antes comunicando que habian visto los suyos a Calista atrapada en una planta carnibora, pero que entre sus pertenencía había un brebaje realizado con el polen de esas plantas, pero estabaís a unos 45 minutos del lugar.

El gigante era impresinante radiaba un cierto poder y terror natural.

Tirar Fuerza de Voluntad a N.O. 20

Y tirar iniciativas sus tres metros son cinco por las enormes zancas.

Tal vez fuera por el cansancio, por las heridas, por vete tu a saber...... cuando tenía esa lanza en mis manos no caí en la cuenta de que no era como la de las estatuas de Ciudad Gris - Tritón.... pues está claro que no me acordaba de este objeto destinado a herir al gigante ese..... - comenté mirando al enano.

De repente, fruncí el ceño y una mirada asesina hacia el enano con unos rayos que apuntaban directamente a sus ojos salieron disparados junto a unas palabritas... - ¡¿¡¿¡¿y ahora sacas la dichosa lanza!?!?!?! ¡llevamos un rato quebrándonos la sesera para idear un plan para arrebatar algo de sangre al gigante...! ¡¿y tu saltas ahora con la solución!? ¿no te da vergüenza esperar hasta el último suspiro para dar con la soluc........ - y de repente Ergala comenzó a hablar en tono alto y oscuro. La miré y dio la impresión de que un aura más que oscura y tenebrosa comenzaba a emanar de su silueta e iba oscureciendo todo a su paso. Tras las palabras de la Dunedain, todo volvío a su lugar y respiré tranquilo - Por todos los valares... hay que andarse con cuidado con la señorita, cuando alza la voz acojona un rato..... - pensé mientras una gran gota de sudor cayó desde mi sien hasta mi mejilla.

Instantáneamente, agarré todo el material necesario para fabricar el enorme arco y me puse manos a la obra. Tras un ratico de trabajo, conseguimos acabar el artilugio que ideó Ergala.

Nos dispusimos a colocar la lanza en su sitio... - Habrá que atarle alguna cuerda o algo a la lanza para atraerla hacia nosotros cuando tengamos la sangre ¿no? o si fallamos que nos dé tiempo a hacer un segundo lanzamiento ¿no?... - comenté mientras me colocaba en posición de hacer uso del artilugio creado - que sepáis que el menda no va a salir corriendo a por la lanza... tanto si fallamos como si acertamos, deberemos de traer la lanza nuevamente hacia aquí ¿no? - comenté antes de hacer nada.....

Me rasque la cabeza en señal de despistado, y me vino un fuerte dolor de la herida que me había hecho el trasgo.

Menos mal que acordé a tiempo, jajaja. Dije sin mucho énfasis.

Mire hacia donde venía el gigante, solamente el sonido que emitía en sus pasos asustaba a cualquiera,un sudor fría recorría mi frente, mezclándose con la sangre que ya estaba en ella.

Lo mejor para recoger la lanza sería dormirle, pero necesitaríamos aquello a por lo que la chica, y si los tigres no se equivocan puede que no la volvamos a ver.

Debemos asegurarnos bien de lo que vamos a hacer, no creo que tengamos muchas posibilidades de repetir en el caso de que fallemos.

Los pasos del gigante sacudían nuestras cabezas y el terror comenzaba a ser visible, si nos veníamos abajo, este podría ser el fin de la hermandad, y cada vez parecía más real, mis compañeros no podían soportarlo mucho más, tenía que intentar hacer algo a la desesperada.

"Me acerqué a un árbol y comencé a recordar la canción había leído en mis tiempos de estudio, la verdad que hacía muchísimo tiempo que no la ponía en práctica y no siempre me salía bien, pero no me quedaba otra opción que intentarlo"

Quizá a mis compañeros también le sirva la canción para tranquilizarse, el hechizo requería de tener el objetivo a la vista y una concentración más que perfecta, cualquier despiste o contacto conmigo haría que el hechizo fracasase.

Me arrodillé y con la mirada perdida empecé a entonar la canción, no podía saber si iba ser efectiva o cuanto duraría, lo demás dependería de mis compañeros.

La suerte ya estaba echa.

Ante Nosotros aparecía una montaña andante, todos dependiamos de conseguir un poco de esa sangre para quitar la maldición en el barco.

La suerte estaba echada, todo se iba a decidir en unos instantes... un nerviosismo que jamás había sentido comenzó a recorrer mi espalda hasta llegarme a la nuca y di un fuerte repelús - Que sensación más extraña... ¿está La Hermandad en sus últimas? o.... ¿es el gigante ese que me tiene cojonao? la verdad es que impone su silueta, pero lo único que hay que hacer es arrebatarle un poco de sangre y con la idea que ha dado Tritón puede que sea algo más fácil - pensé mientras observaba como la Duneain se arrodillaba junto a uno de los árboles y comenzaba a entonar una bella melodía.

- La ferocidad de esta muchacha se ha convertido en dulzura y serenidad... - el ambiente comenzaba a relajarse un poco y el escalofrío que me recorrió hace unos instantes cesó. Una paz, serenidad y tranquilidad ganó terreno al nerviosismo de hace unos segundos y las dudas se comenzaron a disipar - Preciosa melodía la de Ergala.... todo va a salir bien y vamos a salir victoriosos en nuestra misión de librarnos de este maleficio... - pensé mientras me preparaba para lo que venía en nuestra dirección, pero gracias a Ergala, con una sensación de victoria segura.

Antes que lance Ergala el conjuro ataco al gigante par llamar la atención de este y se ponga a tiro con la lanza.

#Asalto 1

El Día había comenzado, no así para casi los cuerpos de cuarenta Trasgos, el huargo y el Orco, el lugar era desolador, unos pasos hacían retumbar el lugar Gond-Dolen el señor de las rocas ocultas asomaba por la colina.

Para entonces el tigre blanco y los mal heridos tigres de la camada se marcharon, no antes sin ofrecer su ayuda para salir del lugar.

El lugar estaba silencioso solo se escuchaba el ruido necesario para elaborar un medio para lanzar la ballesta a Gond-Dolen.

De la colina se vio emerger la cabeza el dorso y el resto del cuerpo paso a paso.

Algunos compañeros de la Hermandad terminaron cohibidos solo por la presencia de la montaña andante.

Estaba la herramienta preparada para lanzar la flecha cuando el gigante vio la desolación del lugar y fijo la mirada en vuestra posición Para entonces Sam comenzó a recoger unas piedras y lanzarlas con su Honda, estas impactaron en la mole pero al chocar en la dura piel rebotaron como si chocarán contra un muro de pura roca.

Ergala sabiamente intento después de la acción de Sam tranquilizar a la mole andante con su cántico.

Apenas el conjuro impregno a Gond-Dolen este duro un segundo, pues las defensas Arcanas del Señor de las Rocas Ocultas se activaron.

Ergala se quedó observando lo que sucedía, enseguida comprobó que el Señor de las Rocas Ocultas era un ser más especial de lo que se creía.

Tenía una especie de don que anulaba los conjuros, parecía el guardián perfecto.

Gond-Dolen (ha perdido la acción mayor usando su don) y usa su acción menor en coger una enorme y pesada Roca.

La situación parece complicarse algo más.

Triton puede en este asalto tirar de nuevo Fuerza Voluntad con +3

a Malleus le queda tres turnos para poder hacerlo.

Ergala además de notar que ha disipado el conjuro ve detrás vuestra que el sol se alza sin problemas y el camino de retaguardia esta despejado.

Tras lanzar Triton II fuerza voluntad y Malleus quedarle tres asaltos para hacerlo de nuevo.

Comenzaremos el segundo turno.

También has visto a unos 100 metros detras vuestra un pequeño agujero en la panza de la montaña de donde estais pisando, pero es muy pequeño apenas cabría un hobbit joven.

pero con el coste de un punto de coraje se podría ampliar la abertura un poco más.

en caso de buscar protección tal vez os serviría.

Acabábamos de montar la aquel invento que nos permitiría lanzar nuestro último recurso cuando entro en escena aquel enorme y monstruoso guardián, fue tal el impacto que causo en nuestro querido Hobbit que solo a él se le ocurrió lanzarle unas piedrecitas. No podía creer lo que veía, era cierto que con los trasgos había funcionado de las mil maravillas sus lanzamientos, pero ahora nos enfrentábamos a un enemigo que nada tenía que ver con los anteriores.

Una vez terminada la actuación del mediano, entro Ergala en acción, con un cántico intento apaciguar al gigante pero poco le sirvió aquello, su poder le permitía pasar desapercibido el hechizo de la poderosa Dunedain.

Al ver que Malleus estaba algo petrificado por lo que teníamos delante, decidí echarle valor y estirar de la cuerda que habíamos creado, solo tendríamos una oportunidad, no podía fallar.

Me quedé observando el horizonte para estar preparado para lo que se nos vendría encima y poder acabar pronto con la misión, pero al ver como asomaba la cabeza seguido por el torso y un rato después el resto de las extremidades inferiores, una enorme punzada me atravesó desde el pecho hasta la espalda

Intenté echarle una mano al enano al ver como comenzaba a tensar la cuerda para lanzar la lanza, pero algo no iba bien... mis brazos se quedaron sin ningún tipo de sensación táctil, mis dedos no respondían a mis ordenes y mis brazos quedaron totalmente rígidos. La inmensa imagen de aquella cosa aproximándose hacia nosotros, el cansancio acumulado por la batalla, el saber que mi maravillosa espada iba a sernos inútil en un momento tan crucial.... todo se me juntó y quedé a merced del destino que los valares me hubieran deparado - Parece ser que Tulkas ha pensado que mi sitio está junto a él.... - pensé al ver como se acercaba esa mole a pasos agigantados (nunca mejor dicho).

Cuando empecé a cantar la mirada del gigante pareció apaciguarse, pero para mi sorpresa sólo duró un segundo -No puede ser, ha fallado. 

Me levanté corriendo del árbol y me desplacé donde Tritón y Malleus sujetaban la cuerda "El hechizo a fallado, es inmune a la magia, os ayudaré con el lanzamiento, con los tres seguro que apuntamos mucho mejor, pero aún voy a intentar algo más, está cogiendo una roca, como nos dé estamos perdidos"

Eché un vistazo a la zona de debajo del gigante mientras recogía la piedra, podrás ser inmune a mis hechizos criatura, pero no al terreno natural.- fijé la vista y dirigí el hechizo (Invocar grietas) intentando que cayera y el pedrusco le cayese encima o desestabilizarlo para que no pudiese lanzar el pedrusco.

"He visto a unos 100 metros detras nuestra un pequeño agujero en la panza de la montaña de donde estamos pisando, pero es muy pequeño apenas cabría un hobbit joven, aún así podríamos hacerlo más grande, si falla el plan corremos hacia allí, quizá podamos ponernos a salvo"