Partida Rol por web

La Larga Búsqueda: In Vitae Veritas

Roma Nocturna

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31/03/2014, 17:38
El Narrador

Hakan pasó otro tanto recorriendo las calles del burgo en busca de una nueva presa y de pronto le pareció estar caminando en círculos, desorientado por los sinuosos callejones, tan opresivo en comparación con la plenitud de los bosques del norte por donde había transitado por primera vez tras más de un Siglo de Letargo.

Admitió que se había extraviado y sabedor de que ya llegaba tarde al encuentro de sus camaradas tuvo que preguntar por la señas del Coliseo. Una vez la barrera de casas desapareció pudo divisar en la lejanía el colosal monumento.

Apretando el paso se encaminó hacia allí y al llegar, casi una hora más tarde según la posición de la luna, se encontró con Rodrigo, el criado de Rosalía que esperaba en soledad.

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31/03/2014, 17:46
El Narrador

- Las pruebas de la Diablerie de Cayo Marco por vuestra mano son más que evidentes. Ese no es un hecho que esté en tela de juicio. Dejó de estarlo en el momento en que se decretó una Caza de Sangre contra vos -explicó Hugo.

-No obstante deberíamos dejar que se explique -señaló Massimo-. Ha pasado mucho tiempo y no es la primera que erramos en una acusación... Hugo.

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31/03/2014, 18:25
Rosalía Caeiro

-Os lo agradezco, pero por mucho que lo desee no puedo explicar nada -volvió de nuevo el rostro hacia Massimo-. Mis recuerdos me han sido arrebatados. No tengo memoria de nada, excepto de mis primeras noches... -añadió confiando en que su Chiquillo supiera a qué se refería-. Pero sé que no diabolicé a Cayo Marco. Es mi Sire, jamás le haría daño -concluyó sin dejar de enfrentar a Massimo.

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31/03/2014, 18:40
El Narrador

-Amnesia... Qué conveniente -dijo Hugo-. Entonces bien pudisteis asesinar a vuestro Sire y no recordarlo. ¿No es así? ¿Tampoco recordabais que estabais proscrita en esta ciudad?

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31/03/2014, 18:46
Rosalía Caeiro

-No recuerdo nada -respondió tajante girándose hacia Hugo-. Podéis preguntar a Thomas Daister, él sabe que digo la verdad. ¿Cuál es la razón de este interrogatorio, si ya estoy condenada?

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31/03/2014, 18:51
El Narrador

-¿Thomas Daister? El Ventrue. Hace mucho que no visita Roma-dijo Hugo-.

-Os interrogamos de cara a la vista de mañana... Allí... Podéis solicitar la revisión de vuestra condena dado el tiempo transcurrido y cierto hechos que...

-Que ya le serán comunicados por quien deba defenderos... Massimo. Esa no es nuestra competencia -le interrumpió Hugo.

 

- Tiradas (1)
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31/03/2014, 19:03
Rosalía Caeiro
- Tiradas (1)

Notas de juego

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01/04/2014, 09:47
El Narrador

La voz de Hugo al referirse a Thomas parecía ocultar una mentira. Además, por lo que había escuchado tras ser estacada, ella sabía que el propio Thomas la había delatado.

Sin duda Massimo parecía haberla reconocido y estaba forzando las cosas para ayudarla. Había un tono de preocupación subyacente en sus palabras.

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01/04/2014, 09:43
Håkan den Svarta

Hakan se sorprendió de ser el primero en llegar, puesto que se había tomado mucho más tiempo del necesario y del que esperaba en resolver sus cuestiones alimenticias. Para colmo de males, ni siquiera se sentía medianamente saciado. No es que aquello fuera a afectar a su humor (ya de por sí algo resentido), pero distaba mucho de ser una situación idílica.

Recordó, por otra parte, conforme se dirigía al punto de encuentro sus pasadas desventuras en Roma como vampiro. Había acudido, junto a los demás, como Francesco Romani. Y, si mal no recordaba, había tenido lugar no muy lejos del Coliseo, en una villa alquilada por Rosalía, una fiesta que había terminado de forma funesta.

Quizá incluso el taimado y poderoso Marconius, padre de una extraña línea de sangre, siguiera pululando por la ciudad. Desechó tales pensamientos, por innecesarios e inútiles en aquel momento, y se encontró con el caballero español.

-Me sorprende ser el primero en llegar. No esperaba que Astrid fuera puntual, pero de Rosalía es más extraño.

Tomó asiento en un banco cercano, con la capucha aún sobre la cabeza.

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01/04/2014, 11:20
Rodrigo

-Lo cierto es que es muy extraño -dijo el criado-. Temo que algo le haya pasado.

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01/04/2014, 11:27
Håkan den Svarta

Su mutismo fue bastante elocuente. Roma ya era una ciudad peligrosa sin un Thomas Daister enemistado con ellos. Tanto más siendo esa la situación. Y los Tremere extendían sus sucias zarpas por toda Europa. Chasqueó la lengua pausadamente y palmeó su rodilla.

-Esperaremos un poco más antes de considerar que lo peor ha ocurrido. Quizá sencillamente ha tenido mala suerte en su cacería y se está demorando algo más de la cuenta. 

Pero lo cierto era que más de dos horas de cacería era mucho tiempo incluso para ella. Mejor sería asegurarse. El Gangrel gruñó, poniéndose en pie.

-Aguarda aquí a mi regreso. Intentaré dar con ella a vista de pájaro.

Se alejó y ocultó en lugar seguro para llevar a cabo la transformación. Ahí donde estaba Hakan, apenas tres segundos después había un enorme cuervo que alzó el vuelo.

Notas de juego

En fin, pues a sobrevolar las calles de Roma en busca de Rosalía.

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01/04/2014, 17:05
El Narrador

Hakan sobrevoló la villa en su córvida forma. Sus ojos ahora amarillos, saltaban de una esquina a otra, acostumbrados a buscar presas con la que llenar el buche, buscando ahora a su compañera. Tras varias pasada no logró divisar a la Toreador. De entre las escenas de la Roma nocturna vio a un hombre caído en un portal, con una herida en el pecho. También observó a dos hombre cargar con un cadáver por entre las calles en otra zona. Y junto al Coliseo vio a Astrid llegar y hablar con Rodrigo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasta uno de Sangre para transformarte

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01/04/2014, 17:38
Rosalía Caeiro

-¿De veras, Hugo? -fingió sorprenderse-. Entonces mis captores están confundidos, pues hablaban de Daister como mi delator -en realidad tan sólo mencionaron a un inglés, pero la mentira de Hugo Darilio confirmaba sus temores.

Si sólo Massimo estuviera allí... Pero con el Ventrue delante y los ojos vendados le era imposible la más leve comunicación con su Chiquillo. Tal vez si Hugo llegaba a perder los nervios tuviera una oportunidad de quedar a solas con Massimo...

-¿Quién os designó para mi interrogatorio? -preguntó hacia el Ventrue con una media sonrisa-. ¿Sois amigo del Príncipe, quizás? Sinceramente, esperaba otra cosa de la corte de Roma.

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02/04/2014, 10:15
El Narrador

-¡No estáis en la mejor posición para juzgar la venerable Corte de esta ciudad, Señorita! -bramó Hugo.

- Tiradas (1)
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02/04/2014, 10:22
Rosalía Caeiro

-Si no queréis que la juzgue dejad de ridiculizarla -respondió viendo que había mordido el anzuelo y sabiendo que su serenidad lo alteraría aún más-. No estáis a la altura de esta ciudad, Hugo Darilio, yo de vos probaría suerte en algún Principado menor.

Notas de juego

¿Tiro algo?

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02/04/2014, 17:38
El Narrador

Como osas! -exclamó Hugo antes de cruzar la cara de Rosalía con el dorso de su mano.

-Hugo, tranquilízate - intervino Massimo-. Ha sido una noche dura para todos y pareces hambriento. Deja que yo trate con ella. Si pierdes los papeles beneficiaras a su defensa.

-Está bien -dijo más tranquilo-. Disfrutaré viéndote arder, asesina -anunció antes de salir. 

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02/04/2014, 23:09
Rosalía Caeiro

Recibió la bofetada que ya esperaba con un leve gemido y sin responder a la provocación de Hugo aguardó a que la puerta se abriera y se cerrara para encarar a su Chiquillo.

-Quítame esta venda, Massimo -suplicó-. No usaré poder alguno contra ti, te lo prometo. Déjame verte una última vez.

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03/04/2014, 09:44
Massimo

Tras sus palabras hubo un silencio que pareció acompañar a la duda de Massimo.

Te creo -dijo al fin. Entonces Rosalia sintió una manos que la liberaban de la venda que impedía su vista y cuando el velo cayó pudo contemplar a su Chiquillo, con su imagen perpetuada por el poder de su propia Sangre-. No he podido olvidar esos ojos. 

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03/04/2014, 10:19
Rosalía Caeiro

Rosalía contempló al fin el rostro perfecto de su primer Chiquillo, su primer amor, su primera pérdida. Sintió que se perdía en esos rasgos impecables como ante el más hermoso de los monumentos, y antes de caer en el ensimismamiento se apresuró a decirle aquello que llevaba siglos deseando.

-Ni yo esos... -dijo con una sonrisa sincera pero triste-. Lo siento tanto, Massimo... Alejarme de ti fue el mayor error que he cometido desde que nací a la noche. Nunca te he olvidado y nunca me he perdonado. Perdóname tú, antes de que el sol me convierta en cenizas, y al menos podré morir tranquila.

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03/04/2014, 10:42
Massimo

-No digas eso -le pidió acariciando su mejilla con voz desgarrada-. No vas a morir. Encontraremos la manera de que salgas de ésta.