Partida Rol por web

La larga búsqueda

Constantinopla 1080

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01/05/2012, 00:58
Cayo Marco Filocalo

"Quedamos largo tiempo atónitos, dudoso sobre lo que la tabla representaba, cuando se acerco un hombre ya viejo y nos dijo:
    "No sin motivo, señores, que sois peregrinos en este mundo, dudáis del sentido de esta pintura, porque muchos entre los mismos naturales, no la entienden ni saben lo que es: no fue donde esta ciudad. En tiempos pasados un extranjero, cuyas obras y palabras daban muestra de que era sapientísimo, y de que seguía las enseñanzas de Pitágoras o de  Parmenides, vino aquí y consagro Saturno este templo y esta pintura"
.

Con su elegante timbre, mesurado tono y dicción clara y perfecta del antiguo latín, la voz de Cayo resonaba entre los muros blancos del palacio, vertiéndose hacia el patio interior a través de los arcos de las ventanas que se abrían a la cálida noche de Constantinopla. "hē Polis", La Ciudad, a la que Rosalía había llegado hacía apenas un mes. 

La voz de su sire se empeñaba en la lectura de un códice viejo y acartonado que, según le había dicho, contenía varios diálogos de Platón. Ahora le leía uno de sus favoritos: el Fedón.

"- Por los dioses, si no  tienes grandes quehaceres, explícanos su alegoría.
- Amigos míos, lo haré gustoso, pero quiero que sepáis que hay en ello grave peligro.[…] Si estáis atentos y comprendéis lo que os diré, seréis discretos y felices; de no, quedaréis desventurados, sin doctrina, y se os amargara la vida; porque, esta historia  es semejante al enigma  que proponía la esfinge  a los viajantes: quien lo entendía, pasaba sin obstáculo; al que no lo llegaba a comprender  le devoraba la esfinge: aquí acontece igual. La indiscreción es la esfinge que propone a los hombres problemas parecidos. Les muestra lo que es bueno en la vida, lo que es malo,  y lo que es ni bueno ni malo.  El que no lo entiende, muere a  manos de la imprudencia; y no de una vez como el que fue comido por la esfinge, sino va sucumbiendo en todo el trance de su vida, como los que son condenados a perpetua cárcel. Mas sucede todo lo contrario al que lo entiende,  porque entonces la imprudencia muere, el hombre  queda en salvo, y llega a ser dichoso y afortunado por la vida. Estad por consiguiente atentos, y con la inteligencia pronta para que me entendáis".


En aquel mes que la joven castellana llevaba en Bizancio, Rosalía apenas sí había salido del palacio y entrado en contacto con algunos semejantes. Marco la protegía de hasta del roce del viento y, como le había explicado en una ocasión en que discutieron, deseaba que la joven fuera conociendo poco a poco el mundo al que ahora pertenecía. Uno que, según le había dicho, era en extremo complicado y, en ocasiones, peligroso.

La voz del romano llevaba a oídos de su tesoro ibérico la sabiduría de los antiguos griegos. 

"- Dispone a relatárnoslos, sabiendo que somos personas que escucharan atentas, con cuidado y solicitud,  persuadidos del riesgo y gran quebranto a que nos exponemos.
- ¿Veis ese cerco? -dijo tomando una vara en sus manos y señalando hacia su pintura.
- Si le vemos.
- Primeramente sabed que ese lugar se llama la  Vida, y que la multitud que se junta a la puerta ha de nacer y venir a este mundo. El anciano puesto arriba y que lleva un papel en la mano, y que con la otra parece querer  enseñar algo se llama el Buen Genio: señala a los que vienen a la vida lo que les conviene hacer, y les muestra la senda por la que han de caminar, si quieren lograr prosperidad y salud en el decurso de la existencia.
- ¿Qué camino pues, les manda tomar, y de que modo portarse?
- ¿No ves tu junto a la puerta aquella silla, precisamente en el sitio por donde  ha de pasar la multitud, y sentado en ella a un mancebo de muy buena presencia, de figura seductora, con un vaso en la mano? […] Este se llama el Engaño, porque sólo dice mentiras para cautivar a todos los hombres. […]¾ Brinda con un brebaje a cuantos entran en la vida.[…] El brebaje del Error y la Ignorancia. […] Después de haber esa bebida, entran en la vida.
- ¿Y beben todos del error?
- Todos beben: unos, más; otros, menos. ¿No ves tu después de esto, de puertas adentro, una gran multitud de deshonestas heteras  tan varias de aspectos?
- Sí, se las ve.
- Pues se llaman así: Opiniones, Codicias, Deleites. Cuando la multitud entra, van a su encuentro, abrazan a cada uno, y se les llevan consigo. Unas, a su salvación; otras, a su perdida por el  Engaño.
- ¡Ah varón eminente, cuan peligrosísima bebida!" 

 

 

Notas de juego

Hasta nueva orden, como esto se refiere únicamente a Rosalía, marca todos tus mensajes "sólo para el director"

 

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01/05/2012, 01:11
BacilusInfernus

La puerta se abrió de repente al fondo, interrumpiendo el discurso de Marco Filocalo, que levantó la vista un instante y saludó con cordialidad a Furio, un sirviente que, por lo que Rosalía sabía, llevaba siglos con el romano y que, entre su inexpresividad y frialdad, mostraba una total lealtad Marco.

 

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01/05/2012, 01:15
Furio

Mi señor. Cuando consideréis, todo está dispuesto.

Dijo Furio con voz profunda. Él era diferente al resto de sirvientes: grande, fuerte y de maneras excesivamente directas y resolutivas. En alguna ocasión había estado pendiente de Rosalía, y no había sido extraño que, en alguna recepción en el palacio de su sire, Furio hubiera estado excepcionalmente pendiente de ella. Sin duda por mandato de Marco.

 

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01/05/2012, 01:17
Cayo Marco Filocalo

Marco asintió y demandó espera a Furio con un gesto de la mano. Su atención volvió al libro. En más de una ocasión le había explicado que consideraba una responsabilidad inexcusable hacia ella formarla adecuadamente en los saberes de la antigüedad y en los caminos en que los sabios cristianos entendieron ese saber y lo usaron para mejor explicación de la verdadera doctrina.

"- ¡Ah varón eminente, cuan peligrosísima bebida!
- Pues sábete  que todas prometen llevarle a mejor termino, y por el camino de una vida llena de bienaventuranza  y prosperidad . Mas como ellos bebieron el  Error y la Ignorancia  en manos del  Engaño, no atinan con la verdadera dirección de la vida. Andan desorientados, corriendo al acaso en pos de estas mujeres, como tu puedes ver, vagando los primeros de un lado a otro.
- Todo lo veo; pero ¿quién es la mujer aquella que parece media ciega y así como loca y que esta de pie sobre  una bola de piedra? 
- Llámanla  la Fortuna y es no solamente ciega y loca, si que también sorda.
- ¿Y  de qué se ocupa?
- Pasear  por do le  cuadra, privando a unos de lo suyo para darlo a otros, para  a  su vez  quitárselo, pues tal es su inconstancia. Su postura y actitud evidencian su inclinación y costumbres.[…] Lo evidencia al estar de pies sobre una bola de piedra.
-  ¿Pues  qué  significa?
-  Que sus dones no son firmes ni estables pues sobrevienen grandes decepciones si fiamos en ella .
- Y todo ese gentío que la rodea, ¿qué  pretende de ella, cómo se  llama?
- Todos son los Desconsiderados,  cada uno de los cuales quiere lo que ella tira.
- Pero, ¿por qué no conservan todos el mismo semblante, y por qué unos parecen regocijarse, mientras otros tienden  tristemente las manos?
-  Los alegres recibieron de la  Fortuna,  y le llaman  buena: los otros que parecen llorar y tender las manos, ven perdido lo que primero les dio, y la llaman mala.
- ¿Que cosas son, entonces, aquéllas que da, y que  tanta alegría causan a los que las reciben?
- Cuanto el vulgo tiene por bueno: opulencia, gloria, linaje nobiliario, familia, poder, reinos y cosas por el estilo.[…]"

Tras tan largas horas escuchando lo que su sire consideraba importante de los sabios del pasado, la chiquilla encontraba estimulante el canto de los grillos en el patio, el veteado de los mármoles del pavimento y hasta fino trabajo de la madera de los muebles.

- Rosalía, harías bien en escuchar estas cosas que de las que te estoy hablando -le dijo en perfecto latín clásico-. No son cosa menor. Créeme que muchos ambicionarían semejante claridad heredada a la hora de ver el mundo y sus falacias.

 

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01/05/2012, 11:21
Rosalía Caeiro
Sólo para el director

Rosalía, recostada en un diván, se había propuesto en un principio escuchar atentamente las lecturas de Marco, pero después de un rato había sido incapaz de seguir el hilo, pues en el palacio de su sire había tantas otras cosas con las que distraerse... Aunque después de un mes ya empezaba a conocerlas todas de memoria.

Después de algunos vanos intentos por recuperar la concentración en sus palabras se había deleitado escuchando simplemente su voz, firme pero hermosa, dejando a un lado el significado de lo que decía, pero incluso eso había acabado por aburrirle.

Cuando Furio entró en la estancia sonrió, creyendo que eso daría la lección por terminada. Pero se equivocaba: Marco nunca terminaba una lección antes de tiempo. Esa última lectura se le hizo a la joven Toreador larga y pesada, y sus ojos se desviaban irremediablemente hacia las ventanas abiertas mientras su mente salía por ellas y se imaginaba el exterior, con el que muy poco contacto había tenido desde su llegada.

Sí escuchó el último consejo de su sire, y ante sus palabras no pudo más que suspirar.

-Pero, Marco... ¿De qué me sirve estudiar cómo es el mundo si no puedo verlo y sentirlo...? -se incorporó en el diván y se sentó para mirar al romano con la cabeza apoyada graciosamente sobre las manos-. No entiendo las cosas que escribe ese Platón porque yo apenas he llegado a cruzar la puerta de ese cerco llamado Vida, más que para pasar de la casa de mi padre en Compostela a vuestro palacio aquí en Constantinópolis... Quisiera salir, pasear, hablar con otras gentes aparte de vos y vuestros criados... O al menos... Invitad a alguien, dad un banquete, traed amigos, y músicos, dejadme conocer un poco lo que hay más allá de estas paredes.

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01/05/2012, 14:35
Cayo Marco Filocalo

Marco la miró en silencio, paciente, y finalmente sonrió. 

- ¿Y te crees capacitada para enfrentarte a ese mundo? Te lo he dicho muchas veces, no es como tratar con… mortales. Es difícil y complicado. Exige mucho más al espíritu. Y dime, ¿cómo puedo yo estar tranquilo sin tener la seguridad de que has atesorado la suficiente sabiduría como para salir airosa? -cerró el libro con el gesto de un suspiro-. Escucha estas cosas, por favor. El mundo es muy confuso fuera, pero el conocimiento, la sabiduría… Dios. Eso nunca cambia. Ten siempre presentes estas palabras, te lo ruego. 

Marco se levantó y se acomodó el manto sobre los hombros. La miró desde arriba y esbozó una sonrisa.

- Sé que muchos te admirarán y enloquecerá por ti, y he de prepararte.

Se encaminó hacia la puerta, donde Furio aguardaba. Se giró y le dijo elevando la voz de buen humor.

- Quizás tengas razón. Volveré esta noche con algunos amigos y podrás departir a gusto con ellos. 

 

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01/05/2012, 15:00
Yurev Krecenko

-Dime, ¿cuántas posibilidades hay de que alguien como tú se encuentre con alguien como yo? Supongo que bastantes si vamos a Constantinopla… ¿Quién no va a Constantinopla en estos días? 

El gitano se adelantó unos pasos por la calzada y se entretuvo en echar un vistazo a los alrededores. A aquellas horas de la noche no se movía nada más que el aire. El muchacho, apenas debió llegar en vida a los diecisiete o dieciocho, aguzó el oído con gesto expectante.

- Si te paras incluso se puede escuchar el mar. ¿Sabes lo que eso significa? ¡Que estamos cerca, gaje! … No - volvió a decir el gitano poniéndose a su altura en una sucia parodia de griego-. ¿Sabes qué es lo increíble? Que alguien como tú se encuentre con alguien como yo en mitad del camino. ¿Donde están tus caballos y tus sirvientes, señor? O eres muy pobre o muy desgraciado… Pero créeme, tus compadres ventrue no se harán muy buena impresión de ti entrando así en la ciudad. 

Menos mal que vienes conmigo, gaje. Yo sé hacer. 

 

Notas de juego

Este mensaje inicia una lista que son sólo de Francesco, su llegada a Constantinopla. Así que márcalos "sólo para el director" hasta que yo te indique. 

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01/05/2012, 15:06
BacilusInfernus

Desde que recibiera el mensaje de su sire Francesco había caminado sin descanso en dirección a Constantinopla. Habían sido meses de duro camino, alerta y vigilancia, y sobre todo paciencia. Ante el monótono caminar, toda carretera parece larga y eterna, más aún las bizantinas, que por la omnipresencia del nombre de Constantinopla hacen que parezca que nunca se llega. 

Las preocupaciones y dudas se agolpaban en su cabeza, pero desde hacía un par de días estaban constantemente interrumpidas por el parloteo del gitano. Apareció una noche en su campamento, así que él se encontró con Francesco, y desde entonces habían caminado juntos. Yurev, había dicho que se llamaba, y decía que iba a Constantinopla. El por qué no lo sabía, pero no creía que para nada bueno. 

Al menos tenía algo de conversación antes de llegar a Constantinopla. 

 

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01/05/2012, 15:29
Rosalía Caeiro
Sólo para el director

Rosalía mostró una gran sonrisa, se levantó y se acercó a él para despedirle con un beso.

-Gracias, Marco. Me portaré bien, ya lo veréis. No tenéis por qué preocuparos.

Cuando el sire salió y ella se quedó sola, comenzó a tararear una cancioncilla alegre y se acercó a una ventana para mirar el exterior. Pero después de un rato regresó a su diván, tomó el libro que Marco había estado leyéndole y lo abrió, dispuesta a estudiar todas esas cosas tan fundamentales que decía.

Si Marco ve que sigo sus consejos y aprendo todo lo que necesito, pronto me dejará salir y hacer lo que me plazca. Todo este lujo está bien, pero él me prometió libertad y esto no deja de ser una jaula de mármoles y oro... No, se preocupa por mí, eso es todo... Le he dado algunos disgustos, a partir de ahora seré mejor discípula, se propuso mientras comenzaba a leer tan complejo texto.

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01/05/2012, 15:54
Francesco Romani
Sólo para el director

Aunque en verdad un hombre como Francesco, a quien pesaba la soledad prolongada, agradecía la compañía del gitano. Sobre todo porque le divertía, y tampoco llevaba consigo gran cosa como para temer que el muchacho le robara. Al menos su parloteo lograba apartar sus pensamientos de Jeliel y su misterioso mensaje. Por fin resolvería ese misterio, pues Constantinopolis no quedaba lejos, como Yurev había indicado. 

Su ánimo aumentó un poco y sonrió, sin dejar de caminar, con una mano apoyada cómodamente sobre el pomo de su espada bastarda. 

-Si te soy sincero, no sé mucho de azares y posibilidades; pero la suerte no me ha acompañado en demasía. Ni sirvientes ni caballos tengo desde hace mucho, y algunos sobrinos míos estarán despellejándose a base de bien disputándoselos. O sobrinos-nietos, ya no sé... Pero por mis compañeros Salubri no te preocupes demasiado. No somos muchos, y no destacamos que yo sepa por nuestras riquezas. 

Echó un vistazo a su alrededor con media sonrisa. Aunque a veces resultase aburrido, le gustaba viajar. Y observar los paisajes nocturnos con sus ojos vampíricos. 

-¿Hace mucho que eres un Vástago, Yurev? Pareces saber mucho de los nuestros. ¿O es sólo que eres muy seguro de ti mismo? ¿Un poco arrogante, quizá? -bromeó el milanés con una afable y divertida sonrisa. 

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02/05/2012, 11:10
Yurev Krecenko

El rom le miró con media sonrisa. El muchacho tenía el pelo largo, negro, brillante y sucio; y con un pañuelo rojo anudado a la frente mantenía los mechones rebeldes lejos de sus ojos. Atezado, su rostro era proporcionado y bien parecido, quizás con algunos rasgos un tanto afilados que daban muestra que no era el suyo un atractivo inofensivo o vacío de genio: la línea de los pómulos marcada, las cejas apuntadas sobre unos castaños agudos y una boca amplia. Quedaban en su rostro sombra de barba espesa huella de su mortalidad. 

Se vestía con sencillez: una túnica blanca con cuello bastante abierto que evocaba cierto regusto oriental, unas calzas holgadas de lana y unas sencillas botas de cuero blando. Todo demasiado usado, viejo y sucio. Desde luego parecía que llevaba muchos años andando por los caminos. Una nota de color, y como concesión a la vanidad, daban algunos colgantes y pulseras poco valiosos.

- No sé cuanto tiempo llevo. Tampoco importa. Y saber de los nuestros tampoco sé cuanto sé; sólo sé lo que todo el mundo sabe y lo que considero que hay que saber, pues lo que todo el mundo sabe es que entre los nuestros nadie dice nunca lo que sabe - le miró con media sonrisa levantando el mentón apuntado por el asomo de barba- Pero seguro que tu sabes más gaje… Tienes pinta de viejo, o pinta de triste. Todos los viejos se ponen tristes y los tristes se vuelven viejos. Jajaja… ¿Eres un peregrino que busca descanso en Constantinopla? Te sorprendería saber lo fea que es bajo su vestido de seda… 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Ocultar pensamientos

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 9, 3, 1, 8, 10, 8

Éxitos: 3

Notas de juego

Puedes hacer una tirada de percepción+empatía

Por cierto, he visto tu ficha y creo que has seguido el modelo antiguo, ya que las habilidades no se corresponden con la ficha nueva. 

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02/05/2012, 11:26
Giorgios

Después de que Marco y Furio abandonaran la estancia, Rosalía quedó a solas empeñada, en la medida en que se lo permitió su viva imaginación, en la lectura del Fedón. Sin embargo, al poco, el mensaje comenzó a diluirse entre sus fantasías y las letras comenzaron a ser signos vacíos sobre el papel. No le decían nada. Completamente fuera de la lectura se distrajo en la contemplación de los más nimios detalles de la estancia. Pero no eran nimios. En su vieja casa nunca hubiera soñado con estancias como aquellas, con ricos mármoles y muros decorados como lo estaba aquel salón. 

La puerta entonces se abrió y apareció Giorgios, el viejo historiador. Era un hombre de apariencia anciana, bajo y grueso, de brazos y piernas cortas. Por su aspecto cualquiera hubiera dicho que era estibador en el puerto y no un sabio con una prodigiosa memoria. Conservaba únicamente el cabello en torno a la coronilla, ya despejada, y, como su barba, era de un color blanco brillante. Sus ojos, pequeños por el estudio y surcados de arrugas, eran azules y en su expresión había siempre una expresión de amable contemplación. 

Ataviado con su habitual túnica blanca, se sentó frente a ella y le sonrió. 

- Cómo estáis, Rosalía. Confío en que vuestro ánimo esté dispuesto. Hoy he de deciros que traigo lecturas emocionantes, aunque tristes. Por doloroso que sea es bueno recordar cómo Roma se perdió ante los bárbaros. 

Sin necesidad de libro alguno, Giorgios comenzó a hablar de un tiempo hace siete siglos, de un mundo que ya se perdió. 

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02/05/2012, 11:38
Rosalía Caeiro
Sólo para el director

En cuanto la puerta se abrió y la cabeza calva y amable de Giorgios asomó en la estancia, Rosalía no pudo evitar suspirar. Al parecer, Marco había dispuesto antes de marcharse que las lecciones no terminaran aún por esa noche...

¿Cómo quiere que entienda las extrañas alegorías de este libro al mismo tiempo que debo aprender todas las historias que me cuenta este simpático ancianito? Pensaba que me adoptó y me trajo aquí por piedad, pero cada vez me doy más cuenta de que Marco no tiene piedad alguna...

-Ah, Giorgios, pasa -saludó al hombre con amabilidad, aunque también con desinterés-. Siento decirte que esta noche no tengo el ánimo para lecciones, pero si te place, siéntate y cuéntame sobre esos bárbaros... Marco ya me habló sobre ellos cuando pasamos por Roma: llegaron y lo destruyeron todo, prendieron fuego a la ciudad, saquearon los templos, violaron a las mujeres y asesinaron a los niños... Algo así me dijo -comentó, desviando la vista hacia la noche más allá de las ventanas, con la vaga esperanza de que el anciano historiador decidiera cancelar la charla.

Por supuesto, su intento no surtió efecto. El hombrecillo empezó a hablar y ella se recostó, hundió la cabeza en los cojines y observó el techo. De acuerdo, tomémoslo como si fuera un cuento...

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02/05/2012, 12:09
Francesco Romani
Sólo para el director

Imposible contener una sincera sonrisa. Tenía algo la forma de hablar de aquél gitano que era sin duda amistoso, gracioso... Todo palabras ingeniosas y acertijos ocultos. ¿Serían iguales todos los gitanos? Seguro que no. Yurev tenía a su alrededor un cierto aura especial, difícil de entender... Y parecía atraer problemas, al mismo tiempo que formulaba la promesa de aventuras y recompensas sin par. Francesco no lo ocultaba: le intrigaba sobremanera el Ravnos... Le divertía, le intrigaba y le caía bien. 

-Viejo no creo ser, quizá sí algo triste... Pero no es por la edad o por el peso de la Maldición, sino por lo que un hombre siempre se entristecerá mientras sea hombre: una mujer. No espero que Constantinopla calme mi corazón, pero sí al menos confío en que distraiga mi mente lo bastante como para poder engañar al otro. ¡Si es fea o no, poco me importa!

Lamentablemente Francesco sí sabía de la política de la Estirpe. Lo bastante como para saber que las palabras de Yurev eran ciertas: nadie decía nunca lo que sabía. Una realidad triste, pero no por ello menos cierta. 

-¿Y a ti qué te trae por la Constantinopla, Yurev? Por lo que dices deduzco que no es la primera vez que pasas por aquí. ¿Hay algo que deba saber o confío en tu criterio y en que tengas a bien hacer de guía? 

Notas de juego

He subido las dos fichas, pero la que ves debajo de la descripción de Francesco es la de 1300. La de 1080 se encuentra en la pestaña Notas, que está a la derecha de la pestaña Equipo (que a su vez está a la derecha de la pestaña Historia/Estado, xDDDD). 

Por lo demás, ¿cómo vas viendo a Paquito? Más que nada porque quiero asegurarme de que, pese a los escuetos cambios, sigue siendo él mismo. 

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02/05/2012, 16:02
BacilusInfernus

Notas de juego

Lo que quiero decir es que el listado de habilidades que hay en tu ficha no se corresponde con la relación de habilidades de la ficha de la nueva edición de vampiro. Cotéjalas y verás que hay divergencias. 

Una vez soluciones esto te haré una sugerencia de interpretación en torno a la habilidad expresión. 

 

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02/05/2012, 16:13
Francesco Romani
Sólo para el director

Notas de juego

Ficha editada. No me había dado cuenta. Cuéntame sobre la recomendación. 

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02/05/2012, 18:26
BacilusInfernus

Notas de juego

Simplemente que he revisado la ficha y me he dado cuenta de que tienes expresión cero (quizás sea por haber estado trabajando sobre una ficha errónea, en cuyo caso se podría cambiar si te interesara). Tú Jaime, te expresas mejor que una persona que una persona con expresión cero como es Francesco. 

Con expresión cero creo que Francesco sería una persona que expresaría sus opiniones y pensamientos de forma directa y poco elaborada. Con poco elaborada quiero decir clara y concisa. Con esto no quiero decir que te expresas necesariamente mal, no es necesario que pongas palabrotas y vulgaridades, simplemente que no es una persona hábil a la hora de expresarse y argumentar (tanto de forma hablada como escrita)

Para que te hagas una idea en el libro dice: expresión 1: "a veces encuentras las palabras adecuadas"

Progresivamente iría aprendiendo y expresándose mejor. 

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02/05/2012, 22:04
Francesco Romani
Sólo para el director

Notas de juego

Vale. En tal caso haré unos cambios. He quitado en la ficha de 1080 1 punto en esquivar, empatía y atletismo y los he pasado a Expresión, que queda en 3. En la ficha de 1300 quito los tres puntos de subterfugio, que pasan a Expresión (como si nunca hubieran estado ahí). Y se entiende que lo que ha subido durante esos años es Esquivar, Empatía y Atletismo, hasta 3 cada uno. 

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02/05/2012, 22:15
Yurev Krecenko

El rom sonrió, pero no dijo nada de sus razones para ir a Constantinopla. Parecía divertido.

- ¿Quieres que te haga de guía? Bien… algún sitio conozco. Sin embargo, puede suceder que no te gusten los sitios a los que te lleve.


Constantinopla era una ciudad enorme, he niké, la ciudad, tal como era conocida. Sólo Bagdad podía rivalizar con ella. Y Francesco se dirigía allí con un desconocido rom. No es que hubiera muchos gitanos circulando por Europa, casi podría decir que Yurev era de los pocos que Francesco había visto en toda su vida, pero algo le decía que podía ser tan gracioso como complicado.

En dirección a Constantinopla los dos extraños se dispusieron a compartir un nuevo día refugiados por entre los bosques tracios.

 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Ocultar pensamientos

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 2, 7, 5, 8, 5, 7

Éxitos: 3

Notas de juego

Perfecto en lo referente a la ficha.

Puedes tirar percepción + empatía para calar a Yurev.

Nota: el tema de los gitanos lo he dejado evidente porque, por lo poco que sé, a estas alturas de la historia lo cierto es que son pocos los gitanos en europa y pocos los ravnos gitanos que han llegado a occidente. 

 

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02/05/2012, 22:23
Francesco Romani

-Te sorprendería, Yurev Krecenko, los lugares que han llegado a ver estos ojos... -respondió Francesco con cierta melancolía-. Pero eso es cosa de un pasado muy lejano, se remonta a los días en que este cuerpo latía con el don de la vida... Bah, menudas estupideces... Es sólo que por mucho que pasen los años aún siento cierta añoranza por aquellos tiempos. ¿No te ocurre lo mismo?

Francesco no había tenido la oportunidad de charlar demasiado con un Vástago desde que dejara a Astrid atrás, y el sabor amargo de aquella ruptura aún le avinagraba el ánimo. Y, a veces, se preguntaba si él era el único que veía en aquella maldición del vampirismo lo que, en esencia, era: una maldición.

Al principio pensaba a diario en ello. Con los años, sólo una vez por semana. Pero Astrid había hecho que la cosa empeorara... ¡Maldita mujer! ¡Cómo le había envenenado con su pasión desenfrenada, con su ferocidad nunca disimulada! Demasiado hondo había calado. Lo bastante como para que Yurev supusiera algo más secundario. Porque Francesco, inquieto y curioso por naturaleza, disfrutaba con lo novedoso. Y un gitano a buen seguro lo era... 

Habría disfrutado más de aquello si jamás hubiera conocido a Astrid. Pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en ella.

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción+Empatía

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 9, 4, 4, 2, 8

Éxitos: 2

Notas de juego

Dos exitillos, no es gran cosa, jeje.