Después de cambiar sus ropas, Ámbar Zarca se dirigió a las calles más recónditas de Coruscant. En su cabeza resonaban los recuerdos de cuando acompañaba a su maestra a hacer contactos. Estar adaptado a misiones especiales, no es algo a lo que cualquier Jedi pueda estar acostumbrado y se necesitan años de experiencia. Dudaba del buen juicio del consejo al permitir que sus dos extraños compañeros estuvieran en la misión. Le preocupaba seriamente la integridad del Sullustan y del Cereano ante " la gran forja estelar" o quizás aun no había procesado la poca información que tenia.
Las calles se convirtieron en callejuelas, y una fina lluvia empezó a mojar su capa. Durante diez minutos, no se veian mas que paredes oscuras, hasta que apareció frente suyo la tasca de DaX. Nadie en su sano juicio consideraría este lugar un hogar, pero, Zarca se sabia mover en él. El golpe de su llamar a la puerta le causo una extraña sensación...
Casi puedes sentir la familiaridad de tu maestra la primera vez que te mostró este lugar, está prácticamente igual que años atrás e incluso el sonido del viejo generador que lo mantiene aparte de la red de Coruscant suena como una antigua nana en alguna lengua perdida.
Cuando llamas a la puerta notas un extraño eco, algo no está en su lugar pero no sabrías decir exactamente el que.
Hazme una tirada de percepción
Por un segundo los sentimientos de calidez me envuelven. Como si nada hubiera sucedido. Hasta diría que es el mismo Zabrak alcoholizado en la esquina de siempre. Pero, ese eco...
16
Motivo: Percepción
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+2)=8, 1(+2)=3 (Suma: 11)
De repente tus instintos se disparan como si te hubieras electrocutado.
-La puerta no suena al hueco habitual
-Hay algo detras de la puerta....
-Algo metálico y duro...
AL SUELO! Te grita tu instinto de supervivencia
Una sensación eléctrica recorre todo mi cuerpo. El tacto es extraño como su hubiera algo más... algo no va bien. Sin darme cuenta me encuentro en el frío suelo, básicamente intentando sobrevivir. Mareada me aferro y replegó en el poco hueco que tengo.
¿Sobreviviré?
Tan pronto como tocas el suelo hecha un ovillo la puerta metálica sale volando a causa de una violenta explosión. Si hubieras permanecido de pie o no te hubieras encogido lo suficiente ahora serías un cadaver aprisionado entre la puerta y la pared de enfrente. En el interior todo son llamas y el humo invade el estrecho callejón donde te encuentras.
Sin apenas aire en tus pulmones alcanzas a vislumbrar a una figura borrosa que se dirige hacia ti a toda prisa.
Tira iniciativa.
Primero que escucho es el estruendo y su eco... es la puerta que ha reventado contra la pared... y luego la confusión que invade toda la situación. Las llamas consumen todo lo que rodeo y lo único que logro distinguir es una figura acercándose a mi. Algo me dice que no con buenas intenciones. ¿Como sabían que acudiría hoy aquí? Con la de situaciones que he visto en este antro, esta llamarada podría ir dirigida a otra persona... pero me temo que seria mucha casualidad.
Intento rodar en dirección contraria a la llamarada, zafándome del calor mientras que mi destreza con la fuerza me permite sacar mi sable láser.
Motivo: inciativa
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Utilizando la fuerza para equilibrar, con el sable láser en la mano aunque no activo, distingues más claramente a quien se te acerca: Respirador y mascara ocular completa, embozado en un oscuro abrigo que ha visto mejores tiempos y aparentemente con las manos enguantadas pero que no empuñan ningún arma.
¿que haces?
Veo claramente la silueta e intento controlar el miedo que me invade. Al ver que no tiene armas, me cuestiono si es alguien que no las necesita. Intento incorporarme en un lugar resguardo de las llamas y con las espaldas cubiertas. Mi sabe esta activo y pero en modo defensivo. Estoy preparada para la batalla, pero quiero saber quien es y quien lo manda.
Intento utilizar la agudeza de mis sentidos para percibir mi alrededor y con voz seca pronunció.
¿Quien eres y quien te manda?- Es poco probable que me responda.
Con un rápido movimiento la figura anónima levanta su mano derecha y oyes un zumbido de un acumulador cargándose a gran velocidad, incluso dirias que distingues una armadura debajo de la ancha capucha.
-detienes tu respiración
-un zumbido
-armadura
-VA A DISPARARTE
entre tu telepatia y sentir a traves de la fuerza "lees" muy claramente las aviesas intenciones de tu atacante. Actuas primero.
Puedo ver en sus ojos que va a atacarme. Casi instintivamente mi cuerpo intenta zafarse el ataque esperando a la mínima oportunidad de poder atacar. Uno de los rincones me permite protegerme y me encojo procurando prevenir el daño. Esta más que claro que me estaban esperando, alguien de la orden nos ha traicionado, o incluso alguno de mis compañeros. Eran los únicos que sabían que estaba aquí.
Desde mi posición, mis sentidos me permiten percibir la oportunidad y me decido a atacar con mi sable. Me centro en sobretodo en quitarle el arma. Quiero saber quien le envía.
En el instante antes del pensamiento, el momento en que se actúa por instinto, activas tu sable y lanzas un golpe ascendente. Guiándote por algo muy lejano a la razón.
Hazme una tirada de armas cuerpo a cuerpo
Una reacción casi primaria sale de cuerpo. Se que son mis manos las que actúan, aunque no tengo tan claro que mi mente este participando en ello.
Motivo: atacar
Tirada: 2d10
Resultado: 10, 4 (Suma: 14)
Daño
Motivo: daño
Tirada: 4d8
Resultado: 2, 5, 8, 8 (Suma: 23)
Golpeas con furia, siguiendo la linea ascendente de la activación de tu sable, golpeando por puro instinto el lugar donde intuyes un arma.
Tu sable encuentra resistencia, pero acaba describiendo un arco candente en el brazo derecho de tu adversario, algo cae al suelo, te baña un arco de chispas y el olor de carne abrasada inunda tus fosas nasales por encima del olor acre del humo de la explosión.
Apenas un microsegundo tras el devastador ataque el sonido de un propulsor individual inunda el callejón y tu adversario se eleva hacia el cielo de Coruscant.
Motivo: Armadura
Tirada: 2d10
Resultado: 5, 5 (Suma: 10)
Se que le he dado, puedo ver...pero no distinguir por el olor que parte de su carne ha sido cortada. Aunque lo que me sorprende es el ruido de un propulsor individual. No pienso dejarlo escapar y menos así de herido. Deberá parar, o al menos se dirigirá a un lugar donde pueda averiguar quien le ha encargado esta trampa. He de perseguirlo, aunque sea a pie... necesito encontrar algo que pueda pilotar.
Cuando empiezas a pensar a una velocidad normal, y tu adrenalina cede a la razón te das cuenta que en estos recónditos callejones lo más parecido a una nave que hay es el propulsor que lleva el fugitivo. El tráfico aéreo circula un kilómetro por encima tuyo y si hubiera habido una nave lo bastante discreta su piloto hubiera estado en la cueva humeante que es ahora el bar de DaX.
Sumida en tus pensamientos e intentando buscar una solución reparas en lo que ha dejado caer el fugitivo: un guante armado, aun humeante.
Después de analizar la situación comprendo de que no puedo perseguir a mi atacante. Pero quizás, el regalo humeante que ha dejado en el suelo, me permita llegar hasta él. Decido ver con detenimiento un guante armado que ha caído al suelo.
Cuando tomas el guante entre tus manos te das cuenta de dos cosas:
-La primera es que este guante es metálico, no es una armadura de polímero sino algo parecido al equipo de los cazarrecompensas con los que a veces tuvo que lidiar tu maestra.
-La segunda es que pese a ser metálico pesa mucho como para estar vacio.
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