Partida Rol por web

Tras la confirmación de Argus de que la cosa estaba visualmente soportable, Ester se descubrió los ojos y se acercó a los demás para escuchar qué habían averiguado. No era gran cosa, pero suficiente como para hacer que la bruja frunciera el ceño.

 -Así que somos su objetivo principal porque los nobles locales nos quieren muertos... Es justo como me dijo la Archimaga Jana.

Porque aunque su excelencia les había confiado los detalles de la segunda parte de la misión a Argus y a ella en privado, no le había dicho que no los compartiera con sus compañeros.

 -Vale, no tengo claro al cien por cien que pueda deciros esto, pero no nos prohibieron expresamente que os contáramos nada, así que os lo diré. Según nos contaron Lady Carrot y la Archimaga Jana, nuestra misión tiene dos partes. Una es la que nos contaron a todos, lo de reunir información en dos equipos y otra es la que nos contaron a Argus y a mí: impedir una guerra.

¡Uh, qué grandilocuente que sonaba dicho así en voz alta! Pero era más o menos lo que les habían contado, así que...

 -Nos dijeron que sospechabn de una traición en el reino, de un grupo de nobles cercanos a la reina que forman una facción disidente. Si dicha facción descubvre nuestras intenciones, estallará una guerra que no pueden ganar. Sus excelencias quieren que evitemos el baño de sangre con la misión que nos han encomendado: averiguar cuanto podamos y que Argus y yo tratemos de resolver todo lo que podamos de manera diplomática. Creo que eso es todo, no sé si te he resuelto la duda, Volgar.

En cuanto a lo de los disfraces, pues era buena idea, la verdad fuera dicha.

 -Lo de disfrazarnos me parece bien. Cuanto menos llamemos la atención, mejor. Si nos están buscando es porque saben quiénes somos, así que lo primero que deberíamos hacer es disimular eso.

Elrick mirándolos asintió y dijo;

-Haré todo lo que pueda de mi parte para protegerlos, así como para ayudarlos en el cometido de evitar una guerra. Lo único que me queda duda es...-Dijo, y girando su mirada hacia Argus, mirándolo le preguntó- Argus. Entiendo que muchos de nuestros compañeros se hayan retirado, pero tu ni te has inmutado con el espectáculo. ¿Habías presenciado anteriormente interrogatorios de este tipo? Me ha saltado la duda, puesto que no te conozco mucho, y si eres capaz de ayudarnos con estas cosas te podría tomar en consideración para la próxima vez. -Dije, mirándolo.

El alto elfo dijo Creo que deberíamos escuchar la información que consiguió Argus y después hacer un plan.

El rubio al escuchar la misión que la gran archimaga les había encomendado a la señorita Éster y Argus dijo daré mi mejor esfuerzo para ayudarlos a evitar la guerra 

Escucho como hablan de ir infiltrados y demás.

- Tomar en cuenta que posiblemente ellos sepan el aspecto y todo de los que contratan... Si nos disfrazamos para aparentar ser de los que han contratado... puede que sospechen si por ejemplo no han contratado a un draconiano.. sin ofender Volgar (mirándolo) Aunque habrá que ir por otros senderos para que no sea tan fácil localizarnos, ya que así evitaremos otras emboscadas. (miro a Elrick) He visto matanzas y torturas peores, créeme; algunas de ellas es mejor no rememorarlas y doy gracias a las deidades de conservar mi cordura.

Espero que Ester no se vaya de la lengua, como lo de nuestra misión.

Al final, decidisteis seguir por caminos alternativos, no era el camino principal pero estos estaban más ocultos, aunque también es cierto que esos caminos son proclives a ataques de monstruos y bandidos. Esperabais que no fuera el caso.

Esa tarde ya podíais divisar la ciudad fronteriza al reino, aun os quedaban dos jornadas de viaje, pero ya estaríais en el reino y podríais dormir en una mullida cama (más o menos) que en el suelo. El paso fue fácil, ya que os pusisteis capas y ropas menos llamativas, con lo cual pasasteis como guardaespaldas de un mercader (Volgar) sin ningún problema.

Cuando la ciudad se hizo visible, preparó las cosas mientras vigilaba los alrededores, tras ello, miró al resto y les dijo;

-Apresuremos el camino. Pronto llegaremos a la ciudad, tenemos que hacer todo lo posible para poder engañar a quién quiera que sea que nos esté persiguiendo. Traten de apegarse a sus papeles lo más posible. –Dijo, tras lo cual seguía vigilando el estado de todo lo que lo rodeaba.

El consenso general al que habían conseguido llegar entre todos era que seguirían viajando hacia su objetivo, pero evitando los caminos principales. Era una apuesta arriesgada, pero era lo mejor que podía hacer por el momento. Aparte de eso, también llegaron a la conclusión de que ir mínimamente disfrazados era lo más recomendable. Se vistieron con ropa poco llamativa para hacerse pasar por un mercader y su escolta. El papel estrella le había tocado a Volgar, el cual había demostrado ya en varias ocasiones poseer una increíble habilidad para negociar. Si había alguien apto para hacer de mercader, ese era el dracónido.

De esa guisa el grupo consiguió avanzar sin mayores problemas. No tardaron demasiado en poder ver ya la ciudad que era su objetivo. A Ester le habría encantado llegar ya para poder descansar en condiciones y sin guardias, pero por desgracia, aunque pudieran verla, aún les quedaban al menos dos días de viaje.

 -No se preocupe, señor Elrick. No nos queda mucho de viaje y parece que el camuflaje que hemos elegido funciona. Con un poco de suerte llegaremos rápido y sin problemas.

Y es que en realidad, el viaje no preocupaba tanto a la bruja como la misión que tendrían que desempeñar al llegar a la ciudad. Eso sí que iba a ser complicado y no zurrarles la badana a unos cuantos bandidos zarrapastrosos. Que hablando de bandidos, mejor fijarse bien en el camino y los alrededores para evitar una emboscada. Que si había algo mejor que machacar bandidos era no encontrarse con ellos en absoluto.

De hecho, algunas noches vuelves a ver al buho de la guardia que hicistes con Argus.

El grupo optó por tomar vías alternas, lo cierto es que la decisión pese a no ser de mi completo agrado al final demostró ser la más adecuada, pese a que los caminos secundarios suelen atraer a toda clase de monstruos y bandidos, esta vez tuvimos bastante suerte y pudimos pasar inadvertidos.

Mientras mantengamos un perfil bajo y soltemos algo de oro a las personas correctas todo debe ir bien, así que tratemos de continuar como hasta ahora. - le respondo a Erick mientras me meto en mi personaje y me ciño mi capa de viaje mientras preparo algunas monedas para los sobornos correspondientes.

Si todo seguía como hasta ahora, podríamos entrar a la ciudad sin levantar mayores sospechas y una vez dentro podríamos planear con cuidado nuestros siguientes movimientos.

Al final optamos por juntar las dos ideas y viajar de incognitos como escolta de un mercader y ya que Volgar es un experto negociante se decidió que el fuera el mercader.

Fuimos por las vías alternas por suerte la diosa de la fortuna nos ha sonreído y no hemos tenido ningún contratiempo, la ciudad ya es visible y aunque falta poco para llegar aún tenemos que estar atentos

Lo mejor es mantener el paso que llevamos, si nos apresuramos podríamos parece sospechosos, como dice Volgar mantengamos un bajo perfil dice Karma viendo a Erick

Miro al resto mientras van diciendo de pasar desapercibidos.

- Mejor no llamar la atención, ni aquí ni en ninguna taberna. No la pifiemos al final. Maese Volgar, le seguimos.

La parada había sido tranquila, ya que el paso fronterizo, aunque resguardado, tampoco iban chequeando a cada viajero; era más bien como una aduana. A la mañana siguiente, salisteis para poder llegar a la capital junto a otras caravanas de mercaderes, los cuales os harían pasar más desapercibidos.

A la mañana del segundo día de viaje, llegasteis a la ciudad capital del reino... Desde luego una vista majestuosa.

Solo había una entrada, la cual estaba fuertemente vigilada. Mientras ibais acercandoos, estabais preparando todo para poder cumplir con vuestra misión, pero antes teníais que esperar a que llegara vuestro contacto.

Me quedé observando a los alrededores mientras el resto se encontraba de buscar al contacto, puesto que, más que interesado estaba en saber si alguien nos vigilaba, si alguien o algún grupo se había preparado mejor y ya nos había detectado, o bien, si alguien nos miraba con un inucitado interés.

Una vez llegamos a nuestro destino, procedí a relajarme mientras observaba todo lo que nos rodeaba intentando absorber la mayor cantidad de conocimiento sobre la gente del lugar, pues eso sería en extremo útil para mi trabajo.

Con algo de suerte, nuestro contacto tendría los nexos necesarios para poder infiltrarme en el submundo de esta ciudad, ya luego correría por mi cuenta, ya sea pagando el precio en metálico, sangre o renombre que se requiriese para obtener la mayor información posible sobre los conspiradores.

Habían llegado sin mayor problema a la ciudad capital, solo faltaba encontrar al contacto y mientras esperaban su llegada, Karma observaba el lugar tratando de ver dónde vendían armas, suministro (sobretodo su amado chocolate ) y si alcanzaba a ver algo o alguien sospechosos

Yo me mantenía en silencio, ya que ahora si que estábamos en mitad de la boca del lobo. Yo mantenía mi vigilancia sobre cualquiera que reparara en nosotros más de la cuenta.

Finalmente habían llegado a su destino. Y ahora era cuando comenzaba lo difícil. Lo primero era localizar al contacto, para que les diera las indicaciones pertinentes sobre cómo debían proceder a continuación. ¡Y es que no era moco de pavo lo que les esperaba! Tenían que andarse con pies de plomo.

 -Bueno, ¿dónde vamos ahora? Sé que tenemos que esperar a alguien, pero, ¿dónde lo hacemos? Podríamos ir a una taberna a tomar algo. La verdad es que tengo sed y estoy un poco cansada... ¡Que puedo aguantarme perfectamente! Pero no me vendría mal descansar un poquitín.

No quería parecer ni demasiado frágil ni demasiado caprichosa ante sus compañeros, pero... Sí que se encontraba cansada. ¿Sería por el viaje? ¿O por los nervios de su inminente misión?

Decidis esperar al contacto, el cual no tarda en aparecer, hecho que os sorprende porque no es más que una adolescente.

Ella os indica que la sigais y sin hacer preguntas; os lleva a una posada de casi mala muerte; cuando le preguntais el motivo ella responde escuetamente que aquí no habría oidos indiscretos, ya que en esa posada los extraños como que son mal vistos.

Ya dentro de la posada, puestos en una esquina lejos de ojos indiscretos (aunque alguna mirada de lujuria se llevó Ester y alguna de odio a Volgar), ella relajó un poco sus facciones.

- Me llamo Amma, y soy vuestro enlace. La Reina quisiera haberos recibido en persona, pero sería alertar a los que creemos que quieren dar el golpe de estado y no tenemos a todos nuestros efectivos para impedirlo y reducir el número de bajas. (mira a Ester y a Argus) Vosotros debeis ser los embajadores, verdad? (mira al resto) Quien de vosotros serían sus guardaespaldas? Al menos tengo entendido que cada embajador tendría un guardaespaldas... y usted (mirando a Volgar) sería el infiltrado, supongo.

Elrick no pudo evitar quedar sorprendido ante la belleza de la mujer, pero tras unos segundos, intentó ocultar este sentimiento. Cuando ella se preguntó, el se presentó y le respondió;

-Yo soy Elrick, y soy el guardaespaldas de Argus. ¿Tienes algunas noticias que nos puedas contar? Ya fuimos atacados en el camino, por lo que nos gustaría saber un poco más de la situación en el lugar. -Dijo, mirándola a los ojos.